Invocaciones de invierno
Edith era la atractiva cuarta hija del Conde Montgomery y tenía su futuro asegurado. Estudiaba en la Universidad de Pulmina y se codeaba con la crema de la sociedad Pulmense. De cuna alta y vida de lujos, ella no se relacionaba con gente socialmente inferior y disfrutaba de todo lo que el dinero podía comprar. Jack era su opuesto. Pero a veces los opuestos no sólo se atraen, sino que se parecen demasiado.
Prólogo
El amor conquista todas las cosas.
Démosle paso al amor.
Virgilio
Hay veces en que dos almas simplemente chocan en el momento justo. En el que tienen que ayudarse para crecer.
Hay momentos en que las almas se juntan y se separan, por vicisitudes de la vida, pero que siempre siguen amándose.
También existen los instantes en que el cosmos simplemente alinea los planetas para que dos personas se encuentren en el lugar justo, al segundo adecuado.
Esos instantes son de los más hermosos de la existencia. Si tan solo uno de esos planetas no se alineara, quizá uno no se encuentre con el otro, a veces por segundos.
Pero la magia está en que hay almas que nacieron para encontrarse, y eso el cosmos lo sabe.
Ese fue el caso de Edith y Jack.