Nota: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
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Rei no sabía a ciencia cierta que es lo que estaba pasando. Ella escuchó la explosión y pudo sentir como la tierra se movía bajo sus pies producto de esta. Debería estar muerta, pero se encontraba con vida, entonces: ¿Qué fue lo que paso?
La chica abrió lentamente sus ojos y observó el campo de batalla. Lo que vio la dejó con más preguntas que respuestas. El Ángel estaba inmóvil en su posición, mientras que el EVA-01 estaba casi en medio de ambos, pero lo más extraño era como se encontraba.
Estaba con una rodilla puesta en tierra mientras su otra pierna estaba flexionada y su pie estaba plantado en el piso dándole estabilidad. Su brazo izquierdo caía muerto a su costado, mientras formaba un charco de sangre producto de las numerosas heridas que sangraban profusamente y en su mano derecha cargaba el Fusil de Positrones, que ella había perdido con el primer impacto del Ángel. Aún se podía ver salir humo del cañón del arma, mientras que el EVA-01 estaba ligeramente girado a la derecha, como prueba de que había disparado, pero el Ángel no tenía ningún daño. Si no le había disparado al Ángel, entonces, ¿a qué le disparó?
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En el Centro de Mando de NERV, todos estaban con la boca abierta, nadie daba crédito a lo que acababan de ver. Shinji se había recuperado milagrosamente justo antes de que el Ángel acabara con Rei y se las había arreglado para tomar el Fusil de Positrones, que había caído cerca de donde estaba y disparar justo a tiempo para interceptar el mortal rayo del Ángel, antes de que llegara al EVA-00.
— ¡¡Vieron eso!! Detuvo el rayo del Ángel con un disparo — comentó Makoto, aún sin poder creer lo que acababa de ver.
— ¿Dónde aprendió a disparar así? — comento Ritsuko, tan sorprendida como el resto.
Justo en ese momento y ante la sorpresa e impotencia de todos, el arma se soltó de la mano del EVA-01, luego de lo cual este cayó pesadamente a un costado en donde ya no dio señales de vida.
— Maya. ¿Cómo se encuentra Shinji? — preguntó una preocupadísima Misato.
— Perdimos contacto con la cabina del piloto y el EVA-01 acaba de agotar sus baterías internas. No tenemos ninguna lectura — respondió Maya.
La situación no podía ser peor. El Ángel aún no había sido derrotado, el EVA-00 estaba completamente inoperante y el EVA-01 había dejado de funcionar y lo que era peor, con la posibilidad de que Shinji estuviera muerto. Solo quedaba una persona en quién poner todas las esperanzas.
— Asuka… — Misato no pudo terminar de hablar, cuando se dio cuenta de lo estaba pasando en los monitores.
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Asuka había recuperado la conciencia hacía un par de minutos, y se acercó al lugar de la batalla con la firme intención de reventar a ese maldito Ángel. En el camino encontró la pistola que hasta hace poco había usado el EVA-01. No era su querida Ametralladora de Partículas, pero era mejor que nada. Cuando llegó al lugar donde estaban los demás, pudo ver como Shinji evitaba que el EVA-00 fuera convertido en chatarra, con un certero disparo del Fusil de Positrones, luego de lo cual, lo vio caer como peso muerto a un costado. Ese fue el momento en que la pelirroja se dispuso a tomar venganza.
El Ángel había quedado bastante sorprendido por lo que acaba de ocurrir. Habían detenido su ataque de una forma que nunca se habría esperado, pero eso no se volvería a repetir. Era hora de acabar con la pelea. Fue en ese momento, cuando vio una mancha roja pasar frente a su campo de visión.
Para cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, ya era demasiado tarde. El EVA-02 estaba tirado en el suelo frente a él, apuntándole con un arma directo al núcleo, completamente visible desde esa posición.
— ¡¡Vete al infierno maldito bastardo!! — dijo Asuka con desprecio en la voz y jaló el gatillo.
La explosión fue tremenda. El Ángel voló en mil pedazos y el EVA-02 salió volando producto de la onda de choque, pero resistió sin mayores problemas. Por su parte, Asuka estaba mareada y adolorida, pero con una gran sonrisa en el rostro.
— Eso te enseñará a no meterte con la gran Asuka Langley — dijo la pelirroja feliz de haber cobrado su venganza.
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En el Centro de Mando, todos saltaban de alegría al ver como Asuka había salvado el día, derrotando al Ángel de forma magistral, aún así, este había vendido cara su derrota.
— ¡Bien hecho Asuka! Así se hace — dijo una sonriente Misato, mirándola por los monitores.
— No se podía esperar menos de mí, después de todo, soy la mejor — respondió con orgullo la pelirroja.
Luego de ese pequeño momento de vanagloriarse a sí misma, Asuka paseó su vista por el campo de batalla y vio a un maltratado e inmóvil EVA-00 y no muy lejos de él, al EVA-01 tirado en el suelo sobre un charco de sangre. En ese momento Asuka se bajó de la nube en la estaba y recordó por todo lo que Shinji había pasado durante el combate.
— Misato. ¿Cómo está Shinji? — pregunto la pelirroja con algo de preocupación en su voz.
— No lo sabemos. Perdimos contacto con la cabina. Un equipo de rescate va para allá en este momento — respondió Misato, con voz sombría.
— ¿Acaso él...? — preguntó la pelirroja, sin atreverse a terminar lo que decía.
— No pienses eso Asuka. Shinji ha pasado por peores cosas que esta y siempre ha salido adelante. Estará bien, te lo aseguro — respondió la mujer, tratando de creerse ella misma esas palabras, ya que después de todo el daño que recibió el EVA-01, las posibilidades de Shinji eran muy escasas.
Luego de un momento la comunicación con el EVA-00 fue restablecida y Misato pudo finalmente hablar con una maltratada, pero viva Primera Elegida.
— Rei. ¿Te encuentras bien? — preguntó la morena.
— Si Mayor. ¿Qué paso? ¿Por qué sigo viva? — preguntó la chica peliazul, sin dejar de ver lo que quedó del EVA-01.
— ¿No lo sabes? — preguntó una sorprendida Misato.
Rei no le respondió a la pregunta de la mujer, sus ojos seguían fijos en el maltratado EVA-01. Misato, contemplo a la chica por el monitor frente a ella y supuso que debió perder el conocimiento por un momento. Eso explicaría por qué no sabía lo había ocurrido.
— Shinji te salvo la vida — dijo finalmente Misato.
— ¿Qué? — pregunto Rei, apartando la vista del EVA-01, para mirar a la mujer en la pantalla desplegada frente a ella.
— Lo que oíste, Rei. Shinji te salvó la vida. Detuvo el rayo del Ángel con un disparo del Fusil de Positrones. Cielos, lo vi con mis propios ojos, pero aún no puedo creerlo — comentó Misato.
— Así que eso fue lo que pasó — dijo Rei en voz baja, más para si que para Misato y devolvió su vista al EVA-01 — ¿Cómo está Shinji? — preguntó finalmente.
— Perdimos contacto con la cabina, pero descuida, él estará bien, te lo aseguro — respondió Misato.
Rei no contestó a las palabras de Misato, todos sus sentidos estaban concentrados en el EVA-01 y su ocupante, el chico que le había salvado la vida y que ahora podía estar muerto o en el mejor de los casos, gravemente herido.
Misato miró el monitor, contemplando a Rei con curiosidad. Su rostro era el mismo de siempre, frío y sin ninguna emoción, pero por un segundo creyó ver algo de preocupación en el, pero decidió dejar eso para después, ahora debía preocuparse por Shinji.
Mientras, desde lo alto del Centro de Mando, un muy disgustado Comandante Ikari, observaba los monitores delante de él, analizando lo sucedido.
Primero, el Ángel fue mucho más duro de lo que imaginaba y por otro lado, estaban las nuevas agallas que estaba demostrando el cobarde de su hijo, o ex-cobarde a estas alturas, pero lo que más lo disgustaba era que Rei había desobedecido una orden directa de él, eso nunca antes había pasado y lo tenía algo intrigado. En eso, la voz de Fuyutsuki lo hizo dejar sus meditaciones.
— Contamos con mucha suerte en esta ocasión, Comandante. Por poco y no lo logramos, pero lo que hizo su hijo fue verdaderamente sorprendente. Su forma de combatir fue estupenda y ese disparo con el Fusil de Positrones fue increíble — comentó Fuyutsuki.
— Fue un irresponsable — lo cortó bruscamente Gendo — Ese disparo fue solo suerte. Debió acabar con el Ángel cuando tuvo la oportunidad.
Fuyutsuki miró a su superior y no dejaba de sentir algo de pena por Shinji. Con un padre así, era apenas lógico que el chico fuera tan tímido e introvertido, aunque de un tiempo a esta parte había cambiado mucho su forma de ser.
"Debe ser porque vive con la Mayor Katsuragi. Tal vez el que ella se haya ofrecido para ser su tutora, es lo mejor que le pudo pasar a Shinji" reflexionó Fuyutsuki, mientras veía como Misato salía rumbo al hospital para ver el estado de los pilotos, en especial el del Tercer Elegido. "Si, sin duda fue lo mejor que le pudo pasar a ese muchacho"
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Shinji comenzó a abrir lentamente los ojos, luego de un momento ya se habían acostumbrado a la luz y comenzaban a enfocar su entorno. En un comienzo todo lo que veía era una gran mancha frente a sus ojos, pero con el correr de los segundos esta mancha fue tomando forma hasta que se convirtió en un techo. Un techo desconocido.
Shinji estaba bastante confundido, no sabía dónde estaba o qué es lo que había pasado. El hecho es que se encontraba recostado en una cama, que a todas luces no era la suya y en un cuarto que no conocía. Entonces los recuerdos vinieron a su mente. Recordó la pelea con el Ángel y lo que había ocurrido en el transcurso de ella. Sin siquiera pensarlo intentó sentarse en la cama.
Al intentar incorporarse todo su cuerpo protestó por este repentino y brusco esfuerzo. Un fuerte dolor lo recorrió desde la punta de los pies hasta la cabeza, la cual había empezado a dolerle fuertemente, mientras sentía que todo a su alrededor comenzaba a darle vueltas como en un carrusel. No pudo evitar dar un gemido de dolor mientras cerraba fuertemente los ojos.
Repentinamente sintió como una mano lo sujetaba suavemente por un hombro y lo invitaba gentilmente a recostarse otra vez.
— No te esfuerces, aún estas muy débil para levantarte.
Shinji no tuvo más opción que recostarse y esperar que el dolor de su maltratado cuerpo disminuyera de intensidad, pero esa voz, esa suave voz la había escuchado antes y estaba seguro a quien pertenecía, no podía equivocarse.
Al abrir los ojos, pudo ver a Rei Ayanami al lado de su cama, mirándolo con su habitual rostro serio y carente de toda emoción. Shinji no pudo dejar de alegrarse al verla.
— ¿Estás bien Rei, no te pasó nada? — peguntó, preocupado.
Aunque no lo demostró, Rei fue tomada por sorpresa. No esperaba que Shinji hiciera esa pregunta. Él se estaba preocupando por ella, pese a que él fue quien casi muere en el combate. En su interior la chica no pudo dejar de sentirse bien. Shinji siempre sabía como hacerla sentir especial, aún que él no lo supiera.
— Estoy bien — respondió manteniendo su expresión neutra, aunque con mucha dificultad.
— Me alegra saberlo — dijo Shinji, con una sonrisa — ¿Y el Ángel? ¿Qué pasó con él?
— Asuka lo destruyó — respondió la chica, un poco más tranquila por el giro de la conversación.
— ¿De verdad? Vaya, me alegro por ella, aunque, ahora que lo pienso, debe estar volviendo loca a Misato recordándoselo a cada momento — dijo Shinji mientras sonreía para sí, al imaginarse a su pobre tutora soportando los aires de grandeza que debía estar dándose la pelirroja.
Rei no podía dejar de percatarse cuanto había cambiado el joven Ikari, y no podía negar que este nuevo Shinji, le atraía de la misma forma que una vela encendida atrae a una polilla, lo que no dejaba de preocuparla, ya que ella podía correr la misma suerte que la polilla y ser consumida por la llama, aún así, tenía que saber, no podía quedarse con la duda, no después de lo que había pasado.
— ¿Por qué? — preguntó finalmente armándose de valor.
— ¿A qué te refieres? — preguntó Shinji, sin entender la pregunta.
— ¿Por que no eliminaste al Angel cuando tuviste la oportunidad? Era mucho más fácil acabar con él que salvarme a mí. ¿Por qué? — volvió a preguntar la chica peliazul.
Esta pregunta descolocó por completo a Shinji, el que no pudo dejar de sentirse un poco ofendido. Esa era una pregunta más propia de su padre que de Rei, pero conociendo a la chica, era una pregunta razonable desde su punto de vista.
— Porque yo... no podía dejar que te pasara nada malo — respondió Shinji, con un leve sonrojo.
Ahora fue Rei la sorprendida. Él se había preocupado por ella otra vez, podía verlo en sus ojos y sentirlo en sus palabras, pero, ¿por qué tanta preocupación? ¿Acaso ella significaba algo para él?
Shinji podía ver como Rei había quedado estática con su respuesta. Fue entonces cuando se percató de algo en los ojos de Rei. Era como si sus ojos le estuvieran preguntado algo. Shinji estaba a punto de hablar, cuando la puerta del cuarto se abrió y entraron Misato y Asuka, que se llevaron una gran sorpresa al ver despierto a Shinji, ya que pensaban que aún estaría inconsciente, sin mencionar el hecho de que Rei estaba haciéndole compañía junto a la cama.
— Vaya Shinji, hasta que al fin despiertas. No sabes la alegría que me da verte mejor. Me tuviste muy preocupada — dijo Misato con mucha alegría.
— Gracias Misat... un momento. ¿Cómo que al fin? ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? — preguntó un confundido Shinji.
— Una semana, Kinder. ¿Acaso la Niña Modelo no te lo dijo? — contestó la pelirroja con voz huraña.
— No. La verdad no — dijo Shinji.
— Acabo de llegar y Shinji despertó hace un par de minutos. Recién lo estaba poniendo al tanto de los acontecimientos — dijo Rei, para dejar las cosas claras y no dar pie a otras interpretaciones.
— Bueno, aún así, fue un lindo gesto de tu parte preocuparte por Shinji, además, sé que has venido a verlo todos días, Rei — dijo Misato, para poner en aprietos a la chica y ver como reaccionaba.
— ¿Es eso cierto, Rei? — pregunto Shinji sorprendido, sintiéndose repentinamente muy feliz.
Rei se sentía contra las cuerdas. La Mayor Katsuragi la había puesto en un gran apuro, pero tenía que mantener la calma y salir del atolladero sin levantar sospechas.
— Era lo menos que podía hacer luego de que salvaras mi vida el otro día — respondió de manera bastante fría.
Por su parte, a Asuka no le gustando el rumbo que estaba empezando a tomar la conversación, sin mencionar que no le agradó en lo más mínimo, saber que esa Muñeca había estado todos los días al lado de Shinji, así que decidió llevar la conversación a un punto que le agradará más a ella.
— Por cierto, si aún no lo sabes Tercer Elegido, "Yo fui quien destruyo al Ángel" — dijo Asuka con evidente orgullo en la voz.
— Es verdad, Asuka hizo un trabajo estupendo al eliminar a ese Angel — comentó Misato.
— Por supuesto, no se podía esperar menos de mí — respondió Asuka con voz de triunfo.
— Pero lo que tú hiciste fue increíble, Shinji. La forma en que enfrentaste al Ángel fue espectacular. No dejaste de luchar pese a que todo estaba en tu contra y el disparo con el Fusil de Positrones fue simplemente fenomenal — comentaba entusiasmada Misato.
Obviamente Asuka no estaba nada contenta con ese comentario. Shinji había peleado bien, eso no podía negarlo, pero por poco y lo matan y lo llenan de felicitaciones, en circunstancias que ella había destruido al Ángel y salvado una batalla perdida. Eso era lo que más le molestaba de Shinji, todos lo consideraban un héroe y siempre se llevaba todos los elogios, aunque no siempre los mereciera. Como en esta ocasión.
Justo en ese instante entró una enfermera al cuarto y al ver despierto al joven, llamó inmediatamente a un doctor para que revisara su estado. Cuanto este llegó, les pidió a todos dejar la habitación para poder atender a su paciente.
Las tres mujeres se despidieron y salieron del cuarto. Misato se quedó un poco más para averiguar el estado de Shinji y Asuka le hizo compañía. Por su parte, Rei dejó el hospital ya más tranquila al ver más recuperado a Shinji, pero aún con muchas dudas en su corazón, un corazón que no creyó tener pero que gracias al joven Ikari, había comenzado a despertar trayéndole un gran número de sentimientos, todos nuevos para ella y que debía empezar aprender a manejar, si no quería volverse loca.
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Ya había pasado una semana desde que Shinji dejó el hospital, y las cosas habían vuelto paulatinamente a la normalidad. Se había reintegrado a la escuela y había retomado nuevamente las pruebas de sincronización en NERV.
Como los días retomaron su ritmo habitual, no era extraño ver a Asuka viendo televisión tumbada en el suelo y recostada sobre un cojín como era su costumbre y a Shinji sentado ante la mesa en la sala, resolviendo una tarea de matemáticas, bueno, más bien intentando resolverla, ya que su mente no estaba concentrada en los ejercicios de álgebra que tenía enfrente. Paulatinamente todos los pensamientos del joven Ikari fueron dirigidos a una chica de hermosos y misteriosos ojos rojos.
Sin darse cuenta, se dejó llevar y su mente lo trasladó hasta el día que despertó en el hospital después de la última batalla. Recordó como había tratado de levantarse y como su cuerpo maltratado se lo había negado, también recordó la conversación que tuvo con Rei, antes de que llegaran Misato y Asuka, en especial esa forma tan distinta en lo que lo había observado luego de responder su pregunta. El podía jurar que vio algo de sorpresa en eso inexpresivos ojos, pero lo que le llamó más la atención, es que luego de eso pudo ver claramente que esos ojos lo miraban interrogantes, como si quisieran preguntarle algo.
— ¿Qué me habrá querido preguntar? — dijo en voz alta sin darse cuenta.
— ¿Qué dijiste, Kinder? — preguntó Asuka, creyendo que le estaban hablando a ella.
La pelirroja esperó una repuesta pero esta nunca llegó, cosa que la molestó, así que se giró a ver a Shinji y para su sorpresa, lo encontró con la vista perdida en un punto indeterminado frente a él, parecía estar en la luna.
— ¿Acaso no me escuchaste, baka? — preguntó la pelirroja.
Nuevamente no hubo respuesta, Shinji seguía perdido en alguna parte de la Vía Láctea.
Asuka completamente molesta por ser ignorada de esa forma, se levantó y caminó hasta Shinji, colocándose a un lado de él, le paso una mano frente a la cara para ver si reaccionaba, pero tampoco resulto, así que hizo lo único que se le ocurrió para traerlo de regreso a la tierra. Le plantó un palmetazo que por poco le vuela la cabeza.
— ¡¡Auch!! ¿Oye Asuka que te pasa? ¿Por qué me pegas? — preguntó molesto Shinji mientras se sobaba su cabeza, en el lugar en que Asuka le había plantado un palmetazo.
— ¿Cómo que por qué? Llevo varios minutos hablándote y tú ni me hacías caso, solo estabas ahí sentado como un idiota, mirando la pared de enfrente pensando quién sabe qué estupideces. Bueno, no se puede esperar menos de ti, Tercer Elegido.
Luego de decir esto Asuka regresó a la posición en que se encontraba frente al televisor, pero no pudo dejar de seguir molestando un poco más a Shinji, después de todo, era su deporte favorito.
— Y dime baka, solo por curiosidad, ¿En qué pensabas? ¿Acaso en tu querido padre? — preguntó la pelirroja sabiendo que la sola mención del Comandante Ikari, sería suficiente para hacer entrar a Shinji en un estado depresivo.
Por su parte Shinji no estaba de ánimos para discutir con Asuka, además, no tenía intenciones de darle en el gusto, así que cerró sus libros, se levantó de la mesa y se encaminó a su cuarto.
— ¿Arrancando otra vez, Kinder? — preguntó Asuka con sarcasmo, sintiéndose triunfadora.
— No, es solo que el aire se puso pesado de repente — contestó Shinji con firmeza, entrando a su cuarto y dejando a Asuka sin saber que responder.
Luego de un par de minutos, Shinji salió vestido con unos pantalones negros y una camisa crema, tomo su chaqueta y se dirigió hacia la puerta de salida, para ponerse los zapatos.
— ¿Adónde vas? — preguntó Asuka con curiosidad.
— A dar una vuelta por ahí — respondió Shinji, sin mirarla.
— Te acompaño — dijo la pelirroja poniéndose de pie.
— No gracias, prefiero ir solo — respondió Shinji mirándola desde la entrada, para luego salir del departamento.
Asuka se quedó parada en medio del pasillo mirando a la puerta. Fue entonces que se percató de que el Shinji que acabada salir no era el mismo niño llorón y cobarde que solía ser a menudo y que a ella le gustaba molestar. El Shinji que acaba de salir, era el mismo que hace casi un mes había peleado contra el Angel.
La pelirroja recordó la batalla y como Shinji se había comportando en ella, tan distinto a como era habitualmente. Aún podía verlo pelear mano a mano con el Ángel, sin dar pie atrás y como pese a estar atrapado, con una pierna atravesada y sin posibilidades de ganar, seguía luchando. Se negaba a dejar de luchar, es más, la instaba a ella a pelear, aún sabiendo que su vida estaba en juego con lo que le estaba pidiendo que hiciera. Asuka sonrió al recordar ese momento, Shinji se había comportado como todo un hombre.
Luego de un momento, la pelirroja regresó frente al televisor, pero no pudo concentrarse en lo estaba viendo, su mente estaba en otra parte.
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Shinji caminó sin rumbo fijo recordando como había sido su vida desde que llegó a Tokio-3 hace ya un año. Muchas cosas habían pasado desde el día en que conoció a Misato, el mismo día en que subió por primera vez al EVA-01. El nunca quiso pilotear esa cosa y ahora, después de este año, seguía pensando lo mismo, es más, detestaba más que nada en el mundo subir a esa cosa, entonces. ¿Por qué lo seguía haciendo?
En un principio lo hizo para complacer a su padre, pero finalmente comprendió que solo estaba perdiendo el tiempo. Para su padre solo era un objeto, uno que de seguro desecharía en cuanto ya no le fuera de utilidad. Fue doloroso admitirlo, pero esa era la realidad y desde entonces, él dejó de ser su padre para pasar a ser solamente el Comandante Ikari.
Lo primero que pensó luego de eso fue irse lejos, donde nadie pudiera encontrarlo. Fue entonces que se dio cuenta que Asuka siempre tuvo razón, era un cobarde y que estaba apunto de hacer lo que siempre hacía, "Huir". Ese fue el día en que se prometió a sí mismo que dejaría de huir, que enfrentaría los problemas como un hombre y que dejaría de ser un niño tímido y llorón.
Ahora viendo hacía atrás, podía darse cuenta de que estaba cumpliendo lo que se había propuesto. Ya no era tan introvertido y tenía más confianza en sí mismo, aunque tenía que seguir trabajando en eso, pero lo más importante, es que al fin había encontrado una verdadera razón para pilotar ese maldito Evangelion: Sus amigos.
Esa era la razón por la que seguía en NERV y se subía una y otra vez a esa cosa infernal. Lo hacía por sus amigos, lo único bueno que le había traído esta nueva vida que llevaba en Tokyo-3. Durante la mayor parte de su vida, Shinji vivió encerrado en su mundo, temiendo establecer alguna relación con alguien por temor a salir lastimado, pero con el tiempo descubrió que no podía seguir así por siempre y que si bien, al abrirse a los demás podía salir lastimado, también habían muchas cosas hermosas que ganar, sus amigos eran una de ellas, además, según Misato: "Las cosas que te lastiman hoy, te vuelven más fuerte en el futuro al aprender de ellas". Tal vez tenía razón después de todo.
Luego de ese breve paseo por su vida, Shinji no pudo evitar centrar sus pensamientos en una persona, uno de sus nuevos amigos, una de las personas por las que salía a pelear cada vez que llegaba un Ángel, una persona que había calado hondo en su ser, pese a su carácter tan reservado y misterioso.
— Rei — susurro, mirando el horizonte.
Recordó el día en que la conoció, el mismo día en que llegó a Tokyo-3. No pudo evitar sentirse mal al recordar el estado en que se encontraba Rei ese día y aún así estaba dispuesta a subir al EVA-01 y salir a pelear en su lugar. Aun podía sentir como la sangre de Rei, escurría por sus manos mientras la sujetaba. Fue por ella que decidió salir a pelear ese día.
En un principio sintió pena por ella, ya que siempre estaba sola y nadie parecía prestarle atención. En cierta forma se veía reflejado en ella, pero con el tiempo su sentir hacia ella cambió de pena a celos, rabia y resentimiento. No podía ser de otra forma, esa niña había ocupado "su lugar". Su padre la trataba a ella como si fuera su hija y en cambio a él, ni siquiera lo miraba. Por un tiempo pensó que la odiaba, sobre todo al ver como siempre defendía a su padre, si hasta le había dado una bofetada un día que habló mal de ese desgraciado.
— Rayos, de solo recordarlo me duele la mejilla — dijo para sí, tocando la mejilla.
Pero con el tiempo todo eso fue cambiando y comenzó a interesarse por ella. Esa forma de ser tan reservada y distante y sobre todo, esos misteriosos ojos rojos lo habían cautivado... ¿Cautivado?
Bueno, no podía negar que era hermosa y él lo sabía mejor que nadie, ya que había tenido la oportunidad de apreciarla desnuda, un día que fue a su departamento a dejarle su nueva identificación. Aunque sin duda lo que más le atraía eran esos misteriosos ojos y esa hermosa sonrisa que ella le había obsequiado en un par de ocasiones.
Shinji se estremeció al darse cuenta de lo que estaba pensando y de percatarse de hasta qué punto esa misteriosa chica de ojos escarlata, se había metido adentro de él, sin que ella hiciera nada por provocar eso.
— Rei, ¿Qué es lo que yo...? — se preguntó Shinji, pero quedó a media frase, al darse cuenta donde estaba — ¿Pero cómo rayos llegué aquí? — se preguntó sorprendido.
Bueno, no era para menos, estaba a las afueras de Tokyo-3, en un mirador desde donde se podía apreciar toda la ciudad. Sin duda había caminado por horas y no se había dado cuenta.
— Será mejor volver, mañana tengo escuela y por la tarde pruebas de sincronización.
Muy a su pesar Shinji emprendió el largo regreso a casa, rogando que pasara algún automovilista lo suficientemente gentil como para acercarlo a la ciudad o llegaría muy entrada la noche.
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Rei caminaba rumbo a NERV, para las pruebas de sincronización de ese día. Aún tenía tiempo pese a haber salido algo tarde de la escuela, al quedarse a hacer los deberes como le correspondía ese día; entiéndase, la limpieza. Cuando llegó a una esquina y antes de cruzar, vio que en la acera de enfrente había algunos estudiantes de su escuela, de los que pudo reconocer inmediatamente a Touji, Kensuke y Shinji, que estaban rodeados por 6 chicas, 3 de las cuales eran de su misma clase.
La chica de ojos escarlata los observó un momento y para su asombro, tres de las chicas estaban insinuándosele descaradamente a Shinji, mientras sus amigos babeaban detrás de él, ya que las 6 chicas eran muy agradables para el ojo masculino, aunque no pudo pasar por alto que dos de ellas parecían interesadas en Touji y una en Kensuke. Aún así, y pese a que sus amigos no ayudaban mucho, Shinji no se veía muy incomodo por estas atenciones que estaba recibiendo.
Fue entonces que Rei cayó en cuenta de algo que no había pensado antes. Shinji ya no era el mismo niño tímido y retraído que solía ser, se estaba convirtiendo en un hombre y eso no había pasado desapercibido para esas chicas, además, el hecho de ser piloto EVA, solo les aumentaba el entusiasmo, eso sin contar con el hecho de que Shinji era un chico y como tal, le atraían las chicas. Sería solo cosa de tiempo para que terminara saliendo con alguna. Era lo lógico y lo natural, no había nada de malo en ello y Ayanami lo sabía bien. Pero el ver a Shinji rodeado por otras chicas… ese espectáculo no le gustaba.
"Va a llegar atrasado a las pruebas y lo van a regañar". Pensó para si misma, mientras se alejaba del lugar dando unos pasos. Pero no fue capaz de ir mas allá, algo en su interior le pedía, no, le ordenaba ladear un poco su cabeza para ver a Shinji. Todavía estaba allí, rodeado de sus amigos y de esas chicas que disputaban su atención. Observó la escena por unos segundos y volteó la cabeza en otra dirección tratando de ignorar la molestia que sentía al ver esa escena. Retomó su camino en dirección a NERV, pero no pudo avanzar más allá de unos cuantos pasos. La escena del Tercer Elegido rodeado de todas esas chicas se repetía en su mente y no dejaba de molestarle.
De pronto, Rei se encontró sintiendo celos como nunca antes en su vida y de una forma muy intensa, tanto que ni siquiera se dio cuenta de que estaba yendo rápidamente hacia donde estaba ese grupo, atravesando la calle con paso firme y una mirada fulminante.
Shinji estaba algo complicado. Tenía a tres lindas chicas insinuándose de una forma que decía claramente que querían con él y no solamente salir al cine, cosa que lo ponía aún más nervioso, pero trataba de mantener la calma. Miró de reojo a sus amigos, que no lo estaban haciendo muy bien, ya que estaban babeando atrás de él, porque las otras chicas parecían estar interesadas en ellos y no eran nada mal parecidas.
— ¿Y bien Ikari? ¿Vendrás con nosotras al cine? — preguntó una chica de forma seductora.
— Claro que irá. ¿Verdad Amigo? — dijo Touji, dándole unas palmaditas en la espalda.
Las chicas sonrieron entre sí, imaginándose la fantástica tarde que pasarían, momento en que Shinji finalmente pudo encontrar su voz y las devolvió a la dura realidad.
— Eeeh, bueno, me gustaría, pero yo... no puedo — dijo, tratando de mantener el poco autocontrol que le quedaba, para no terminar babeando como sus amigos, ya que estaba empezando a considerar la oferta, después de todo era hombre y bueno, ante un panorama así, ¿quién no lo pensaría?
— ¿¿Qué?? — gritaron Touji y Kensuke.
— Si, es verdad. Lo siento, pero pueden ir sin mí — dijo disculpándose.
Las chicas se veían algo desilusionadas por esa respuesta, pero no se rendirían fácilmente.
— Pero Ikari, ¿Por qué? — pregunto la morena de cabello largo, acercándose con mirada triste.
— Porque tiene que ir a NERV — dijo una voz detrás de ellos y por el tono, el dueño de esa voz parecía disgustado.
Todos voltearon hacia atrás y se encontraron frente a frente con Rei Ayanami, mirándolos con su habitual rostro frío y sin... un momento, ese no era el rostro habitual de Rei. Los chicos parpadearon un par de veces. No podían creer lo que veían, Rei Ayanami, alias "La Chica Témpano", que nunca expresaba el menor sentimiento o emoción, los estaba mirando enfadada, o al menos eso les parecía.
Fue recién ahí que Rei se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Había cruzado la calle, se había metido sin ninguna diplomacia en una conversación ajena y había respondido por Shinji, de una forma muy poco decorosa. Por un momento, Rei no supo qué hacer, solo quería que la tierra se la tragara, pero finalmente se obligó a calmarse y recobró su rostro habitual, rogando que los chicos no se hayan dado cuenta de algo comprometedor.
Por su parte los chicos seguían mirando a Rei, que ahora si tenía su rostro habitual, por lo que comenzaron a dudar lo que sus ojos habían visto, después de todo, se trataba de Rei Ayanami. Pero para un sorprendido Shinji, no había dudas. Rei estaba enojada, pudo verlo en sus ojos claramente y aunque parezca contradictorio, se alegró por eso, ya que eso significaba que la chica sí tenía sentimientos, pero ese no era el momento para preocuparse de eso.
— Rei tiene razón, tengo que ir a unas pruebas de sincronización, por eso no puedo acompañarlos — dijo el joven Ikari, para sacar a Rei del aprieto y traer la atención hacia él.
— ¿Pruebas de sincronización? ¿Qué es eso? — preguntó curiosa una de las chicas.
— Son pruebas para medir nuestra capacidad para manejar un EVA — respondió.
— Shinji, eso es confidencial — dijo Rei, ya con su tono de voz monocorde y rostro frío.
— Si, tienes razón. Perdón — dijo algo apenado.
— Apresúrate o llegaras tarde — dijo Rei, pasando junto a él como sí nada hubiera pasado.
— Si, tienes razón. Chicos debo irme, tal vez otro día, adiós — se despidió Shinji y alcanzó a Rei, para ir juntos a NERV.
Mientras, los ocho restantes los miraban sin aún entender lo que pasaba o más bien dicho, lo que creyeron ver. Fue Kensuke el que finalmente rompió el silencio.
— ¿Oigan, son ideas mías, o Ayanami estaba enojada?
— Bueno, a mí me lo pareció — dijo una chica.
— A mí también — dijo otra, con algo de duda.
— Vamos, pero qué dicen. Estamos hablando de Rei Ayanami, "La Chica Témpano". Ella nunca se enojaría, porque tiene menos sentimientos que un plato de fideos — repuso Touji.
Los demás se miraron entre sí por varios segundos y luego de dudarlo unos segundos más, finalmente le dieron la razón a Touji, después de todo, estaban hablando de Rei Ayanami.
Mientras, ya a unas cuadras de allí, Rei caminaba con su habitual actitud fría, e indiferente, aunque por dentro estaba aterrada, si, aterrada. El solo recordar lo que había hecho, hacía que se le helara la sangre. Esos nuevos sentimientos que experimentaba se habían manifestado sin que ella se diera cuenta y la habían llevado a hacer algo que nunca se hubiera imaginado. Tenía que aprender a controlar y manejar esas emociones, si no quería meterse en un problema, a la vez que aprendía a vivir viendo a Shinji todos los días, sabiendo que nunca sería nada más que una amiga para él.
— Rei. ¿Por qué estabas enojada?
Rei se paró en seco, al ser sacada de su tren de pensamientos, con una pregunta muy comprometedora. Por un momento su máscara de frialdad casi se torna en sorpresa, pero se contuvo a tiempo.
— No sé de qué hablas. Yo no estaba enojada — respondió fría y cortante.
— Los demás tal vez lo pasaron por alto, pero tú estabas enojada. Estoy seguro, pude verlo en tus ojos — respondió Shinji, mirándola fijamente.
Rei estaba congelada, no pudo seguir aguantando la mirada de Shinji y alcanzó a bajar un poco la cabeza antes de que él se percatara de su sonrojo, ya que sus mejillas le quemaban. "¿Y como es que puede saber eso viendo mis ojos? ¿Es tan evidente lo que siento? Y si él puede ver eso, entonces tal vez pueda ver que yo..." pensaba Rei, cuando Shinji volvió a hablar.
— En realidad no sé porque estabas enfadada, pero me alegra saberlo. Eso quiere decir que en el fondo no eres tan fría como aparentas — dijo el chico, con una pequeña sonrisa.
Rei lo mira con una pequeñísima pizca de sorpresa por ese comentario.
— Será mejor que nos apuremos o llegaremos tarde, ya sabes cómo se pone la doctora Ritsuko cuando se retrasan sus pruebas — comento Shinji, cambiando el tema y encaminándose a NERV.
La chica de ojos escarlata se quedó parada mirando a Shinji por unos segundos y esbozó una pequeña sonrisa que nadie vio. Shinji siempre sabía como hacerla sentir especial.
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Rei Ayanami estada oficialmente confundida. Habían pasado toda la tarde en NERV haciendo pruebas de sincronización. Como de costumbre, Shinji presentó el registro más alto, por lo que ahora Asuka debería estar demoliendo a golpes los casilleros, pero en lugar de eso, se bañó rápidamente y ahora estaba con una gran sonrisa en los labios, tarareando una canción mientras se ponía un vestido rojo, que dicho sea de paso, no le quedaba nada mal.
Rei secó su cuerpo recién bañado, para ponerse su habitual ropa de colegio, mientras miraba como Asuka se maquillaba ante un espejo de mano, cosa que a la pelirroja ya comenzaba a hartarle.
— ¿Qué tanto estás viendo Niña Modelo? ¿Es que nunca habías visto maquillarse a una mujer?
— No — contestó Rei, con voz monocorde, mientras a Asuka le salía una gota de sudor en la nuca.
— Debí suponerlo. Qué podría saber una muñeca como tú de estas cosas, solo basta ver cómo te vistes.
— ¿Qué tiene de malo mi ropa? — preguntó Rei sin entender, mientras miraba su uniforme de colegio.
— ¡¡Que siempre te vistes igual, tonta!! — le gritó Asuka — Hasta el baka de Shinji comenzó a vestir diferente cuando no va a la escuela.
Asuka se dio la vuelta y siguió arreglándose, mientras Rei no entiende por qué era tan importante para Asuka vestir diferente, ya que ella nunca le había tomado asunto a esas cosas por considerarlo innecesario.
La pelirroja finalmente terminó de maquillarse, cerró de un golpe su casillero, tomó una cartera que hacía juego con su vestido y salió de los vestidores. Por su parte, Rei también decide hacer lo mismo ya que también había terminado de vestirse.
Una vez afuera, la pelirroja se encontró con que Shinji también salía de los vestidores y apenas posó su vista en ella, puso cara de sorpresa por su atuendo, pero luego esa expresión cambió drásticamente.
Shinji no podía creer lo que veían sus ojos. Asuka llevaba un vestido rojo con tirantes que le llega hasta más arriba de las rodillas, zapatos del mismo color y una cartera que hacía juego, además de estar perfectamente maquillada. El sabía que Asuka era bonita, una de las chicas más lindas de toda la escuela sin duda, pero nunca creyó que lo fuera tanto. Por su parte, Asuka estaba gratamente sorprendida ante esta reacción del joven Ikari. El la estaba observando embelesado.
"Le gusto, realmente le gusto". Pensó orgullosa y contenta al saberse admirada de esa forma.
Asuka comenzó a acercarse de forma muy seductora a Shinji, que por acto reflejo comenzó a retroceder, pero la pared detrás de él le impidió continuar con la huida. Asuka se acercó hasta quedar casi pegada a él y lo miró soñadoramente.
— ¿Te gusta como me veo, Shinji? — preguntó con voz sensual.
— Si, te, te ves... muy bien — articuló un aturdido Shinji.
— ¿De verdad? — pregunto la pelirroja, con voz tan melosa que parecía una gatita ronroneando.
Shinji ya no podía hablar, así que se limitó a afirmar con la cabeza, tras lo cual Asuka se acercó más a él y colocó sus manos en su pecho para luego acercar el rostro a su oído derecho.
Rei observaba a lo lejos la escena sin articular palabra. Shinji estaba como congelado ante Asuka y no podía reaccionar ante el embate de esta. ¿Tanto le había impresionado? En ese momento comprendió él por qué Asuka se había arreglado tanto. No era solo para verse mejor, lo había hecho para impresionar a alguien. ¿Acaso...? Rei se sintió una opresión en el pecho.
La chica miró su uniforme de colegio que usaba todos los días, aun si no había escuela y luego miró a Asuka en su hermoso vestido rojo, con un maquillaje que resaltaba su belleza y comportándose de una manera tan sensual, que tenía a Shinji contra las cuerdas. Contra ella no podía competir.
Mientras, Shinji estaba pasando por un gran aprieto, Asuka estaba tan cerca de él, que podía oler su perfume y sentir como su cabello le hacía cosquillas en la mejilla. Todo su cuerpo temblada mientras algo se removía dentro de él... el recuerdo de algo que nunca fue.
— Shinji — susurro en su oído.
— ¿Si? — contesto tímidamente.
— Bésame — dijo suavemente, mientras colocaba su rostro frente al suyo y lo miró con ternura.
Shinji quedó impactado por esa petición, pero en ese instante su mente reaccionó y recordó que Asuka ya le había pedido eso, una vez que estaba aburrida. Aparte de casi ahogarse cuando la pelirroja le apretó la nariz, se ganó además una gran bofetada que aún dolía al recordarla. Ante esta referencia, solo había una respuesta posible.
— No... no puedo — respondió, aún algo aturdido.
— ¿Por qué? — pregunto Asuka sensualmente desilusionada.
"Por que me vas a pegar" pensó Shinji, hasta que de pronto escuchó una estruendosa carcajada. Era Asuka que se reía a más no poder.
— Debiste verte la cara, baka. Solo te faltaba babear — dijo Asuka, riendo divertida
— Rayos Asuka. ¿Cuándo vas a dejar de burlarte de mí? — preguntó un fastidiado Shinji.
— Nunca. Es demasiado divertido — respondió la pelirroja, siguiendo con su risa como si nada.
Al ver esa escena, Rei respiró un poco más tranquila. Solo había sido otra broma de Asuka. En eso, Kaji apareció por el corredor y quedó extrañado ante tal escena que tenía al frente. Asuka muerta de la risa, Shinji mirándola como si quisiera matarla y un poco más atrás, Rei los miraba a ambos.
— ¿Me perdí de algo? — preguntó el hombre, alzando una ceja.
Todos voltean hacia el recién llegado y al reconocerlo, Asuka corrió hasta él.
— Ya estoy lista para nuestra cita, Kaji — dijo con alegría.
— Eso veo y déjame decir que te ves hermosa — dijo el recién llegado, haciendo que Asuka llegara a las nubes con esas palabras.
Shinji no podía creer lo que escuchaba. ¿Kaji saldría en una cita con Asuka? Su mirada de consternación era tan evidente, que Kaji se acercó a él para hablarle al oído, aprovechando que Asuka aun estaba en la luna.
— Si no la invitaba a salir, nunca me dejaría tranquilo, además, después tengo que llevarla a casa y así tendré una buena excusa para ver a Misato — dijo el hombre, guiñándole un ojo.
Shinji a duras penas aguantó una carcajada.
— ¿Qué fue eso, Kaji? — preguntó Asuka con cara inquisitiva, al ver ese intercambio.
— Nada importante — respondió Kaji — ¿Nos vamos? — preguntó seductor, ofreciéndole el brazo.
Ante tal oferta, la pelirroja pasó por alto lo que acaba de ver y se fue muy contenta con su cita.
Una vez que la pareja se perdió por el pasillo, Shinji estalló en carcajadas ante una sorprendida Rei, que se acercaba al Tercer Elegido, sin entender nada de lo que pasaba.
— ¿Por qué te ríes? — preguntó con voz seria.
Shinji se sorprendió al escuchar esa voz, ya que no se había percatado de que Rei estaba ahí. Al verla, la imagen de esa Rei sonriente en el automóvil de Kaji, volvió a su mente, y todo el torbellino de sentimientos que le hacía sentir esa misteriosa chica se le fueron encima sin poder hacer nada por evitarlo. Aún no sabía qué pensar al respecto, pero no pudo evitar ponerse rojo como señal de tráfico y tener la imperiosa necesidad de salir corriendo de ahí, antes de... no lo sabía, pero intuía que si se quedaba ahí, haría o diría algo de lo que de después podría arrepentirse, o en una de esas no, pero finalmente el deseo de arrancar fue más fuerte.
— Olvídalo Rei, no vale la pena — dijo Shinji, tratando de mantener la calma — Bueno, será mejor que me vaya. Quedé de juntarme con Touji y Kensuke, para ver unas películas de Mazinger Z. Nos vemos mañana en la escuela. Que descanses — dijo Shinji y se fue casi corriendo de ahí.
— Hasta mañana — respondió Rei con su frialdad habitual, aunque Shinji ya iba demasiado lejos para escucharla.
Rei se quedó de pie en medio del pasillo, pensando en lo que acababa de pasar. Asuka se veía tan hermosa y se comportó de forma tan seductora, que desarmó por completo a Shinji con su actitud de chica sexy, sin que él pudiera hacer nada por evitarlo. De no haberse tratado de una broma, Asuka podría haberlo conquistado sin muchos problemas, tal como lo estaban haciendo esas 3 chicas hacía unas horas.
Por ahora ninguna chica había logrado atrapar a Shinji, pero solo era cuestión de tiempo para que alguna lo hiciera y era más que seguro que usaría las mismas armas que esas 3 chicas y Asuka habían empleado. No le hacía ninguna gracia imaginarse a alguna otra chica acercándose de esa forma a Shinji.
Luego de meditarlo largamente mientras caminaba de regreso a su departamento, Rei Ayanami tomó una decisión, una decisión que podría cambiar su vida para siempre. Pero había un problema: ¿Cómo lo haría?
Rei Ayanami no sabía qué hacer para que un chico se fijara en ella, tampoco sabía como elegir una ropa adecuada, cómo maquillarse o cómo comportarse. Ella nunca antes le había tomado interés a esas cosas por considerarlas innecesarias. ¿Cómo podía hacerlo entonces? No tenía ninguna amiga a la cual pedirle un consejo, la única mujer que pasaba algo de tiempo con ella era la doctora Ritsuko, pero no era una opción y si no era ella, ¿entonces quién?
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Era una hermosa tarde de domingo y la Mayor Misato Katsuragi terminaba un largo día de trabajo en NERV. Lo único que deseaba en ese momento era llegar a su departamento, tomar una cerveza, una ducha caliente, otra cerveza y luego meterse a su cama y dormir hasta el día siguiente, pero en lugar de eso se dirigía a un parque donde había quedado de juntarse con Rei.
La chica la había llamado porque necesitaba hablar con ella. Misato accedió y le dijo que la esperara en el departamento con Shinji y Asuka, pero Rei se negó terminantemente, insistió en que tenían que hablar a solas y lo más increíble, es que parecía estar nerviosa, Rei Ayanami "nerviosa", definitivamente algo pasaba con esa chica.
Rei no se había comportado normalmente en las últimas semanas. Ritsuko también se había dado cuenta, de hecho, había desobedecido una orden directa del Comandante Ikari, durante la ultima batalla, pero como en esos días Rei estaba en su periodo, Ritsuko y ella le echaron la culpa a eso, pero ahora, al considerar que de eso habían pasado unas tres semanas y luego de recibir esa llamada, ella ya no sabía qué pensar.
Misato estacionó su automóvil y comenzó a caminar por el parque. A poco andar encontró a Rei sentada en una banca mirando el horizonte. Se acercó a ella y se sentó a su lado.
— Hola Rei — dijo con su habitual alegría.
Rei contestó con una leve inclinación de cabeza.
— Bien, ya estoy aquí y en este lugar podremos hablar con tranquilidad, ahora dime. ¿Qué pasa?
Rei agachó la cabeza para mirar el suelo frente a ella, su expresión no había cambiado en nada.
— Yo quiero ayudarte Rei, pero si no me dices que pasa, no podré hacerlo — dijo Misato, comprensiva.
Rei hizo un leve movimiento de labios, pero se contuvo. Ya no estaba tan segura de que la decisión que había tomado fuera la correcta. Por su parte, Misato no había pasado por alto ese pequeño gesto. Era evidente que la chica quería decirle algo, pero no se atrevía a hacerlo.
— Vamos Rei, puedes confiar en mí — dijo la morena, poniendo una mano sobre el hombro de la chica.
En eso, Rei levanta la vista del suelo y alcanzó a ver a una pareja que caminaba abrazada en una actitud muy romántica, no muy lejos de donde estaban. Entonces la mente de Rei empezó a trabajar por si sola...
Estaba otra vez en NERV, en el pasillo afuera de los vestidores y se encontraba contemplando nuevamente como Asuka acosaba a Shinji y le pedía que la besara, solo que había una diferencia, Shinji no estaba nervioso ni consternado, estaba sonriendo. Justo en ese momento, Shinji toma a Asuka por la cintura, la atrae hacia sí y la besa. El beso fue suave y delicado, pero conforme pasaban los segundos se iba trasformando en un beso lleno de pasión. Asuka se apegó más a Shinji y lo rodeó por el cuello con los brazos, mientras que él, con una mano la tomaba por la espalda mientras que con la otra la sujetaba de la cabeza jugando con sus cabellos a la vez que profundizaban más en ese beso al que estaban entregados...
Misato estaba oficialmente preocupada. Podía ver claramente la cara de consternación de Rei, eso era algo que nunca creyó llegar a ver en esa chica usualmente tan fría y apática, pero a la vez eso reafirmaba su suposición de que algo andaba mal con la Primera Elegida.
— ¡Rei! ¿Estás bien? ¿Quieres que te lleve con Ritsuko? — preguntó preocupada.
La voz de Misato sacó a Rei de esa pesadilla en la que estaba y la trajo de vuelta a la realidad. Observó a Misato que la miraba preocupada y ya no dudo más.
— Mayor Katsuragi, yo... — comenzó a decir mientras bajaba la vista.
— Si Rei, dime, ¿qué pasa? — preguntó la mujer muy preocupada.
— Yo quiero... verme, como usted — dijo finalmente con rubor en sus mejillas.
"¿Qué fue eso?" se preguntó la mujer, descolocada. Rei ahora estaba mirando el suelo con la cara roja y visiblemente avergonzada al haberle dicho que quería verse como ella. Demás está decir que Misato no entendía nada.
— A ver Rei, creo que no entendí lo que dijiste. ¿Podrías ser más clara? — preguntó la mujer.
— Bueno, yo... quiero verme bonita, como usted, pero, no sé como vestirme o maquillarme y... pensé que usted podría... enseñarme — dijo apenas la chica peliazul, mirando el suelo con la cara completamente roja de vergüenza.
La expresión de Misato era impagable. Sus ojos casi salían de sus órbitas, mientras que su boca casi llegaba al suelo de lo abierta que estaba.
Continuará.....
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Notas del Autor: Hola a todos.
En el presente capítulo se pudo ver como terminó el encuentro con el Ángel, y las repercusiones que trajo. Vimos algo más de lo que pasa con Rei, y esas nuevas emociones y sensaciones que la llevan a hacer cosas que nunca antes hubiera imaginado, cosas como decidirse a ir por el amor de Shinji y no encontró nada mejor que pedirle consejos a Misato Katusragi. ¿Qué saldrá de eso? Descúbranlo en el próximo capítulo.