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Humanos Contra Demonios. ¿Soy realmente un chico perfecto? No lo creo

Daniel, un joven en situación de pobreza, se enfrenta a una vida llena de adversidades tras perder a su madre al nacer y a su padre en un trágico asesinato cuando tenía tan solo cinco años. Sumido en una profunda depresión después de la muerte de su abuela, quien era su único familiar vivo, Daniel lucha por encontrar empleo y lucha contra la hambruna. Cuando su mejor amigo revela que su novia lo ha engañado, Daniel toma una angustiante decisión: acabar con su propia vida. Justo cuando está a punto de intentarlo, un anciano misterioso aparece frente a él, revelándose como el Dios de la Tierra. Con una propuesta sorprendente, le revela que Daniel es el candidato perfecto para un trabajo crucial. El anciano Dios le encomienda a Daniel una misión de vital importancia: salvar el mundo 1. En unos pocos años, un demonio amenazará con destruir ese mundo y, si eso sucede, todos los mundos alternos también perecerán. A pesar de sus circunstancias desesperanzadoras, Daniel acepta valientemente el desafío, marcando así el comienzo de una nueva y extraordinaria vida. El Dios de la Tierra le otorga a Daniel un guante especial, que le permitirá utilizar una amplia variedad de poderes mágicos, así como un teléfono que se convertirá en su fiel compañero y guía durante esta travesía. A medida que reúne un grupo de aliados y logra traer de vuelta a su amada abuela a la vida, Daniel se enfrenta a un perturbador secreto familiar que cambiará su existencia de manera irreversible. Ahora, en su papel como salvador del mundo, Daniel se adentra en un viaje lleno de peligros, descubrimientos sorprendentes y desafíos emocionales que pondrán a prueba su fuerza interior. ¿Podrá superar los obstáculos, confrontar su pasado y cumplir su destino, o sucumbirá ante la desesperación y el peso de sus propias tragedias personales? La respuesta definirá el destino de todos los mundos.

AngelPikas2 · Fantasy
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52 Chs

CAPÍTULO 2 (parte 4)

(Una hora después.)

Después de una hora de viaje (bastante aburrido sinceramente, hasta aproveché para dormir), llegamos al pueblo pobre e hice lo mismo que hice antes. Salí del carruaje y caminé a su lado mientras nos dirigíamos al centro del pueblo.

Llegamos al pueblo pobre y realmente se ve mal. Las casas están hechas de tierra y pocas son las que están hechas de madera. Los niños usan ropa rota y huele horrible. Realmente apesta asqueroso. Lo puedo comparar con el olor de un animal muerto... Ay, las cabezas de los niños están llenas de mugre, como si no se hubieran bañado en semanas... Este lugar es muy insano, lleno de enfermedades... Lo siento por pensarlo, pero este lugar es asqueroso.

Se ve realmente feo... Me da pena... Yo vivía casi igual, solo que yo vivía un poco mejor que ellos. Mi abuela era una mujer muy limpia y ordenada, y eso lo heredé de ella. Aunque éramos pobres, nuestra casa era muy limpia y ordenada.

... Ouch, esa mujer tiene un tumor en el cuello.

¿Eh? ¿E-esa familia está...? ¡Puaj! ¡Ahhhhhhhh! ¡Me dieron ganas de vomitar! ¡¿Están cocinando perros?! ¡Les están quitando la piel a cadáveres de perros y gatos! ¡Ahhhhhhhh! ¡Quiero vomitar!

... Ah... No, Daniel, no critiques. Ellos no tienen dinero, hacen lo necesario para sobrevivir... Ellos hacen lo necesario... Ah... Definitivamente estoy haciendo lo correcto en darles mi dinero.

—Aquí está bien. Les daré el dinero y nos vamos con el Rey.

—Daniel, apúrate, por favor.- Dijo Sara, tapándose la nariz.

Sí, huele asqueroso, lo acepto, pero no me taparé la nariz. No quiero hacerlos sentir mal. No quiero que se sientan humillados o algo por el estilo.

Apesta y me da asco el olor, pero no quiero que mis acciones sean malinterpretadas.

El carruaje se detiene y bajo las bolsas. Bien, es hora de hacer mi buena acción del día.

Siento que debo hacer esto, y si lo siento, debo hacerlo.

Siempre quise hacer esto. Darles dinero a los pobres... Pero yo también era pobre, así que nunca pude hacerlo. Solo lo hice un par de veces, pero yo les daba comida a los vagabundos... Y dos vagabundos tiraron a la basura la comida que les di, porque ellos querían dinero para comprar alcohol... Eso me enfureció, y me prometí nunca beber alcohol.

Dejé de ser pobre porque ahora me resulta más fácil conseguir dinero, pero mi manera de pensar no cambiará. Y nunca lo hará.

—Haré mi buena acción del día.- Le dije a Sara, levantando mi dedo pulgar.

Bien, ya llegué al pueblo, es hora de pasar a la acción.

Veo a niños jugando y mujeres lavando la ropa... Suena algo machista, pero solo veo mujeres lavando y a niños jugando. No veo hombres. ¿Estarán trabajando o tendrán algún rol en otro lugar del pueblo?

—¡¡Buenos días, la navidad fue adelantada!!- Grité para que todos logren escucharme.

Llamé mucho la atención con el carruaje, pero ahora llamé más la atención con mi grito.

Aunque... No creo que la navidad exista en este mundo... Creo que dije una tontería... Bueno, no importa.

Todos me observan raro. Me pregunto si piensan que estoy loco o algo por el estilo.

—¡¡Veo que son pobres, así que yo vengo a ayudarlos un poco!! ¡¡Vengan, sin miedo!! ¡¡No muerdo!!

Temblorosas y con miedo, algunas mujeres se acercan a mí.

Son mujeres adultas, creo que por eso les doy menos miedo. Las demás mujeres, en especial las jovenes, están más nerviosas por mi presencia.

—¿N-nos ayudarás?

—¿Cómo?

... Oh...

Vaya, vaya... Apenas me doy cuenta, pero las mujeres de este mundo son exageradamente hermosas... ¿Será una característica de este mundo? Supongo que sí. Me pregunto si la magia tendrá algo que ver.

—¡¡Sí!! ¡¡Llamen a todos en el pueblo, por favor!!- Grité, para que todos me escuchen.

—¡De inmediato!- Respondió una de ellas y se fueron. Probablemente para reunir a todos los habitantes de este pequeño pueblo, o más bien, aldea.

Es demasiado pequeño para ser considerado un pueblo.

Me sorprende que me hagan caso tan rápido y sin preguntar demasiado. Creo que tiene que ver con el carruaje elegante.

Bueno, venir en carruaje tuvo algo bueno, después de todo. Me ahorró mucho tiempo de explicación... ¡Ouch!

¿Eh? Oh. Vaya, vaya. Una pelota, bastante dura por cierto, chocó con mi cabeza.

¿Qué juego jugarán con esta pelota? Volteé hacia la dirección en donde vino la pelota. Oh, ya veo. Juegan a derribar una especie de palo, pero creo que está hecho de tierra. Supongo que lo destruyen con la pelota y después hacen otra cosa, aunque no sé qué, pues todos se fueron corriendo cuando los volteé a ver. Y considerando que el palo está lejos de mí y más abajo, me arrojaron la pelota a la cabeza a propósito.

Vaya, vaya. Eso fue grosero, pero supongo que creen que soy alguien malo... ¿Eh?

—¡E-esperen!

... Esa niña está ciega, lo supuse por las vendas en sus ojos. La abandonaron.

Quieren que la esperen, pero nadie la esperó... No vale la pena tener amigos que te abandonan. Y más considerando que ni siquiera saben quién soy. La abandonaron sin confirmar si soy una mala o una buena persona. Y como me golpearon, ellos piensan que soy una mala persona. Ellos piensan que soy una mala persona, e incluso sabiendo eso la abandonaron.

No es justo.

Saqué un puño de monedas y tomé aire.

—Muslar asio.

Comencé a correr y me paré frente a la niña en menos de 2 segundos.

Ella chocó contra mí y estuvo a punto de caer al suelo, pero la tomé del brazo y evité que cayera.

—Gracias, señor. Y perdón por chocar con usted.

—...

Volteé a mi alrededor... Todos me observan con miedo, pensando que le haría algo malo a la niña, pero nadie intenta ayudarla... Ah, esto me da asco, pero no conozco el país, posiblemente los nobles son personas enfermas y malvadas que matarían a cualquiera que los insulte.

—Niña, si tus amigos te abandonan, significa que no son tus amigos. Te recomiendo conseguir nuevos amigos.

Tomé su mano y le entregué el dinero... Oh, su mano es muy pequeña, tendrá que llevar el dinero con ambas manos.

—Toma, ve con tu mamá y dile que te compre ropa nueva y muchos dulces. Necesito tu otra mano también.

—¿Q-qué haces?

Tomé su otra mano y le di el resto del dinero.

—¡¡¿Quién es la madre de esta pequeña niña?!! ¡¡Le di dinero para comida y ropa!! ¡¡Si me entero de que le robaron el dinero o que sus padres usaron el dinero para comprar alcohol, drogas u otra cosa que no sea ropa y comida, los castigaré!!

Me agaché y le acaricié la cabeza a la pequeña niña.

—¿E-es dinero?

—Sí. Dile a tu mami que te compre ropa y comida. Si eres una buena niña y te portas bien con las personas y tu familia, vendré y te regalaré muchísimos juguetes.

—¡¿En serio?!

—Sí. Sé una buena persona y serás recompensada.

—¡¡M-muchas gracias!!

... Me abrazó... Wow... Esto se siente... muy bien... Se siente lindo.

—Por cierto, ¿eres ciega?

—Sí, señor.

—Ouch. Todavía soy joven... Si eres muy, pero muy buena niña, te daré una gran sorpresa la próxima vez que te vea. ¿Es un trato?

—¡¡Es un trato!!- Dijo alegremente y con una gran sonrisa en su rostro.

—Ve a casa y dale el dinero a tu mami. Cuídate.

—¡Cuídate también! ¡Muchas gracias!

Le acaricié una última vez la cabeza y me alejé caminando.

Si consigo un hechizo que repara partes del cuerpo, regresaré y le devolveré la vista a esa pequeña niña.

Abuela, hoy hice feliz a alguien. Espero que estés orgullosa de mí.

Esto lo hago en tu honor, abuela.

Me paré al lado del carruaje y Sara me ofreció un pañuelo.

—Te ensució la ropa esa niña. Ten.

—No, gracias, prefiero no limpiarlo todavía.

La niña dejó su abrazo plasmado en mi ropa, quiero conservar esta mancha un poco más de tiempo.

Tener esta mancha me hace sentir una buena persona... Me hace sentir útil.

Después de un par de amenazas disfrazados de palabras y unos minutos más tarde, todo el pueblo está reunido. Mmm... Creo que son 100 personas.

Ningún hombre adulto está en el pueblo, ¿eh?

¿Qué les pasó? ¿Todos abandonaron a su familia? No, es imposible, tal vez estén trabajando en algún lugar o fueron a cazar juntos.

—¿Son solo niños y mujeres?- Pregunté confundido, esperando que resuelvan mi duda.

—Nuestros maridos están en el castillo, trabajando.

—Oh... Vaya, vaya...

En el castillo, ¿eh?

Trabajan en el castillo... No conozco al Rey, pero ya lo odio.

¿Cómo es posible que permita que las familias de sus trabajadores vivan en estas condiciones? Es inhumano.

Juro que, si el Rey vive como millonario y tiene lujos innecesarios, nunca confiaré en él y me iré de este país cuando tenga la oportunidad de hacerlo. No soporto ver este tipo de situaciones.

Definitivamente nunca confiaré en algún Rey o gobernante.

—Y veo que no les pagan bien... Son ricos, pero no pagan bien... Tsk. Estúpido Rey.- Dije un poco enojado.

—¡D-Daniel, no digas eso! ¡Te meterás en problemas!- Dijo Sara, preocupada.

—No te preocupes, Sara, solo dije lo que posiblemente todos piensan de él.

Tal vez esté cometiendo un error al burlarme del Rey, tal vez el Rey envíe asesinos a matarme, pero no puedo evitar decir lo que siento. Además, Dios está de mi lado, él me dará una señal si las cosas están a punto de arruinarse para mí.

Además, si el Rey vive tan cerca y no eliminó la amenaza del demonio negro, significa que no tiene el poder suficiente para eliminarlo. Si Sandro es el aventurero más poderoso del gremio, no creo que sea necesario tenerle miedo al Rey.

Ah, como sea, terminemos con esto.

Abro la bolsa y todas las miradas se enfocan en las monedas.

—Les daré un puño de monedas a cada familia. Lo repartiré en partes iguales.

Todas me observan, algunas están confundidas por mi acción, otras están emocionadas y felices... Me siento bien haciendo esto. Ahora podrán vivir muchísimo mejor, al menos por un tiempo.

No puedo evitar sonreír al sentirme tan feliz y satisfecho por esto.

—Hagan una fila, por favor.

Ah... La mayoría de las mujeres se sonrojan... Incluso las niñas pequeñas... Vaya, vaya... Eso me parece incómodo... Bueno, no importa, s-solo no debo tomarle importancia a eso.

—¡G-gracias!- Dijeron todas las mujeres.

Bien, es hora de repartir el dinero. Afortunadamente Sara aceptó ayudarme.

Cristal me ofreció su ayuda, pero la rechacé rotundamente. Ella no hace esto por ellos, lo hace para quedar bien conmigo. Además, tal vez me robe el dinero, no puedo confiar en ella.

Listo. Ya terminé. No tardamos mucho, solo unos 10-15 minutos. Uffff. Me siento más que satisfecho con esto.

Me siento muy bien... Hice mi buena acción del día.

Bueno... Yo también ocupo algo de dinero, por eso guardé un poco para mí.

—Y un puño para mí. Es todo.

No necesito mucho dinero realmente, puedo sobrevivir con 5 monedas al día... Oh...

Algunas mujeres están llorando... Vaya, vaya... Me siento bien... Hice feliz a varias familias.

Abuela, tu nieto hizo algo increíble hoy. Ojalá estuvieras aquí conmigo para verlo.

—¡Muchas gracias!- Dijeron todas.

Me dieron las gracias... Me caen bien... Me gustan las personas que son agradecidas.

—De nada.- Dije sonriendo.

Me quedaría más tiempo, pero debo irme. Todavía tengo que visitar al Rey y después investigar más sobre el país.

Me subo al carruaje... Bien, vamos con el inútil y seguramente gordo Rey. No es que piense que ser gordo es malo... Bueno, es malo para la salud... Yo me refiero a que seguramente el Rey está gordo porque es un inútil que no hace nada, a eso me refiero.

—Ya podemos irnos.

—Se nota que eres una buena persona.- Dijo Cristal.

¿Lo soy? Me gusta pensar que sí, lo soy... Al contrario de ti.

No trates de quedar bien conmigo. Eres una mujer que discrimina a las personas, y te odio un poco.

Te voy a dar las gracias, pero solo lo hago por educación.

—Muchas gracias. Te lo agradezco.

Ah... Bien... En marcha.

Unos minutos más tarde, llegamos al castillo y nos reunimos con el Rey.

Antes de reunirnos con el Rey, eché un buen vistazo a todo el castillo. ¡Este sujeto no tiene vergüenza! ¡Pinturas, esculturas de Diamon, esclavas sexuales...! ¡Ahhhhhhhh! ¡Este Rey es horrible! Tsk... Diamon, su nombre es parecido al diamante, pero es muy diferente. Se trata de la roca más valiosa en este mundo. Es como el oro en mi mundo o el diamante. En otras palabras... ¡¡este Rey usó esa roca valiosa para construir esculturas en lugar de alimentar a los pobres o crear nuevos y mejores empleos para las personas! ¡Ahhhhhhhh! ¡Me da tanto asco!

Pero, lo que me da más asco, es su acoso sexual. Como todas las sirvientas se negaron a decirme la verdad sobre si el Rey abusaba de ellas, le pregunté a Cristal y me confirmó que las sirvientas están obligadas a satisfacer las necesidades sexuales del Rey... ¡¡Lo odio con todo mi ser!! ¡¡Asqueroso violador de mierda!!

Lo mataría, pero no quiero meterme en un problema. Todavía no controlo al 100% mi poder mágico. Pero cuando sea más poderoso, lo haré pagar por sus crimenes. ¡Es una promesa!

Cristal intentó cambiarme de ropa antes de entrar a ver al Rey, pero me negué. No merece que me cambie de ropa solo para verlo. No merece que pierda el tiempo por él.

Y como lo supuse, el Rey es un hombre gordo y con una gran barba negra, es calvo y usa un traje rojo. Está sentado en un trono y 10 guardias están al lado de él, protegiéndolo.

Dudo bastante que esos guardias estén de adorno ahí, probablemente sean poderosos.

Estamos en un enorme salón, es el típico salón principal de los castillos... Tantas pinturas y esculturas... Me da ganas de robar una y venderla, pero no puedo meterme en problemas todavía, debo esperar más tiempo. Sería lo más seguro.

Se ve elegante... Y huele bien... Al contrario del lugar en donde las familias de sus trabajadores viven... Tsk. Maldita sea.

—Hola, Daniel.- Dijo el Rey, sonriendo.

Todos se arrodillan ante él, menos yo... No quiero hacerlo... Tengo mis razones.

Sara me observa nerviosa. Lo siento, pero no me importa que me lo pidas, Sara, no me voy a arrodillar ante él.

—D-Daniel, debes arrodillarte.

Debo inventar una excusa... No quiero arrodillarme... No merece ser admirado.

—Me da flojera. ¡Disculpe, ¿qué quiere de mí?! ¡Tengo cosas más importantes que hacer!

Parezco irrespetuoso, pero quiero irme ya. No soporto estar más tiempo aquí, con ese violador.

—Solo quería conocerte. ¿De qué familia vienes?- Dijo el Rey.

¿Familia...? Supongo que las familias de nobles tienen algún prestigio.

—Soy un plebeyo que incluso no sabe leer, con eso le respondo todo.

No me cree. Se nota por su expresión.

Sí, lo sé, es difícil de creer, pero es cierto. No sé leer y soy un plebeyo.

—¿Un plebeyo con esa ropa?

Vaya, vaya... ¿Los plebeyos no podemos usar esta ropa? ¿Está prohibido?

—¿Por ser plebeyo no me da el derecho a vestirme bien?

El Rey empieza a reír... Su risa es algo molesta... Se ríe demasiado fuerte.

—¡Hahahahahaha! ¡Sí, tienes razón! ¡Me caes muy bien!

No me agrada... Y eso es raro... Siento que debo alejarme de él... Sí, definitivamente debo alejarme de él.

—¿Es todo? Lo siento, pero tengo asuntos pendientes. Tengo una cita con una chica llamada biblioteca y después iré a mi cita con una mujer llamada comida.

—¿No quieres desayunar aquí?

—No, gracias.

Sara se pone más nerviosa... ¿Acaso dije algo malo?

—D-Daniel, nadie puede rechazar al Rey.

Vaya, vaya. Ya veo... Ahora me cae peor.

—¿Por qué? ¿Acaso no estamos en un país libre?

El Rey se levanta de su trono.

—Necesito que me ayudes con algo. Mi hija fue secuestrada por unos "hombres gallinas" mientras estaba de paseo y necesito que la rescates.

¿Eh? Eso suena muy raro... Me dio curiosidad.

Además, ¡¿su hija fue secuestrada y actúa tan tranquilo...?! Oh... Vaya, vaya...

Diría que es un padre horrible, pero tiene muchas pinturas de su hija... Mmm... Oh... Vaya, vaya. Ya veo... Una prueba.

—¿Hombres gallinas? ¿Cómo son los hombres gallinas?

—¿No los conoces? Son como gallinas gigantes, pero con el tamaño y la inteligencia de un hombre.

...

...

¡¿Qué?!

¡Eso suena bastante raro, pero genial! ¡Este mundo es muy raro!

—Oh... Vaya, vaya. Eso se oye raro... ¿No se llaman hombres gallo?

—Se llaman hombres gallinas porque suena mejor... Supongo. Se han llamado así por siglos.

Supongo que tiene razón.

—Vaya, vaya... Ya veo.

—¿Me ayudarás?

Me pongo a pensar por unos segundos. Debo pensar muy bien lo que haré.

La princesa no está en peligro, pues lo más probable es que esta sea una simple prueba para confirmar mi poder... Debo aprovechar esta oportunidad para conseguir algo valioso.

Mmm... Tal vez... Tal vez deba aprovechar para conseguir más hechizos.

Si lo ayudo, él podría enseñarme algunos hechizos.

—Está bien, pero con la condición de que me deje ver sus libros de hechizos más importantes. ¿O es que acaso la vida de su hija no lo vale?

—Claro, no hay problema.

... Oh... Bueno, eso fue fácil... Demasiado fácil... Esto no tiene sentido lógico... Espera un segundo...

Difícilmente una persona aprende a realizar un hechizo simple, eso significa que los hechizos especiales que tiene el Rey, solo podrían ser utilizados por personas especiales o algo por el estilo.

Es muy posible que el Rey haya aceptado tan fácilmente porque piensa que no podría utilizar ninguno de esos hechizos.

Fufu. Rey, Rey, Rey, no sabe con quién está hablando. Pero gracias por cometer ese error. No diré nada más y aceptaré. Esos hechizos serán míos.

—Acepto.

—Gracias. La base de los hombres gallinas está en el centro del bosque del silencio.

Vaya, vaya... Dijo gracias... Creo que lo juzgué mal, al menos un poco. Eso no le quita lo violador.

Se aprovecha de las sirvientas, y eso nunca se lo perdonaré.

—Vámonos, Sara. Nos espera una aventura.

—C-claro.

Sara se levanta.

—¡F-fue un honor conocerlo, majestad!- Dijo nerviosa.

Lo dijo con una cara roja y me río un poco. No me burlo, pero se ve algo graciosa.

Ay, Sara, ¿por qué te comportas así? ¿En serio le tienes tanto miedo al Rey? Me pregunto que clase de reputación tendrá el Rey para que alguien fría como Sara se comporte tan nerviosa.

No te preocupes, Sara, te voy a proteger de él. No permitiré que te ponga un dedo encima.

—Te ves graciosa... Bueno, vámonos.

Sara y yo nos vamos. Una aventura nos espera.

Pero no soy tan idiota. Sé que esta es una prueba para comprobar mi poder. La princesa no pudo ser secuestrada tan fácilmente. El Rey sabe la ubicación de la base de esos hombres gallinas. ¿Por qué no envió aventureros más experimentados? Porque quiere conocer mi poder.

Le seguiré la corriente... Tal vez esté equivocado, aunque lo dudo.

Cuando Daniel y Sara se fueron, Cristal se acercó al Rey.

—Mi Rey, ¿dejará que él lea los hechizos?

—No te preocupes, solo mi familia puede usarlos, y además... ¡él no sabe leer!

El Rey y Cristal empiezan a reír. Claramente disfrutan burlándose de otros.

Pero pronto se arrepentiría de esa decisión.