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Capítulo 18: Dong Ting

Dong Ting estaba lleno de ruido y gente. En sólo una noche, ya se habían reunido figuras de todos los oficios del jianghu; y después de haber proclamado sus títulos entre ellos, cada uno comenzó a perseguir sus propios motivos ocultos.

El grupo de Zhou Zishu, durante su comida en dos tabernas distintas, ya había presenciado al menos tres peleas antes de que el día pudiera terminar.

Zhou Zishu sintió que este lugar no era mejor que un mercado de perros, con personas que se ladraban sin cesar y competían por algunos de los asuntos más triviales de la historia. Se preguntó cómo resultaría esta supuesta reunión de héroes.

Deng Kuan y Gao Xiaolian los llevaron a ver a Gao Chong antes que nada. Sólo había tres partes que poseían el Comando del Reino: Shaolin era muy respetado en la escena pugilista y su poder era la fuerza bruta; y el Monje Gu de la Montaña Changming era evasivo pero muy admirado¹, conocido por sus grandes habilidades en las artes marciales.

El más socializado de todos ellos era el Héroe Gao, ya que tenía un amplio círculo de conocidos que se extendían por muchas sectas grandes y, por lo tanto, era el que tenía la mayor influencia entre los tres.

En realidad no era para nada el tipo de héroe con una apariencia agradable y modales elegantes; a primera vista no parecía guapo ni malvado, sino un hombre venerable, bajo y corpulento, con el pelo de la sien gris.

Cuando hablaba, había un evidente espíritu saludable en él y su risa era especialmente fuerte y cordial.

Una mirada hacia él y Zhou Zishu entendió cómo obtuvo su estatus actual.

Cada persona tenía su propia aura única y las personas se reunían en grupos, separándose basados en este elemento invisible.

Un ejemplo sería el tipo de personas como Wen Kexing y Zhou Zishu: uno parecía un asombroso mendigo enfermo, y el otro un alborotador de lengua plateada y amante de la belleza masculina.

No eran tan especiales a primera vista, pero alguien con una mente aguda podía sentir fácilmente las sutiles distinciones.

Era posible que tanto Zhou Zishu como Wen Kexing pudieran mezclarse en una multitud sin que nadie lo notara, pero después de todo no eran ese tipo de persona, por lo que naturalmente, no había razón para que hicieran tal cosa.

Además, mezclarse sólo los convertiría en accesorios poco notables.

Pero Zhou Zishu levantaba su guardia cada vez que Wen Kexing se acercaba; incluso durante su primer encuentro, Wen Kexing le había advertido a Gu Xiang que no provocara al otro hombre.

Era una especie de instinto que le ayudaba a identificar a sus compañeros.

Sin embargo, éste no era el caso de Gao Chong.

Podía tener relaciones amistosas con cualquiera y la gente pasaba por alto todo, desde su edad hasta su estatus, en el momento en que se encontraban con él.

Si se trataba de una persona joven o vieja, si era alguien proveniente de una secta justa o simplemente era un caballero errante, siempre podía evocar un sentimiento de familiaridad en ellos, uno que los hacía sentir que eran de la misma edad y que realmente habían experimentado una parte de su vida juntos.

Zhou Zishu y Wen Kexing detuvieron involuntariamente su parloteo absurdo para observar en silencio a este infame Héroe Gao, que simplemente intercambiaba al azar pequeñas charlas necesarias y con cortesía.

Zhou Zishu no pudo evitar pensar, si tan solo Tian Chuang tuviera tanto talento...

Pero sólo había un Gao Chong en este mundo.

Llegaron relativamente antes de tiempo. Unos días más tarde, llegaron uno por uno los representantes de las grandes sectas, y el lago Dong Ting probablemente se había convertido en un lugar de reunión familiar.

Todos los días se escuchaba algo como: —Ah, debes ser tal persona, he oído mucho sobre ti... por favor, no me halagues. Por supuesto, el Valle Fantasma ha estado haciendo su malvado alboroto por demasiado tiempo, no nos detendremos hasta que sean erradicados. Es natural que preste mi fuerza, para que finalmente podamos hacer un movimiento en nombre de la justicia y la rectitud...

Durante los últimos días, Zhou Zishu tuvo que escucharlos hasta que sus oídos no pudieron soportarlo más. Para cuando se aburrió de sus propios pensamientos, no vio a Wen Kexing por ninguna parte. Estaba un poco tranquilo sin la agitación del otro hombre.

Paseaba por la calle, vistiendo nuevas túnicas proporcionadas por la familia Gao.

Era obvio que esto era un beneficio de haberse mezclado con la multitud de Cao Weining, ya que pudo disfrutar de una estadía placentera en la residencia Gao, con comida deliciosa y ropa agradable para reemplazar su conjunto irregular.

En realidad le tomó un tiempo acostumbrarse a la ropa nueva. Había usado materiales ásperos durante tanto tiempo que la tela lisa se sentía resbaladiza y fría al tacto, como una capa de moco.

Sacudió la cabeza burlándose de sí mismo al ver su cara y sus manos descoloridas y flacas. Este cuerpo devastado por los clavos parecía incapaz de portar la ropa que actualmente colgaba de su anatomía, no diferente a un esqueleto tembloroso que lucha por sostener las telas.

Él mismo podía ver la miseria en su apariencia y una mirada al azar al espejo fue suficiente para no continuar con su inspección.

Estaba claro que incluso una túnica de dragón no haría de cualquiera un Príncipe Heredero.

Internamente, pensó que Wen Kexing sólo lo perseguía sin pensar. A falta de esos cortesanos con sus bonitos pañuelos, los mendigos no podían ser los elegidos; obviamente era por eso que el hombre se pegó a él sin justificación.

¿No había un dicho que decía "Después de tres años en el ejército, incluso una cerda se verá como una diosa"? Zhou Zishu sintió que la situación de Wen Kexing no era diferente, sólo que en este caso, estaba interesado en los jabalíes en lugar de las cerdas.

Se fue a visitar una taberna solo. Escogió un asiento junto a la ventana y pidió algunas guarniciones y una olla de vino amarillo², que bebió tranquilamente mientras tomaba el sol.

Wen Kexing vio la espalda del otro hombre en el momento en que entró. No estaba claro por qué siempre tenía un sentimiento muy distintivo al mirar la espalda de Zhou Zishu, hasta el punto en que podía reconocerlo inmediatamente en una multitud.

Su espalda no siempre estaba derecha; a menudo se curvaba perezosamente de una manera que no afectaba en absoluto su elegancia y daba la impresión de ser una persona increíblemente relajada.

Wen Kexing descubrió que no parecía haber un solo asunto que pudiera atormentar la mente de Zhou Zishu, y uno se sentiría inusualmente pacífico y consolado en el momento en que aterrizara sus ojos sobre él.

No pudo evitar dejar de caminar para mirar inexpresivamente la figura relajada de Zhou Zishu, quien emanaba una emoción peculiar; la emoción de la indiferencia.

Era como si la actitud del hombre pretendiera mofarse de todos los que estaban allí con fuertes preocupaciones en su mente, pero teniendo que fingir que era lo contrario.

Zhou Xu, alma como lenteja de agua, cuerpo como sauce³. Pensó Wen Kexing.

El mundo era ilimitado con tantos caminos y paisajes para contemplar y experimentar. Entonces, ¿Cómo podría uno ignorarlos por completo y mantenerse en completa desolación, sin preocupaciones en su mente?

Definitivamente Zhou Zishu no era indiferente, tenía una gran variedad de emociones, pero iban y venían en un abrir y cerrar de ojos, aparentemente nunca existiendo en primer lugar.

Wen Kexing inhaló profundamente y miró hacia abajo. Muy pronto, en su rostro se formó una expresión irritantemente alegre cuando se acercó y se sentó frente a Zhou Zishu.

Tomó una copa sin preguntar y arrebató la olla de vino de la mano del otro. Se sirvió y comentó después de un pequeño sorbo: —No está mal, este vino.

Zhou Zishu lo miró lánguidamente y luego le dijo al camarero: —Disculpe, ¿Puede traer otra olla? Póngalo en su cuenta.

Wen Kexing le devolvió la mirada en silencio. Zhou Zishu le dedicó una sonrisa suave y para demostrar que no era una persona tacaña, explicó: —Todavía me debes tres liangs de plata, sólo te estoy dando la oportunidad de que me pagues pronto y sin intereses adicionales. Eso funciona totalmente a tu favor, ¿Cierto?

Después de mucho tiempo, Wen Kexing sólo pudo soltar un "...Gracias".

—De nada, Wen-xiong —Zhou Zishu le sonrió en respuesta.

Wen Kexing tuvo un impulso inusualmente fuerte de provocarlo, pero en ese momento, la puerta de la taberna detrás de Zhou Zishu se abrió y se escucharon voces: —Por el momento nos quedaremos aquí para comer. Así que podemos ir a ver al Héroe Gao por la noche.

Una voz algo familiar respondió: —Por supuesto. Lo que tú digas, tío⁴.

Tan pronto como eso sucedió, Wen Kexing fue testigo de una escena muy entretenida. Su antiguo acreedor, que hace unos minutos estaba completamente sobrio mientras ayudaba con su deuda, de repente se balanceó de lado a lado y cayó con un ruido estrepitoso.

Sus dedos aún agarraban la copa de vino y su rostro estaba pegado a la mesa; parecía como si quisiera ponerse de pie pero no supiera cómo hacerlo, todo el tiempo refunfuñando: —No estoy borracho... puedo beber más...

Wen Kexing y Gu Xiang habían seguido a Zhou Zishu y Zhang Chengling cuando viajaban juntos, pero sólo Zhou Zishu lo había notado.

Zhang Chengling en ese momento no estaba en un buen estado mental, por lo tanto, nunca no se dio cuenta de que los seguían. Se encontró con Wen Kexing una vez en el santuario, pero el hombre no le había dejado ninguna impresión al más joven.

Zhou Zishu se estrelló en la mesa justo cuando Zhang Chengling y Zhao Jing pasaron por un lado en su camino al piso superior.

Después de que los otros dos desaparecieron arriba, el camarero les trajo comida y más vino.

Tras una mirada, éste preguntó con preocupación: —¿No estaba él completamente sobrio hace un momento? ¿Cómo se emborrachó tan rápido...?

Zhou Zishu se sentó sin ningún problema de nuevo, antes de que el camarero alcanzara a decir más. Luego tomó la olla de vino sin siquiera mirar la comida.

El camarero quedó estupefacto cuando Zhou Zishu agitó su brazo: —¿No dije que no estaba borracho y que podía beber más? No soy del tipo que bromea sobre eso, ¿Sabes?

El camarero tenía la experiencia suficiente para darse la vuelta y alejarse, aunque rígidamente.

Wen Kexing se echó a reír y preguntó en voz baja: —¿Le tienes miedo a ese niño?

Zhou Zishu no le dedicó una mirada: —¿Por qué le tendría miedo?

—Entonces, ¿Por qué te escondiste?

Zhou Zishu jugó con los cacahuetes y bebió su vino sin prisas, luego respondió vagamente: —Problemas. En el momento en que me vea, será "shifu esto y shifu aquello"; es pegajoso como una niña pequeña.

Las cejas de Wen Kexing se alzaron: —¿Por qué lo salvaste en ese entonces? Incluso te vendiste por dos qians⁵.

Zhou Zishu masticó los cacahuetes, luego habló después de un buen rato:

—Parecía lamentable.

Wen Kexing se calló después de eso. De repente, sacó una bolsa de dinero de su pecho y contó las platas cuidadosamente antes de empujarlas hacia adelante.

—Aquí hay tres liangs y dos qians. Los tres liangs son por mi deuda, y quiero comprarte con dos qian. Te prometo que me preocuparé por ti y no dejaré que nadie vaya detrás de ti.

Zhou Zishu miró la reluciente plata y tomó un sorbo de vino, aparentemente divirtiéndose.

Empujó los tres liangs hacia atrás: —Ya has pagado tu deuda con el vino de hoy —Después de reflexionar sobre ello, también empujó los dos qians de regreso a su dueño— Y no me venderé a ti.

Wen Kexing tenía una sonrisa misteriosa en su rostro: —¿Eso por qué?

—Tu aspecto es irritante —respondió Zhou Zishu sin rodeos.

Wen Kexing se echó a reír como si fuera un incentivo.

Todos llegaron a Dong Ting medio mes después. Gao Chong solicitó que se usara el gran patio de un templo cercano como lugar de reunión.

Después de otro medio día, el reverendo Ci Mu del Templo Shaolin vino con algunos de sus discípulos para presentar la segunda pieza del Comando del Reino.

Como se esperaba, El Monje Gu no apareció en persona. Ordenó que un discípulo de unos veinte años, de aspecto respetable, viniera en su lugar para presentar la última pieza del Comando.

La misma noche que se reunieron las tres piezas del Comando, se incendió la mansión Gao.

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[1] En el idioma original se traduce literalmente como "Dragón divino, cuya cabeza se podía ver pero la cola nunca".

[2] Un tipo de vino de arroz.

[3] Las lentejas de agua (o lenteja de agua) es una planta acuática que flota, a menudo utilizada en poesía y literatura como metáfora de una persona comprarte con dos qian. Te prometo que me preocuparé por ti y no dejaré que nadie vaya detrás de ti despreocupada. El sauce tiene hojas delgadas, alargadas y flexibles; a menudo se utiliza como una metáfora de la resistencia y la adaptabilidad.

[4] El pronombre 伯父 se usa específicamente para el hermano mayor del padre (叔父 es para el hermano menor).

[5] Un liang equivale a diez qians.