El clon de Origami llegó rápidamente al lado de Hathaway.
Hathaway frunció el ceño. Cuando Búho se fue, había seis clones, pero ahora sólo quedaban dos.
Los otros cuatro habían dado sus vidas por Marvin. No le quedaba mucho tiempo.
Un clon vio a Hathaway y sonrió amargamente antes de desaparecer.
Y Marvin vio a Hathaway con un aire atontado. Abrió su boca para decir: —Tú…
—¡Cállate! —lo interrumpió Hathaway.
Marvin se quedó en silencio.
Actualmente, ella tenía su forma de dieciséis años, y aun si su expresión era grave, seguía teniendo algo de encanto femenino.
Un "cállate" era mejor que innumerables palabras.
—Confiaré en Señor Búho para llevarte de inmediato a la Madre de la Creación. Aún necesitas su ayuda para salvarte. Si no tienes cuidado la próxima vez, nadie podrá salvarte —agregó Hathaway en voz baja.
¡Hathaway se inclinó al costado y vio hacia el cielo cuando una luz blanca cruzaba desde la distancia!
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