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Humanos Contra Demonios. ¿Soy realmente un chico perfecto? No lo creo

Daniel, un joven en situación de pobreza, se enfrenta a una vida llena de adversidades tras perder a su madre al nacer y a su padre en un trágico asesinato cuando tenía tan solo cinco años. Sumido en una profunda depresión después de la muerte de su abuela, quien era su único familiar vivo, Daniel lucha por encontrar empleo y lucha contra la hambruna. Cuando su mejor amigo revela que su novia lo ha engañado, Daniel toma una angustiante decisión: acabar con su propia vida. Justo cuando está a punto de intentarlo, un anciano misterioso aparece frente a él, revelándose como el Dios de la Tierra. Con una propuesta sorprendente, le revela que Daniel es el candidato perfecto para un trabajo crucial. El anciano Dios le encomienda a Daniel una misión de vital importancia: salvar el mundo 1. En unos pocos años, un demonio amenazará con destruir ese mundo y, si eso sucede, todos los mundos alternos también perecerán. A pesar de sus circunstancias desesperanzadoras, Daniel acepta valientemente el desafío, marcando así el comienzo de una nueva y extraordinaria vida. El Dios de la Tierra le otorga a Daniel un guante especial, que le permitirá utilizar una amplia variedad de poderes mágicos, así como un teléfono que se convertirá en su fiel compañero y guía durante esta travesía. A medida que reúne un grupo de aliados y logra traer de vuelta a su amada abuela a la vida, Daniel se enfrenta a un perturbador secreto familiar que cambiará su existencia de manera irreversible. Ahora, en su papel como salvador del mundo, Daniel se adentra en un viaje lleno de peligros, descubrimientos sorprendentes y desafíos emocionales que pondrán a prueba su fuerza interior. ¿Podrá superar los obstáculos, confrontar su pasado y cumplir su destino, o sucumbirá ante la desesperación y el peso de sus propias tragedias personales? La respuesta definirá el destino de todos los mundos.

AngelPikas2 · Fantasy
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52 Chs

CAPÍTULO 5 (parte 2)

(9:03 de la mañana.)

—¡Ay!

¡M-me despertaron con un golpe en la cabeza! ¡¿Ahora qué hice?!

—¡¿Eh?!- Dije, confundido y asustado.

Me levanto rápidamente y veo a mi abuela, a Sara y a Alex frente a mí. M-mi abuela se ve enojada. ¡¿Ahora qué hice?! ¡No he hecho nada malo!

—B-buenos días... ¿Quién me golpeó?

—Fue tu abuela.- Dijo Sara.

—Yo no te eduqué de esa manera. Mira que aprovecharte de una chica que apenas conoces.

—¿Aprovecharme?

¿A qué se refiere con eso? Rem solo compartió cama conmigo, no hicimos nada malo. Le pediré a Rem que aclare el malentendido.

Volteo a ver a Rem y me pongo nervioso. ¿Q-qué? ¡¿Qué?!

—¡¿R-Rem?!- Dije, nervioso y con la cara completamente roja.

¡Rem está desnuda a mi lado! ¡¿Por qué durmió desnuda?! ¡Ahhhhhhhh! ¡Seguramente mi abuela piensa que tuve sexo con Rem!

—¡Rem, despierta y aclara el malentendido!

Ella abre los ojos poco a poco.

—Buenos...

Bosteza.

—... días.

¡Uwaaaah! ¡Puedo ver sus pezones! ¡Daniel, no veas!

Me tapo los ojos con mi mano derecha.

—P-por... ¡¿Por qué estás desnuda?!

—Cuando estaba viva, yo dormía desnuda.

—¡Duerme desnuda cuando tengas tu propia cama, no cuando compartas cama con alguien más!

Volteo a ver a mi abuela.

—¡No me aproveché de ella! ¡Lo juro! ¡Yo no tengo la culpa de que ella no tenga sentido común!

Mi abuela se ríe y me sonríe.

—No te preocupes, sé que no serías capaz de hacer eso. Solo te golpeé porque me sorprendió al principio verlos a ambos de esa manera.

—G-gracias.

Tomo algo de ropa del suelo.

¡Rem, eres una rara! ¡¿Quién duerme desnuda con un chico que apenas conoce?! ¡Te falta sentido común!

—C-cambiando de tema, Rem y yo terminamos el baño.

Mi abuela y las demás entran al baño.

—¡Increíble!- Dijo Alex.

—Incluso es más lindo que el que teníamos.- Dijo mi abuela.

Cualquier baño es mejor que el nuestro, abuela, debemos aceptarlo. Al menos funcionaba.

Les explico cómo usarlo... Fue una explicación clara y sencilla, me entendieron rápidamente, y que bueno, porque me da flojera alargar la explicación, todavía tengo sueño.

—¡Increíble!- Dijo Sara.

—Ahora salgan, debo cambiarme.

Todas salen del baño y me cambio de ropa. Ah, ya me siento un poco mejor.

—Ahora estoy más cómodo.

Salgo y me doy cuenta de que Rem sigue desnuda y me tapo los ojos con mi mano izquierda.

¡¿No tiene vergüenza?!

—¡Rem, ponte algo de ropa!

—Sí, sí.

Rem se pone la ropa rápidamente. A-agradezco la velocidad, Rem. ¡Nota mental, nunca volver a compartir cama con Rem, podría intentar violarme!

—Ya puedes abrir los ojos.- Dijo Rem.

Me destapo los ojos y suspiro. Esta chica necesita una enseñanza de sentido común. ¡Y dejarle en claro que no quiero ni me interesa tener novia u amante! ¡Sus intentos de coqueteo nunca funcionarán!

Ah, mejor no pienso más en eso.

—La casa tiene tres pisos, construiré una habitación para cada una... Alex, ¿tú tienes casa?

—Yo vivo en un pueblo cerca del castillo, pero podría mudarme aquí.

¿Eh? ¿Alex es tan pobre?

—¿En el pueblo pobre?

Alex se acerca a mí y me observa con unos ojos muy tiernos. ¿Q-qué? ¿Q-qué hace?

—Sí, yo era una aventurera solitaria, cuando vi que derrotaste al demonio negro de un solo golpe, me sorprendió mucho, y cuando nos ayudaste con dinero en nuestro pueblo, me di cuenta de que eras una gran y buena persona. ¡Daniel, eres la persona que más admiro!

Me sonrojo un poco por sus palabras... Se siente bien que piensen que eres bueno.

Seguramente Alex entrenó toda su vida para ser capaz de sacar de la pobreza a sus padres. Alex, prometo que a tu familia nunca le faltará el dinero, y si me sobra, tampoco le faltará dinero a los demás habitantes de ese pueblo.

—E-entonces... ¿te vas a mudar con nosotros?

—¡Claro!

—Está bien, construiré cuatro habitaciones. Sara tiene su propia casa, así que no es necesario construirle una habitación.

—¡Iré por mis cosas!

Alex sale corriendo de la casa.

—¿Y Liz?- Preguntó Sara.

—Ella vive en el castillo, no creo que quiera vivir aquí.

Después de todo, en el castillo tiene lujos y todas esas cosas de ricos. Nadie se vendría a vivir aquí teniendo todos esos lujos.

~Toc toc toc~

Alguien toca la puerta. Oh, visitas.

—¿Quién será?

Abro la puerta y veo a Liz y a Rose paradas frente a la entrada.

—Me alegra verte de nuevo, Daniel.- Dijo Rose.

—Hola, Rose. Buenos días.

Veo a dos hombres con maletas, que están detrás de ella. ¿Qué estará planeando Rose?

—¿Qué hacen aquí?

Espero que no sean hombres que trabajen en el gobierno y vengan a cobrarme los impuestos, considerando que gané una gran cantidad de dinero.

¡Ya no tengo dinero! ¡Ahhhhhhhh! ¡No quiero tener problemas con la ley por no pagar mis impuestos! ¡Pensé que eso se pagaban a finales de año!

—Mi hermana me dijo que se unió a tu grupo, entonces necesita estar con ustedes.

Ufffff. Menos mal.

—¡Así que me voy a mudar aquí!- Dijo Liz.

Ah, me salvé... Espera, ¿aquí?

—¿Aquí? ¿En esta casa?

—Sí. No es un problema, ¿verdad?- Dijo Rose.

—Supongo que no.

—Unos sirvientes vendrán a construir habitaciones. Puedes considerarlo como un gracias del Rey.

—¿En serio? ¡Muchas gracias! Necesitaremos cinco habitaciones, por favor.

Gracias, eso nos ahorrará energía y dinero.

—No es problema.

... Rose... Tengo entendido que ella es una experta en los temas mágicos. Tal vez ella sepa algo sobre la nueva habilidad que tengo.

Volteo a ver a Rem.

—Por cierto, Rose, necesito hablar contigo.

—Claro, ¿qué pasa?

—Rem, ven, por favor.

Rem se acerca a mí y se para al lado de mí.

—Ella es Rem, la reviví anoche.

—¡Mucho gusto!- Dijo Rem, alegremente.

—Igualmente.

Las dos se saludan de mano.

—Lo que pasa es que yo vi a su fantasma, y según ella, nadie puede ver a los fantasmas, ¿es verdad?

—¡¿Fantasmas?!- Dijo Liz, emocionada.

Volteó a verla.

Liz me observa con ojos brillantes. Wow. Que adorable.

—¡¿Puedes ver a los fantasmas?!

—Tranquila, hermana. Siendo sincera, no me sorprende, la gente normal solo puede escuchar a los fantasmas. Según un libro que leí, las personas que posean magia tipo ángel y demonio, pueden ver a los fantasmas.

Oh, con razón. Supongo que es porque los atributos ángel y demonio están relacionados con el infierno y el paraíso, es decir, relacionados con lo espiritual.

—Disculpa...

Mi abuela se mete en nuestra conversación.

—Yo tengo magia tipo ángel. ¿Yo también puedo ver fantasmas?

—Supongo que es la abuela de Daniel, tiene sus mismos ojos. ¿Tiene magia tipo ángel? Daniel, tu familia es rara y fascinante. Interesante.

—G-gracias.

—La respuesta es no, las personas que posean los dos tipos de magia, ángel y demonio, solo esas personas podrán ver a los fantasmas. Como tú tienes todos los tipos de magia, tú eres capaz de verlos.

¿Los dos? Vaya, vaya.

—Increíble... Vaya, vaya, ¿han existido personas con esos dos tipos de magia?

—No lo sé.

... ¿Eh? ¿No lo sabe?

—Entonces, ¿cómo sabes que solo las personas con esos dos tipos de magia pueden ver fantasmas?

—No lo sé, así dice el libro. Es un libro muy antiguo. ¿Quieres que te lo muestre?

—Tal vez después. Gracias.

Podría ser útil, pero todavía tengo mucho que hacer el día de hoy.

—El Rey me pidió que te diga que quiere reunirse contigo, necesita hablar de algo importante contigo.

Ah, que flojera. Tenía planeado dormir un poco más y después conocer más animales raros. Quiero enseñarle a mi abuela el lugar, para que se acostumbre.

—¿Hoy?

—Si puedes, sí.

... Seguramente conseguiré nuevos hechizos o información importante si voy... Ah, el trabajo nunca terminará.

—Supongo que puedo ir.

—Iré contigo.- Dijo mi abuela.

—Claro, abuela.

—¡Yo quiero ir, Dani!- Dijo Rem.

—Claro, supongo que no hay problema que vayan conmigo, ¿verdad?

—Tratándose de ti, no importa.- Dijo Rose.

—¿Cuándo vendrán los sirvientes?

—En unos minutos, están trayendo los materiales.

Volteo a ver a Sara, pues es la única que no ha hablado, seguramente por respeto o miedo a Rose.

—Sara, ¿no quieres ir?

—¿Puedo?- Lo dijo, mientras una gran sonrisa aparecía en su rostro.

—Claro.

—¡Vamos!- Dijo Sara, emocionada.

Que lindo.

Ah... El castillo es aburrido.

No sé por qué se emociona por algo así.

Me alejo de ellas y me paro en medio de la calle. Me niego a ir en carruaje.

Extiendo mi mano derecha.

—¡Caballo divino, ven a mí!

Un círculo aparece y aparece el unicornio.

—¡Increíble!- Dijo Rem, pues es la primera vez que lo ve.

Rem parece muy sorprendida... Bueno, supongo que es su primera vez viendo un unicornio... ¿No es común ver unicornios en este mundo? Después investigo al respecto.

—Se te está volviendo costumbre llamarme, ¿no lo crees?- Dijo el unicornio.

Mierda... Se enojó conmigo... Me siento mal... Debo usarlo menos. Él también tiene su propia vida personal.

—L-lo siento.

—Siendo sincero, no me molesta, me gusta estar en este mundo.

Suspiré aliviado. Gracias, señor unicornio.

Sara sube al unicornio... Ah... Yo iba a ir en él, pero bueno, mejor voy volando.

—Por cierto, ¿tienes nombre?

—Me llamo Treis, mucho gusto.

Treis... Corto, pero lindo.

—Mi nombre es Daniel, mucho gusto.

Treis se va corriendo (¿cabalgando?) y volteo a ver a Rose.

—Bien, ¿nos vamos?

Rey, solo espero que no me haga perder el tiempo.

La relación entre Daniel y Sonia fue bastante bonita y pura, al menos hasta que Sonia lo arruinó.

Ellos son amigos de la infancia y siempre han sido mejores amigos.

Es por eso que a Daniel le dolió tanto su engaño. Si su novia solamente fuera una chica que conoció hace menos de un año, no le afectaría tanto, pero Sonia era la amiga de la infancia de Daniel, alguien muy importante para Daniel... Es por eso que su engaño le hizo tanto daño a Daniel.

Sonia, una chica que Daniel conocía desde que eran niños pequeños, traicionó su confianza, y esa es la razón por la que Daniel solo es capaz de confiar en su abuela.

—¡¡Daniel, abre la puerta!!

Una chica está tocando fuertemente la puerta de la casa de Daniel. Al lado de la chica hay un chico. El chico tiene el cabello negro, usa lentes negros, es alto y delgado, y usa un uniforme escolar, que consiste en una camisa blanca y un pantalón negro. La chica es igual de alta que el chico, tiene el cabello largo y negro, y usa un uniforme escolar, que consiste en una falda negra y una blusa blanca.

Cris y Sonia, los amigos de la infancia de Daniel.

—¡Daniel, abre por favor!- Dijo Sonia.

—Sonia, él no te abrirá, realmente está enojado contigo. Dudo bastante que quiera volver a verte.

—Tengo que hablar con él y explicarle lo que realmente pasó. Lo que vio fue un malentendido.

—¿Malentendido? No me engañas, yo fui quien le dijo a Daniel que lo estabas engañando. ¿Realmente crees que no me di cuenta?

—¡¡Eres un idiota, hermano!!

—¡¿Yo soy el idiota?! ¡Tú eres la idiota que perdió a Daniel por cambiarlo por alguien manipulador con dinero! Déjame adivinar, él te convenció de engañar a Daniel porque él resultó compartir los mismos gustos que tú, ¿verdad?

—¿Q-qué?

Esa mirada ilusa de Sonia confirmó las sospechas de Cris y chasqueó la lengua, irritado.

—No puedo creer que cayeras en su engaño... Hermana, Daniel es mi mejor amigo, no se merece eso. Mejor acepta que lo perdiste y déjalo en paz. La cagaste, hermana.

—¡Estoy segura de que me va a creer!

—Tsk. No tienes vergüenza.

—¡Daniel, abre!

Sonia intenta abrir la puerta y se dio cuenta de que la puerta no tiene llave.

—No tiene llave.

Sonia abre la puerta.

—¡Daniel, voy a pasar!

—Oye, no debemos entrar sin permiso.

—No seas cobarde. Vamos, Cris.

Cris entra y cierra la puerta con seguro.

—Está bien, vamos.

Sonia y Cris revisan la casa. No hay casi nada de cosas, solo hay algunos platos, vasos y una silla. Las paredes de la casa no están pintadas... Realmente es la casa de un pobre... No hay nada valioso.

—Hace días que no lo veo, debe estar muy deprimido todavía.- Dijo Sonia.

—Déjame refrescarte la memoria. Su abuela murió, lo engañaste y vendió lo poco que tenía para pagar el funeral de su abuela. ¡Claro que está deprimido, idiota!

Entran a una habitación y se asustan al ver lo que está colgado.

—¡¿Eh?!- Dijo Sonia.

Observan la cuerda colgada y llegaron a la misma conclusión: "Daniel quiere cometer suicidio".

—¡¿Daniel se quiere suicidar?!- Dijo Cris.

—¡O tal vez ya lo hizo!

—No hubo noticias sobre un suicidio, algo así de grave nos hubiéramos enterado.

—Ahora me siento mal.

—Pobre, debe estar más deprimido de lo que imaginé... ¿Eh?

De la cuerda salió un rayo pequeño.

—¿Eh? ¿Viste eso, hermano?- Dijo Sonia, confundida.

Sonia toca la cuerda con su mano derecha y le da un toque eléctrico.

—¡Ahhhhhhhh!

Sonia se aleja de la cuerda.

—¿Qué pasa?- Dijo Cris.

—La cuerda me dio un toque eléctrico.

—¿La cuerda?

Cris toca la cuerda con su mano derecha y le da un gran toque eléctrico, que lo dejó pegado, incapaz de despegar su mano.

—¡¡Ahhhhhhhh!!- Gritó Cris de dolor.

—¡Hermano!

Cris se queda pegado y no puede quitar la mano, asustando a su hermana, que no sabe qué hacer.

—¡Hermano!

Sonia intenta ayudarlo, pero también empieza a recibir un gran toque eléctrico.

—¡¡Ahhhhhhhh!!- Gritan los dos de dolor.

Y mientras los dos sufrían, una gran luz sale de la cuerda.

—¡¿Qué está pasando?!

La luz es tan fuerte que deben cerrar los ojos, para que sus ojos no les arda.

—¡Tengo miedo, hermano!

La luz desaparece y aparecen en un bosque.

Lentamente ambos abren los ojos, asustándose por el repentino cambio de escenario.

—¡¿Qué pasó?!- Dijo Cris, confundido y asustado.

—¡¿En dónde estamos?!

—¡¿Por qué estamos aquí?!

Y así, Cris y Sonia terminaron en el mismo mundo que Daniel, por culpa de un error de Dios.

(Pov- Daniel.)

Estoy parado frente al Rey, intentando procesar la información que acabo de recibir. ¿Acaso escuché bien?

—¿Que quieres que haga qué?

—Quiero que te unas a nuestro ejército, con tu poder podríamos ganarles a los asquerosos semihumanos fácilmente y apoderarnos de su territorio.- Dijo el Rey.

Sí existen... ¡Lo sabía! ¡Hay semihumanos! Aunque me preocupa eso de la guerra contra ellos.

—¿Semihumanos? ¿Te refieres a los humanos que tienen cola y orejas de animales?

—La mayoría son así, algunos de esos monstruos incluso tienen cabezas de animales.

... ¿Monstruos?

Admito que suena raro eso de humanos con cabezas de animales, pero ¿por qué los llama monstruos? ¿Qué han hecho para ganarse el odio de los humanos? Debo averiguarlo primero y después tomar mi desición.

—¿En dónde se encuentran?

—Hace cientos de años huyeron del país y formaron su propio país.

—Después me das la clase de historia. ¿Cómo se llama el país?

—Soular.

Está bastante cerca, no me tomará mucho tiempo ir.

—¿Y por qué están peleando?

—Son una amenaza para los humanos normales, y aparte, creemos que están ayudando a los demonios con un trabajo.

¿Con un trabajo?

—¿Ayudan a los demonios?

—Sí, por eso debemos matarlos.

Si es cierto eso de que están ayudando a los demonios, entonces sí creo que debemos detenerlos, pero...

Sinceramente, lo veo poco probable. ¿Por qué los demonios necesitarían de la ayuda de los semihumanos? ¿Qué tienen ellos que los demonios no? Primero debo investigar al respecto.

—Vaya, vaya. Ya veo... Me niego. No quiero.

—¡¿Eh?!- Dijo el Rey, enojado

¿En serio creíste que aceptaría? Sí, quiero matar a los demonios, pero no creas que puedes engañarme diciéndome que los semihumanos ayudan a los demonios solo para que te ayude con tu estúpida guerra.

—No puedo ayudarte sin confirmar tu historia. Iré a ese país y lo voy a investigar por mi propia cuenta.

—No puedes ir. ¡Tienes prohibido ir, es una orden del Rey!

—Fufu. Eres gracioso. Ni siquiera tengo la ciudadanía de este país. No me lo puedes prohibir, porque tú no eres mi Rey, nunca te juré lealtad. Tú no puedes darme órdenes.

—¡Claro que puedo!

—No, no puedes. No soy un ciudadano legal en este país.

Soy de otro mundo. Tú no eres mi Rey.

—¡¡Claro que puedo darte órdenes, asqueroso plebeyo!!

—Vaya, vaya. Oye, me bañé ayer en la noche... Ah, eres un poco molesto. Adiós. Vámonos.

Me alejo caminando y mi abuela y mis compañeras me acompañan. Iré a ese país y trataré de confirmar la historia del Rey. Si mintió, haré hasta lo imposible para detener la guerra. Nuestro enemigo son los demonios, debemos enfocarnos en ellos y no matarnos entre nosotros.

—¡No te lo permitiré!

El Rey se levanta de su trono.

—¡Guardias, maten a Daniel!

¿Eh? Esto debe de ser una broma.

Los guardias nos rodean y Sara se pone nerviosa.

¿En serio creen que pueden detenerme? ¿A mí? ¿El chico que derrotó a Sandro? ¿En serio crees que simples guardias me detendrán? Definitivamente la inteligencia no es tu virtud, ¿verdad, Rey?

Sabía que eras malvado.

Perdiste para siempre a un poderoso guerrero bendecido por Dios por idiota, y algún día te arrepentirás de tu error.

—¡Estamos muertos, hicimos enojar al Rey!- Dijo Sara, asustada.

—¡Maten a esas aventureras también!- Dijo el Rey, enojado.

¿Amenazaste a mi abuela? Tsk. Tienes suerte de que no mate inocentes, por eso no pelearé seriamente con los guardias, y tampoco puedo matarte porque posiblemente me gane muchísimos problemas que arruinarían mi estancia en este mundo.

Pero algún día te arrepentirás por tratar de matar a mi abuela, idiota.

—No te preocupes, tengo un plan. Todas, deben sujetarse de mí. ¡Muslar asio!

Mi abuela toma mi brazo derecho, Rem toma mi brazo izquierdo, y Sara me abraza el pecho.

—¡Arches Nexus!

Empiezo a flotar y extiendo mi mano derecha, apuntando al suelo, mientras los guardias intentan atacarme.

—¡Crea!

Transformo todo el suelo en hielo.

—¡Nos vemos!

Los guardias intentan acercarse y se resbalan. Vaya, vaya. Realmente funcionó. Improvisar no siempre es malo.

—Esto es divertido.- Dije, sonriendo, pues es divertido verlos intentar ponerse de pie y resbalarse.

Pero, lo siento, no puedo quedarme viendo, me tengo que ir. Adiós.

Me voy volando del castillo, pues salí por una ventana que estaba abierta.

—¡Dani, me voy a caer!- Dijo mi abuela.

—¡Yo también!- Dijo Sara.

—¡Yo no, me estoy agarrando muy bien!- Dijo Rem.

—¡Rem, no te agarres de mi cabello!- Dije, quejándome.

Nos alejamos bastante del castillo y comienzo a descender, para que mi abuela pueda descansar, ¡y yo también! Es complicado cargar a las tres, pues se mueven demasiado.

—No aguanto más.

Bajo al suelo y aterrizo. Necesito un poco de ayuda extra.

—¡Caballo divino, ven a mí!

El unicornio, Treis, aparece y suspiro aliviado.

—Bien... ¡Suban!

Las tres suben rápidamente a Treis.

—¡Lleguen al pueblo, consigan un carruaje y tomen sus cosas! ¡Nos largamos!

Las tres asintieron y acaricio a Treis.

—Por favor, no te vayas hasta que yo te diga.

—No hay problema.

Treis se aleja corriendo y volteo a ver el castillo.

Sé que en las historias de fantasía, los semihumanos son discriminados por los humanos.

No ayudaré a los humanos.

Y tampoco ayudaré a los semihumanos.

Buscaré una forma de traer la paz... Nuestro enemigo principal son los demonios, no tenemos tiempo para pelearnos entre nosotros.

—Hay algo raro en este país, no debo confiar en los Reyes. ¡Arches Nexus!

Me voy volando de ahí.

—Treis es igual de rápido que yo, pero él debe evitar los caminos difíciles... Creo que lograremos escapar de aquí muy rápido.

Los guardias son débiles. Tengo confianza en mis habilidades.

Lo único que me preocupa es que existan más aventureros poderosos como Sandro, que podrían darme pelea, en este lugar.

No puedo ni debo bajar la guardia.

En el pueblo.

Sonia y Cris están caminando nerviosos por el pueblo, bastante desorientados, pues no reconocen nada del lugar.

—¿Estamos muertos y estamos en el paraíso?- Dijo Cris.

Sonia observa a hombres peleándose y mujeres casi desnudas caminando como si nada por la calle.

—Creo que estamos en el infierno.

—¡¿Qué es este lugar?!- Dijo Cris, asustado y preocupado.

—Disculpe, señorita.

Sandro se acerca a Sonia

—Si alguna vez te hice algo indebido, te suplico que me perdones.

—¿Eh?;Pero no te conozco.- Dijo Sonia.

—Bueno, no quiero molestarla. Adiós.

—Espere, ¿en dónde estamos?

—Están en el pueblo central 1.

—¿Pueblo central 1?

Sandro se aleja caminando.

—Debo terminar de disculparme, o Daniel me matará de nuevo. Debo terminar de disculparme, o Daniel me matará de nuevo.- Dijo, bastante perturbado.

—¿Daniel lo matará?- Dijo Cris.

Cris se acerca a Sandro.

—¡Espere!- Dijo Cris.

Sandro voltea a verlos.

—¿Sí?

—¿Daniel lo matará de nuevo? ¿A qué se refiere con eso?- Dijo Cris.

—Sí, debo disculparme con todas las chicas que traté mal, o él me matará.

—¿Daniel?- Dijo Sonia.

—Debe ser una coincidencia.- Dijo Cris.

Sonia y Cris observan correr a Daniel, que está a pocos metros de ellos.

—¿Daniel?

Pasa frente a ellos, pero no se da cuenta de que ellos están ahí.

Se aleja corriendo de ellos, rumbo a su casa, dejando sin habla a Cris y a Sonia, que nunca se esperaron verlo en este lugar.

—Sonia... ¿Ese es Daniel?

—S-se parece.

Sonia voltea a ver a Sandro.

—Disculpa, ¿ese de ahí es el que lo mató?- Dijo Sonia, apuntándole con su dedo índice a Daniel.

—Sí, es el aventurero más fuerte del gremio, Daniel.

Sandro se aleja de ellos

—¡¿Qué está pasando?!- Dijeron los dos, asustados.

(Pov- Daniel.)

Entro a la casa y veo a varios trabajadores del Rey adentro.

—¡Quiero que se vayan inmediatamente, por favor!

Todos los trabajadores se van sin dudarlo al escuchar mi orden y me rasco la cabeza.

Ay, todo se arruinó. Estúpido Rey.

—Ellas aún no llegan.

Entro al baño y le tomo una foto al baño.

—Para construirlo después.

Salgo del baño, tomo toda mi ropa y la pongo en el colchón.

—¿En dónde la guardaré?

Tomo una camisa.

—¡Crea!

La transformo en una caja.

—Bien.

Echo mi ropa en la caja y mi abuela y Rem entran a la casa.

—¡Sara fue por su ropa, ya conseguimos un carruaje!- Dijo Rem.

—¡Echen su ropa en la caja, rápido!

Salgo de la casa para vigilar. No quiero que nos rodeen aventureros, mercenarios o lo que sea que intenten detenernos... ¿Eh?

¿Q-qué?

V-veo a dos personas que realmente no me esperaba ver aquí.

—Daniel, ¿eres tú?- Dijo Sonia.

—¡¿Sonia y Cris?!- Dije, confundido y sorprendido.

¡¿Son realmente ellos?! ¡Uwaaaah! ¡¿Qué hacen aquí?!