webnovel

Harry Potter: Red Weasley El Extraño Mago Rojo

Luego de morir y obtener la oportunidad reencarnar en el mundo de Harry Potter con algunas habilidades, nuestro protagonista renace como el hermano gemelo de Ron, siendo el Weasley más discordante dentro de toda su familia. Con su particular forma de ser vivirá en este extraño mundo Advertencia: Harem, incesto,+18 Solo soy dueño de los personajes que he creado, todos los demás pertenecen a sus respectivos dueños. Este es mi primer Fan-fic, lamento si no es una obra maestra y tenga varios errores. La personalidad del MC Cambio de un momento a otro debido al algunas razones, por lo que en un punto se va a ver que paso de un extremo a otro en personalidad. No tiene mucho sentido, pero al principio solamente hacia esto para probar cosas y solo luego de un tiempo tomo forma.

Emanuel_Alegre · Book&Literature
Not enough ratings
184 Chs

Capítulo 65: Navidad 5 (Susan)

Me acerque a la casa de Susan, pero debo decir que tiene más protecciones que algunas de las casas que visite antes, supongo que Amelia es muy protectora con su hogar y su sobrina.

Cuando llegue tuve que llamar desde lejos sin poder acercarme mucho, después de un tiempo, de la puerta salió Susan sorprendiéndose con mi llegada y apariencia. Ella se emocionó, pero tristemente me dijo que no podía deshabilitar las protecciones que puso su tía alrededor de su casa.

Tuve una idea que podría funcionar por lo que le pedí si pudiera esperarme un rato y ella asintió. Use mi mapa para buscar un lugar determinado y cuando llegue use una de mis habilidades, que luego de diez minutos me hizo aparecer en el patio delantero de la casa de Susan, más allá de las protecciones.

La habilidad era la de [Viaje] que teniendo en cuenta que Susan es considerado un aliado, su casa se trasformó en un punto de teletransporte. Una vez traspasadas las protecciones me acerque a la casa y llame a la puerta. Susan la abrió rápidamente, parecia que estuvo esperando tras ella.

"Red ¿Cómo estás? ¿Quieres pasar?" Me saludo emocionada dándome la bienvenida.

"Gracias" Entré a la casa

Todo adentro estaba limpio y ordenado, habia varias decoraciones, así como mobiliario, solo que además de Susan no habia nadie más. No iba a preguntar donde estaba Amelia, ya que sabía donde estaba, un Tenebrius no-mágico estaba trabajando junto con ella.

"¿Quieres algo de tomar? Creo que tenemos algo" Preguntó algo emocionada, creo que se ha sentido sola.

"Esta bien" Decidí pasar algo de tiempo con ella mientras que con Tenebrius hablaba con Amelia

...

"¿Amelia?" Traté de llamar su atención.

"¿Qué pasa?" Preguntó sin separar su mirada de su escrito y sin parar de escribir.

"Ya se hace tarde"

"Puedes irte si quieres, tu hora de trabajo ya terminó"

"No, no hablo por eso... ¿Tú no planeas irte a celebrar la navidad con tu familia?"

"No puedo irme, todavía queda mucho trabajo, Fudge me pido que lo terminara" dijo algo molesta.

"¿Por qué mejor no te vas a casa y me dejas el resto a mí? Ve a casa, ya has hecho demasiado"

"Solo seguiré un poco más, todavía hay tiempo"

"..." No parecía que podría convencerla.

...

De vuelta a la casa de Susan, ella me trajo un poco de jugo de la cocina.

"¿Así que estás yendo de casa en casa para entregar los regalos?" Preguntó entusiasmada.

"Si, incluso entre por una chimenea para darle más estilo... pero no lo recomiendo"

"Me encantaría poder ir contigo" dijo algo emocionada, pero luego se deprimió "pero no puedo salir de casa"

"Esta bien, no es tan emocionante... y tampoco quedan muchos lugares" dije mientras me levantaba.

"¡Espera!" Grito exaltada "... perdón, no quería gritar" se apenó un poco y hubo un momento de silencio"... solo... quería preguntarte si podías quedarte un rato más"

Me le quede viendo y me dio mucha lástima, por lo que parecía, Amelia iba a tardar bastante y pasar este momento sola no debe ser lindo para Susan. Lo pensé un poco y me di cuenta de que las personas más importantes a las que tenía que entregar regalos ya estaban, así que podría mandar el resto con mi habilidad.

"Esta bien, ¿Qué te parece si te acompaño hasta que llegue tu tía?"

"¡¿En serio?!" Se sobresaltó, muy feliz.

"Si, solo quedan unos pocos regalos y ya fue suficiente de esto de 'Red Claus'"

"Genial" ella saltó del sillón con mucha emoción, como niña pequeña.

"Bueno, supongo que ya es tarde, así que deberíamos preocuparnos por la cena" dije, ya que si era tarde y como Amelia no habia llegado, Susan no habia comido nada.

"Hay comida en la cocina"

Ambos fuimos a revisar, Susan aquí tenía un lugar lleno de comida preparada, creo que Amelia tiene la costumbre de no llegar a tiempo. Me di cuenta de que a pesar de ser adinerados no tienen un elfo doméstico como otras grandes familias, tal vez no tengan esa costumbre.

"¿Qué comemos?" Preguntó Susan.

"Hum... no sé si quiero comer esta comida"

"¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué tienen?" Preguntó consecutivamente, tenía miedo de ser una mala anfitriona.

"No es 'que tienen' sino 'que no tienen'"

"¿Qué es?"

"Alma"

"... ¿Alma?"

"Esta comida no es adecuada para estas fechas, necesitamos algo que no solo alimente el cuerpo, sino también el espiritu"

"Yo... no entiendo" Dijo algo apenada de estar confundida, aunque no era su culpa, yo era el que se puso poeta.

"¿Has cocinado alguna vez?"

"Bueno... no, solo cosas simples... como unas tostadas"

"Pues hoy aprenderás algo de cocina con el chef Red. Nosotros dos prepararemos la cena navideña en el tiempo que nos queda"

"¿Qué? ¡¿De Verdad?!" Dijo muy entusiasmada, nunca hacia cosas como esta, nunca tuvo la oportunidad.

"Si, yo te enseñaré, tomaremos algunos ingredientes y empezaremos, lávate las manos"

Con eso improvisé unos delantales para ambos, transfigurando nuestras ropas, que a Susan parecieron fascinarles. Sacamos muchos ingredientes que creí necesarios y los distribuimos por la cocina.

"Bien, lo normal sería hacer una suntuosa cena con un gran ave muerta asada, pero no estaba preparado para esto, así que haremos algunas cosas más rápidas y sencillas" Le explique "Para darle más emoción a esta comida lo haremos casi sin magia"

"¿Sin magia?" Pregunto sorprendida.

"Si, sin magia... ahora ve y lava bien estas verduras" Le señale el montón de verduras que prepare para cocinar.

"Ahí voy" ella rápidamente se las llevo.

Así empezamos a cocinar, mientras Susan lavo una por una cada verdura casi con precisión milimétrica, yo me encargué de tratar la carne y preparar los utensilios y ollas. En el camino también hablé con Susan.

"¿Hay algo que no te guste?" Le pregunté para saber si debía o no agregar algunas cosas.

"¿comida y esas cosas?"

"Si"

"El ajo"

"Ohh... debes odiar la clase de Quirrell"

"Mucho"

"¿Algo más?"

"... Hmm... el pepino también..."

"Uhh... que lastima que no te guste tragar pepino" dije bromeando, un poco de costumbre que tenía cuando yo cocinaba y Tonks se me quedaba hablando a un lado.

"¡¿Qué?! ¿Por qué? ¿Vas a cocinar pepino? Puedo comerlo si quieres, no tengo problemas si tú quieres que coma" Dijo algo sobresaltada y temerosa.

"Eh, no, esto no es por eso... solo era..."

"¿Qué? Yo no tengo problema, si tú quieres hacer algo con pepino, yo lo comeré"

"No, no lo malentiendas... era... un chiste sucio"

"¿Eh?¿Cómo? Ehm... perdón, no lo entendí, trataré de prestar más atención" dijo muy apenada, parecia que todo lo que hacía hoy podía ser una gran falla y estaba muy tensa.

"Susan, tranquilízate, no importa si cometes algún error, y esto claramente no lo fue. No me iré y te dejaré sola, no importa lo que pase" Trate de consolarla mientras la abrasaba sin tocarla con mis manos sucias, a la vez que elevaba mis auras de [tranquilidad] y [paternal].

Ella me abrazo fuertemente y pude sentir como lloraba levemente, la soledad de este tiempo la atormento durante tanto que en este punto no pudo contenerlo. Siguió así por unos pocos minutos y se recompuso rápidamente, pero aun así siguió abrazándome por unos segundos.

Luego de ella me soltó y rápidamente se dio vuelta para limpiar las lágrimas de su rostro, a pesar de que esconderlas ahora sería inútil.

"Perdón yo..." Trato de disculparse, su estado actual no era algo que quería mostrarle a nadie.

"Esta bien, no tienes que preocuparte por nada. ¿Qué te parece si seguimos?"

"Si"

"Bien, ralla esas zanahorias y esas calabazas. Ten cuidado de no lastimarte... sucede..."

Con eso seguimos, yo usé algo de magia para hervir las papas, enfriarlas y pelarlas rápidamente, ya que a pesar de que me gustaría hacer todo esto a mano no teníamos el tiempo suficiente y el hambre ya estaba presente.

Susan hizo lo que le dije, pero si se lastimó los dedos, los cuales tuve que curar y bromear de que comeríamos algo de Susan para la cena, refiriéndome a la sangre. Sucedió dos veces y le dije que solo usara magia para eso, ya que si terminaríamos ingiriendo una abundante cantidad de su sangre por como iban las cosas.

Luego de terminar con eso le pedí que hiciera la masa con las papas, que le agregara unos huevos y los condimentos.

"Bien, ponte harina en las manos y trata de hacer una masa homogénea, si esta muy pegajosa agrega harina, si esta muy seca agrega agua" Dije mientras seguía preparando la salsa.

"Ahí voy" dijo Susan, la cual pareció entusiasmarse un poco cuando comenzó a amasar y sus manos quedaron todas pegotedas. En un momento de silencio sin que ella se detuviera me preguntó "¿Red?"

"¿Si?"

"¿Puedes explicarme el chiste sucio que contaste?"

"He... lo siento, fue un error mío, no quería decirlo frente a ti... fue una mala costumbre" Me disculpé, me habia olvidado de eso y ahora que lo menciono me sentí algo avergonzado.

"No es eso... es que en realidad no lo entendí..." estaba sonrojada, pero como estábamos de espalda no pude verlo.

"No hace falta que lo entiendas... fue muy tonto"

"Pero... yo quiero entenderlo" dijo nerviosa y apenada.

"Yo... no creo que esté bien que te lo diga..."

"Por favor" suplico, no es que ella en realidad le importara, era más bien que el hecho de que su amigo se lo haya dicho y ella no haya podido entenderlo la molestaba un poco, como si estuviera fallando en la amistad.

"Bien... veamos, tú dijiste que no te gustaba el pepino"

"Si, no me gusta"

"¿y sabes que hay partes en el cuerpo que son diferentes entre hombre y mujeres?" Pregunté, aunque no sabía por qué, si ella no supiera eso... entonces no sabría como responder, me habría puesto en jaque.

"Sí..." dijo algo avergonzada, no por lo que esta implicado, sino por la sensación de que ese era un tema privado.

"Cuando te dije que es una lástima que no te guste tragar pepino me refería a que en el futuro cuando tengas novio, lo vas a entristecer al no querer tragar la parte del el que se parece a un pepino"

"¿Se parece a un pepino?" Preguntó confundida.

"Recuerda lo que hablamos de la diferencia de hombres y mujeres... si se estira y endurece se parece un poco a un pepino" hasta a mí me dio algo de vergüenza explicar mi chiste.

"..." Susan pareció procesarlo por un momento y cuando lo entendió se dio vuelta repentinamente para verme y preguntarme con completo shock "¿Eso se come?"

Cuando la mire tan sorprendida y un poco temerosa me dije a mi mismo 'mierda', pero ya me habia subido al bote, así que solo pude remar.

"No se come exactamente, es más... como una paleta de helado, chupas y lames... sin morder. Pero dejemos de hablar de esto, no es algo adecuado para que yo te enseñe, menos en navidad" Trate de terminar esta conversación, verdaderamente no era adecuado.

"Perdón no quería molestarte"

"No es eso... es solo que no soy el adecuado, es algo que deberíais preguntarle a tus padres" Aunque eso sigue siendo incómodo.

"Pero yo no tengo a quien preguntarle..." Agacho la cabeza deprimida.

"No es... lo siento, no quería decir eso... quería decirte que deberías preguntarle a tu tutor. Deberías preguntarle a Amelia"

"..." Ella asintió y se quedó en silencio un rato.

"Ahora debes de crear varias tiras y cortarlas en trocitos de igual medida... si tienes miedo de cortarte usa magia" le explique lo que tenía que hacer, haciéndolo una vez como ejemplo.

"No, esta bien yo puedo" Ella afirmó con confianza.

Con eso seguimos cocinando y charlando, realizando nuestras respectivas tareas, yendo todo bastante bien. Pero en un momento, mientras probaba la salsa, Susan hablo nuevamente sobre el tema anterior.

"Mi tía casi nunca esta... no sé si puedo preguntarle sobre eso"

"Yo creo que si se lo pides ella se tomara el tiempo de explicártelo, no creo que quiera que lo aprendas de un desconocido" Dije con mucha seguridad.

"¿No puedes enseñarme tú? Es que siento que contigo... puedo hablar más tranquilamente"

"No es que no quiera enseñarte, pero esos temas son..." maldita sea dios, recién estoy consiguiendo dejar de lado mis actos malévolos y me lanzas algo como esto, es como pedirle al gordo que cuide el pastel "... no sabría que enseñarte, no sé que quieres que te enseñe, no sé siquiera si debo mantenerme cerca de ti hablando de estos temas... podrías buscar en libros"

"¿Hay libros sobre eso?"

"Bueno, no sé si los magos lo tienen tan fácil y entendible, y los otros que conozco no son exactamente adecuados para... aprender en realidad" no quiero tener una segunda Myrtle.

"¿Es tan malo saber sobre eso?"

"No..." maldición, ¿por qué parece que no sabe nada? "Mira, tú le preguntas a Amelia, o a tus compañeras, o a tal vez incluso a tus mayores de Hufflepuff, o a tu jefa de casa, estoy seguro de que estarán dispuestas ayudarte a entender más del tema... si todo eso falla, que no creo posible, puedes venir a preguntarme todo lo que quieras ¿te parece bien?"

"Bien" asintió.

Esto fue raro, y posiblemente no sé si hubiera terminado con buenos resultados si yo era el que le explicaba sobre estas cosas.

Susan terminó su parte y luego de darle a las pequeñas bolas de masa unas pequeñas modificaciones estéticas con magia las pusimos a hervir y una vez flotaron, las sacamos y pusimos en una fuente. La salsa también estaba lista, así que pronto mezclamos todo y lo pusimos en la mesa.

Éramos solo nosotros dos en una gran mesa, pero solo usamos una extremo de ella para estar más cerca el uno del otro. Con todo servido empezamos a comer.

"¿Qué te parece la comida que cocinaste tu misma? Si esta feo que conste que es 50% tu culpa"

"Esta delicioso dijo sin dejar de comer" no era que en realidad sea un platillo impresionante, pero el hecho de hacerlo uno mismo daba un sabor especial "¿Cómo se llama?"

"Gnocchi o ñoquis... depende de donde estés"

Seguimos con nuestra charla durante la cena hasta terminarla, hablamos de todo un poco, hasta nos burlamos de unas pocas personas a sus espaldas, prometiendo que lo que dijimos aquí se quedaría entre nosotros.

Una vez terminamos, guardamos lo que quedo en una fuente para Amelia que aún no habia llegado.

...

"¡Amelia! Mira la hora que es, debes irte casa" Fue algo que dije repetidamente, pero esta vez puse más énfasis.

"Todavía tengo tiempo" dijo sin levantar la vista.

En ese momento ya estaba cansado de que no me escuche y me levanté de mi asiento, tome el reloj de su escritorio y lo puse frente a ella, lo cual la habría enojado bastante si no fuera porque vio que ya era 25 de diciembre.

"Maldición... todavía queda mucho por hacer" exclamo, se sentía muy culpable y arrepentida, no noto el paso del tiempo.

"Déjame esto a mí, tú ve con tu sobrina"

"No puedo dejarte esto"

"Mi familia esta muerta, tú ve a pasar este tiempo con la familia que te queda" fui directo con mis palabras "Luego me lo compensas regalándome algo lindo"

"Pero... "Ella dudó, pero una vez más vio la hora y pensó en que Susan estuvo todo este tiempo sola "Esta bien, te dejo a cargo de lo demás, confió en ti, llevaré estos documentos a donde deben y me iré... "Dijo tomando una gran pila de papeles de su escritorio y saliendo rápidamente por la puerta "¡Gracias!"

...

Estaba con Susan en la sala de estar sentado en un sillón y me di cuenta de la necesidad de un televisor, este es el momento perfecto para ver películas navideñas.

Hable un rato más con Susan y debido a la ausencia de películas navideñas solo pude matar el tiempo contándole cuentos navideños... de películas navideñas que habia visto...

Susan poco a poco se fue acercando a mí hasta que en un punto sin darnos cuenta estaba sentada en mi regazo escuchando mi historia, no voy a decir que este contento pero tampoco triste. Esta situación es rara y llegamos aquí de una forma de lo más inocente.

En este punto me detuve de contarle la "Pesadilla antes de navidad" para entregarle el regalo que me habia olvidado con todo esto de la cena navideña.

"Susan"

"Si, ¿Qué pasó con Jack?" Preguntó con emoción en sus ojos.

"No, no es eso, continuaré con la historia, solo quería darte algo" dije haciendo aparecer el saco de regalos y sacando una pequeña caja de el "Es tu regalo, ya es navidad, así que supongo que es el momento correcto, Feliz navidad"

Ella tomó la caja y la abrió, sintiéndose algo mal de no poder darme el mío en persona como yo lo hice, he incluso pensó en levantarse para tratar de buscar uno, pero no quería cambiar de posición, se sentía tan bien.

En la caja habia un relicario que cuando lo abrió vio una foto suya, pero luego rápidamente cambio a una de Amelia mirando la foto de su sobrina, la cual tome en secreto con Tenebrius. Luego paso a una de Hannah, a Pomona, a una mía, a una de ella misma con Hannah, Neville, Sprout, y yo en el invernadero...

"Tiene más fotos mías haciendo caras raras al final... era solo para agregar"

"Es...es hermoso..." Empezó a lagrimear.

"Sé que te sientes sola, pero nos tienes a todos, creí que sería un regalo adecuado. Sé que puede ser incorrecta la forma en que lo digo, pero... No te sientas mal por no tener a tus padres contigo, todos nosotros somos tu familia, yo seré tu familia siempre que así lo quieras, así que no te sientas sola" le aclaré, me sentí muy mal al ver su soledad a lo largo de esta noche.

"... Gracias..." dijo llorando abrazándome. Esta vez no se detuvo rápidamente como antes, no fui el único que noto su soledad, ella también se estaba conteniendo como hizo desde siempre y este regalo fue demasiado para ella.

La consolé un tiempo más y luego de un rato de su descargue utilice mi magia y mis auras para aliviarla y confortarla.

"¿Qué te parece si te sigo contando la historia del extraño mundo de jack?"

"... S-Sí... por favor" se limpió las lágrimas de sus ojos sonriendo.

...

A Amelia le había tomado más tiempo de lo que esperaba terminar con esos documentos, por lo que cuando llego a su casa ya era muy tarde. Se sentía muy mal por eso y solo esperaba que Susan haya comido bien y se hubiera ido a dormir en vez de esperarla hasta ahora, mañana buscaría una forma de compensarla.

Luego de traspasar la chimenea de la red Flú terminó en la sala de estar de su casa, pero cuando apareció allí se llevó una gran sorpresa. A pesar de que la mayor parte de la casa estaba a oscuras, aun habia algo de luz, lo que la hizo pensar que Susan podía estar despierta, pero no era así.

Amelia vio como su sobrina estaba dormida sobre el pecho de un niño desconocido, el cual sabía perfectamente que no tenía permiso para entrar a la casa.

"¡¿Quién eres?! Suéltala" dijo Amelia sacando su varita apuntándole.

"Soy inocente" levantó ambas manos "Susan, despierta, tu tía quiere matarme" el muchacho la movió levemente con una de sus manos.

"Un rato más Papá" dijo una Susan medio dormida.

Cuando ambas personas escucharon esto salir de la boca de la niña se tensaron un poco, aunque tal vez por motivos diferentes.

"¿Quién eres?" Volvió a exigir Amelia.

"Soy un compañero de Susan, de Hogwarts" aclaro rápidamente.

"¿Cómo entraste? ¿Cómo pasaste las protecciones? Susan no tiene la capacidad de deshabilitarlas"

"Use mis propios métodos al ver que estaba sola, las protecciones comienzan desde un punto del patio, si logras saltearte esa parte, una vez ya estas adentro no tienen el efecto esperado"

Amelia lo escucho y dudo, era sospechoso que un niño pudiera saltearse las protecciones, pero al explicar como, se dio cuenta de que tenía algo de sentido. Debería recordar poner nuevas protecciones que comiencen desde la puerta. Todo eso sin bajar su varita en ningún momento.

"Susan, sé que estás cansada, pero tu tía va a hacerme algo muy malo si no te levantas"

"hmm... ¿Qué...?" Susan se medió despertó.

"¡¿Susan?!" Llamó a su sobrina.

"... ¿Tía? ¿Volviste...?" Susan termino de despertarse un poco más y salto del regazo de su amigo para ir a saludarla con alegría, la habia estado esperando por mucho tiempo.

"¡Susan!" Amelia la abrazo "¿Conoces a este niño?"

"...¿quién? Ah si, él es Red Weasley, el chico del que te conté en mis cartas, vino a traerme un regalo y se quedó conmigo hasta que llegaras" Comento Susan bostezando, aún estaba muy cansada.

"Bueno" Amelia bajo su varita pero aún estaba vigilantes.

"Susan, ¿por qué no vas a tu cama a dormir? Nos vemos después, estás muy cansada. Te prometo ponerme en contacto contigo durante el día" Dijo el niño a lo que Susan asintió, en realidad estaba cansada por lo tarde que se quedaron despiertos.

Susan saludó a su tía y después fue a abrazar al niño pelirrojo, lo que trajo una gran sorpresa a Amelia. Luego de eso, la niña bostezando subió por las escaleras hacia su cuarto, dejando a las dos personas solas, en un silencio incómodo.

"..."

"..."

"Gracias por acompañar a Susan mientras no estaba" Agradeció Amelia sinceramente, todavía dudaba del niño, pero no le negaría que estuvo cuando ella no.

"No hay porque... en la cocina hay una fuente con comida, Susan cocinó gran parte, creo que estaría feliz que lo probaras... yo me tengo que ir"

"Bien, abriré las protecciones"

Amelia habilitó la salida del niño pelirrojo y este se fue, cuando volvió para la casa estaba tratando de comprender mejor la situación, no esperaba llegar tan tarde y menos encontrase con un invitado no invitado que pudo acercarse tanto a su sobrina.

Fue a la cocina y encontró la fuente, aunque sospecho por un momento, aun así la tomo junto a unos cubiertos y se sentó a probarlos en la mesa. Al comerlos se dio cuenta de que si era probable que lo haya cocinado Susan, ya que en partes podía encontrar errores.

En este punto, probando algo que no espero que su sobrina preparara, se puso a reflexionar si lo que esta haciendo esta bien... si no esta fallando horriblemente como tía... o más bien como madre.