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"¡Rías!"

Venelana la reprendió.

Akeno, Koneko y Kiba parecían tan sorprendidos que sus ojos se abrieron grandemente observando a su Ama, y esta casi se arrepintió de haber dicho lo que dijo ahora mismo.

Alexander ignoró todo, e incluso su sopresa y shock interior, y entonces miró a Rías. Algo... hubo algo que le hizo sonreír.

"¡Rías, Alex-sama es un importante invitado a nuestro hogar, eso es una falta de respeto hacia él!"

Rías bajó su cabeza cuando su mamá la reprendió así, y las lágrimas se acumularon en sus ojos verde azules.

"No sólo sería una falta de respeto ahora que es nuestro invitado, sino que incluso si no lo fuera eso no es algo que podrías decir tan casualmente."

Alexander, viendo a Venelana hablar, con una sonrisa él también habló, "Está bien, acepto."

"Él es el prometido de Yasaka-sama, que es... que es... ¿eh?"

Venelana perdió sus palabras mirando ahora a Alexander, y no sólo era ella...

Todos los demás en la mesa también miraban a Alexander, todavía más incrédulos que con la declaración de Rías.

"Me pediste que formara parte de tu nobleza, ¿no, Rías-chan? Está bien, acepto."

Literalmente, la boca de Rías, Venelana, Akeno, Koneko y Kiba, se abrieron tanto que un huevo cabría allí.

"¡¿E-E-E-E-E-E-E-En s-s-s-serio?!"

Rías logró preguntar con errores vocales, su cara estaba muy roja y sus ojos estaban abiertos a más no poder.

"Si, no sería un mal negocio."

"Alex-sama."

Venelana miró serio a Alexander, ella pensó que él estaba bromeando ahora.

Tenía entendido que él era el amante y prometido de la Líder de una Facción opuesta, y sólo la idea de que Alexander se volviera un Demonio Reecarnado esclavo de su hija mientras estaba en el Inframundo de visita en son de paz, Venelana de alguna forma ya podría ver el caos que tal suceso provocaría, además, según lo que Grayfia le había contado... no, Venelana no estaba de acuerdo con algo así tan repentino y audaz.

"Esto es algo demasiado grande para asimilarlo y pensarlo ahora mismo, ¿estás-...?"

Alexander interrumpió a Venelana con una sonrisa, "No se preocupe, Venelana-sama, lo pensé bien, jaja, además..."

Él sonrió.

Y luego miró a Rías suavemente, que estaba todavía en shock, "Si se puede, sólo si es posible... entonces no me parecería algo malo."

Alexander miró a Rías, miró a esta chica de aparentemente 13 años de edad que lo miraba con una mirada sorprendida y tonta en su cara.

...

Rías... probablemente, ni siquiera Rías misma, sabía el aprecio tan grande que Alexander le tenía a ella.

No sólo a ella, a Koneko, y también a Akeno, y aunque en menor magnitud, también a Kiba.

Por supuesto, tampoco sólo a ellos.

A el vampiro trasvesti que seguro Rías conocería dentro de poco, a la chica italiana y torpe así como religiosa, que desafortunadamente sería muy posible que fuera convertida en una Demonio Reencarnado, a la chica que manejaría en un futuro la espada Durandal y que podría ser algo tonta, a una chica que sería reencarnada en un Ángel y que sería algo ruidosa, a una Valquiria que actualmente debería estar trabajando de guardaespaldas para el Dios Nórdico Odín, que no ha tenido o tendrá novio en un largo tiempo y será autocrítica por ello...

Aunque claro, en especial, y primeramente, a Rías.

Alexander tenía muy presente en su corazón que en su vida anterior, ellos sólo eran unos personajes que él, como Otaku que ve Animes, los veía detrás de la pantalla.

Pero... él nunca se imaginó en ese momento... que de hecho, el mundo ficticio de las historias que veía, podría ser simplemente otra dimensión separada de que estaba, de las tantas e infinitas que había, y que ellos eran personas reales allí.

Por supuesto, tampoco se imaginó que algún día podría ser lo suficientemente capaz, y... alumbrado, se podría decir, para por sí sólo, visitar uno de esos mundos en los que estaban sus personajes amados.

No, era una mentira decir que él nunca se lo imaginó, especialmente al leer distintos Fanfics, que se trataban sobre esto, e incluso en aquél momento, Alexander pensaba...

"Si pudiera ir a ese mundo..."

Si pudiera ir a ese mundo, sin duda, trataría muy bien a esos personajes, trataría como una familia a esos personajes que tanto tiempo lo acompañaron en sus años introvertidos y de soledad ya sea en niñez o juventud.

Realmente, probablemente ni siquiera Alexander sabía lo mucho que él tenía en cuenta a Rías para dentro de sí.

¿Qué era Rías?

Según la persona que creó su personalidad, ella es un Demonio, es una chica muy, muy amable y cariñosa, trata bien a su familia o a sus personas cercanas, vive la vida alegremente y por supuesto, tiene sus propios problemas. No sólo eso, sino que inclusive, es una chica súper hermosa de pelo rojo carmesí que en el mundo anterior de Alexander sería muy difícil de encontrar.

Difícil no, imposible, porque su belleza no era algo que se podría describir con la decepcionante realidad.

Olga, Chloe, Aki, todas sus Esposas, todas las personas que Alexander ha conocido hasta ahora, para su suerte, eran así. Eran tan hermosas de unas formas que Alexander, hace 10 años y algunos meses, nunca pensó e imaginó presenciar.

...

Alexander miró a la chica que ahora lo miraba de una manera muy linda, y él sonrió.

Había... había una pequeña parte de él que hizo esto por diversión, por satisfacción personal, y vaya que lo obtuvo, Alexander estaba tan alegre ahora que la sonrisa sincera en su cara no podía ser borrada, pero también había otra parte en que pensó que... aunque sería un 99% imposible para Rías reencarnarlo en un Demonio, si se pudiera... sin hacerlo forzado, sólo... sólo si se pudiera, para Alexander entonces no sería absolutamente nada malo.

Alexander, feliz, dejó las probabilidades a la suerte, por lo menos, a la suerte ya que no tenía los conocimientos necesarios para decir si era posible o no, incluso estando casi convencido de que no.

Al menos, su Raza era demasiado dominante.

Él fue imprudente, él fue temerario, lo sabía mejor que nadie...

Pero... Alexander es así.

Alexander Smith es así.

Es un chico simple que hace algunas cosas que le parecen bien.

Así de sencillo.

.......

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