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Deseo y Habitación del Tiempo

"En efecto, ese collar que usa ese viejo terrícola", señalé a la pantalla. La cámara de mi nave mostraba al maestro Roshi, quien estaba tomando sol afuera y veía su porno mientras se reía como todo pervertido que se respeta. Rápidamente tomaron un fotograma de la esfera y comenzaron la búsqueda. Mientras tanto, yo decidí hacerle una visita.

El viejo maestro Roshi observó al ser que bajaba flotando con los brazos cruzados y una sonrisa algo despiadada. Al sentir el poder de su enemigo, supo de inmediato que, sea quien sea, solo la técnica Mafuba podría derrotarlo, porque no había manera física de que alguien pudiera ganarle.

"Es un placer conocerlo, maestro Roshi. Debo decir que eres exactamente como esperaba", saludé, y el anciano se paró de su silla y me observó.

"Tu conoces mi nombre, pero no sé el tuyo, aunque puedo saber con facilidad que no eres una buena persona", dijo Roshi.

"En efecto, pero tienes suerte de que me guste tu planeta y haré que nadie del exterior se acerque a él para hacerle daño. Digamos que… le tengo algo de nostalgia", dije con una pequeña risa. Sabía que el maestro Roshi no me creería mucho, pero no es que pudiera hacer algo en realidad.

"¿Y qué haces en este planeta entonces?"

"Simple, he venido para pedirle un deseo a las esferas del Dragón y luego me iré. Posiblemente no me verás en un largo tiempo, de eso estoy seguro".

El maestro Roshi no confiaba en mí, pero suspiró resignado. "Aunque me opusiera, dudo que pudiera resistirme. No confío en usted, pero espero que su palabra de no dañar a la Tierra sea cierta". Él se quitó la esfera del Dragón y me la entregó lanzándomela.

"Tenlo por seguro, anciano. Hasta en otro momento", rápidamente me fui y regresé a mi nave. Les di la esfera y comenzaron a analizar su energía, algo que pudieron hacer con un poco de facilidad y rápidamente escanearon las demás.

"Ya tenemos la ubicación de todas las esferas, Lord Freezer", informó mi subordinado.

"Perfecto, manden a que busquen todas, que sea rápido y limpio, no maten a nadie o los mataré yo mismo", ordené. "Beriblu, ven conmigo a la Tierra, pediremos el deseo y luego terminaré con mi último pendiente. Estar tanto tiempo aquí me hace recordar que cada vez hay más y más cosas que debo hacer y prefiero terminarlo todo de inmediato e irme. Oh, y también llama a las niñas, mientras más poder tengan, será mejor para mi proyecto".

"Entendido, Lord Freezer", mi asistente asintió y cumplió mis palabras rápidamente.

Cuando llegamos a la Tierra y las esferas estaban en mi poder, llamé al Dragón con las palabras correctas y la función comenzó. El cielo se oscureció, los rayos resonaron en todo el mundo y de las esferas, el gran Dragón dorado salió de ellas.

"Pide un deseo, puede ser cualquier deseo", mencionó el Dragón mirándome fijamente.

Yo tenía en mente una cantidad casi infinita de cosas que quería pedir, pero ciertamente tenía una en específico que estaba en primer lugar. "Deseo tener… no, deseo que mi estimada asistente Beriblu y yo tengamos la misma capacidad de regeneración del monstruo conocido como Majin Buu".

"… Su deseo es muy complicado de cumplir. El ser conocido como Majin Buu es una fuerza de la naturaleza del Caos, muy poderosa e inestable, repleta de magia".

"¿Podrás cumplirlo entonces?"

"Puedo, pero me tomará un momento", respondió el Dragón y sus ojos brillaron intensamente.

Yo esperé y comencé a sentir cómo mi fisiología parecía cambiar poco a poco. Podía sentir mi cuerpo completo y el hecho de que algo cambiaba y sentía una extraña energía comenzar a fluir en mí. Entendí que la regeneración de Majin Buu no era solo regeneración, sino que había una energía de por medio que actuaba como catalizador y causaba que siempre pudiera regenerarse siempre que hubiera una materia viva para poder restaurarse nuevamente.

Miré mis manos y noté cómo me volvía rosa completamente para luego comenzar a volver a la normalidad. Apreté mis manos y me sentí muy diferente, pero todo seguía igual, solo necesitaba acostumbrarme.

"Tu deseo ha sido cumplido", el Dragón dijo y luego desapareció para convertirse nuevamente en esferas, ahora de piedra. Antes de separarse, las sostuve con mi telequinesis y las traje a mí.

"Supongo que todo fue bien, ¿qué te pareció, Beriblu?"

"Un deseo inteligente y sabio, Lord Freezer. Ahora se asegura de que ni con la explosión de un planeta pueda ser herido de gravedad. Verdaderamente magnífico de usted", ella me alabó y yo asentí muy seguro de mí mismo. Tener su opinión siempre estuvo bien cuando podría llegar a tener una mínima duda y siempre estaba ahí para sacarlas todas completamente. "Aunque no creo que merezca tal regalo de usted, Lord Freezer".

"Por supuesto que sí, Beriblu. Tú, a diferencia de muchos otros en mi ejército, eres la única a la que podría entregar mi vida y sabría que harías todo para cuidarla. Incluso Kikono, quien me es leal, podría llegar a dejarme por mi padre, pero tú no. Y es por eso que he decidido compartir este regalo contigo. Bueno, puedes volver a la nave, iré a devolverle estas esferas al Dios de la Tierra", le dije y rápidamente partí hacia el templo de Kami-Sama junto a las niñas Saiyajin.

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"Veo que no has terminado con todos tus asuntos aquí en la Tierra", mencionó Kami-Sama, quien no había dejado de observarme desde que llegué.

"En efecto, y ahora he venido aquí para usar la habitación del tiempo por 3 años. Necesito controlar mis nuevos poderes y acostumbrarme a mi última transformación. También mis queridas súbditas necesitan entrenar duramente para su propósito final", expliqué y Kami-Sama solo me observó. "Estoy seguro de que no destruirás la entrada mientras estoy dentro. Eso puede ser muy malo ya que soy capaz de abrir un portal del otro lado con mi propio poder y entonces tendré que hacer algo que no quiero".

"Puedes entrar. No preguntaré cómo es que de pronto sabes todo esto, pero mientras no dañes a la Tierra, puedes hacer lo que quieras", dijo Kami-Sama ya resignado. "La habitación del tiempo tiene todo lo necesario para sobrevivir siempre: agua, comida y las habitaciones. No vayas más allá o nunca encontrarás la entrada. Si sobrepasas el límite de 3 años, la puerta desaparecerá y nunca más podrás salir… a menos claro que crees tu propia puerta", explicó y luego agregó lo último recordando que dije que puedo abrir otra puerta con mi poder.

"Es agradable saber esos detalles".

"Mister Popo, llévalos a la habitación del tiempo".

"Enseguida, señor Kami-Sama", asintió el sirviente. "Síganme, por favor".

"Vamos, niñas".

"Sí, Lord Freezer".

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Ya dentro de la habitación, observé cómo el mundo cambió cuando la puerta se cerró. El lugar era aterrador psicológicamente, pero era lo mismo que el espacio al fin de cuentas. "Quítense esas armaduras, no las necesitarán. También transfórmense en Super Saiyajin y no se destransformen hasta que salgamos de este lugar. Ahora mismo comenzaremos a entrenar".

Las niñas asintieron y quedaron en las mallas de licra para entrenar. Las niñas en su estado base actualmente tenían un total de 40 mil de poder. Cuando se transformaban en Super Saiyajin, alcanzaban el total de 2 millones. En tres años se harían mucho más fuertes, y si bien sabía que su poder no haría gran cambio cuando fueran sacrificadas para el propósito que les di, no era lo que me importaba realmente, sino su obediencia absoluta, algo que comencé a ganar desde que las tomé del planeta Vegeta. Todas niñas inferiores de clase baja que hubiesen muerto antes de que llegaran a su pubertad, así que no había pérdida alguna, pero servirían a mi gran propósito, el cual todas aceptaron sin dudarlo.

"Bueno, es hora de que comience a entrenar mis nuevos poderes y también a acostumbrarme a usar completamente mi transformación divina". Tomé aire y, luego de un suspiro, comencé a transformarme, iluminando todo el lugar en un gran brillo dorado.

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2 años y 363 días después

Ya faltaba un día para salir de la habitación del tiempo, y si bien podríamos estar un día más, no estaba seguro si la puerta desaparecía a los 3 años justo o a los 3 años y un día, así que simplemente decidí salir uno antes. Las niñas estaban comiendo un gran banquete para reponer todas sus energías luego de unos largos días de batallas intensas contra mí sin descanso.

Las niñas habían superado muchos límites. Luchar contra mí y entrenar enseñándoles muchas cosas que sabía y las técnicas que recordaba fue muy beneficioso para que ellas pudieran aumentar y superar sus límites. El poder de las niñas superaba en forma base los 5.6 millones. En Super Saiyajin, superaban ligeramente a Número 18 con 282 mil millones, pero eran ligeramente inferior a Cell en su segunda forma, con 565 mil millones, transformadas en Super Saiyajin 2.

Definitivamente eran muy fuertes, pero el futuro precisaba mucho más, más poder ilimitado, y sabía que estas niñas no llegarían más lejos. Incluso si llegaban al Super Saiyajin 3, no serían capaces de llegar al estado divino. Se necesitaban años, experiencia y voluntad. Podrían tener años y ganar experiencia, pero no tenían voluntad. Ellas ya sabían y habían aceptado su destino de nunca llegar lejos, y abrazaron con fuerza el propósito que les di. Por esa misma razón, ellas nunca se harían tan fuertes como Goku o Vegeta.

Suspiré y convertí el rastreador en una barra de chocolate. Curiosamente, adquirí una extraña glotonería hacia los dulces. No sabía por qué razón había ganado este extraño hábito hacia los dulces. Sabía que Majin Buu amaba los dulces, pero no sabía por qué. Incluso Androide 21 ganaba esta adicción hacia los dulces cuando se transformaba en Majin 21, pero nuevamente, no sabía por qué. Tal vez esta fuerza de la naturaleza del caos amaba los dulces, pero eso sonaba muy estúpido. No encontraba otra razón lógica. Fuera de eso, comencé a tomar un extraño y delicioso gusto por los dulces.

Cuando descansamos, al siguiente día ya mis niñas estaban completamente limpias y usando los trajes Saiyajin, al menos solo la armadura del pecho sin hombreras.

Yo, por otra parte, estaba desnudo. No es que necesitara ropa ya que mi cuerpo ocultaba lo justo y necesario para mantener mis modestias ocultas dentro de mi piel externa. Aunque nunca los he usado en realidad, sigo siendo virgen. No es que haya una demonio del frío que llamara mi atención. Todas eran patéticas, débiles y muy feas. Bueno, eso mayormente era la combinación de mi mentalidad hacia las demonios del frío que las consideraba feas y también el desprecio de Freezer original hacia las hembras de mi especie, que no consideraba dignas en absoluto para estar con el grandioso emperador del mal. Y era por esa razón que nunca tuve necesidad de aparearme con hembras de mi propia especie y también del porqué aún era virgen. Aunque no era una necesidad tan grande para empezar, había cosas más importantes que eso, como prepararme a mí y a mi ejército para mi gran conquista.

Yo era el emperador Freezer. Los únicos seres que actualmente podían destruirme en mi universo eran Wiss, Bills y ese ángel raro que no recuerdo su nombre que está en la patrulla galáctica. Aunque no por mucho, aún esperaba que Goku naciera y luego de un año de su nacimiento, llamaría a Wiss para que me entrenara y así me convirtiera en el Dios de la destrucción. Tendría 40 años para entrenar con Wiss, si es que aceptaba, y poder enfrentarme a Bills en una batalla a muerte para tomar su lugar.

Yo salí de la habitación y fui a mi nave. Aún quedaba mucho por hacer.

Y sin saberlo, el mundo era un poco diferente del que conocía. Aquí no había 12 universos ni el futuro que recordaba de Dragon Ball Z. No, el mundo era más grande y extenso de lo que imaginaba, pero también era una bendición, porque cuando yo supiera de esto, sabría que habría mucho más para conquistar y tomar, y nada me podría parar.