el tiempo paso de manera relativa, Asis paso el ultimo tiempo en sus clases, algunas veces en biblioteca acompañado o por Hermione o el grupo de Ravenclaw, el cual ligeramente consistía en Luna Lovegood y Cristel Makri.
en las mañanas ayudaba levemente en los invernaderos y en las noches, se la pasaba riendo con Hagrid o cuidando criaturas.
James el basilisco de Asis comenzó a mostrar un ligero cambio de tamaño, aunque resulto ser una criatura muy amigable y temerosa, su tamaño comenzó a ser un problema, ya que Hagrid lo podría encontrar y eso significaba dar explicaciones a Dumbledore, en la decisión Asis pensó en crear una bolsa dimensional que llevara con el siempre, en ese lugar descansara James.
las cosas seguían marchando de manera normal hasta la mañana de un lunes.
el gran comedor Asis se mantenía examinando un libros sobre pociones, necesita todo el conocimiento que pueda obtener si quiere desarrollar la cura para la licantropía.
pero desde un lugar el sonido de el aleteo y el ruido de un búho, solo en ese momento los diferentes estudiantes observaron la lechuza que sea dentro en el gran salón.
Draco con orgullo la miro y espero por ella, pero sus ojos se volvieron de sorpresa cuando vio a la lechuza aterrizar frente a un estudiante de Gryffindor, para ser exactos frente de Asis.
solo entonces su temor realmente se cumplió, el miedo mas grande que había temido desde que escucho que Asis pertenecía a la familia Black, su miedo solamente era porque el no quería que eso fuera real.
mientras tanto Asis examinaba a la lechuza frente a el, realmente esta es su primera vez recibiendo correo, asique le acerco un poco de comida y la lechuza comenzó a comer de su mano, soltando la carta entre sus garras.
"jaja si eres tan tierna, ¿Quién es una monada?"
con su mano libre Asis comenzó a acariciarla, sin dejar de alimentarla, la lechuza poco a poco se dejo caer sobre la mesa, una ves acabada la comida se levanto estirando sus alas y alzo su viaje lejos del lugar.
"veamos ¿Qué trajiste pequeña amiga?"
pero en el momento que tomo la carta, su cara se desfiguro, era el sello de la familia Malfoy, con sorpresa y miedo en su rostro alzo su cabeza para mirar a Draco quien también estaba tan confundido como Asis.
los susurros comenzaron a llenar el lugar, Hermione le dirigía miradas con preocupación, pero tanto Ron como Harry solo le dirigían miradas de enojo.
claramente para ellos cada vez cuadraba mas que el era su enemigo, si incluso ahora el Buho real de los Malfoy le trajo el correo.
con miedo Asis abrió la carta, pero resulto ser solo una carta de papel escrita por una letra fina y delgada, muy elegante y simple.
sorprendido, pudo suspirar al entender que la carta no venia en dirección de Lucius si no de Narcisa Malfoy.
el miedo recorrió completamente su cuerpo, incluso podía sentir como las miradas se clavaban sobre el, cuando se dispuso a leer la carta un segundo graznido de lechuza le atrajo.
esta ves no era un ave muy elegante, pero si tenia el plumaje entre gris y negro, con leves difuminaciones en las plumas.
la confusión fue mas grande cuando apenas esta ave toco la mesa, se acerco a el joven para recibir un poco de cariño.
Asis no dudo en dejar caer la carta y hacerle cariño al ave majestuoso que le acababa de animar un poco.
aun así este también traía una carta al verla, Asis noto ligeramente que el sello en ella no la conocía, asique la dejo aun lado para leerla después de la primera, para su sorpresa la lechuza dispuesta a quedarse hasta que Asis lea su carta, se acomodo en su regazo y se quedo.
"¿estas cómoda?"
preguntándole levemente, la observo acomodarse y Asis volvió a su lectura.
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Querido Primo
hemos recibido amargas noticias de que en este momento no te encuentras con ningún tutor a tu cargo y que estas considerando pedir ayuda con un trabajo para financiar tus estudios.
ante estos acontecimientos, es imposible abandonar a mi Primo segundo y mucho menos dejar en estas circunstancias al ultimo heredero de la familia Black.
esperamos una carta con tu respuesta.
con sincero saludo tu prima segunda Narcisa Malfoy.
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una carta concisa y directa al grano, pero aun así solo significaban problemas para Asis, esa familia le haría la vida imposible y lo harían el protector de Draco a la fuerza.
"letra de Narcisa, intensiones de Lucius, lo siento querida prima, prefiero pasar mis días en Azkaban con mi hermano que en tu guarida oscura"
algo enojado Asis suspiro, aunque sus palabras eran ciertas y sinceras, lamentablemente no podía hacer nada, si no aparecía alguien mas que quiera ayudarle, solo debía marchar en silencio a la casa de los Malfoy.
acaricio levemente a el ave en su regazo.
"espero tu no me traigas malas noticias tampoco"
abrió la segunda carta, se podía ver una letra limpia y elegante, pero aun así algo tímida.
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Asis Black
Dumbledore me a contactado y con un poco de insistencia el hablo bien de ti, sinceramente tus situaciones no son las mejores, aunque no quiero nada con esa familia, sigues siendo alguien inocente por sus crímenes y atrocidades.
en vista de tus problemas, quiero ofrecerte una solución, ser tu tutor para que tengas algo en que apoyarte que no sea uno de esos fanáticos de la sangre pura.
espero una carta con tu respuesta
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confundido y sorprendido Asis miro una ves mas la carta en sus manos, realmente era una ayuda y lo mas importante era de alguien que no pertenecía al grupo de mortifagos.
"maldito Dumbledore realmente le debo una"
Asis se apresuro en guardar ambas cartas en sus bolsillos, el ave satisfecha voló fuera del lugar con elegancia y majestuosidad.
pero Asis tampoco se quedo quieto, se coloco de pie y corrió en dirección de su habitación con velocidad.
"-hey calma niño, parece que tienes una elección ya ¿no?-"
"-si Oliva me iré con la segunda carta, aunque se lee algo molesta y agria, es la única opción que Dumbledore recomendó-"
"-bueno niño es tu decisión-"
esa noche Asis se la paso escribiendo una carta, aunque no sabia bien que escribir en ella, quería hacerlo explicando su agradecimiento, emoción y seguridad, además de que prometía no darle ningún problema.
esa noche Flo voló en plena oscuridad, sus colores rosados la iluminaban en la oscuridad como un punto de esperanza entre las estrellas que yacían agonizantes en el cielo.