Harry no sabía cómo había logrado llegar hasta allí, las pruebas en el camino, que se interponían entre él, sus amigos Ron y Hermione, y la piedra filosofal resulto demasiado sencillo, como si hubiera sido dispuesto que los tres juntos pudieran llegar hasta el final.
Pero ahora estaba solo, y frente al espejo de Erised no se encontraba Snape como habían pensado, sino Quirrel, el tartamudo y extremadamente nervioso profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
Pero aquello no tenía sentido, todo apuntaba a que Snape era quien quería la piedra.
Quirrel estaba de espaldas, mirando directamente al espejo de Erised y parecía perturbado.
Harry, sin comprender lo que el tartamudo profesor hacia allí, cuestionó en voz alta:
—¡¿Usted?!
Quirrel volteó lentamente hasta mirar directamente a la cara de Harry, en su rostro una sonrisa maliciosa fue creciendo.
—¿Yo? —pregunto con burla irónica— Si, todo el tiempo fui yo, Harry Potter.
—Pero… pero Snape —Harry seguía sin comprender, su mente trataba de encontrar sentido a la situación pero no podía.
—¿Snape? Oh, claro, él tiene ese aire, ¿no? —dijo Quirrel con saña— Pensar que con solo estar él allí, me serviría de cubierta, pero no, Potter, Severus ya no trabaja para mi maestro, hace tiempo que ese puente parece haber sido quemado.
—Pero… el Troll… la pierna de Snape… ¿Cómo?
—Oh, eso… aun no lo unes, Potter —su voz cargada de burla y desagrado— yo deje entrar al Troll esa noche de Halloween, pretendía venir aquí mientras todos los demás profesores lidiaban con esa bestia, pero no funciono, Snape siempre sospecho de mí, y me siguió. El perro lo mordió, en eso tienes razón, pero en nada más, Potter.
Quirrel volteo en dirección al espejo nuevamente, sin prestarle atención a Harry.
—Ahora, este espejo es bastante curioso. —dijo mirando su reflejo— Oh, allí estoy y tengo la piedra, ¿pero cómo diablos la obtuve?
—¡Usa al muchacho! —una voz escalofriante surgió de la nada.
—¡Potter, ven aquí! —grito Quirrel, Harry asustado e incapaz de escapar debido a la muralla de fuego que bloqueaba la entrada, se vio obligado a acercarse una vez junto a Quirrel, el profesor de Defensa le ordeno— Mírate en el espejo y dime que ves.
Harry miro, y su reflejo le sonrió, allí su reflejo metió la mano en su bolsillo y saco una piedra de color rojo sangre, similar a un granate de gran tamaño y luego la volvió a poner en el bolsillo.
Harry reparo que en aquel instante un pequeño bulto había aparecido en el bolsillo de su pantalón, al palpar de que se trataba se dio cuenta de que tenía la piedra filosofal, algo que debía ocultar a Quirrel de cualquier forma posible.
—¡Habla! ¿¡Que viste!? —exigió Quirrel.
Harry sabía que debía mentir, pero en su nerviosismo no supo que decir, hasta que recordó lo que Ron había visto.
—Yo… he ganado la copa de Quidditch, también soy el Premio Anual y tenemos la Copa de la Casa…
—¡Inútil! ¡Apártate! —grito Quirrel furioso.
Harry retrocedió rápidamente, pero su intento de alejarse se vio interrumpido por aquella voz de ultra tumba similar a un susurro.
—¡El miente!
Quirrel reacciono ante esto y voltea a mirar a Harry.
—¡Dime ahora lo que viste en realidad, Potter!
—Yo… ya se lo dije…
—Déjame hablar con el —exigió aquella extraña voz.
Quirrel mostro nerviosismo por primera vez en aquel encuentro.
—Ma… maestro… es… ¿está seguro? No está lo suficientemente fuerte —comenzó a decir aterrado.
—¡Estoy lo bastante fuerte para esto! —respondió la voz.
Quirrel le dio la espalda a Harry, mientras se quitaba el turbante.
Una vez que el turbante fue removido, una espantosa visión apareció ente Harry.
Allí en la nuca de Quirrel, había un segundo rostro, un rostro con ojos rojos y fosas nasales similares a un par de hendiduras.
—Harry Potter —dijo aquel rostro— Mira a lo que me he reducido, yo, el Mago más Poderoso de todos, obligado a compartir el cuerpo de un mago mediocre, como un vil parasito.
Harry estaba aterrado, no sabía que decir, pero sabía que debía hacerlo.
—¿Qui… quién eres? —pregunto asustado.
—Yo soy Lord Voldemort —respondió aquel rostro.
—¡No! Eso es imposible, moriste —grito aterrado Harry ante las implicaciones.
—Oh, Harry Potter. Aquella noche de Halloween cuando te ataque, no morí, pero si perdí casi todo mi poder, y quede limitado a vivir como una sombra, un espectro, y a sobrevivir compartiendo el cuerpo de otros seres.
Harry no respondió, pero recordó las palabras de Hagrid, y como quisiera que se hubiera equivocado, realmente parecía que Voldemort no era lo suficientemente humano para morir.
—Me oculte en un bosque, y habite los cuerpos de animales para mantenerme. Mis favoritos eran las serpientes, pero sus cuerpos eran demasiado débiles para sostenerme mucho tiempo, hasta que un mago se tropezó con mi guarida. Y llegamos a un acuerdo. Pero cuando me fallo el Halloween pasado, decidí que debía supervisarlo de una forma más cercana.
—¡Eras tú! ¡Tú eres quien estaba bebiendo la sangre de los unicornios! —grito Harry al unir los puntos.
—Si, era yo mismo. La sangre de unicornio me mantiene vivo, pero no es suficiente, ahora quiero recuperar mi cuerpo, y para eso necesito la piedra filosofal, una piedra que curiosamente está en tu bolsillo.
Harry supo que tenía que correr, y así lo hizo.
—¡No tenemos tiempo para esto! —proclamo Voldemort —¡Mátalo!
Quirrel trato de moverse hacia Harry, pero fue detenido por la voz de Voldemort.
—¡Eres un mago, imbécil! ¡Usa la maldición asesina!
—¡A. Ava… Avada Kedabra! —dijo Quirrel tartamudeando.
Lo último que Harry vio fue una segadora y espectral luz verde. Y no sintió nada más.
...
...
Harry abrió los ojos y se encontraba en un lugar completamente blanco, no había rastro de Quirrel ni del castillo.
¿Estaba muerto? Y si es así, ¿Voldemort logro regresar?
Harry miro su entorno y noto que se asemejaba a la plataforma nueve y tres cuartos, solo que todo era completamente blanco.
Comenzó a caminar lentamente tratando de encontrar como salir de allí.
Una fuerte luz lo cegó por un instante y ante el aparecieron las mismas personas que una vez hacía tiempo había visto reflejadas junto a él en el espejo de Erised.
Su familia.
Una mujer pelirroja con los mismos ojos verdes que él se acercó acompañada de lo que parecía una versión mayor del propio Harry pero con ojos marrón.
Harry se quedó sin palabras al ver a su familia en ese extraño lugar, pero la realidad de la situación se hizo clara para él. La mujer pelirroja lo miró con ternura y el hombre a su lado sonrió con orgullo.
—Harry, querido, has llegado a un lugar especial —dijo la mujer con una suave voz—. Somos tus padres, Lily y James Potter.
Harry sintió una mezcla de alegría y confusión. No podía creer que finalmente estuviera cara a cara con sus padres, aunque fuera en un lugar desconocido.
—Pero... ¿dónde estamos? ¿Estoy muerto? —preguntó Harry con voz temblorosa.
La versión mayor de sí mismo se adelantó y colocó una mano reconfortante en su hombro.
—No, Harry, no estás muerto, bueno, no exactamente —respondió el Harry mayor, su padre James supuso el niño—. Este lugar es una especie de intersección entre el mundo de los vivos y el más allá. Estás en un estado entre la vida y la muerte, donde puedes tener encuentros significativos.
Lily asintió y continuó hablando.
—Hemos estado observándote, Harry. Hemos visto el valor y la valentía que has demostrado enfrentándote a Voldemort. Estamos orgullosos de ti, mi querido niño.
Harry se sintió abrumado por la emoción. Había anhelado conocer a sus padres durante toda su vida, y ahora, aunque fuera en circunstancias extrañas, tenía la oportunidad de estar con ellos.
—Pero... ¿qué pasa con Voldemort? ¿Logró regresar? —preguntó Harry, preocupado.
James suspiró y miró a su esposa antes de responder.
—Lo siento Harry. Pero si, Voldemort logro regresar. Y me temo que no podrás hacer nada para ayudar a ese mundo… Pero… bueno… podría decirse que los Potter somos un tanto especiales… veras —James pareció dudar por un momento —Bueno, tiene que ver con el origen de la Capa de Invisibilidad.
Harry estaba confundido, ¿Qué tendría que ver una capa invisible con esto?
Al parecer James noto la duda en su rostro porque sonrió y le explico.
—Harry, los Potter somos una Casa antigua y poderosa, pero no hemos existido más que unos siete siglos, mucho menos que la mayoría de las Familias más importantes, pero nuestro estatus sigue siendo igual que el de ellos.
—¿Pero por qué? —pregunto Harry, no solo confundido por lo que James le dijo, sino porque no tenía conocimiento alguno sobre las Casas de la Britania Mágica.
James tomó un momento para pensar en cómo explicarle a Harry la importancia de su linaje y las Casas mágicas. Luego, continuó con paciencia.
—Harry, en la Britania Mágica, las Casas son una parte integral de nuestra sociedad. Cada Casa tiene una historia y una reputación que se ha transmitido a lo largo de los siglos. Los Potter, a pesar de ser una Casa más joven, nuestro estatus más allá de nuestros propios logros, nuestra herencia, bueno lo que nos hace iguales a las familias mas viejas lo heredamos de la familia con la que se casó nuestro fundador.
—Nuestra Casa se ha destacado por su valentía, lealtad y habilidades excepcionales en diversos campos. Uno de los legados más importantes que los Potter han mantenido es la Capa de Invisibilidad. Es una reliquia ancestral que se ha transmitido de generación en generación desde antes de que los Potter existieran y ha sido de gran valor para nuestra familia.
—La Capa de Invisibilidad, como su nombre indica, puede hacer que quien la posea sea completamente invisible. Pero su poder no se limita a eso. Hay leyendas y antiguas historias que sugieren que la capa posee propiedades únicas y ocultas que aún no han sido completamente desveladas.
—Harry, nuestro linaje está muy relacionado con la muerte misma. Tanto porque descendemos de los creadores de los artefactos mágicos más poderosos jamás creados del campo de la necromagia, como por nuestros hechizos y maldiciones destinados al exterminio de ejércitos.
—Nuestros hechizos más antiguos se remontan a cuando nuestros ancestros eran hechiceros druídicos. Y combatieron con los Romanos cuando invadieron las islas británicas. Ahora, si bien no se te permitirá volver a tu mundo, nuestro mundo, pues allí ya has muerto. La muerte es una vieja amiga de la familia, y está dispuesta a… hacer ciertos arreglos para tu "próxima gran aventura".
—¿Próxima… gran aventura? —repitio Harry confundido.
—Si Harry, la muerte te está ofreciendo una opción, y nos pidió que te preguntáramos cuál es tu elección. —respondió Lily con una sonrisa.
—¿Y… que opciones son esas? —pregunto Harry con interés.
—Puedes aceptar la muerte y quedarte con nosotros y el resto de la familia… —comenzó James.
—O, puedes escoger ir a un mundo diferente al nuestro, pero que está en riesgo de sufrir el mismo destino que el nuestro, allí Voldemort aún no ha surgido, pero al ritmo al que van las cosas, se repetirá la misma historia tal como ocurrió en nuestro propio mundo. Solo que, tú podrías cambiar las cosas allí. —termino Lily.
Harry quedó en silencio, reflexionando sobre las dos opciones presentadas. Por un lado, estar con sus padres y su familia en ese lugar especial, donde estaría a salvo y rodeado de amor. Por otro lado, la posibilidad de ir a un mundo diferente y tener la oportunidad de prevenir la ascensión de Voldemort y el sufrimiento que ello conllevaba.
Después de un momento, Harry miró a sus padres y les dijo con determinación en su voz.
—Yo... realmente estoy feliz de conocerlos al fin... y... quisiera... quisiera poder quedarme... pero, si puedo ayudar..yo. Quiero ir a ese otro mundo y luchar contra Voldemort. Quiero intentar evitar que todas las cosas malas que hizo, quiero que nada de eso pase... incluso... incluso si no es el mismo lugar donde... donde yo... —Harry estaba confundido, a penas entendia lo que la oferta implicaba, y le era dificil explicarse en su confusion, pero parecia determinado y serio.
Lily y James intercambiaron una mirada orgullosa y, finalmente, asintieron en acuerdo.
—Entendemos tu decisión, Harry. Estamos orgullosos de ti y de la valentía que has mostrado una vez más. Sabemos qué harás todo lo posible para proteger a aquellos que lo necesiten y que daras todo de ti hasta el final —dijo James con voz firme.
Lily se acercó a Harry y lo abrazó con ternura.
—Cuídate, querido. No quiero tener que verte demasiado pronto. Se feliz. No busques problemas. Tomate los estudios en serio. Y, hagas lo que hagas, no regreses hasta que estes viejo y arrugado.
Harry se despidio de sus padres, con un sentimiento de perdida, tristeza y felicidad. Era raro. Queria llorar, pero creia firmemente en que su eleccion era la correcta.
El niño camino hasta que el entorno se difumino, y todo se torno en un vacio blanco, donde una solitaria silueta esperaba a la distancia junto a una luz que parecia iluminar el mundo con el tono mas blanco y puro imaginable.
Habiendose acercado lo suficiente, pudo distinguir la figura, allí, junto a la luz un anciano vestido con una capa plateada que le recordó a Harry su propia capa de la invisibilidad le esperaba.
—Me alegro de que hayas tomado esta decisión, pequeño nieto —dijo con una voz antigua y rasposa.
—¿Nieto? —pregunto Harry sorprendido.
—Jajaja —rio el anciano —soy tu innumerables veces tatarabuelo, querido niño, mi nombre es Grim Peverell, y tú eres el ultimo del linaje de mi bisnieto menor, Ignotus.
—¿Grim Peverell? —pregunto Harry.
—Ese es mi nombre. —respondió el anciano— y tras pasar por este portal, tú serás Hadrian Iaconus Peverell. El último de la Línea de Antioch Peverell el mayor de mis bisnietos. Y el único que lleva el apellido de la familia. —el anciano suspiro— se suponía que la muerte seria quien se despidiera de ti antes de que te vayas, pero esa irresponsable me paso el trabajo a mí, no me quejo, ver a uno de mis descendientes siempre es una alegría.
—Es un gusto conocerlo, señor —respondió Harry.
—¿Señor? Niño, puedes llamarme abuelo, pero da igual —respondió Grimm Peverell— tienes que saber un par de cosas antes de irte, el mundo al que iras está en medio de una guerra, y un Señor Oscuro mucho más poderoso que Voldemort campa a sus anchas, usando y ensuciando el legado de nuestra familia. Harry, tienes que detenerlo, y también tienes que evitar que Voldemort llegue a pasar. Para saber quién será Voldemort solo recuerda, su apellido es Riddle e irán juntos a Hogwarts.
Harry abrió los ojos sorprendido y asustado, no solo un Señor Oscuro, sino dos, ¿podría ser más complicada su nueva vida que la anterior?
—Ahora ve, muchacho. Y vive una larga y fructífera vida —el anciano Grimm Peverell empujo la espalda de Harry haciéndole pasar a través de la luz.
El mundo se difumino, y al instante, Harry se encontraba acostado en una gran cama con dosel, en lo que parecía la habitación de un antiguo castillo con murallas de piedra desnuda.
He realizado algunas modificaciones menores, y reescribi un par de parrafos.
Nada demasiado importante, pero trate de darle mayor naturalidad a ciertos dialogos que me parecian forzados en extremo.
Espero que los ajustes sean de su agrado. Estoy retomando la escritura ahora 4 de Septiembre de 2024.
Mis actualizaciones, como siempre seran irregulares, pero al menos sera una por mes. Me comprometo a ello.