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CAPÍTULO 61

NARRA T/N

Acabé de deshacer mis maletas y me fui a dar una vuelta a través de la mansión, hacía demasiado tiempo desde que estuve allí por última vez. Recorrí todos y cada uno de los rincones por donde solía merodear de niña hasta llegar al pequeño estanque en nuestro jardín trasero. Allí criábamos pirañas y otro tipo de peces que le gustaban a mi prima, me quedé un rato junto al estanque hasta que en mi reflejo noté algo extraño.

Al igual que me había pasado en el baño de Nunca Jamás, tuve la sensación de que había alguien más detrás de mí. Volví a fijarme en mi reflejo en el agua y no pude ver a nadie más, además una piraña saltó fuera del agua y por poco me alcanza el rostro. Retrocedí confusa y me quedé unos instantes reflexionando sobre lo que acababa de pasar. ¿Me estaría volviendo loca? Quizá tan sólo eran imaginaciones mías o secuelas de haber pasado por tanto en tan poco tiempo, tan sólo esperaba que recuperase la cordura pronto porque no quería acabar en un psicólogo al igual que Les.

-Pugsley: ¡T/N! - gritó mientras corría en mi dirección - ¿Qué estás haciendo aquí?

-T/N: Nada, paseaba para matar el tiempo. ¿Por qué?

-Pugsley. El tío Fétido ha vuelto de su última aventura, dice que quiere verte - sonrió.

-T/N: - asentí - Vamos.

Seguí a mi primo hasta llegar al salón principal donde mi padre se encontraba hablando con el tío Gómez, qué rápido íbamos a empezar con las reuniones familiares. No estaba preparada mentalmente para afrontarlo, sinceramente hubiera preferido irme por ahí y perderme antes que fingir ser una familia normal y corriente. Me senté en el sofá de enfrente a mi padre y esperé pacientemente a que me dirigiera la palabra. 

-Fétido: T/N - sonrió - ¿Qué tal has estado? Me han contado que has tenido algunos problemas en la academia, pero viendo que estás aquí presente... Supongo que has sido capaz de aprovechar el potencial que mencioné la última vez que nos vimos.

-T/N: No te creas, no puedo usar la electricidad - me quedé unos segundos callada - Una vez sí que funciono, fue cuando me miraba al espejo. Y lo único que conseguí fue autoelectrocutarme ligeramente, así que no cuenta como haberla dominado.

-Fétido: ¿Y el fuego? ¿Has aprendido las habilidades de tu madre?

-T/N: Soy demasiado jóven para tener las mismas habilidades que ella - sonreí burlesca - Sin embargo, he resultado ser mucho más inteligente y me he librado de la amenaza que suponía.

-Fétido: Esa es mi hija - dijo orgulloso - Aunque es una lástima que ahora tengáis que quedaros en Nueva Jersey, aquí va a ser un tanto más difícil para ti practicar tus habilidades - miró a Morticia - Sabes que yo tengo que viajar y que quedarás a su cargo, no les des muchos problemas y compórtate.

-T/N: ¿En serio vas a tratar de actuar como mi padre a estas alturas? Sé que intentas redimirte, pero no creo que ser padre signifique decir "pórtate bien" y dar por hecho el trabajo - me levanté del sofá - De cualquier manera, prometo delante de todos tratar de no revelar mi verdadera naturaleza bajo ningún concepto - fingí una sonrisa - Y ahora, si ya no necesitáis nada más de mí, me iré a dar una vuelta. Necesito aprender donde están los sitios importantes en esta ciudad.

-Pugsley: ¿Como el centro comercial?

-T/N: Yo me refería al cementerio y eso, pero bueno, quizá saber donde está el centro comercial también ayuda - me encogí de hombros.

Me pasé toda la tarde y los próximos días merodeando por Nueva Jersey intentando familiarizarme con el entorno. La verdad es que me estaba costando, la mayor parte de mi vida la había pasado en el bosque. Así hacerme adaptarme a la vida de ciudad como una "normie" más no iba a ser tan fácil como luchar contra hydes. Obligué a mi primo a hacerme de guía y lo utilicé para distraerme hasta que llegó el primer día de clases.

-Gómez: ¿Listas para vuestro primer día? - sonrió - A veces es difícil se "el nuevo", pero no creo que nadie se atreva a molestaros.

-Miércoles: Si alguien se atreve a hacerlo, haré que T/N le raje la garganta con sus garras - dijo sin expresión facial - ¿Entramos? 

-T/N: - tragué grueso - Hay demasiada gente en este lugar. ¿Por qué están todos tan revoltosos?

-Miércoles: Son adolescentes hormonales - sonrió levemente - Mira, ya tenéis algo en común - dijo sarcástica ganándose un golpe en el hombro por mi parte - Ignóralos, no merecen nuestra atención.

Asentí y empecé a caminar detrás de ella, en ese momento deseaba estar con Enid por encima de todas las cosas. Seguramente ella no tendría problemas para socializar y sabría ayudarme para mantener mi instinto animal a raya. Pero el mundo no era perfecto y estaba cruzando la puerta principal junto a Les, ojalá pudiera ser tan impasible como ella. Varios adolescentes corrían por los pasillos, algunos chocaban contra nosotras, otros hablaban demasiado alto, algunas apestaban a perfume, algunos otros a sudor... ¡¿Cómo iba a sobrevivir en ese infierno en vida?!

-T/N: - gruñí cuando uno chocó contra mí tirando mi mochila al suelo - ¡Voy a-

-Miércoles: Ah, ah, ah... - me sostuvo del brazo - Nada de gruñir ni atacar a la gente, aquí somos unos "normies" más.

-T/N: Es gracioso que digas eso cuando sigues usando la misma ropa de siempre, los "normies" van más allá del negro. ¿Sabes?

-Miércoles: ¿Y qué? Algunos de ellos tienen buen gusto y se visten de negro - señaló a un grupito reunido en un rincón de los pasillos.

-T/N: Los están marginando, Les - negué con la cabeza - ¿En serio tenemos que mezclarnos con este puñado de gente superficial?

-Miércoles: Sí, no tenemos opción - me miró seriamente - Y por nuestra seguridad, más te vale no revelar nada de los alumnos de Nunca Jamás. No sabemos en qué otro lugar podrían haber cazadores.

-T/N: - asentí - Lo he pillado, no te preocupes - suspiré - Soportaré a estos imbéciles y su hedor hasta que podamos regresar a Jericó.

-Miércoles: Bien - suavizó su mirada - Enid estaría orgullosa de ti.

Ese comentario me pareció el más amable que jamás había recibido por parte de mi pariente, así que instantáneamente mi estado de ánimo mejoró. La seguí a través de los pasillos y pude mantenerme tranquila sin atacar a ninguno de los que se cruzaban en nuestro camino. Hasta que entonces, llegamos a la que sería nuestra clase durante un tiempo indefinido. La profesora hizo una breve introducción llamando la atención de nuestros compañeros de clase y entonces llegó nuestro turno de presentarnos.

-Miércoles: Me llamo Miércoles Addams - fulminó a todos con la mirada - Sí, como el día de la semana. No aceptaré risitas y burlas al respecto, porque si os atrevéis a hacerlo... Sabed que siempre cargo conmigo una cuerda, una pala, y una asombrosa capacidad para encubrir crímenes.

-Profesora: Vale... Gracias por la introducción - sonrió incómoda y me miró - ¿Y tú, querida?

-T/N: - hice una mueca de disgusto - Soy T/N Addams, al igual que mi prima... No os aconsejo que os involucréis demasiado conmigo porque puedo llegar a ser bastante zorra - recibí un codazo de Les - Es la realidad - sonreí ladina.

-Profesora: Tomad asiento, por favor - se apresuró a empezar la clase.