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Hush-hush

Un juramento sagrado. Un ángel caído. Un amor prohibido. autora real. Becca Fitzpatrick SINOPSIS Para Nora Grey, el romance no era parte del plan. Ella nunca se había sentido particularmente atraída hacia los chicos de su escuela, sin importar lo mucho que su mejor amiga, Vee, los empujara hacia ella. No hasta que Patch llegó a su vida. Con su sonrisa fácil y ojos que parecen ver dentro de ella, Nora se siente atraída hacia él, en contra de todos sus instintos. Pero después de una serie de aterradores encuentros, Nora no sabe en quien confiar. Patch parece estar donde quiera que esté ella, y saber más sobre ella que sus amigos más cercanos. Ella no sabe si correr hacia sus brazos o correr y esconderse. Y cuando intenta encontrar algunas respuestas, se acerca a una verdad que es mucho más incomoda que todo lo que Patch la hace sentir. Nora esta justo en medio de una antigua batalla entre los inmortales y aquellos que han caído- y cuando tiene que escoger un bando, la elección equivocada le costará su vida.

Luuh · General
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105 Chs

cap. 9

―Santa mierda. ―susurró Vee― ¿Acaso acabo de ver eso? ¿Realmente vi Marcie, subirse al Jeep de Patch? ―. Abrí mi boca para decir algo, pero sentí que alguien había pasado sus uñas por mi garganta.

―Fui solo yo ―dijo Vee ― ¿O tú también pudiste ver la tanga roja saliéndose por debajo de su vestido?

―Ese no es un vestido ―, dije inclinándome en el edificio, buscando soporte.

―Estaba tratando de ser optimista, pero tienes razón ese no es un vestido, sino un top elásticado, estirado por todo su huesudo cuerpo, lo único que lo mantiene firme alrededor de su cintura es la gravedad.

―Creo que me enfermaré ―dije, sintiendo esa sensación de las uñas en mi garganta pasando a mi estómago.

Vee presionó mis hombros, forzándome a que me sentara a un lado de la acera. ―Respira hondo.

―Él va a salir con Marcie ―. Era demasiado horrorífico para creerlo.

―Marcie lo hace para irritarte ―dijo Vee― Esa es la única razón, es una cerda, una rata.

―Él me dijo que no estaba pasando nada entre ellos.

―Patch puede ser muchas cosas, pero honesto no es una de esas.

Pestañeé mirando calle abajo, donde el Jeep había desaparecido. Sentí un inexplicable impulso de seguirlos y con la esperanza de hacerles algo, como estrangular a Marcie con su estúpida tanga roja.

―Esto no es tu culpa ―dijo Vee― Él es un idiota que se aprovechó de ti.

―Necesito ir a casa ―, dije con voz adormecida.

Justo en ese momento paró un auto de la policía cerca de la entrada del club. Un alto y delgado policía de pantalones y camisa de vestir negra. La calle estaba un poco oscura, pero lo reconocí inmediatamente. El Detective Basso.

Había caído bajo la jurisdicción de su trabajo antes y no tenia deseos de repetir ese espectáculo. Especialmente desde que estaba bastante segura de que no pertenecía a su lista de gente favorita.

El Detective Basso pasó a empujones hasta el principio de la fila,mostrando rápidamente su insignia al guardaespaldas y caminando hacia adentro sin detenerse.

―Whoa ―dijo Vee― ¿Ese era un policía?

―Sí y es muy viejo, así que ni siquiera lo pienses, quiero irme a casa, ¿Dónde estacionaste?

―No parece tener más de treinta, ¿Desde cuándo treinta es muy viejo?

―Su nombre es Detective Basso, me interrogó luego del incidente con Jules en la escuela.

Me encantaba la forma en que me seguía refiriendo a eso como un incidente y no como lo que realmente era: Intento de asesinato.

―Basso, me gusta eso; corto y sexy. Justo como mi nombre, ¿Acaso te registró?

La miré de reojo, pero seguía mirando fijamente la puerta por donde el detective había desaparecido.

―¡No! , solo me interrogó.

―No me importaría ser detenida por él, pero no le digas a Rixon.

―Vámonos, si los policías están aquí, es porque algo malo va a suceder.

―Malo es mi segundo nombre ―dijo tomando mi brazo con el suyo y llevándome hacia la entrada de la disco.

―Vee...

―Hay por lo menos dicientas personas ahí adentro, está oscuro. Él no te va a elegir a ti entre toda esa multitud, si es que aun te recuerda. Probablemente ya te olvidó. Además no te va a arrestar... no estás haciendo nada ilegal. Bueno, dejando de lado lo de las identificaciones falsas, pero todo el mundo hace eso.

Incluso si realmente quisiera hacer una redada al lugar, debería haber traído refuerzos, un policía no es nada en contra de esta multitud.

― ¿Como sabes que tengo una identificación falsa?

Ella me dio una mirada de "No soy tan tonta como parezco"

― ¿Estás aquí no es así?

― ¿Como planeas entrar?

―Igual que tú.

― ¿Tú tienes una identificación falsa? No puedo creerlo. ¿Desde cuándo?

Vee parpadeó...

―Rixon es bueno para más cosas que solo besar. Entremos, vamos. Siendo la buena amiga que eres, ni siquiera pensarás en preguntarme si es que me escaparé de mi casa y violaré las condiciones de mi castigo por nada.

Especialmente ahora que ya llamé a Rixon y él ya viene en camino.

Gruñí, pero no fue por culpa de Vee. Yo fui la que pensó que venir aquí esta noche sería una buena idea.

―Cinco minutos solamente.

La fila se movía rápidamente, vaciándose dentro del edificio, y en contra de mi buen juicio, pagué el cobro adicional del cover y seguí a Vee hacia la oscuridad, a un húmedo y ensordecedor club. En un sentido me sentí raramente bien de estar rodeada de oscuridad y ruido, la música estaba muy alta como para pensar, lo que significaba que aunque lo quisiera, no podría concentrarme en Patch y en lo que estaba haciendo con Marcie en este preciso momento.

Había una barra atrás, pintada de negro, con taburetes de metal y luces pendientes que colgaban del techo, Vee y yo nos deslizamos hasta los dos últimos taburetes vacios que quedaban.

― ¿Identificación? ―preguntó el chico detrás de la barra.

Vee movió su cabeza.

―Solo Coca-Cola de dieta, por favor.

―Yo quiero una bebida de cereza ―agregué.

Vee me dio un codazo en las costillas y se inclinó hacia mí.

― ¿Acaso Viste eso? Él pidió ver nuestras identificaciones. ¿Qué tan increíble es eso?, Apuesto que sólo quería saber nuestros nombres, pero es muy tímido como para preguntarlo.

El barman llenó dos vasos y los deslizó por la barra, donde pararon directamente frente a nosotras.

―Muy buen truco ―le gritó Vee por sobre la música.

Él le levanto el dedo y se movió por el bar hasta el siguiente cliente.

―De todas maneras, él era muy bajito para mí ―dijo.

―¿Has visto a Scott? ―le pregunté, levantándome un poco de mi asiento para poder ver entre la multitud. Ha tenido demasiado tiempo para estacionarse, pero no lo veo, quizá no quiso usar el parquímetro y condujo más lejos para encontrar un estacionamiento libre. De todos modos. A no ser que haya manejado dos millas de aquí, aunque no lo creo posible, ya debería estar aquí.

―Oh. Oh. Adivina quien acaba de entrar ―Los ojos de Vee estaban fijos sobre mi hombro, su expresión se endureció y frunció.

―Marcie Millar, esa es.

― ¡Pensé que se había ido! ―una repentina ira se apodero de mí― ¿Está Patch con ella?

―Negativo.

Cuadré mis hombros y me senté más erguida

―Estoy calmada, puedo manejarlo, es como si no nos viera. Incluso si lo hiciera, no se acercaría a hablarnos―. Incluso, aunque una parte de mí no lo creyera. Agregué―. Existe alguna retorcida explicación por la que ella se subió a su Jeep.

― ¿Así como existe una retorcida explicación de por qué está usando su gorra?

Puse mis manos en la barra y las moví por encima de ella. Estoy segura que Marcie está haciendo su camino por la multitud, su coleta rubio fresa colgando de la gorra de béisbol. Como si no fuera suficiente evidencia de que ellos estaban juntos, yo no sabía qué otra cosa podía ser.

―Voy a matarla. ―Le dije a Vee girándome hasta la barra y tomando mi bebida de cereza, mientras un calor inundaba mis mejillas.

―Claro que lo harás y esta es nuestra oportunidad. Se dirige hacia acá.

Un momento después Marcie le ordenaba al tipo sentado a mi lado que se moviera de su asiento y mientras ésta se subía al taburete, se sacó la gorra de Patch y soltó su cabello, luego presionó la gorra en su cara e inhaló fuertemente.

― ¿Acaso no huele increíble?

―Hola, Nora ―dijo Vee― ¿Acaso Patch no tuvo piojos la semana pasada?

― ¿Qué es esto? ―dijo retóricamente― ¿Césped recién cortado o un sabor exótico? ¿O quizás menta?

Dejé mi vaso con un poco de fuerza en la barra, un poco de bebida cayó en la barra.

―Eso es Eco-amigable de tu parte ―le dijo Vee a Marcie― Reciclando la basura vieja de Nora.

―Sexy basura es mejor que basura gorda ―, dijo Marcie.

―Gordo es esto ―dijo Vee, tomando mi bebida para derramarla sobre Marcie. Pero alguien de la multitud, golpeo por atrás a Vee haciendo que no cayera sobre Marcie, sino que sobre las tres.

―Mira lo que hiciste ―dijo Marcie bajándose de su taburete, moviéndolo de golpe, limpio la bebida en su regazo― Este Vestido es marca Bebe. ¿Sabes cuánto Cuesta? Docientos dólares.

―Ya no vale más eso ―dijo Vee―Y no sé que tanto te quejas, apuesto que es robado.

― ¿Así? ¿Cuál es tu punto?

―Contigo lo que se ve, es lo que consigues...Y lo que yo veo es barato, nada dice más barato como robar.

―Nada dice gorda... como tener doble papada.

Vee entrecerró los ojos

―Estas muerta...me escuchaste... ¡Muerta!

Marcie miró en mi dirección.

―De todas maneras, Nora, me gustaría que supieras que Patch me dijo que rompió contigo porque no eras lo suficientemente mujer.

Vee le pegó a Marcie en la cabeza con su cartera.

― ¿Y eso por qué? ―gritó Marcie, agarrándose la cabeza.

Vee le pegó en su oreja. Marcie estaba pasmada y con su cabeza hacia atrás, con sus ojos estrechamente confundidos.

―Tu pequeña... ―comenzó.

― ¡Deténganse! ―Grité poniéndome entre las dos y sosteniéndolas con mis brazos. Obtuvimos la atención de toda gente, quien empezó a silbar interesados en ver una pelea de gatas. No me importaba lo que le podía pasar a Marcie, pero lo que le pasara a Vee era diferente. Las oportunidades eran que si peleábamos el Detective Basso nos llevaría hasta la estación. Combinado con que escapó de su casa. No creo que con un tiempo en la cárcel terminara bien con sus padres―. Solo Vámonos de aquí. Vee, ve a la entrada, te encontraré ahí.

―Me llamó gorda, merece morir, tú misma lo dijiste ―Vee respiraba agitadamente.

― ¿Como planeas matarme? ―se burló Marcie― ¿Sentándote encima de mí?

Y fue ahí cuando todo se salió de control, Vee tomo su bebida desde la barra y levanto su brazo para lanzarla. Marcie se giró para alejarse, pero en la rapidez de su retirada se cayó su taburete perdiendo el equilibrio. Me giré hacia Vee, esperando desvanecer cualquier rastro de violencia furtiva, cuando mi rodilla fue golpeada desde atrás, me caí y lo siguiente que supe fue que Marcie estaba sobre mí, golpeándome.

―Esto es por robarme a Tod Bérot en quinto grado ―dijo pegándome en el ojo.

Grité y me tape el ojo― ¿Tod Bérot? ―Grité― ¿De qué hablas? Eso fue en quinto grado.

―Y esto por pegar la foto con un grano gigante en mi mentón en la página principal de Ezine el año pasado.

― ¡Esa no fui yo!

Este bien, quizás tuve que ver en la elección de la foto, pero no fui la única. Además, Marcie me agarraba la cabeza―. Fue un año muy largo como para que todavía me guardes rencor por eso.

Marcie gritó.

―Y esto es por tu...

―Loca ―grité, mientras bloqueaba el golpe y trataba de agarrarme de la pata del taburete más cercano y lanzárselo a ella.

Marcie lo movió hacia un lado. Antes de que pudiera ponerme de pie de golpe me tiró un trago de alguien cercano, mojándome con él.

―Ojo por ojo... me humíllaste ―Ella dijo― Y yo te humillaré a ti.

Me limpié la bebida de los ojos. Mi ojo derecho me ardió en el lugar en que Marcie me había golpeado, sentí el moretón debajo de mi piel, tatuándome de azul y purpura. Mi cabello goteaba lleno de bebida, mi mejor camisa estaba mojada y me sentía desmoralizada, golpeada y marginada. Patch me había olvidado con Marcie Millar, Marcie había puntualizado ese hecho.

Mis sentimientos no eran excusa para lo que hice después, pero fue definitivamente un catalizador, no tenía idea de cómo pelear, pero cerré mis manos y con mis puños le pegue a Marcie en el mentón. Por un momento su expresión se quedo congelada en sorpresa, respirando mi pequeña victoria me dirigí hacia ella, pero me quede corta, porque alguien me tomo de los brazos y me dejó erguida.

―Sal de aquí ahora ―dijo Patch en mi oreja, llevándome hacia la puerta.

―La matare ―dije tratando de zafarme de él.

Una creciente concurrencia nos envolvió, cantando. ¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea!

Patch los quitó del camino, mientras me llevaba a través de la multitud.

Detrás de él Marcie se había levantado mostrándome el dedo del medio, su sonrisa era petulante, sus cejas se levantaban, su mensaje era claro:

― ¡Venga!

Patch me dejó con Vee y fue de vuelta y tomó a Marcie de un brazo. Antes de que pudiera ver donde se la llevaba Vee forcejeó conmigo hasta la salida más cercana, quedando en un callejón.

―Fue divertido verte con Marcie, pero me imagino que no vale nada al pasar una noche en la cárcel ―dijo Vee.

― ¡La odio! ―mi voz todavía sonaba histérica.

―El Detective Basso se estaba haciendo camino entre la multitud cuando Patch te sacó de allí, ese fue el momento en el que intervine yo.

― ¿Dónde se llevó a Marcie? Vi a Patch llevársela.

― ¿Acaso importa? Espero que los dos se hayan marchado de la ciudad.

Nuestros zapatos sonaban en la gravilla, mientras corríamos bajo el callejón, hasta donde Vee había estacionado, las luces rojas y azules de un auto patrulla pasando por el callejón, hicieron que Vee y yo nos apoyáramos a la pared del Club.

―Bueno eso fue excitante ―dijo Vee, una vez que estuvimos dentro del Neon.

―Oh, sí claro ―dije entre dientes.

Vee lamió mi brazo ―Sabes muy bien, haces que me dé sed, oliendo a bebida de cereza y todo lo demás.

―Todo esto es tú culpa ―le dije ―Tú fuiste la que le lanzó la bebida a Marcie, si no fuera por ti, no hubiéramos iniciado esa pelea.

― ¿Pelea?, tú te instalaste y la tomaste. Patch te enseño algunos movimientos antes de que terminaras con él.

Mi celular sonaba y lo saque de mi cartera. ― ¡Que! ―Grité, cuando nadie respondió, me di cuenta de que estaba tan enfurecida que había confundido el sonido de un mensaje de texto, con el de una llamada.

Un mensaje desde un número desconocido. QUEDATE EN CASA ESTA NOCHE.

―Eso da miedo ―dijo Vee. Inclinada hacia un costado para poder leer― ¿A quien le has estado dando tu número?

―Debe ser un error o quizás es para otra persona ―Claro estaba pensando en mi casa, mi papá y la visión que había tenido de él cortando mi brazo abierto.

Lancé mi celular a mi cartera abierta en mis pies y dirigí mi cabeza hasta mis manos, me sentía asustada, sola, confundida, y al borde de llorar incontrolablemente.

― ¿Quizás es de Patch? ―dijo Vee.

―Su número nunca había salido como desconocido ―Quizás sea una broma. Si solo me pudiera obligar a creerla― ¿Nos podemos ir? Necesito Tylenol.

―Creo que deberíamos llamar al Detective Basso, a los policías les encanta esta mierda de los acosadores.

Vee trató de poner a Neon en marcha

―Estoy tratando de ser amable.

―Deberías haber tratado de ser amable hace diez minutos atrás, cuando le lanzaste mi bebida a Marcie.

―Vale, al menos tuve las agallas.

Me giré en mi asiento, dándole todo el peso de mi mirada

― ¿Me estas acusando de no apoyarte en contra de Marcie?

―Robó tu no novio, ¿No es así? Él no es un dulce, pero si Marcie robara mi novio, la llevaría hasta el infierno para que pagara.

Señale mi dedo hacia la calle.

― ¡Conduce!

― ¿Sabes qué? De verdad necesitas un nuevo novio, necesitas un besador experimentado que sea dulce contigo.

― ¿Porque todos piensan que necesito un nuevo novio? Hasta ahora he tenido suficiente por un tiempo, para lo único bueno que son los novios es para hacerte trizas el corazón.