—Hank orquestó el accidente de auto —dije, mortalmente callada—. Originalmente yo pensaba que el choque había puesto sus planes patas arriba, pero nada de ello fue un accidente. Él le dijo a sus hombres que nos golpearan, y él plantó en mi cabeza que eran ángeles caídos. ¡Y yo fui lo suficientemente estúpida para caer por ello!
Patch transportó el cuerpo del Nefil detrás de un seto cubierto de maleza, ocultándolo de la calle.
—De esta manera él no llamará la atención antes de que despierte —explicó—. ¿consiguió un buen vistazo de ti?
—No, yo lo tomé por sorpresa —dije distraídamente—. Pero, ¿por qué Hank necesitaba chocar su coche? Todo el asunto parece no tener sentido. Su coche fue pérdida total , él fue severamente golpeado en el proceso no lo entiendo.
—No quiero que salgas de mi vista hasta que hayamos resuelto esto —Patch dijo—. Ve dentro y dile a Vee que no necesitas un aventón a casa. Te recogeré en el frente en cinco minutos.
Restriego mis manos enérgicamente sobre mis brazos, que hormigueaban con piel de gallina.
—Ven conmigo. No quiero estar sola. ¿Qué pasaría si hay más de los hombres de Hank en el interior?
Patch hizo un sonido que no era muy divertido.
—Si Vee nos ve juntos, habrá problemas. Dile que encontraste quien te diera un aventón a casa, y que la llamarás después. No te dejaré fuera de mi vista.
—Ella no se lo creerá. Es mucho más cautelosa de lo que solía ser. — Rápidamente pensé en la única solución plausible—. Me iré a casa con ella, y después de que se vaya, me encontraré contigo en la calle de mi casa. Hank está ahí, así que no manejes más cerca de lo que tengas de hacerlo.
Patch me dio un breve y duro beso.
—Ten cuidado.
Dentro del Devil's Handbag, un fuerte murmullo de queja se extendió a través de la audiencia. La gente tiraba servilletas arrugadas y platos al escenario. Un grupo en el otro lado del piso comenzó a cantar: ―Serpentine apesta, Serpentine apesta. Me abrí paso a codazos hacia Vee.
—¿Qué está pasando?
—Scott se atascó. Solo se levantó y corrió. La banda no puede tocar sin él.
Una sensación de enfermedad se estableció en mi estómago.
—¿Corrió? ¿Por qué?
—Podría haberle preguntado si hubiera podido atraparlo. Él dio un salto corriendo del escenario y corrió a todo dar hacia las puertas. Todo el mundo al principio pensaba que era una broma.
—Deberíamos salir de aquí —le dije a Vee—. La multitud no se va a dominar por mucho más tiempo.
—Amen a eso —Vee dijo, saltando de su taburete de bar y huyendo hacia las puertas.
En la granja, Vee metió el Neón en la entrada.
—¿Qué crees que se le metió a Scott? —me preguntó.
Estuve tentada a mentir, pero estaba cansada de jugar este juego con Vee.
—Creo que él está en problemas —dije.
—¿Qué tipo de problemas?
—Creo que cometió algunos errores y molestó a la gente incorrecta.
Vee lucía desconcertada...luego escéptica.
—¿Gente incorrecta? ¿Qué tipo de gente incorrecta?
—Gente muy mala, Vee.
Esa era toda la explicación que ella necesitaba. Vee puso el Neón en reversa.
—Bueno, ¿Qué estamos haciendo sentadas aquí? Scott está ahí fuera en alguna parte, y él necesita nuestra ayuda.
—No podemos ayudarlo. Las personas que lo están buscando no tienen exactamente una conciencia. Ellos no pensaran dos veces en hacernos daño. Pero hay alguien que puede ayudar, y con algo de suerte, él será capaz de ayudar a Scott a salir de la ciudad esta noche, donde él estará a salvo.
—¿Scott tiene que dejar la ciudad?
—Para él no es seguro estar aquí. Estoy segura que los hombres que lo están buscando esperan que él trate de irse, pero Patch sabrá una manera de evitarlos...
—¡Detente! Retrocede. ¿Tienes a ese chiflado ayudando a Scott? —El tono de Vee aumentó, ella me miró acusadoramente—. ¿Sabe tu mamá que estás mezclada con él de nuevo? ¿Tú alguna vez pensaste que tal vez, tal vez esta era información que deberías haberme dicho? Yo he estado mintiendo todo este tiempo, pretendiendo que él nunca existió, y todo el tiempo estabas enganchada con él a mis espaldas?
Escuchar su confesión descarada, sin ningún rastro de remordimiento, encendió mi temperamento.
—Así que ¿Finalmente, estás lista para confesarte sobre Patch?
—¿Confesarme? ¿Confesarme? Mentí porque a diferencia de esa bolsa de basura, en realidad me importa lo que te pasa a ti. Él no está bien de la cabeza. Él se apareció y tu vida nunca volvió a ser la misma. Mi vida tampoco, ya que sacamos el tema. Prefiero enfrentarme a una banda de convictos que encontrarme con Patch en una calle desierta. Él es muy bueno en aprovecharse de la gente, y me suena como si estuviera con sus viejos trucos de nuevo.
Yo abrí mi boca, tan molesta que no podía desenredar mis pensamientos.
—Si tú lo vieras de la manera en la que yo lo veo...
—Si eso alguna vez llega a suceder, ¡Puedes apostar que me sacaré los ojos!
Me esforcé por mantener la compostura. Molesta o no, podía ser racional.
—Mentiste, Vee. Me miraste a los ojos y mentiste. Lo creería de mi mamá, pero no de ti. —Empuje la puerta para abrirla—. ¿Cómo ibas a explicarte cuando recuperara la memoria? —exigí de repente.
—Esperaba que no la recuperaras. —Vee levantó las manos en el aire—. Ahí. Lo dije. Tú estabas mejor sin ello, si eso significaba no recordar a ese monstruo de show. Tú no piensas cuando estás cerca de él. Es como si vieras el uno por ciento que podría ser bueno ¡y no ves el noventa y nueve por ciento de pura maldad psicópata!
Mi mandíbula calló abierta.
—¿Algo más? —le espeté.
—Nop. Eso resume mis sentimientos muy adecuadamente sobre el tema.
Salí disparada del auto y cerré la puerta.
Vee bajó la ventanilla y asomó la cabeza.
—Cuando vuelvas a tus sentidos, ¡tienes mi número! —dijo en voz alta.
Luego salió al camino y se perdió en la oscuridad.
Yo estaba en la sombra de la granja, tratando de encontrar la calma. Pensé en las respuestas vagas que Vee me había dado la primera vez que volví a casa desde el hospital sin una pizca de mi memoria intacta, y mi temperamento amenazaba con explotar. Yo había confiado en ella. Había confiado en ella para que me dijera lo que no podía entender por mí misma. Lo peor de todo, ella colaboró con mi mamá. Ellas usaron mi pérdida de memoria para impulsar la verdad más allá de mi alcance. Por ellas. Me había costado mucho más tiempo encontrar a Patch.
Yo estaba tan exaltada. Que casi olvidé que le había dicho a Patch que se encontrara conmigo en la calle. Refrenando mi cólera, salí de la casa, manteniendo mis ojos alertas a alguna señal de Patch. En el momento en que su forma lentamente tomó forma en las sombra de adelante, lo peor de mi sentimiento de traición se había calmado, pero no estaba lista para llamar a Vee y extender perdón por el momento.
Patch estaba estacionado junto a la carretera, montando a horcajadas una negra clásica motocicleta Harley-Davidson Sportster. Sentí un cambio en el aire cuando lo vi; algo peligroso y atractivo resonaba como un cable de tensión alta.
Me detuve en seco a la vista de él. Mi corazón trastabilló en su ritmo, casi como si lo tuviera en sus manos, controlándome de forma secreta. Yo lo creí así. Bañado en la luz de la luna, se veía positivamente criminal. Él me entregó un casco mientras me acercaba.
—¿Dónde está la Tahoe? —pregunté.
—Tuve que abandonarla. Muchas personas sabían que yo la manejaba, incluyendo a los hombres de Hank. La estacioné en un campo abandonado. Un vagabundo llamado Chambers vive en ella ahora.
A pesar de mi humor, incliné mi cabeza hacia atrás y me reí.
Patch levanto sus cejas interrogativamente.
—Después de la noche que he estado teniendo, necesitaba eso.
Él me besó, luego aseguró la correa del casco debajo de mi barbilla.
—Me alegro de poder ayudar. Sube, Ángel. Voy a llevarte a casa.
A pesar de estar profundamente debajo de la tierra, el estudio de Patch estaba cálido cuando llegamos. Me tomé el tiempo para preguntarme si las tuberías de vapor que estaban bajo Delphic ayudaban a calentar el lugar. También había una chimenea, que Patch encendió rápidamente. Tomó mi abrigo, almacenándolo en el armario al lado del vestíbulo.
—¿Hambre? —preguntó.
Fue mi turno de levantar las cejas.
—¿Compraste comida? ¿Para mí? —Él me había dicho que los ángeles no pueden probar y no requieren comida, lo que hacia las compras de supermercado innecesarias.
—Hay una tienda de comestibles orgánicos al lado de la salida de la autopista. No puedo recordar la última vez que fui a comprar comida.—Una sonrisa brillaba en sus ojos—. Podría haberme ido por la borda.
Entré en la cocina, con sus electrodomésticos relucientes de acero inoxidable, encimeras de granito negro, y gabinetes de nogal. Muy masculina, muy elegante. Fui a la nevera primero. Botellas de agua, espinacas y rúcala, setas, raíz de jengibre, queso gorgonzola y feta, mantequilla de maní natural, y leche a un lado. Perros calientes, embutidos, coca cola, pudin de chocolate con leche, y crema batida enlatada en otro. Traté de imaginarme a Patch empujando un carrito por un pasillo, metiendo comida que le gustaba. Era todo lo que podía hacer para mantener la cara seria.
Agarré una taza de pudin chocolate y le ofrecí una a Patch, él sacudió su cabeza negando con la cabeza. Él se sentó en uno de los taburetes de la barra, con el codo apoyado completamente en el mostrador.
—¿Recuerdas algo más del choque antes de que te desmayaras?
Encontré una cuchara en el cajón y tomé un bocado de pudin.
—No. —Fruncí el ceño—. Sin embargo esto podría ser algo. El accidente de auto pasó justo antes del almuerzo. Originalmente pensé que no podía haber estado inconsciente por más de unos pocos minutos, pero cuando desperté en el hospital, era de noche. Eso quiere decir que mi línea de tiempo está perdida por al menos seis horas... así que ¿Cómo contamos esas seis horas desaparecidas? ¿Estaba con Hank? ¿Yacía inconsciente en el hospital?
Algo preocupante apareció en los ojos de Patch.
—Sé que no te va a gustar esto, pero si podemos poner a Dabria cerca de Hank, ella podría ser capaz de leer algo de él. Ella no puede ver dentro de su pasado, pero si ella aún tiene algo de sus poderes y puede ver su futuro, podría darnos una pista de lo que está haciendo. Cualquiera que sea el futuro que le depara, depende de su pasado. Pero poner a Dabria cerca de él no va a ser fácil. Él está teniendo cuidado. Cuando sale, tiene al menos dos docenas de sus hombres formando una barrera impenetrable a su alrededor. Incluso cuando está en tu casa, sus hombres están afuera, custodiando las puertas, yendo y viniendo en los campos y patrullando en la calle.
Esto era nuevo para mí, y solo me hizo sentir más violada.
—Hablando de Dabria, ella estaba en el Devil's Handbag esta noche —dije—, apuntando con aire despreocupado—. Ella fue lo suficientemente gentil como para presentarse.
Observé a Patch de cerca. No estaba segura de lo que estaba buscando. Era una de esas cosas donde yo lo sabría cuando lo viera. A su favor, y para mi frustración. Él no mostró ninguna emoción exterior ni interés.
—Dijo que había una recompensa por la cabeza de Hank —continúe—. Diez millones de dólares para el primer ángel caído que lo rastree. Ella dijo que había personas que preferían no ver a Hank liderando una rebelión Nefilim, y a pesar de que ella no me dio especificaciones, pienso que puedo entender los detalles sola. No estaría sorprendida si hubiera unos pocos Nefilim ahí fuera que no quieren a Hank en el poder. Nefilim que preferirían por mucho verlo encerrado. —Pausé para hacer énfasis—. Nefilim que están planeando un golpe de estado.
—Diez millones suenan bastante bien —lo dijo una vez más sin ningún atisbo de sus sentimientos.
—¿Vas a venderme Patch?
Él no dijo nada por un largo momento, y cuando habló, sus palabras vibraban con burla tranquila:
—Te das cuenta que esto es lo que Dabria quiere, ¿verdad? Ella te siguió al Devil's Handbag esta noche con una intención: plantar en tu cabeza que quiero traicionarte. ¿Te dijo que he jugado mi fortuna y que diez millones suponen una tentación muy grande? No, puedo decir por tu cara que no es eso. Tal vez ella te dijo que yo tenía mujeres escondidas en cada parte del mundo, y planeo usar el dinero para mantenerlas acudiendo a mí. Los celos serían más de su gusto, por lo que estoy apostando que si no estoy dando en el clavo todavía, me estoy acercando bastante.
Levanté mi barbilla más alta, usando el desafío para enmascarar mi inseguridad.
—Dijo que habías acumulado una larga lista de enemigos y estás planeando pagarlos.
Patch dejó escapar una risa.
—Tengo una larga lista de enemigos, no lo negaré. ¿Podría pagarlos todos por diez millones de dólares? Tal vez sí, tal vez no. ese no es el punto. He permanecido un paso por delante de mis enemigos por siglos, y planeo mantenerlo de esa manera. La cabeza de Hank en un plato significa más para mí que un cheque de pago, y cuando aprendí que compartías mi deseo, solo hizo reforzar mi determinación de encontrar una manera de matarlo. Nefilim o no.
No estaba segura de que decir en respuesta. Patch tenía razón. Hank no merecía pasar el resto de su vida en cuarentena en una prisión remota. Él había destruido mi vida y mi familia, y nada menos que la muerte era un castigo muy amable.
Patch levantó su dedo hacia sus labios, silenciándome en mi lugar. Un momento después se oyó un golpe brusco en la puerta exterior.
Compartimos una mirada, y Patch habló en mis pensamientos.
<<No estoy esperando a nadie. Ve a la habitación y cierra la puerta.>>
Con un asentimiento de cabeza, señalé que entendía. Moviéndome silenciosamente, crucé el estudio, encerrándome en la habitación de Patch. A través de la puerta, escuché a Patch reírse de una manera brusca. Sus siguientes palabras estaban llenas de amenaza.
—¿Qué estás haciendo?
—¿Mal momento? —respondió una voz apagada. Femenina y extrañamente familiar.
—Son tus palabras, no mías.
—Es importante.
Alarma e indignación surgieron de mi pecho cuando la identidad inequívoca de la visitante se hizo clara. Dabria había venido por sorpresa.
—Tengo algo para ti —le dijo a Patch, su voz muy poco suave, demasiado sugerente.
Apuesto a que lo tienes, pensé sínicamente. Estuve tentada a salir y darle una cálida bienvenida, pero me contuve. Lo más probable era que ella estuviera más dispuesta a hablar si no sabía que yo estaba escuchando. Entre mi orgullo e información potencial, la última ganó.
—Tuvimos algo de suerte. La mano negra me contrató esta noche —Dabria continuó—. Él quería una reunión, estaba dispuesto a pagar mucho dinero, y yo estuve de acuerdo.
—Él quería que le leyeras su futuro —Patch declaró.
—Por segunda vez en dos días. Tenemos a un muy meticuloso Nefil en nuestras manos. Meticuloso, pero no tan meticuloso como lo había sido en el pasado.
Está cometiendo pequeños errores. Esta vez no se molestó en arrastrar con él a sus guardaespaldas. Dijo que no quería que nuestra conversación fuera escuchada. Él me dijo que le leyera el futuro una segunda vez, para asegurarse que ambas visiones coincidían. Pretendí no tomarlo como una ofensa, pero sabes que no me gusta ser la segunda.
—¿Qué le dijiste?
—Normalmente mis visiones son privilegio de cliente-profeta. Pero podría estar dispuesta a llegar a un acuerdo —dijo haciendo alusión a su tono coqueto—. ¿Qué pones en la mesa?
—¿Profeta?
—Tiene un cierto prestigio, ¿No te parece?
—¿Cuánto? —Patch preguntó.
—El primero en nombrar un precio pierde, tú me enseñaste eso.
Pensé que oí a Patch voltear sus ojos.
—Diez mil.
—Quince mil.
—Doce, no tientes tu suerte.
—Siempre es divertido hacer negocios contigo, Jev. Justo como en los viejos tiempos, hacíamos un gran equipo.
Ahora era mi turno de voltear los ojos.
—Empieza a hablar.
—Vi la muerte de Hank, y se la di a él directamente. No pude dar detalles, pero le dije que muy pronto va a haber un Nefilim menos en el mundo. Estoy comenzando a pensar que "INMORTALES" es un término equivocado. Primero Chauncey, y ahora Hank.
—¿Cómo fue la reacción de Hank? —Fue todo lo que Patch dijo.
—No tuvo una. Se fue sin decir una palabra.
—¿Algo más?
—Deberías saber que él tiene en posesión un collar de arcángel. Lo sentí en él.
Me pregunté si esto significaba que Marcie había logrado robarme el collar de Patch. Yo la invité para que me ayudara a elegir la mejor joyería, pero, curiosamente, ella no había tomado en cuenta mi oferta. Por supuesto, no me extrañaría que Hank le hubiera dado su llave de la casa y le dijera que husmeara en mi habitación mientras yo estaba fuera.
—¿Tú no conocerás a algún arcángel antiguo que haya perdido su collar? — Dabria preguntó especulativamente.
—Te enviaré tu dinero mañana —fue la leve respuesta de Patch.
—¿Qué es lo que quiere Hank con un collar de arcángel? Cuando iba saliendo, le escuché decir a su conductor que lo llevara a la bodega. ¿Qué hay en la bodega? —Dabria presionó.
—Tú eres la profeta —dijo con un toque de diversión.
La risa tintineante de Dabria resonó a través del estudio antes de volverse juguetona.
—Tal vez debería ver en tu futuro. Tal vez se cruza con el mío.
Eso terminó con mi paciencia. Salí, sonriendo.
—Hola, Dabria. Que sorpresa tan agradable.
Ella se dio la vuelta, cuando sus ojos me vieron una ardiente indignación apareció en ellos.
Estiré mis brazos sobre mi cabeza.
—Estaba tomando una siesta cuando el agradable sonido de tu voz me despertó.
Patch sonrió.
—Creo que conociste a mi novia, ¿Dabria?
—Oh, nos hemos encontrado —dije alegremente—. Afortunadamente, he vivido para contarlo.
Dabria abrió su boca, luego la cerró. En todo ese tiempo, sus mejillas se volvieron un tono rosa más oscuro.
—Parece que Hank tiene con un collar de arcángel —dijo Patch hacia mí.
—Gracioso como pudo haberlo hecho.
—Ahora vamos a averiguar qué planea hacer con él —Patch dijo.
—Voy por mi abrigo.
—Te vas a quedar aquí Ángel —Patch dijo con una voz que no me gustó. Él no mostraba sus emociones a menudo, pero hubo una clara nota de firmeza mezclada con preocupación.
—¿Vas a hacer esto solo?
—Primero, Hank no nos puede ver juntos. Segundo, no me gusta la idea de llevarte a algo que podría volverse problemático rápidamente. Si necesitas una razón más, te amo. Este es un territorio desconocido para mí, pero necesito saber que al final de la noche, si te tengo que regresar a casa.
Parpadeé. Nunca escuché a Patch hablarme con este tipo de afecto. Pero solamente no podía dejar pasar el asunto.
—Lo prometiste —dije.
—Y mantendré mi promesa —respondió, poniéndose su chaqueta de motocicleta. Caminando hacia mí, rozó su cabeza con la mía.— <<No pienses en moverte una pulgada fuera de esta puerta, Ángel. Estaré de vuelta tan pronto como pueda. No puedo dejar que Hank ponga el collar en el arcángel sin escuchar lo que quiere. Ahí fuera, tú eres juego justo. Él tiene una cosa que quiere, no le demos dos. Vamos a terminar esto de una vez por todas.>>
—Prométeme que te quedaras aquí, donde sé que estas a salvo —él dijo en voz alta—. La alternativa es que yo le diga a Dabria que se quede aquí y juegue al perro guardián. —Él levantó sus cejas como preguntando—. ¿Qué vas a hacer? Dabria y yo intercambiamos una mirada, ninguna de nuestras expresiones remotamente complacidas.
—Regresa rápido —dije.