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Harry Potter: Red Weasley El Extraño Mago Rojo

Luego de morir y obtener la oportunidad reencarnar en el mundo de Harry Potter con algunas habilidades, nuestro protagonista renace como el hermano gemelo de Ron, siendo el Weasley más discordante dentro de toda su familia. Con su particular forma de ser vivirá en este extraño mundo Advertencia: Harem, incesto,+18 Solo soy dueño de los personajes que he creado, todos los demás pertenecen a sus respectivos dueños. Este es mi primer Fan-fic, lamento si no es una obra maestra y tenga varios errores. La personalidad del MC Cambio de un momento a otro debido al algunas razones, por lo que en un punto se va a ver que paso de un extremo a otro en personalidad. No tiene mucho sentido, pero al principio solamente hacia esto para probar cosas y solo luego de un tiempo tomo forma.

Emanuel_Alegre · Book&Literature
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Capítulo 83:

Estuve mi tiempo en la guarida, acompañando a varias chicas en sus respectivos lugares, donde también se podían ver a otros grupos de niñas de diferentes años que ingresaron con permiso y que en este momento se las veía con distintos trajes que iban desde oficinista a diablilla. 'Esta fue una gran idea'

Llamé a 'mis chicas' al centro del lugar, ya que iba a hablar con ellas. Estaban todas aquí, esperando ver que tenía que decir porque cada vez que las reunía a todas algo importante pasaba, lo que hizo que todas se conozcan bien entre sí.

"Bien, ¿supongo que disfrutaron de este lugar?" Pregunté sonriendo

"Sí, es genial"

"Ahora vengo a estudiar aquí y es mucho más cómodo"

"Si tuviera habitaciones me mudaría aquí sin dudarlo"

"Tiene todo lo que necesito"

Respondieron todas y yo les asentí.

"Bien, me alegro de que mi esfuerzo no sea en vano, pero ha llegado el momento de pagar por todo esto"

"¿Qué? ¿No dijiste que no ibas a cobrar nada? A excepción de los trajes para las otras chicas" Dijo Tracey.

"Bueno, no les iba a cobrar dinero"

"No nos vamos a desvestir en frente tuyo" Declaró Hermione.

"Ni darte besos ni nada" Siguió Pansy.

"O usar esos trajes diminutos" Parvati.

Las chicas ya conocieron mi lado pervertido, pero sabían bien que a pesar de que era un degenerado tenía mis principios, por lo que aclararon rápidamente.

"No, aunque estaría bueno... de ahora en adelante tres veces por semanas tendrán que entrenar conmigo"

"¿Entrenar?" Dijeron varias a la vez.

"Si, me hubiera gustado hacerlo antes, pero no tenía tiempo... ya saben lo que le pasó al padre de mi amigo" Les dije y ellas sintieron un poco de lástima por lo que les conté "Fue asesinado por un grupo de magos oscuros. No quiero volver a ver eso, así que de ahora en adelante entrenaran conmigo"

"Pero..."

"Sin peros, ya probaron el paraíso y si quieren seguir haciéndolo tendrán que cumplir con los requisitos"

Empezó una especie de discusión pero que terminó con ellas aceptando, sabían muy bien que no podrían conseguir un lugar como este por ellas mismas y que la idea de poder defenderse por su cuenta en una situación así sería algo beneficioso para el futuro.

Con eso acordamos unos días para practicar o entrenar, además de que conseguí que se unieran a la práctica de baile que tenía con Penélope, ya que consideré un poco el enseñarles mi danza de combate... además de que será algo interesante hacerlas moverse un poco sexy.

Con el tiempo las chicas se dieron cuenta de algo, no solo con las clases prácticas que les daba, sino con cualquier otra cosa que les enseñaba o que las ayudaba a estudiar. Ellas aprendieron mucho más que sin mí, todo esto se debió a la habilidad[Enseñanza] que las hacía avanzar de 2 a 5 veces más rápido

...

Estuve estos días en la casa Tonks, cocinando y haciendo los deberes de hogar, mientras que ambas mujeres se recuperaban de su pérdida.

Amelia vino a visitarnos en estos días y trajo algunos regalos, a la vez que algo de papeleo que le pedí, ya que a pesar de que ya no trabajaba para el ministerio, no quería dejarla sola. Ella se opuso, pero pude convencerla y cada tanto me mandaba algo de trabajo que yo haría desde casa y que venía a recoger cada cierta cantidad de días. Amelia incluso tuvo la intención de pagarme algunos galones por esto y luego de que acordáramos un precio que no me pareció que le causaría problemas, acepté.

Tonks y Andrómeda se sorprendieron cuando lo descubrieron. Tonks se molestó al principio, pero luego de entender que era para ayudar a Amelia, ella también quiso colaborar con lo poco que podía. Ella respetaba a Amelia, ya que la consideraba una persona justa que nos ayudó bastante aun en contra del ministerio.

Andrómeda no se lo tomo tan bien, ella creyó que estaba haciendo eso para poder obtener algo de dinero y mantener las finanzas de la casa ahora que no estaba Edward y que rompieron mi varita, por lo que se deprimió en secreto.

Los tres pasamos buenos momentos juntos, los llevé de paseo cada tanto para que no estuvieran encerradas en casa. Andrómeda llegó a notar que Tonks y yo no teníamos mucha interacción entre nosotros como se esperaría y trató de echarnos de su casa para que podamos vivir nuestra vida amorosa tranquila sin que ella estorbe, pero no le hicimos caso y nos quedamos con ella.

Fue algo difícil al principio, pero ella aceptó, pensando que tal vez este momento de 'frialdad' entre nosotros era debido a los sucesos ocurridos, sin saber que en realidad es debido a que Tonks no tiene contacto amoroso con el clon, aunque no se niega que el sexo entre Tonks y Red se redujo este último tiempo.

...

En un momento me iba a ver a Lupin por primera vez luego del juicio y Tonks quiso acompañarme, cosa que a la que accedí y que Andrómeda apoyó porque creyó que queríamos pasar un momento íntimo entre nosotros.

Nos encontraríamos con Lupin en el lugar cercano al del comerciante luego de acordar de antemano. Una vez llegamos allí, él nos saludó, aunque se sorprendió un poco, ya que la rubia voluptuosa que me acompañaba ahora era una chica joven de cabello rosado, algo deprimida.

"Lupin ¿Cómo va todo?" Pregunté por cortesía como cada semana.

"Hola" Devolvió el saludo y luego se dirigió a Tonks "Mis condolencias" Él conocía nuestro caso y sabía sobre qué el padre de Tonks falleció.

Ella solo asintió, pero no dijo nada, solo siguió abrazada de mi brazo. Seguimos caminando hacia el comerciante mientras hablábamos, habíamos obtenido más de la confianza de Lupin con cada visita que hacía y con cada paga que le daba, más se notaba al ver que ya no toda su ropa era vieja y remendada.

"Pensé que no te volvería a ver luego de ese juicio" Dijo Lupin.

"Sí, supongo que tuve algo de suerte, pero espero poder seguir con nuestro acuerdo en el futuro"

"Yo no tengo problemas con eso por el momento" Respondió.

Este trabajo le convenía bastante porque podía actuar solo y no tenía que preocuparse de que nadie se entere por su condición. En el momento que supo que su jefe había asesinado a quienes mataron al padre de su colega y que fue a Azkaban supuso que su mala suerte seguía y que también perdió este trabajo, pero parece que no fue así.

Llegamos con el comerciante y realizamos el cambio habitual, Lupin se había acostumbrado al silencioso mercader a la vez que solía ver que cosas había para comprar porque en ocasiones solía haber precios más bajos aquí.

"Lupin" Le llamé la atención.

"Puedes llamarme Remus" Él se acercó a mí.

"Esta bien, veré si me acostumbro... debes saber un poco como terminaron las cosas para mí ¿Verdad?"

"Sí..."

"Bien, yo ya no trabajo para el ministerio y creo que va siendo momento de fundar la asociación que te mencione antes ¿Quieres unirte?"

"...hmm ¿Qué cambiaria?" Preguntó dudando, pues ya no parecía tan mala idea. Aunque mi reputación seguía siendo brutal a sus ojos debido a mi nueva racha de asesinatos, entendió que mi odio va dirigido a un grupo particular de personas.

"Harías el mismo trabajo que ahora o tendrás disponibles otros para elegir, tal vez puedes elegir trabajar con compañeros" Seguí mencionando cosas, pero en su mayoría es lo mismo para cualquier organización.

"Acepto" Luego de pensarlo un poco, Lupin decidió que podría funcionar.

Solo puse unas pocas condiciones sobre confidencialidad y no traicionar, que eran lo básico que pedía. Luego le solicité un acuerdo más formal que él entendió como otro juramento inquebrantable, al cual se iba a negar, pero le aclaré que era otro tipo de contrato mágico.

Una vez pautamos los requisitos anteriores, le expliqué un poco sobre [Pacto de sangre] y que si aceptaba, en vez de morir, simplemente no podría revelar intencionalmente información o traicionarnos sin que lo sepamos.

Luego de discutirlo aceptó y yo vacié por completo mis reservas para realizar un pacto lo suficientemente fuerte como para que no pudiera romperlo. Una vez acordado le recomendé una vez más que llamara a sus compañeros Lobunos para unírsenos, aunque estarían bajo el mismo pacto que él. También aclaré que estaría buscando un lugar para establecernos y que siguiera con su buen trabajo porque nos hará falta dinero para pagarlo.

Nos terminamos separando y fui a hacer lo que dije, buscar un lugar para establecerme y a mi nueva asociación. No tenía mucho dinero, pero era mejor empezar temprano en mi búsqueda.

Llegamos a casa por la noche y hubo una especie de problema, Tonks que estuvo callada la mayor parte del día, nos dijo algo que nos sorprendió un poco. Ella iba a dejar su estudio en Hogwarts, como ya no iba a ser una auror no pensó que sea necesario seguir intentando sacar buenas notas y demás.

Andrómeda no estuvo de acuerdo, pero Tonks insistió en que era lo mejor y que se quedaría aquí con ella este tiempo en vez de volver a la escuela, además de que empezaría a trabajar conmigo para mi compañía de mercenarios.

Su madre quedó muy sorprendida y quiso explicaciones que le terminamos dando. No estuvo para nada de acuerdo con eso y nos lo prohibió, pero terminé tratando de hacerle entender que era seguro y lo mejor. Se enojó y se terminó yendo a su cuarto sin que pudiéramos sacarla de allí.

Aunque Andrómeda estuvo en contra, Tonks fue a Hogwarts para decirle al director que ya no volvería, iba a hacerlo por carta, pero eso posiblemente lo traería aquí. Dumbledore no estuvo muy contento, ya que pensó que era mi mala influencia que Tonks ya no quisiera ser un auror, pero considerando lo que vivió este tiempo supo que lo mejor era que se quedara en casa cuidando a su madre.

...

En la guarida tuvimos nuestros momentos, como cuando los profesores vinieron a verlo debido a algunas quejas realizadas por estudiantes masculinos celosos. A casi todos les impresiono lo agradable que era el ambiente, me ayudaron en el pasado pero nunca vieron el resultado final o que esté lleno de personas.

Cuando les hice disfrutar de los lujos del lugar y detallándoles cada parte de esta, tuvieron diferentes opiniones. Flitwick se quedó encantado con el juego de Mario, diciendo que es de los mejores productos que ha visto y muy entretenido, a diferencia de Snape que se burló de que seguramente aprenderíamos a comer hongos desconocidos y que por eso éramos tan tontos o algo parecido.

Pomona se quedó interesada en como iba el invernadero, ya que ella donó algunas plantas, y se sorprendió al ver el resto de especies que conseguí por mi cuenta, dándonos algunos consejos a mí, a Hannah y a otras chicas que participaban en las actividades herbologicas del lugar. También le pedimos si podía participar en la preparación de Pasteles que estábamos haciendo con Susan e igualmente nos dio algunos consejos que anotamos en un libro que se queda en la cocina para quien lo necesite.

A McGonagall le interesaron varios lugares como nuestra mini aula de Transfiguración, donde encontró a uno de mis clones dando clases, así como el patio con la fuente, pero lo que más le intereso es el Nido. Ella disfrutó el ver como varias chicas de todas las casas y todos los años entrenaban y se divertían, creía que era algo muy bueno que todas las chicas, incluso si no entraron al equipo de quidditch, puedan disfrutarlo.

Snape solo cuestionó cada cosa que vio y quitó algunos puntos cuando pudo. 'La sala de pociones es tan deficiente que no me sorprendería que alguien muriera' o 'perdiendo el tiempo en juegos estúpidos, tiene sentido que sus notas sean tan bajas' fueron unas muy puntuales.

Lo principal que notaron todos es la cantidad de chicas con trajes diferentes, algunos no muy adecuados, a lo que tuve que contar algo de 'verdad' y aunque no les gusto del todo tal requisito, no lo cuestionaron más que una simple burla de Snape. No obstante, debo decir que algunas profesoras se interesaron en la ropa, principalmente la profesora de estudios muggles.

La persona menos satisfecha, además de Snape y quisas Dumbledore sería el profesor Kattleburn que no encontró una sala para el cuidado de criaturas mágicas. Tenía salas incluso para Runas y Adivinación, pero me era muy difícil conseguir algunas criaturas mágicas para enseñarle a los demás. Él estaba algo insatisfecho de ser la única materia que no tenía su lugar en esta sala, a lo que le expliqué el problema y le dije lo peligroso que serian algunas criaturas, pero que si él me conseguía algunos materiales y demás, podía construir una sala para el estudio teórico.

Al final de la visita de cada profesor siempre hubo el mismo dilema ¿Por qué no dejo entrar a los demás, este lugar es muy bueno para desperdiciarse? Y yo tuve que detallar que no importa que, este lugar es para mis allegados y quienes ellos inviten, trabaje muy duro en esto y a pesar de que podría ayudar a muchos, no les permitiré entrar.

Muchos me juzgaron y regañaron por ser algo egoísta, a la vez que cuestionaron que solo puedan entrar mujeres, pero les establecí mis puntos que a pesar de no ser todos nobles no eran malos. Tuvieron que desistir y únicamente ir a preguntarle al director si podía hacer algo, por lo que tuve a Gandalf visitando el lugar y apreciándolo.

No iba a decir que nos llevábamos del todo bien desde el juicio, pero como no volvió a ver a Tenebrius en otro sitio que no sea la casa Tonks, ni a Red haciendo algo estúpido y peligroso, nos quedamos en una lucha fría.

Tuvimos una discusión en el salón de Té que sorprendió a la mayoría de las chicas, teníamos un hechizo silenciador por lo que no sabían de qué discutíamos, pero se vio bastante acalorado. Tanto mis amigas como las demás chicas en el lugar trataron de adivinar y hubo muchas especulaciones divertidas.

"Tiene una enfermedad terminal y por eso es que pasa tanto tiempo en la enfermería"

"Si no deja entrar a los chicos será expulsado"

"Todo esto lo consiguió robando dinero de Gringotts"

Al final nuestra discusión terminó y Dumbledore se fue sin que concluyéramos nada, ya que mayormente nos atacábamos verbalmente más que tratar de llegar a un acuerdo. Acabé poniendo una cara abatida y me dirigí a las chicas para contarles porque las veía con ansiedad por saber.

"Chicas..."

"Si, ¿que dijo el director?" Preguntaron.

"Yo... ahora estoy obligado a seleccionar por lo menos a tres de ustedes para que sean mis esposas..." Medio sollocé intentando no reírme.

Hubo una expresión de total confusión en la cara de todas, pero antes de que alguien pudiera decir algo, tres niñas saltaron a 'ofrecerse' sorprendiendo a todas, que terminaron mirándolas y causando que dos de ellas se sonrojaran. Cuando le preguntaron por qué aceptaron, ya que claramente era una broma, respondieron.

"Yo lo dije porque lo hizo Tracey" Fue Millicent que estaba avergonzada y tartamudeo un poco.

"Ellas dos lo dijeron y yo no quería perder la oportunidad... aunque no entendí muy bien de que" Dijo Susan que ya era un tomate rubio.

"Pudo ser una broma, pero piénsenlo. Él hizo todo este lugar en su primer año de Hogwarts, imagínense lo que hará después, yo creo que vale la pena arriesgarse para vivir en el paraíso toda la vida" Tracey aclaró muy tranquilamente, ella había pensado en los beneficios más que nada, de hecho estaba comiendo un pastelillo que hice mientras lo contaba.

Con eso varias se pusieron a pensar y dudaron un poco, pero al final terminaron haciendo bromas de que tal vez no era mala idea. Aunque hubo algunas algo molestas, por ejemplo Lavander que se mordía la ropa con enojo por no poder haber dicho nada en su momento a pesar de que era una broma.

Hablando de Lavander, hubo un momento algo particular entre nosotros que fue algo gracioso. Luego de mi tercer desmayo ella se volvió más pegajosa y casi no me dejaba ir solo a ningún lado, incluso me siguió al baño una vez que quería escaparme de ella y sus cuidados porque se volvió demasiado intensa.

No tenía necesidades fisiológicas reales debido a mi habilidad, pero aún podía hacerlo y me sirvió como escusa. Mi sorpresa fue mucha al verla entrar conmigo y cuando le pregunte me dijo.

"Una verdadera mujer acompañará a quien debe proteger hasta el infierno mismo de ser necesario..." Dijo recitando algunas de las frases del Libro que le regalé.

Ella se fascinó con la protagonista y quería hacer algunas de las cosas que ella hacía, y hubo momentos donde tuvo que cuidar, de todas las formas posibles, a su amado que quedó en coma, así que ella no quería ser menos.

"Entonces ¿Qué harás? ¿Sostenérmela?" Le pregunté intrigado y en parte para que se avergonzara y que dejara de seguirme a todos lados.

Ella se avergonzó y quedo tan roja y temblorosa que hasta era divertido, pero para mi sorpresa ella asintió y se acercó a mí. No estaba tan mal como para que yo mismo no pudiera sostenérmela, pero parecía que Lavander no entendía eso, por lo que quería ver hasta donde iba a llegar.

Fui hacia el inodoro y me puse frente a él y Lavander me siguió completamente nerviosa, le pedí que empezara para ver que hacía y me terminó bajando los pantalones con muy poca técnica debido a su vergüenza. Ni siquiera miró nada, solo se quedó detrás de mí mirando a una pared con los ojos bien cerrados.

Ella acabó agarrando mi pene con mucha dificultad, ya que lanzó unos gritos cuando empezó a tocar algo caliente, pareciendo que estaba muy asustada por momentos. Lo sostuvo de una forma muy poco gentil y cuando lo sintió moverse y escuchar el ruido de agua cayendo prácticamente no dejo de retorcer su mano hasta que no lo pudo soportarlo más y se fue corriendo... sin lavarse las manos, solo para aclarar.

Debo decir que fue la peor ayuda de mi vida porque su mano temblorosa y la cantidad de veces que apretó de más de la cuenta causaron que tuviera peor puntería que un ciego con un misil. Por suerte esto hizo que Lavander se alejara un poco de mí, no mucho, pero si se quedaba mucho tiempo cerca mío se ponía roja y huía.