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Humanos Contra Demonios. ¿Soy realmente un chico perfecto? No lo creo

Daniel, un joven en situación de pobreza, se enfrenta a una vida llena de adversidades tras perder a su madre al nacer y a su padre en un trágico asesinato cuando tenía tan solo cinco años. Sumido en una profunda depresión después de la muerte de su abuela, quien era su único familiar vivo, Daniel lucha por encontrar empleo y lucha contra la hambruna. Cuando su mejor amigo revela que su novia lo ha engañado, Daniel toma una angustiante decisión: acabar con su propia vida. Justo cuando está a punto de intentarlo, un anciano misterioso aparece frente a él, revelándose como el Dios de la Tierra. Con una propuesta sorprendente, le revela que Daniel es el candidato perfecto para un trabajo crucial. El anciano Dios le encomienda a Daniel una misión de vital importancia: salvar el mundo 1. En unos pocos años, un demonio amenazará con destruir ese mundo y, si eso sucede, todos los mundos alternos también perecerán. A pesar de sus circunstancias desesperanzadoras, Daniel acepta valientemente el desafío, marcando así el comienzo de una nueva y extraordinaria vida. El Dios de la Tierra le otorga a Daniel un guante especial, que le permitirá utilizar una amplia variedad de poderes mágicos, así como un teléfono que se convertirá en su fiel compañero y guía durante esta travesía. A medida que reúne un grupo de aliados y logra traer de vuelta a su amada abuela a la vida, Daniel se enfrenta a un perturbador secreto familiar que cambiará su existencia de manera irreversible. Ahora, en su papel como salvador del mundo, Daniel se adentra en un viaje lleno de peligros, descubrimientos sorprendentes y desafíos emocionales que pondrán a prueba su fuerza interior. ¿Podrá superar los obstáculos, confrontar su pasado y cumplir su destino, o sucumbirá ante la desesperación y el peso de sus propias tragedias personales? La respuesta definirá el destino de todos los mundos.

AngelPikas2 · Fantasy
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CAPÍTULO 12 (parte 3)

Media hora después, salimos del gremio, satisfechos, pues comimos mucho. No puedo perder más tiempo comiendo, tengo otras cosas que hacer, como dormir. En serio, volar como ángel es muy agotador, mi cuerpo exige descanso.

—Estoy lleno... Vamos, te construiré una cama para que duermas en mi casa.

—Puedo dormir en el suelo, no quiero molestar a Daniel.

—No es problema, no te preocupes.

¿Quién le enseñó a decir eso?

... Oh, los familiares son tratados como esclavos... No te preocupes, yo te trataré bien.

Me despedí de Rocco y nos fuimos a mi casa.

Llegamos a la casa y entramos.

Ah, camita, espero que me hayas extrañado, porque yo te extrañé muchísimo.

—Disculpa, no es muy linda, pero yo mismo la diseñé y construí.

—Es muy linda, Daniel.

—Gracias. Te lo agradezco.

Mmm. Veo que no hay espacio para otra cama en la casa.

La construí para una sola persona, nunca pensé en compartirla. La hice pequeña, pues solo la hice para dormir, no planeaba usarla como casa, casa.

—Supongo que no puedo hacer otra cama, no hay espacio.

—Puedo dormir en el suelo.

—No, no eres una mascota, eres una persona. Dormirás en una cama.

Haría otra casa, pero la necesito a mi lado, pues mi madre podría atacar en cualquier momento. Debemos mantenernos juntos para evitar que nos ataquen de sorpresa.

Lo que le ofreceré podría malinterpretarse, pero es una buena idea. Si nos atacan, estaremos listos para pelear al instante.

—Puedes dormir conmigo si quieres. No es nada sexual, no te preocupes, solo dormiremos.

—Si Daniel está de acuerdo, yo dormiré con Daniel.

—Gracias por la confianza.

Cuando despierte voy a hacer la casa más grande. No tengo la energía para hacerlo en este momento. Solo quiero dormir.

—¡Daniel!

Meibis entra en la casa, sin permiso. No fue educado de su parte, pero debo respetar el sentido común de los semihumanos.

—¡Hola, Daniel!

Daniela voltea a verla rápidamente y frunce el ceño. ¿S-se enojó? Por primera vez veo una expresión en su rostro, pero me preocupa.

—¡Intruso!

¡Hasta alzó la voz!

¡Uwaaaah! ¡Daniela toma a Meibis de los brazos y la sujeta por la espalda, como si la estuviera arrestando!

—¡¿Eh?!

—¿Qué hago con ella, Daniel?

—¡¿Q-qué haces?! ¡Daniel, ayúdame!

Mierda. Ella es un poco... sobreprotectora... Me agrada que se preocupe por mi seguridad, pero... Bueno, creo que solo debo decirle a qué personas no debe tratar así.

—No te preocupes, es una amiga.

Daniela volvió a su expresión fría y asintió.

—Está bien, Daniel.

Daniela suelta a Meibis.

—Perdón por eso.

—¿Q-quién es ella?

—Ella es Daniela, es mi familiar... Familiar mágico, no familiar de mi familia... Esa palabra es rara. ¿Por qué no le pusieron otro nombre?

—¡¿T-t-tu familiar?! ¡Increíble! ¡Es la primera vez que veo a un familiar!

—Gracias, gracias.- Dije, orgulloso de mí mismo.

Aunque no debería sentirme orgulloso, Dios me dio el poder que tengo sin necesidad de entrenar por años para poder usarlo o volverme poderoso. Un poco tramposo, lo sé.

—¡Pocas personas en el mundo logran invocar a un familiar, eres increíble!

—Y lo más increíble es esto, mira. Daniela, deja de ocultar tus alas.

—Está bien.- Dijo Daniela, asintiendo.

Las alas de Daniela aparecen de nuevo.

Una luz salió su espalda cuando eso pasó. Tan divino, tan celestial... ¡¡Genial!!

—Ella es un ángel.

Meibis se queda trabada, al ver las alas de Daniela, como si no supiera cómo reaccionar ante tal espectáculo. Te comprendo, Meibis, yo también estoy sorprendido, pero solo digo cosas como "genial", "increíble", bla, bla, bla, solo porque no sé cómo reaccionar exactamente a este tipo de cosas.

Digo, después de ver hombres gallinas usando pantalones, ya no sé ni qué esperar de este mundo, y tampoco sé cómo sentirme al respecto. Solo sé que me siento sorprendido, pero no sé cómo describir lo demás que siento.

—¿U-u-u-un a-a-a-ángel? ¡¿U-un ángel?! ¡I-increíble!

Ella se abalanza contra Daniela, para abrazarla. Daniela estuvo a punto de golpearla, pero supongo que recordó lo que le dije y se detuvo. Uffffff. Eso estuvo cerca.

Meibis se comporta como una niña pequeña conociendo a una celebridad que admira. ¿En serio el Dios Fransme es tan popular? Bueno, después de todo, es su Dios. El ángel Fransme... Vaya, vaya. Debo investigar más sobre él.

Meibis empieza a acariciar las alas de Daniela.

—Las plumas son muy suaves. Me siento en el paraíso.- Dijo, mientras acaricia su mejilla con las alas de Daniela.

¿No estará exagerando? Debo comprobarlo. Si son tan suaves, me arrancaré las plumas para meterlas en una almohada. ¿Me dolerá? ¿No desaparecerán cuando cancele el hechizo? Debo averiguarlo.

—¿En serio? Daniela, ¿me das permiso de acariciarlas? ¿No te duele?

—No me duele, no se preocupe. Puede acariciarlas, Daniel.

—Gracias. Te lo agradezco.

Acaricio las alas de Daniela.

Wow. Se sienten muy suaves. ¿Con qué puedo compararlas? No lo sé, pero son esponjosas y suaves, como la piel de un bebé. Wow...

—Son muy suaves. ¿Yo también las tendré suaves?

Me quito el chaleco y la camisa. Ay, olvidé que las chicas estaban aquí.

Meibis se sonrojó y se tapó el rostro con sus manos, pero puedo ver sus ojos entre sus dedos, mirándome.

Daniela sigue con la misma expresión mientras me mira, así que no debo preocuparme por ella.

... Ya no me siento tan tímido como antes. ¿Me habré acostumbrado por fin a ser visto? Que raro. ¿Por qué en mi mundo original nunca me acostumbré y aquí sí?

Ah, sí, creo que es porque me rendí con las mujeres y ya no me interesan. Las ventajas de haber perdido la confianza en ellas... Supongo que es una ventaja. Ah, como sea.

—¡Ángel conver!

Siento un cosquilleo en mi espalda y me convierto en un ángel.

Ah, me encanta esta transformación, me hace sentir una verdadera buena persona. Digo, soy un ángel en estos momentos, el ser más puro del universo.

Oh, vaya, vaya. Daniela está parpadeando muchísimas veces en segundos, mientras Meibis simplemente se emociona al verme.

¿Parpadear es su manera de mostrar que está sorprendida o me está analizando?

—Daniela, acaricia mis plumas y dime si son suaves, por favor.

—¿También eres un ángel? Realmente eres increíble, Daniel. Es la primera vez que escucho sobre un ángel viviendo con los mortales.- Dijo Daniela, ¿sorprendida? Supongo.

—Soy mitad ángel y mitad demonio. Bueno, supongo. Tengo magia de ángel y demoníaca, pero... Bueno, después te contaré mi historia a profundidad.

Primero debo pedirle permiso a Dios.

—¿Mitad demonio?

Daniela acaricia mis alas.

—Son muy suaves, Daniel.

—Soy mitad demonio porque mi madre es un demonio. Hasta esa... Hasta esa mujer intentó matarme...

La iba a insultar, pero no me streví. Sé que debo odiarla, pero... Ah...

Bajo la cabeza... No me gusta hablar de eso... Y tampoco me gusta mentir.

No soy un demonio y tampoco soy un ángel, pero tengo que decir que soy mitad ángel y mitad demonio para que no piensen que soy un demonio por completo.

Mi transformación desaparece y bostezo.

—Tengo algo de sueño.

—¡Uwaaaah!

Daniela empuja a Meibis y la saca de la casa.

O-oye, eso fue grosero, Daniela.

—Daniel debe dormir.

—Oye, Daniela, no seas grosera. Las personas educadas y respetuosas siempre caen bien. Si no quieres que te odien o critiquen, no seas grosera con las personas que no te han hecho nada malo. Solo debes comportarte grosero con las personas que no merecen tu respeto, como los villanos o personas malas. Disculpate con Meibis.

—Sí, Daniel. Lo siento por empujarte, señorita Meibis. No volverá a pasar.

—N-no te preocupes. Está bien. Nos vemos luego, Daniel. Adiós, señorita ángel.

—Adiós.

—Adiós, señorita.

Meibis se va y Daniela cierra la puerta.

—Daniela, lo que dije antes sé que sonó que estaba enojado, pero solo lo dije para evitar que otras personas te odien por tu comportamiento. No estoy enojado. Perdón si te incomodó o molestó, es solo que mi abuela me educó para ser alguien respetuoso y educado con las personas, así que no pude evitar decirte eso.

—No te preocupes, Daniel, comprendo que fui demasiado grosera con la señorita Meibis, no volverá a pasar.

—Eres libre, no eres mi esclava, tienes derecho de actuar como tú quieras, pero no permitiré que actúes grosero con mis amigos. No estoy enojado, sé que solo lo hiciste por mí, pero te pido que también consideres los sentimientos de los demás antes de actuar. Ay, me siento como un padre educando a su hija.

—Lo comprendo, Daniel, y agradezco sus palabras.

Bostezo y me siento cansado... Ay, estoy muy cansado, tan cansado que incluso me dormiría parado en este mismo momento.

... Demasiado.

—Creo que usé mucha energía mágica, pero es la primera vez que me siento tan cansado.

—El hechizo para invocar a tu familiar gastó mucha de tu energía mágica, la energía aún no se repone, y cuando te convertiste en ángel, perdiste más energía mágica. Es increíble que tengas tanta energía, pero hasta alguien como tú se sentiría agotado por usar hechizos tan complejos en tan poco tiempo.

¿A poco el hechizo para transformarme en ángel es muy complejo?

Ay, soy demasiado poderoso, ¡y hay otros dos como yo! ¡Ahhhhhhhh! ¡El jefe final está a nivel universal! ¡Estamos muertos!

N-no, Daniel, no pierdas la esperanza. ¡La esperanza es lo último que muere!

M-mejor no pienso en eso por ahora.

—V-vaya, vaya... Ya veo...

Bostezo y me rasco la cabeza.

—Dormiré un poco. Tú también deberías descansar.

Me acuesto en la cama.

—Que descanses, Daniel.

—Igualmente.

Cierro los ojos. Ah, esto era lo que necesitaba, un buen descanso.

(Pov- Sandro.)

—¡¡Un brindis por Sandro, el folla demonios!!

—¡¡Que no me la follé!! Aunque no negaré que ganas no me faltaron.

Todos en el bar comenzaron a reírse, al igual que yo. ¡Hahahahahaha! ¡Derroté a un demonio y eso que ni siquiera estaba en mi sano juicio!

Estaría en primera plana del periódico, ¡si no fuera porque Daniel detuvo una guerra y mató a tres reyes, opacando por completo mi victoria!

¡N-no estoy celoso ni nada parecido...! ¡Ahhhhhhhh! ¡Por supuesto que estoy celoso y furioso! ¡¿Por qué siempre tiene que aparecer Daniel para opacarme?!

Sandro, Sandro, Sandro, ¡no te dejes vencer por él! Derrotaste a un demonio sin ayuda. ¡No necesité los consejos de Sara ni las distracciones de mis ex novias! ¡Sandro, eres capaz de lograr grandes cosas sin ayuda! ¡Sigue teniendo fe en ti mismo y no dejes que los factores externos te afecten!

—Y bien, Sandro, ¿qué planeas hacer con ese chico lindo? ¿No te vengarás por haberte asesinado?- Dijo un random cuyo nombre no conozco, pero cree que somos tan cercanos como para darme palmadas en la espalda.

Pateé sus piernas y puse mi pie sobre su rostro, antes de contestar.

—No soy tan idiota como para dejarme consumir por la sed de venganza. Conozco perfectamente mis límites y sé que mi yo actual no podría derrotarlo. Prefiero no arriesgarme a morir de nuevo y morir en el futuro luchando contra el Rey Demonio, o al menos un demonio de alto rango.

Daniel, tus movimientos son de un novato, pero tu poder y reflejos compensan la falta de experiencia. Prefiero evitar problemas contigo, no vale la pena.

—La venganza no siempre vale la pena, pues aunque me vengue, eso no arreglará el daño ya hecho en mi ser.

La venganza no le regresó la vida a mi familia ni me regresó la sonrisa. No vale la pena arriesgar mi vida por una estúpida venganza.

Ya cometí un error una vez, no lo volveré a cometer... ¿Hmmmm?

—Sandro, ¿podrías acompañarme a revisar algo en la cocina?

¿La madre del dueño del bar me está acariciando la entrepierna? Tiene más de 50 años, no creo que deba... ¿Eh? ¿Qué es ese sonido? ¿Sonidos de alguien haciendo una felación?

Ah... Esta mujer me la está chupando en la cocina. ¿Tan caliente me puse que no recuerdo haber aceptado?

Bueno, es mi fiesta de celebración, ¡a disfrutar!

Oh, esta mujer tiene un anillo, está casada... Nah, no me importa. ¡A disfrutar la victoria!

(Pov- Daniel.)

(Al día siguiente.)

~Toc, toc, toc~

Ay, ¿quién toca la puerta tan temprano?

Abro los ojos poco a poco. Ah, madrugar, mi viejo enemigo.

—Ya voy...- Dije, cansado.

Bostezo y me levanto para abrir la puerta.

—¿Quién es?

—¡Soy el familiar de Rose!- Dijo un hombre.

¿Un hombre? ¿También tendrá apariencia humana?

—Ya voy.

Abro la puerta y... ¡¿Eh?!

V-veo a una mariposa rosa gigante frente a mí. T-tiene el tamaño de un humano. Tan, tan, tan... ¡Tan genial! ¡Es una maldita mariposa gigante! ¡Y puede hablar! ¡Ahhhhhhhh! ¡Es tan aterradora y genial al mismo tiempo!

—¡I-increíble!

—Perdón por tardar tanto. Tome.

Me entrega una caja pequeña.

—G-gracias, señor. Se lo agradezco.

—Adiós.

—Adiós. Que tengas un lindo día.

La mariposa se va volando... ¡Ahhhhhhhh! ¡Vuela como una mariposa! ¡Genial!

—¡Increíble! ¡Este mundo nunca dejará de sorprenderme!

¡Insectos gigantes, mariposas gigantes! ¿También habrán gigantes? ¡Que mundo tan diverso!

Cierro la puerta y veo que Daniela sigue dormida.

Que linda es... Tengo entendido que los ángeles no tienen género... Pero ella parece una chica... Creo que todo lo que sé de los ángeles es falso.

—¿Cuánto tiempo dormí?

Saco mi teléfono... Es muy temprano.

—¿Son las 7:21 de la mañana? Dormí mucho...

Espera, creo que olvidé algo... Ah, es cierto. ¡Debo ir con el Rey!

¡Olvidé que debía reunirme con él!

Pero antes, a ver lo que me regalaron. Espero que sea un anillo mágico o una roca mágica, o algo por el estilo.

Abro el regalo. Oh, vaya. Vaya. Es un collar con una pequeña espada de adorno.

—Es lindo.

¿Tendrá alguna habilidad mágica?

Me lo pongo y le llamo a Rose, para confirmar lo que hace.

Me contestó casi inmediatamente. ¿Estará investigando el teléfono todavía? Espero que no se vuelva adicta al teléfono, como las personas en mi mundo.

—Gracias por el collar, es muy lindo.

—Me alegro que te haya gustado, es un simple adorno, pero creo que se vería muy bien en ti.

Ah, es un adorno... Bueno, de todas maneras es muy lindo. Debo de ser agradecido.

—Muchas gracias.

—Adiós, cuídate.

—Igualmente, gracias.

Cuelga y guardo mi teléfono.

—Bueno, es hora de ir con el Rey.

Me pongo la camisa y el chaleco.

—Bien.

Intento despertar a Daniela. Se ve muy adorable durmiendo, pero debemos irnos.

—Daniela, es hora de irnos.

Daniela abre los ojos poco a poco y bosteza. Wow, que lindo bosteza. Me dará diabetes por tanta ternura.

—¿Irnos?

—Iremos a ver al Rey de Soular.

—Está bien.

Daniela se levanta de la cama.

—Estoy lista.

—Bien, vámonos.

Salimos de la casa.

Bien, mi nombre ya se expandió por el país, ya no es necesario usar mi forma como ángel para volar.

—Sube a mi espalda, iremos más rápido si voy volando con el hechizo de vuelo de las hadas. ¡Muslar asio!

—Está bien, Daniel.

Daniela sube a mi espalda y me abraza.

—¡Arches Nexus!

Me voy volando de ahí.

Una hora más tarde, llegamos. Uffffff. Tardé menos.

Llegamos al castillo.

Sabía que llegaríamos más rápido.

—Llegamos.

Aterrizo y Daniela baja de mi espalda.

—Deja de ocultar tus alas, por favor.

—Claro, Daniel.

Las alas de Daniela aparecen y nos dirigimos a la entrada, en donde están tres guardias.

Hay que mostrar superioridad en momentos así, para que no intenten hacer ninguna tontería y lograr nuestro objetivo en menos tiempo.

—¡Hola! Muy buenos días, señores guardias. Es un bonito día, ¿no lo creen?

Los guardias se acercan a nosotros y se arrodillan frente a nosotros.

Ay, esto es exagerado. Me siento asqueroso en este momento.

—Es un honor conocerlo.- Dijeron los tres.

Oh, mi popularidad sigue creciendo, de eso estoy feliz, pero que me traten con tanto respeto me incomoda también. Ah, es el precio de fingir ser alguien que no soy. Me siento un mentiroso sin valor moral.

—Por favor, dígale al Rey que estoy aquí.

—¡Claro!- Dijeron lo tres, poniendo sus manos en sus frentes.

Los guardias se van.

—Siento que sientes náuseas, Daniel. ¿Te sientes mal?

—Vaya, vaya. Te diste cuenta.

—Estoy vinculada a ti, puedo sentir lo que sientes.

—Ya veo... Sí, me siento enfermo. No me gusta fingir ser alguien que no soy, mucho menos mentir, pero es necesario para lograr la paz.

—Sacrificando tu dignidad y principios. Lo entiendo. Es doloroso, ¿verdad?

—Sí... Bastante. Prefiero no hablar de eso. ¿Cómo es tu hogar, Daniela?

—Aburrido. Los ángeles fuimos creados para ser los sirvientes de los Dioses, solo trabajamos y trabajamos sin derecho al tiempo libre.

—Ouch. Suena un infierno.

—Y lo es, pero fuimos creadas para eso. Nadie se queja, pues lo ven de lo más normal. Soy una excepción, pues me dieron la habilidad de razonar y tener conciencia propia, para ayudar a los que me invoquen.

—Pero es la primera vez que te invocan, ¿no?

—Sí.

—Entonces trabajaste para los Dioses sin descanso alguno, sabiendo que te estaban sobre explotando laboralmente y sin descanso, ¿verdad?

—Sí.

Vivió por tanto tiempo, mientras los Dioses se aprovechaban de ella. Condenada a vivir sin descanso alguno. Un infierno de vida... Y yo la invoqué para usarla para mi beneficio... Me doy asco.

—... Daniela, puedes irte si quieres, aprovecha este tiempo para usarlo como tus muy buenas y merecidas vacaciones.

—No, pero agradezco la oferta.

—No estoy poniéndote a prueba, puedes irte.

—Y lo agradezco, pero no quiero. Gracias.

—¿Por qué? Finalmente puedes descansar.

—El Dios supremo me dijo que mi primer amo cambiaría el mundo, y quiero verlo de cerca cuando eso suceda.

—... ¿Estás segura? No prometo que eso pase.

—Vale la pena el riesgo.

—Bueno, si eso es lo que quieres, lo aceptaré.

El Dios supremo, ¿eh? ¿En serio yo cambiaré el mundo? Espero que sea para bien y no para mal.

Minutos más tarde, los guardias regresan y se dirigen hacia nosotros a toda prisa.

—Por favor, síganos.

Seguimos a los guardias y llegamos con el Rey, que está sentado en su trono.

¿Los reyes no conocen otro lugar para hablar con sus invitados? Bueno, supongo que es una tradición o algo así.

—Es un gusto volver a verte... ¡¿Q-quién es esa chica?!

¿Se sorprendió? ¿Los guardias no mencionaron a Daniela? Supongo que no lo hicieron porque saben que el Rey ama a los ángeles y querían sorprenderlo.

Está emocionado, se le nota por sus ojos brillantes... Realmente le gustan los ángeles, ¿eh? Solo para evitar momentos incómodos o malentendidos, no dejaré que se acerque a ella. Apenas nos conocemos, Rey, así que todavía no tiene mi confianza.

—Ella es Daniela, es mi familiar.

—¡¿Tu familiar?! ¡¿Lograste que un ángel sea tu familiar?! D-Daniel, ¿no te gustaría embarazar a mis hijas en este mismo momento?

—¿Quiere que lo mate por tratar a sus hijas como si fueran objetos?

—N-no te precipites, s-solo decía. Un hijo tuyo probablemente sería igual de poderoso que tú y...

—No digas estupideces, Rey.

—L-lo siento.

Hizo un sonido de gato triste. Fue adorable, pero mi enojo no se quitó. Le ofreció los cuerpos de sus hijas a un extraño que apenas conoce. Que asco.

—Daniel, ese Rey me da asco.

—Ah, a mí también, pero no lo culpes, Daniela, en este mundo el poder es lo más importante. El sentido común de este lugar es diferente a nuestro sentido común, no tenemos derecho a criticar las culturas de otros.

—Lo entiendo.

–¡¡Amor mío!!

¿A-amor mío?

Esmeralda y Charlotte entran al salón principal y se dirigen corriendo hacia mí.

—¡Daniel, cariño!- Dijo Esmeralda.

—¡Querido!- Dijo Charlotte.

... ¡¿Eh?! ¡¿Cariño?! ¡¿Querido?! ¡Apenas me conocen!

Las dos me abrazan con fuerza.

—¡Es bueno volver a verte, cariño!- Dijo Esmeralda.

—¡Te extrañaba!- Dijo Charlotte.

—¿Cómo puedes extrañar a alguien que apenas conoces?

—¡Serás mi esposo, por eso te extrañé!- Dijo Esmeralda.

—¡Lo mismo digo!- Dijo Charlotte.

Y dándose cuenta de su presencia, Esmeralda y Charlotte voltean a ver a Daniela.

—¡Increíble!- Dijo Esmeralda.

—¡¿Ella quién es?!- Dijo Charlotte.

—Es mi familiar, se llama Daniela, y como pueden ver, es un ángel.

—¡Wow! ¡Increíble!- Dijo Charlotte.

—¡Asombroso!- Dijo Esmeralda.

Esmeralda y Charlotte tocan las alas de Daniela, sin permiso. Ah, bueno, no veo que Daniela le moleste, así que lo dejaré pasar.

—¡Son muy suaves!- Dijo Esmeralda.

—¡Tu familiar es muy linda!- Dijo Charlotte.

Mientras ellas están distraídas con Daniela, me dirijo al Rey.

—¿Cuándo será la boda? Que sea lo más pronto posible, por favor.

—En dos días, ya tengo preparado todo, no te preocupes.

—¿Puedo invitar a mis amigos?

—Por supuesto.

—Muchas gracias, regresaré en dos días entonces.

—Está bien, no te preocupes. La boda será al mediodía, debes estar unas horas antes aquí para que te prepares.

—De acuerdo, gracias. Lo dejo en sus manos.

Me dirijo a las chicas.

—Nos vemos en la boda. ¡Muslar asio! Daniela, sube a mi espalda.

—Está bien.

Daniela sube a mi espalda y me abraza.

—¡Te extrañaré!- Dijo Charlotte, acariciando mis manos.

—¡Yo te extrañaré más!- Dijo Esmeralda, acariciando mis mejillas.

—¡No, yo te extrañaré más!

—¡No, yo lo extrañaré más!

—¡No, yo lo extrañaré más!

—¡Te odio!

—¡Yo te odio más!

Las chicas empiezan a pelear.

... Son inmaduras... Todavía son muy jóvenes... Ah, no quiero casarme.

—Lo siento, me tengo que ir. Adiós. ¡Abran la puerta, por favor!

Los guardias abren la enorme puerta del salón principal.

—¡Arches Nexus!

Me voy volando de ahí.

Me alejo bastante del castillo y Daniela me toca la mejilla derecha con su dedo índice.

—¿Te casarás con esas dos? Ellas parecen muy inmaduras, Daniel. Creo que mereces a alguien mejor.

—Lo hago solo para demostrar que los humanos y semihumanos somos amigos y capaces de vivir juntos y en paz. Yo apenas las conozco.

—¿Entonces te casarás sin sentir amor por ellas?

—Creo que sí. Realmente no quiero, pero debo hacerlo. De hecho, no las trataré como esposas. Intentaré amarlas, pero no sé si lo logre. Si te soy sincero, desde que mi novia me engañó, dejé de creer en el amor.

—Creo que haces lo correcto, Daniel. Sacrificarte por el bien de los demás, un acto digno de mi admiración.

—Gracias. Iremos con mis compañeras, las voy a traer para que estén en la boda.

—Está bien.