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Harry Potter y el Mortífago blanco

La vida no suele llevar a las personas por el camino deseado aun cuando los esfuerzos sean inmenso. Luego de una muerte repleta de dolor nuestro personaje rencarna en un mundo de magia y fantasía pero lamentablemente esta en el peor lugar de todos, es perteneciente a una familia de mortifagos.

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Capitulo 102: Armand Rosier

Gracias a la cámara secreta, en Hogwarts los días transcurrían cada vez más lentos, y William no dejaba que ningún segundo pasara en vano. Su eficiencia en sus investigaciones dio un inmenso salto con el diario de Tom Riddle a su lado. Era como tener una inteligencia artificial a la que pudiera preguntarle cualquier cosa. Ahora poseía tantos hechizos y maldiciones en su poder que incluso Hermione estaría sorprendida, claro, no es como si pudiera mostrar todo.

Dentro de la biblioteca, para todos era normal ver a William sentarse solo, rodeado de muchos libros y pergaminos que la mayoría de los alumnos jamás tocaría en toda su vida estudiantil. El trío de oro miraba al peliblanco desde lejos. Para la mayoría, quizás era una actitud normal, pero la castaña notaba algo extraño.

"William está más distante últimamente," comentó Hermione, su voz llena de preocupación.

"¿Tú crees?" preguntó Ron mirando a sus dos amigos. "Yo lo veo igual que siempre."

"¿No lo notas?" Hermione pareció más sorprendida ante el comentario de Ron. "Mira su cara, tiene más ojeras de lo usual, además está muy pálido." Se quedó mirando a sus dos amigos detenidamente y luego volvió a mirar a William. "Algo le sucede y debemos descubrir qué pasa."

"Tienes razón, Hermione, debemos averiguar qué sucede con William," añadió Harry, con un tono decidido.

"Yo lo he dicho desde hace un año, es magia negra. Todos los magos malvados tienen la piel pálida y los ojos cansados. Además, no podemos saber si el cabello de William tiene canas porque ya es blanco," dijo Ron casualmente, ganándose una mirada reprochadora de parte de Hermione.

Finalmente, Hermione se levantó de su asiento bajo la mirada de sus amigos y se dirigió a la mesa donde estaba William, deteniéndose a su lado.

Ella le dio un vistazo a los libros sobre la mesa de William. Había algunos que ella ya había leído antes, otros simplemente nunca los había leído, pero lo que más le llamó la atención fue un gran libro donde aparecían estudiantes antiguos de Hogwarts, específicamente aquellos de hace cincuenta años.

"¿Uh?" William alzó la mirada cansada hacia la niña. "¿Hermione?"

"¿Qué es eso?" preguntó ella apuntando a los documentos sobre la mesa.

"Ummm... mis notas, creo," levantó suavemente su libreta de notas.

"¿Por qué estás buscando información sobre estas personas?" preguntó Hermione.

Aunque la mente de William estaba perturbada ya sea por la magia oscura, el insomnio o por hablar tanto con Tom Riddle, sabía que había cosas que no podía decirle a Hermione.

"Obtuve algo más de información sobre la cámara de los secretos y pensé en buscar más detalles. Ya sabes, su ubicación es una incógnita y yo soy un explorador, por decirlo de alguna manera. Deben haber algunos tesoros en el interior de la cámara, tesoros de Salazar Slytherin."

"Pero estás buscando a los antiguos estudiantes."

"Sí, hace 50 años la cámara fue abierta por primera vez. Tengo que investigar quién la abrió y luego usar algunas conexiones para obtener la información que necesito," dijo William, haciendo crujir su cuello.

Tarde o temprano, Hermione y el resto sabrían esta información. Solo era cuestión de tiempo; cuando obtuvieran la poción multijugos finalmente sabrían esa información.

La visión de Hermione se centró en uno de los nombres en la lista de William, el único encerrado en un círculo que lo destacaba sobre el resto de nombres.

"¿Quién es Armand Rosier?" preguntó ella.

"Armand Rosier es el hermano de mi abuelo. Ambos estudiaron aquí en Hogwarts cuando abrieron la cámara de los secretos por primera vez, y como sabes, lo que haya dentro de la cámara solo atacaba a los que no eran sangre pura."

"¿Pero qué tiene esta persona de especial?" preguntó Hermione.

Hubo un suspiro de parte de William antes de mirar fijamente a Hermione. "Es uno de los primeros seguidores de Voldemort, por así decirlo, es uno de los primeros mortífagos."

"¿Voldemort?" preguntó ella en voz baja. "¿Estás seguro?"

William asintió con la cabeza. "No es algo que me enorgullezca, puedes estar segura, pero es mi pista más cercana para saber algo sobre la cámara de los secretos." Se levantó de su asiento y sacó un reloj de bolsillo. "Bueno, ya no queda más tiempo para estar aquí."

"Si deseas buscar más información sobre Armand, no lo recomiendo. Es un mago poderoso y ambicioso, desapareció misteriosamente años antes de la caída de Voldemort. Sus investigaciones son igual de oscuras y crueles que su maestro, quizás uno de los últimos magos en investigar sobre las quimeras y cómo producirlas en masa."

Hermione se quedó en silencio, asimilando la información. William, por su parte, comenzó a recoger sus cosas, listo para seguir con sus investigaciones.

"Ten cuidado, William," dijo Hermione finalmente. "Esto suena muy peligroso."

"Lo sé," respondió él, con una sonrisa cansada. "Pero no tengo otra opción si quiero descubrir la verdad y proteger a todos."

Mientras se alejaba de la biblioteca, William sabía que las vacaciones de Navidad serían cruciales. La biblioteca de los Rosier contenía secretos que podrían cambiar el curso de los eventos en Hogwarts quizás no en este momento, pero quizás si cuando llegue el momento final, y estaba decidido a descubrirlos, sin importar el costo.