Nota: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
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Misato conducía su querido Renault Alpine A310, por las oscuras calles de Tokyo-3 rumbo a las instalaciones de NERV; o al menos eso es lo que creía la pelirroja, hasta que se percató que Misato iba en una dirección totalmente distinta. Iba rumbo a unos derruidos edificios en un sector bastante abandonado de la ciudad.
— Oye Misato; NERV está para el otro lado — dijo la pelirroja con fastidio.
— Lo sé, pero tenemos que pasar a buscar a alguien primero — dijo la mujer.
— ¿Buscar a alguien? ¿A quién? — preguntó Asuka, intrigada.
— A Rei — fue la respuesta de Misato.
— ¿Por qué tenemos que pasar por la muñeca? — preguntó irritada la pelirroja.
— Porque le prometí recogerla para ir todos juntos a la fiesta. Mira, allí está — dijo Misato.
Efectivamente, Rei Ayanami estaba parada en la acera, esperando a que pasaran a recogerla. La quijada de Asuka cayó hasta el piso del automóvil al ver cómo iba vestida la chica, ya que jamás en su vida pensó ver a Rei Ayanami vistiendo algo semejante.
El vestido era negro sin tirantes, que dejaba sus hombros descubiertos, sumando a un escote un tanto revelador. El vestido, además, se le ajustaba perfectamente al cuerpo, remarcando la perfecta figura de Rei, cayendo luego hasta un poco más arriba de las rodillas, dejando ver sus hermosas piernas enfundadas en finas medias negras, junto con unos zapatos de taco alto. Su cuello estaba adornado por un hermoso collar y un par de aros que hacían juego, junto con unas bellísimas pulseras y anillos. El maquillaje era simplemente perfecto y completaban el cuadro una chaqueta corta de color azul, que hacía juego con el vestido y el color de su cabello. Para finalizar el cuadro cargaba una pequeña cartera negra bajo el brazo derecho.
Asuka no pudo dejar de sentir envidia ante la visión de una elegante y hermosa Rei Ayanami. La muñeca se veía sencillamente espectacular. A diferencia de la pelirroja, Misato sonrió con aprobación al ver a la chica, se bajó del automóvil y se acercó hasta ella para saludarla.
— Rei, te ves estupenda con ese vestido. No sabes la envidia que me das — dijo la mujer, causando un leve sonrojo en la chica de ojos escarlata, que aún no estaba acostumbrada a recibir elogios, pero se recuperó de inmediato.
— ¿Shinji no vino? — preguntó la chica, al no verlo en el automóvil. Su rostro y voz eran tan fríos como siempre, pero por dentro se sentía completamente distinta.
— Ese tonto se fue a pasar la tarde donde Kensuke y aún no ha regresado. Con Asuka tuvimos que venirnos sin él, pero no te preocupes, asistirá a la fiesta. Él sabe lo que le pasará si llega a faltar — dijo Misato, con una mirada peligrosa.
Rei asintió con la cabeza, esperando que a Shinji no se le ocurriera faltar. Ella ya sabía en carne propia de lo que era capaz la Mayor Katsuragi, además, si Shinji no estaba ahí, ella no tendría ninguna razón para asistir a esa fiesta. Con eso en mente, la chica siguió a la mujer y subió al asiento trasero del automóvil, ante la estrecha mirada de una furibunda pelirroja, que aún no podía creerse que esa tonta muñeca pudiera verse tan bien. Finalmente, el deportivo azul enfiló rumbo a NERV, esquivando automóviles y peatones a una velocidad endemoniada.
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Shinji llegó al departamento con Pen-Pen, pasados pocos minutos después que Misato y Asuka dejaran el lugar. No había querido llegar antes, porque sabía que Misato y Asuka estarían corriendo histéricas de un lado para otro, no lo habrían dejado ocupar tranquilo el baño y luego lo habrían estado presionando para que se apurara, mientras lo regañaban por tardarse tanto. En vista de este desalentador panorama, decidió evitarse malos ratos y llegar cuando ellas ya no estuvieran en el departamento. Como ahora tenía todo el lugar para él solo, pudo relajarse y tomarse su tiempo.
Se dio una relajante ducha caliente y salió del baño con una toalla amarrada a la cintura, mientras que con otra se secaba el cabello. Fue hasta su cuarto y vio con resignación su traje nuevo sobre la cama. En realidad no tenía ganas de ponerse traje y corbata, para luego ir a una fiesta donde solo habría gente mayor, bebiendo y hablando de cosas que no tendrían sentido para él. El quedarse en casa de Kensuke, viendo una maratón de "STAR WARS" con sus compañeros de curso, le parecía un panorama mucho mejor para ese sábado en la noche, pero sabía que Misato lo despellejaría vivo si llegaba a faltar. Ella había sido muy enfática en que él debía asistir sí o sí. Además, había un buen motivo para ir a esa fiesta. Rei estaría ahí y tenía muchos deseos de verla.
Con un suspiro de resignación, se vistió con su traje nuevo, regresó al baño, se terminó de secar el cabello con el secador eléctrico de Misato y se peinó con esmero, regresó a su cuarto, se colocó la chaqueta y se echó un poco de la colonia francesa que Kaji le regaló para su cumpleaños. Estaba a punto de salir de su cuarto, cuando vio la invitación a la discotheque que le habían regalado un par de días atrás, descansando sobre su pequeño escritorio. Luego de considerarlo unos segundos, decidió tomarla y guardarla en uno de los bolsillos de la chaqueta, se dirigió a la puerta, se puso sus zapatos nuevos y se fue rumbo a NERV.
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Lo que en otro momento había sido una bodega llena de maquinaria y refacciones para las armaduras de los EVA, era ahora un espectacular salón de baile. Había mesas por el alrededor con finos manteles, decoradas con esmero, todas coronadas por un jarrón con flores frescas. La pista de baila era espaciosa y la iluminación espectacular. Unas largas cortinas cubrían las frías paredes de metal, dándole un aire más acogedor al lugar. Al fondo había un gran escenario con una banda tocando una suave música, que envolvía el lugar con un aire de alegría y festividad, mientras los camareros circulaban de un lado para otro, repartiendo bebidas y bocadillos a los comensales presentes y los que seguían llegando. No había duda de que Misato Katsuragi se la había jugado con todo. El lugar se veía espectacular.
— Esto es increíble, Misato. Nunca me habría imaginado que esta grasienta bodega podría verse tan espectacular — dijo la pelirroja verdaderamente impresionada, observando embelesada el flamante lugar donde se llevaría a cabo la fiesta.
— Bueno, debo reconocer que me esforcé mucho — dijo Misato, orgullosa de su trabajo.
El interior del lugar ya se encontraba casi repleto de gente, la mayoría técnicos, personal de mantenimiento o funcionarios administrativos y entre todos ellos, la plana mayor de NERV, destacando por sobre todos el Comandante en Jefe, Gendo Ikari.
— Ahí está el Comandante Ikari. Debo ir a reportarme con él. Espérenme aquí chicas — dijo Misato, lista para encaminarse donde el Comandante Supremo de NERV.
— Voy con usted, Mayor — dijo Rei, causando que Misato se detuviera a mirar a la chica.
— De acuerdo Rei. Puedes venir — dijo finalmente la mujer, luego de dudar por unos segundos y emprendieron rumbo a donde el Comandante Supremo de NERV, mientras que Asuka fue a buscar una mesa donde poder sentarse a esperar que llegara el idiota de Shinji.
Gendo Ikari estaba de pie con una copa de whisky en una de sus enguantadas manos, conversando con un grupo de mandamases de NERV, aun preguntándose mentalmente cómo es que lo habían convencido para autorizar algo semejante. Indudablemente, Katsuragi, Fuyutsuki y Kaji lo habían pillado volando bajo, o jamás hubiera dado el visto bueno para algo semejante. Por ahora, lo único que podía hacer era fingir que lo estaba pasando bien con esas insulsas conversaciones, hasta que pudiera escabullirse del lugar, lo cual haría a la primera oportunidad.
Fuyutsuki estaba muy entretenido con la conversación, pero no tanto como para pasar por alto a las dos mujeres que se encaminaban hacia él y se llevó la impresión de su vida al observar detenidamente a la Primera Elegida.
— Comandante — dijo casi en susurro, haciéndole una discreta seña a Gendo, que al ver donde se le indicaba, también cayó presa del asombro.
Rei Ayanami se acercaba junto con Misato Katsuragi, vistiendo un hermoso vestido de noche. Pero no fue solo eso lo que impactó al hombre y lo hizo estremecer. Su cabello ligeramente más corto y bien arreglado, el maquillaje que resaltaba sus hermosos rasgos, la manera en que caminaba y esa tímida y casi imperceptible sonrisa en sus labios, la hacían verse muy parecida a…
— Por Dios. Se ve igual a Yui — dijo aún impactado Fuyutsuki, tan bajo, que solo Gendo pudo oírlo.
— Silencio — dijo Gendo fríamente, antes de que las dos mujeres llegaran ante ellos.
— Buenas noches, Comandante — dijo Misato, formalmente.
— Buenas noches Mayor. Veo que no escatimó en esfuerzos para esta noche — dijo Gendo.
— Así es señor. Espero que todo sea de su agrado — dijo una sonriente Misato.
— Hizo un buen trabajo, Mayor — comentó Gendo.
— Gracias señor — dijo la mujer, sorprendida por el elogio del Comandante, ya que él no era dado a efectuar ese tipo de comentarios.
— Buenas noches, Comandante — dijo Rei, saludando al hombre de pie junto a Misato.
— Buenas noches, Rei. Te ves realmente hermosa esta noche — dijo Gendo con una sonrisa, causando que Misato casi se desmayara de la impresión, ya que jamás pensó escuchar algo semejante salir de boca de ese hombre.
— Gracias señor — dijo Rei, obsequiándole una sonrisa de las que siempre le regaba cuando él la felicitaba por algo, lo que causo que Gendo se estremeciera, en forma muy discreta.
Gendo aún no lograba comprender qué había sido. Tal vez el vestido, el peinado, el maquillaje, la música de fondo, o el par de copas tenía en el cuerpo; no lo sabía con certeza, pero de alguna forma, esa chica que estaba ante él, se veía idéntica a su esposa, la única diferencia era el color del cabello y ojos. Se obligó a apartar esos pensamientos de su mente.
— Ve con la Mayor Katsuragi, ella se encargará de ti por esta noche — dijo finalmente a la chica, con una pequeña sonrisa en el rostro.
Rei asintió con la cabeza y se retiró siguiendo a una aún impactada Misato, que todavía no podía creer que Gendo Ikari la hubiera felicitado, ni menos aún, que hubiera elogiado a Rei por cómo iba vestida.
Una vez que Misato estaba un poco más repuesta, las dos féminas caminaron por el lugar, mientras buscaban a la pelirroja, hasta que finalmente la encontraron sentada ante una mesa, conversando con Maya y la doctora Ritsuko, quienes se acoplaron a ella.
Maya llevaba un hermoso vestido rosa con encajes, que dejaba sus hombros al descubierto y Ritsuko un largo y seductor vestido azul oscuro, con un generoso escote y un corte a un costado que subía casi hasta la cadera, que dejaba ver por completo una de sus largas y torneadas piernas, enfundadas en finísimas medias negras.
Ambas mujeres, al igual que Gendo y Fuyutsuki, se llevaron una gran sorpresa al ver a Rei, en su vestido de noche y no pudieron evitar una punzada de envidia al ver lo bien que se veía; punzada que Misato y Asuka también habían sentido en su momento.
— Buenas noches Mayor, Rei — saludó cortésmente, Maya.
— Buenas noches, Maya — respondió Misato. Rei solo hizo una inclinación de cabeza.
— Buenas noches, Misato. Rei, déjame decir que te ves espectacular — dijo la científica, observando a la chica de pies a cabeza.
— Gracias doctora — respondió la chica.
— ¡Pero qué ven mis ojos! Cinco hermosas señoritas completamente solas. Me pregunto si me concederían el honor de acompañarlas.
Las cinco aludidas voltearon hacia el autor de ese comentario.
Ryoji Kaji estaba parado frente a ellas, con una de sus típicas sonrisas de casanova. Vestía un impecable traje negro, llevaba una mano en un bolsillo del pantalón y en la otra sostenía una copa de Champagne. Su habitualmente desordenado cabello estaba peinado impecablemente hacía atrás sujeto por una coleta, pero lo que más sorprendió a las féminas, es que se había afeitado.
Luego de que se les pasara la impresión de ver a Kaji, convertido en la copia de James Bond, las cuatro mujeres le devolvieron el saludo, aún atontadas por la visión del apuestísimo hombre. En cambio Rei, lo miraba en forma impasible. En su corazón, solo había lugar para uno.
— Te ves increíble, Kaji — dijo una casi babeante Asuka.
— Tú también te ves espectacular Asuka. Ese es un estilo nuevo en ti, pero te sienta de maravilla — dijo el hombre sonriéndole seductoramente, causando que Asuka estuviera a punto de derretirse — A decir verdad, todas se ven realmente hermosas esta noche — finalizó el hombre.
En realidad lo estaban, cada una de ellas; y al igual que le había ocurrido a las demás en su momento, Kaji también se sorprendió al ver a una bellísima Rei Ayanami en un vestido de noche, pero más que nada, se sorprendió por verla ahí, ya que tenía entendido que la chica no era dada a este tipo de eventos. Aun así, el hombre supo guardar la compostura como el galán que era, hasta que echó en falta a una persona.
— Oigan, ¿dónde está Shinji? — preguntó, al no ver al chico por ninguna parte.
— El muy idiota se fue donde Kensuke y no regresó nunca. Tuvimos que venirnos sin él — dijo una mosqueada Asuka.
— ¿Acaso no va a venir? — preguntó Ritsuko, alzando una ceja.
— ¡¡Tiene que venir!! — dijo una molesta Misato — Él sabe lo que le pasará si falta.
Ninguno quería estar los zapatos de Shinji si llegaba a faltar. Sabían de lo que era capaz Misato si se enojaba, sobre todo Kaji.
El grupo siguió conversando amenamente, mientras seguían llegando personas a la fiesta. Oficiales, secretarias, técnicos, mecánicos EVA, mantenimiento y personal científico. Todos estaban reunidos charlando amenamente en ese gran salón preparado para la ocasión y cada uno de ellos se llevó la sorpresa de su vida, al ver a Rei Ayanami, alias "La Zombie sin Sentimientos" paseando por el lugar con un vestido que hacía a más de una mujer ponerse roja de envidia.
Luego de un rato, todos estaban ubicados en las mesas que se habían dispuesto y dio comienzo a una pequeña ceremonia precedida por el Sub-Comandante Fuyutsuki, donde se le dio un reconocimiento a algunos de los presentes por su buen desempeño, luego de lo cual, la fiesta se dio oficialmente por iniciada.
Misato, Ritsuko, Maya, Asuka, Rei y Kaji, estaban juntos ante una mesa conversando luego del pequeño show de Fuyutsuki, mientras se servían un aperitivo.
— Siento lástima por Shigeru y Makoto. Van a tener que quedarse en el Centro de Mando toda la noche, mientras nosotros nos divertimos — comentó sinceramente Maya.
— Alguien tiene que quedarse de guardia por si se presenta alguna eventualidad — dijo Ritsuko, luego de beber un poco de su margarita.
— Aun así, siento pena por ellos. Tenían muchas ganas de venir — insistió Maya.
— Realmente ese tonto no va a venir — dijo Asuka, quien no estaba prestando atención a Maya, logrando que todos comprendieran de inmediato a lo que se refería la pelirroja.
Shinji Ikari brillaba por su ausencia.
— Sería una lástima que Shinji faltara esta noche. Se perdería una gran fiesta — comentó Kaji.
Rei era la que más preocupada estaba por la ausencia del joven, aunque no lo demostraba en lo más mínimo. La única razón por la que ella había asistido a esta fiesta, era para ver a Shinji, y por lo que parecía, él no tenía intenciones de llegar. La chica no pudo dejar de sentirse un tanto decepcionada, pero no había nada que hacer. Shinji era su razón para estar ahí y si él no estaba, entonces no había ningún motivo para quedarse. Rei estaba pensando seriamente en retirarse, cuando le vio llegar.
Shinji Ikari acababa de entrar al lugar de la fiesta, vistiendo un elegantísimo y juvenil traje color claro, camisa negra y una corbata que hacía juego. Tenía un aire relajado que nunca antes le había visto y sonreía con naturalidad cuando lo saludaban al pasar. Rei sintió como su corazón comenzaba a latir cada vez más rápido. Shinji se veía realmente apuesto.
Misato se percató del repentino y casi imperceptible cambio de estado de la Primera Elegida. A simple vista, la chica parecía la misma de siempre, con su rostro serio y frío, pero sus ojos eran otra cosa. Los ojos de Rei brillaban, mientras observaban totalmente concentrada alguna cosa a la distancia.
— ¿Estás bien, Rei? — pregunto la mujer, haciendo que todos voltearan a verla.
Ayanami casi dio un salto al escuchar la voz de Misato, al ser tomada fuera de guardia, pero logró mantener el control, aun así, tuvo que agachar un poco el rostro para que no notaran su sonrojo, ya que sentía la cara ardiendo. Esta era una de las cosas que más le molestaba de estos nuevos sentimientos que estaban aflorando en ella, el sonrojarse. Pero no era el momento de pensar en eso. Todos la estaban observando y debía dar una respuesta.
— Shinji acaba de llegar — dijo finalmente, con voz monocorde señalando a la entrada de la ex-bodega, y ahora salón de baile.
Todo el grupo miró en la dirección que señalaba la chica y, efectivamente; Shinji estaba ahí caminando entre la gente, deteniéndose junto a un grupo de técnicos del EVA-01, que le habían hecho señas. Uno de los hombres le ofreció un trago y lo invitó a integrarse a su conversación, cosa que hizo animadamente. No era un secreto que Shinji se estaba llevando bastante bien con los técnicos que hacían mantenimiento a su EVA, incluso se rumoreaba que había salido de parranda con ellos en una ocasión. Cosa que nunca se llegó a confirmar.
— ¿Ese es Shinji? — preguntó una incrédula Maya.
— No lo puedo creer. Realmente se ve espectacular — dijo Ritsuko, contemplando detenidamente al joven. ¿En qué momento había crecido tanto? "Voy a hacerle una revisión más exhaustiva en su próximo control médico", pensó con una sonrisa traviesa la científica.
— Wow. Nunca imaginé que Shinji podría verse tan varonil, ¿En qué momento pasó esto? — preguntó una incrédula Misato.
— Ya no es un niño, Misato. Está convirtiéndose en hombre. Incluso su forma de ser ha estado cambiando. Tiene más confianza en sí mismo y afronta las cosas en vez de huir — dijo Kaji, con una sonrisa aprobatoria.
Asuka analizaba las palabras de Kaji, mientras observaba al joven Ikari. Parecía el dueño del mundo mientras reía por algún cometario de uno de los técnicos de su EVA, con los que se llevaba bastante bien. Finalmente desapareció entre la gente junto con el grupo, rumbo a otro lugar del amplio salón-bodega. Kaji tenía toda la razón, Shinji se estaba convirtiendo en hombre y a ella eso le encantó.
— Voy a buscar a ese tonto o nunca llegará donde nosotros — dijo la pelirroja poniéndose de pie y saliendo en busca del aludido, con una misteriosa sonrisa en los labios.
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Shinji había llegado bastante tarde a NERV y cuando por fin entró en la bodega, se llevó una grata sorpresa. Él había estado en este lugar en más de una ocasión y siempre estaba lleno de refacciones para las armaduras de los EVA. Nunca imaginó que algún día lo vería de esta manera. Misato en verdad le había puesto empeño a esta fiesta.
Entró al salón/bodega buscando a Misato y compañía, pero a poco andar vio a un grupo de técnicos del EVA-01 haciéndole señas. De un tiempo a esta parte se estaba llevando bastante bien con ellos, incluso lo habían llevado de parranda una noche que lo encontraron de camino a casa de Touji. Por fortuna, con una llamada oportuna para solicitar su ayuda, Touji cubrió su escapada y nadie se enteró. Eso fue un gran alivio, ya que el lugar al que lo llevaron no era de los más respetables. Ante los llamados de los técnicos, decidió acompañarlos un momento y dejar la búsqueda de Misato y compañía para más tarde.
Casi sin darse cuenta, unos minutos después estaba mezclado con un grupo de gente conversando y riendo con sus bromas, mientras bebía un "Margarita sin alcohol". Debía admitir que para haber llegado recién, ya lo estaba pasando bien. Finalmente, asistir a esta fiesta no fue tan mal panorama como había imaginado en un principio, aunque tuviera que ponerse traje y corbata. Estaba en eso, cuando sintió un fuerte palmetazo en la cabeza.
— ¿Pero qué…? — el regaño de Shinji murió cuando vio a su atacante, Asuka Langley Soryu.
La chica estaba parada con las manos en las caderas y el ceño fruncido, pero eso solo era un pequeño detalle que no aminoraba en nada la belleza de la chica. Contra todo lo que él pudiera imaginar, Asuka llevaba un hermosísimo vestido chino de color rojo, con bordados en dorado y un generoso corte a un costado que dejaba ver una de sus hermosas piernas. Su cabello estaba recogido y tomado en un moño, sostenido por un par de palillos de los que colgaban unos hermosos adornos; y como ya era costumbre en la pelirroja, el maquillaje era perfecto. Los aros y pulseras que llevaba, solo aumentaban el encanto.
Shinji estaba prácticamente catatónico. Ya había visto en otras ocasiones a Asuka arreglada para una cita y sabía que podía verse devastadoramente hermosa si lo pretendía, pero esto era algo que no se esperaba. Ese vestido chino le quedaba impresionantemente bien y definitivamente, el rojo le sentaba de maravilla. Sumado a un perfecto maquillaje y el cabello tomado en un coqueto moño con un par de palillos con elegantes adornos, fueron más que suficiente para desarmarlo por completo.
Por su parte, el ceño fruncido de Asuka se fue suavizando al ver la expresión de Shinji, ya que estaba parado observándola de arriba abajo con la boca abierta y a punto de babear. Demás está decir que esto la hizo sonreír con orgullo. El chico estaba impresionado y eso era justo lo que ella quería.
— Vamos, tonto. Misato y los demás nos están esperando — dijo la chica en un tono de voz más suave, y una tierna sonrisa, cogiendo de un brazo a un aturdido Shinji, que no atinaba a nada y simplemente se lo llevó, ante la divertida mirada de los técnicos del EVA-01.
Luego de un rato, en el que Asuka aprovechó para dar una corta vuelta por el lugar para disfrutar el momento, apareció frente al grupo, aun cogiendo a Shinji de un brazo.
— Hasta que al fin llegaste, Shinji — dijo Misato, un tanto fastidiada.
— Sí, bueno, siento la demora — respondió algo intimidado por la mirada penetrante de su tutora.
— Pero valió la pena la espera. Te ves increíblemente atractivo — dijo Ritsuko con una sonrisa traviesa, que por algún motivo logró poner nervioso al joven Ikari.
— Estás hecho todo un hombre, Shinji — dijo Maya con una sonrisa.
— Gracias — respondió el aludido, algo avergonzado y un tanto sonrojado.
— Buenas noches, Shinji — saludó Ayanami, con su habitual frialdad.
Recién en ese momento, Shinji se percató de la presencia de Rei. Estaba tan nervioso al recibir tantos elogios, que había pasado por alto su presencia. Frente a él estaba la chica que le quitaba el sueño de un tiempo a esta parte, vistiendo un elegantísimo traje de noche, que dejaba al descubierto sus hombros, lo que le daba un aire bastante sensual, sumado a un impecable maquillaje, fueron lo suficiente como para volver a desconectar el cerebro de Shinji, por segunda vez esa noche.
Ante sus ojos, Rei Ayanami se veía como una diosa.
Los demás presentes observaron la reacción de Shinji con interés, sorpresa, alegría y enojo; dependiendo de quién observaba. No cabía duda de que el chico estaba completamente embobado por una elegante y hermosa Rei Ayanami, tanto que su rostro era una mezcla de sorpresa y admiración, mientras la contemplaba con la boca abierta.
— Hermosa — susurró Shinji, sin darse cuenta, pero lo suficientemente fuerte como para ser oído.
Si para Rei, era difícil mantener la calma y su rostro impasible ante un apuesto Shinji, que no despegaba los ojos de ella; luego de escuchar ese comentario fue literalmente imposible y no fue capaz de ocultar su sonrojo. Aun así, estaba feliz. Si se había arreglado así esa noche, era para agradarlo a él.
— Gracias — respondió la chica peliazul, haciendo un supremo esfuerzo por mantener su rostro y voz lo más impasible posible, aunque no pudo reprimir una minúscula sonrisa de felicidad.
Al escuchar a Rei dándole las gracias, Shinji cayó en cuenta de que había hecho audible su pensamiento y se puso más rojo que una señal de tráfico.
— De… de nada — logró decir nerviosamente, encontrando su voz de alguna forma.
Por su parte, la pelirroja no estaba para nada contenta con el comentario de Shinji. Ella sabía que se veía mejor que Rei, pero ahora Shinji la ignoraba como si se la hubiera tragado la tierra; y eso que aun la tenía cogida de un brazo. No sabía con quién estaba más enojada, si con Shinji o con Rei.
Para el resto de los presentes resultó bastante divertido ver a Shinji casi babeando por Rei, pero en el fondo lo entendían, la chica se veía bellísima. Para cualquier chico hubiera sido muy difícil no reaccionar de la misma forma al verla.
— ¿Vas a quedarte viendo a la muñeca como un idiota toda la noche, o te vas a sentar a la mesa? — bufó la pelirroja, retomando un poco de su mal humor, soltando el brazo de Shinji.
— Yo, este… sí, sí, me siento — respondió Shinji, regresando a la realidad con las mejillas ardiendo.
Kaji, que había contemplado todo lo ocurrido con mucho interés, se dio cuenta que el joven Ikari estaba bastante avergonzado y pese a no demostrar el menor cambio, intuía que Rei también lo estaba, así que decidió cambiar el tema para sacarlos del apuro.
— ¿Qué te retrasó tanto, Shinji? Pensábamos que ya no venías.
— Estaba en casa de Kensuke y se me pasó la hora — contestó Shinji, agradeciéndole mentalmente a Kaji por cambiar el tema.
— ¿Y qué estabas haciendo por allá? — preguntó nuevamente Kaji.
— Estábamos viendo unas películas — respondió Shinji, algo apenado.
— De seguro estaban viendo películas porno. Son unos cochinos Hentai — interrumpió Asuka, ya oficialmente enojada con Shinji, por babear una vez más por la muñeca.
— ¡Eso no es verdad! Estábamos viendo STAR WARS — se defendió Shinji.
— ¿Qué parte viste? — preguntó Maya, interesada.
— Kensuke tiene las seis partes, pero alcancé a ver hasta la mitad de "El Ataque de los Clones"
— Esa película es entretenida, pero sigo prefiriendo "El Imperio Contraataca" y "La Venganza de los Sith" — comentó Maya.
— No sabía que te gustaba la ciencia-ficción, Maya — comentó Misato, realmente sorprendida.
— Me gusta desde que era niña, cuando vi por primera vez "2001 Odisea del Espacio".
— Esa película es una obra maestra — dijo Shinji con entusiasmo.
Fue así, como Maya y Shinji comenzaron una amena conversación sobre películas de ciencia-ficción; para la sorpresa de todos, ambos eran expertos en el tema. Al poco rato todos estaban conversando animadamente mientras comían algo, Rei era la única que no hacía comentarios, pero estaba atenta a todo lo que decían.
Poco después, la banda empezó a tocar música más movida y varias parejas salieron a la pista de baile, lo que causó en Misato deseos de bailar, pero para su mala suerte, Asuka se le adelantó llevándose a Kaji.
— Rayos, con las ganas que tengo de bailar — dijo Misato, cruzándose de brazos entre resignada y enojada, haciendo un puchero, lo que causó que Shinji no pudiera reprimir una risita — No le encuentro ninguna gracia, Shinji — respondió la mujer, mirándolo con ojos estrechos.
Shinji miró a Misato, la mujer que con el pasar del tiempo se había convertido en algo más que su superior o tutora, se había transformado en una amiga y una especie de hermana mayor, por lo que no le gustaba verla enojada ni deprimida, así que decidió hacer algo para remediar eso.
— ¿Me concedes esta pieza? — preguntó Shinji con una sonrisa, poniéndose de pie y tendiéndole una mano a la mujer.
Esto sorprendió no solo a Misato, sino que a todas las presentes.
— ¿Sabes bailar? — preguntó Misato, mirando al chico con algo de incredulidad.
— Porque no lo compruebas por ti misma — respondió Shinji, con una sonrisa al más puro estilo Kaji.
Misato observó al chico con atención y pudo finalmente comprender por qué Rei se había fijado en él. En ese momento recordó a la chica y le lanzó una furtiva mirada. Esta le hizo una leve inclinación de cabeza, con la que le dijo que todo estaba bien.
— De acuerdo, vamos — respondió la mujer con una radiante sonrisa, tomando la mano del chico y llevándolo a la pista de baile.
Para sorpresa de Misato y de todos los presentes, Shinji resultó ser un gran bailarín. Incluso Asuka, que pese a estar con su querido Kaji, sintió una punzada de envidia al ver Misato, bailando con el chico.
Luego de un par de piezas, Kaji decidió volver a la mesa, pese a las protestas de Asuka, que finalmente se resignó a sentarse y ver como Misato seguía en lo suyo con Shinji. Finalmente y luego de otra pieza, los dos volvieron a la mesa algo cansados, pero contentos.
— Eso fue estupendo Shinji. No dejas de sorprenderme — dijo Misato, dando un suspiro de cansancio y alegría, dedicándole luego una sonrisa al chico.
— Gracias — respondió Shinji, un tanto avergonzado.
— ¿Dónde aprendiste a bailar así, Shinji? — preguntó Maya, lo que captó la atención de todos.
— Si te lo cuento, no me lo creerías — respondió con una sonrisa nerviosa, al recordar a la prima de Kensuke, que dicho sea de paso, aún le mandaba notas y saludos por medio de su primo.
— Bueno, ahora es mi turno de bailar — dijo Ritsuko, poniéndose de pie y tendiéndole una mano a Kaji, el cual no se hizo de rogar.
— Espera un momento, Ritsuko. Es mi turno de bailar con él — gruño Misato.
— Acabas de bailar con Shinji — respondió la doctora, con un encogimiento de hombros.
— Eso no le da derecho a llevarse a mi Kaji — dijo la pelirroja con cara de pocos amigos, sujetando al hombre de un brazo, en actitud posesiva.
— Ya bailaste con él, Asuka. ¿Por qué no lo haces con Shinji?. Demostró ser un gran bailarín — replicó la doctora.
— ¡¡Ni aunque fuera el último hombre del planeta!! — ladró Asuka automáticamente, antes de pensar lo que decía, pero como aún estaba molesta por la reacción de Shinji al ver a la muñeca, lo dejó pasar.
Finalmente Misato y Asuka, tuvieron que resignarse a ver como Ritsuko se llevaba a Kaji, con una sonrisa de triunfo en los labios, mientras Maya trataba de contener la risa.
Mientras eso ocurría, Shinji no pudo dejar de sentirse golpeado por el comentario de Asuka. Después de lo pasado en la azotea de la escuela, pensaba que las cosas con ella podrían ir mejor, incluso la chica se las había arreglado para darle una pequeña insinuación de que podrían ir un poco más allá en su relación. Por su puesto, eso había removió algunas cosas del pasado, pero ella nuevamente se las había arreglado para pisar todo eso. Aun así, en esta ocasión la estocada no dolió tanto, ya que Shinji no había podido quitar sus ojos de Rei, por lo que el comentario de la pelirroja no le llegó del todo, ya que su mente estaba ocupada en otra cosa.
Durante toda la semana había estado deseando ver a Rei y ahora que finalmente podía verla, había quedado simplemente anonadado. La chica se veía realmente hermosa. Nunca había imaginado que Rei podría llegar a verse tan bien. Es cierto que Asuka lo había impresionado, pero a sus ojos, Rei la había superado totalmente.
Por su parte, Rei estaba haciendo un buen trabajo manteniendo su rostro neutro, pero sus ojos la delataban, estaba nerviosa; y no era para menos. Shinji se había pasado todo el rato lanzándole miradas, como si no pudiera despegar los ojos de ella. No es que le molestara, pero Asuka estaba ahí y podría armar un escándalo.
Mientras, Shinji seguía pendiente de Rei, hasta que se percató que la chica estaba nerviosa. Como de costumbre, su rostro no decía nada, pero sus ojos la delataban. Lo pensó un momento y decidió hacer algo para tratar de que la chica se relajara un poco y, de paso, pasar algo de tiempo con ella.
Shinji se puso de pie y se paró a un costado de Rei, mirándola a los ojos.
— ¿Te gustaría bailar? — preguntó, extendiendo una mano para invitarla a ponerse de pie.
Al escuchar esa pregunta, Maya, Misato y Asuka voltearon en el acto hacia la pareja. Maya con sorpresa y Misato con mucha alegría, ya que Rei estaba ahí solo por Shinji. Asuka miraba esto con evidente enfado, que iba en franco aumento.
— Yo… no sé bailar — respondió Rei, bajando la vista, ya que no pudo sostener la mirada de Shinji.
— No se podía esperar menos de una muñeca como tú — se burló Asuka, dando una sonrisa triunfal.
— Nadie nace sabiendo bailar, Asuka — respondió Shinji un tanto fastidiado, para luego devolver su atención a Rei — Si quieres te puedo enseñar. No es tan difícil. Hasta yo pude aprender — dijo con una sonrisa gentil.
Para Asuka, esa fue la gota que rebalsó el vaso. Había soportado las miradas de admiración que Shinji le había dado a Rei, mientras babeaba frente a ella. Incluso soportó ese piropo inconsciente que se le escapó de los labios, pero que saliera en defensa de la muñeca y para colmo que la invitara a bailar, era algo que ella no podía soportar. Tenía que hacerlo pagar por esa humillación y sabía cómo hacerlo.
— Déjala Shinji, no pierdas el tiempo con esa muñeca. Además, no creo que le interese bailar contigo teniendo al Comandante Ikari a un par de mesas de aquí.
— ¡¡Asuka!! — dijo Misato, tratando de callarla.
— Pero si es verdad — dijo Asuka, encogiéndose de hombros — Todo el mundo sabe que la muñeca siempre anda detrás del Comandante Ikari, y eso a él no parece molestarle. Después de todo, tu querido padre la prefiere a ella antes que a ti, siempre lo ha hecho y siempre lo hará — finalizó, dándole a la improvisada pareja una mirada estrecha y una sonrisa burlesca.
— ¡¡Basta, Asuka!! — le llamó la atención Misato, pero el daño ya estaba hecho.
Para Shinji esa fue una puñalada en la espalda. Sabía que su padre no lo quería y ya lo tenía asumido, pero aún dolía el recordarlo. No solo eso, Asuka se las había arreglado para meter el dedo en la herida, justo por la parte que más dolía, ya que él aún no lograba comprender por qué su padre prefería a Rei, antes que a él, su verdadero hijo. Cerró los puños con fuerza, mientras agachaba un poco la cabeza, molesto y dolido.
Otra que estaba impactada por las palabras de la pelirroja, era Rei. La chica no sabía qué hacer. Ella nunca quiso ocupar el lugar de Shinji, su relación con el Comandante Ikari, era más bien de agradecimiento y admiración, ya que él había sido la única persona que se había preocupado por ella, hasta la llegada de Shinji.
Rei le dedicó una mirada a la pelirroja, y por la mirada y la sonrisa triunfal que esta le devolvió, supo que Asuka, había dicho eso con el único fin de alejar a Shinji de ella. Rei sintió rabia como nunca antes contra la pelirroja, pero no era el momento adecuado para ajustar cuentas con ella. Se tuvo que tragar su enojo, para levantar la vista con temor, esperando encontrar a Shinji observándola con enojo o resentimiento, pero por el contrario, él no miraba a nadie, seguía con la cabeza gacha, hasta que la levantó y le dio una fulminante mirada a la pelirroja.
— Puedes ser realmente despreciable cuando te lo propones — dijo Shinji con enojo, para luego dar media vuelta y marcharse a grandes zancadas, perdiéndose a poco andar entre la gente que bailaba alegremente en la pista de baile.
Ritsuko y Kaji, que no estaban tan alejados del grupo, habían visto el intercambio de palabras entre los pilotos y trataron de detener a Shinji para preguntarle qué había pasado, pero este pasó de ellos y siguió rumbo a la salida. Kaji fue detrás de él, mientras que Ritsuko iba a la mesa donde estaban los demás.
— ¿Qué rayos pasó? Shinji iba muy molesto. Nunca lo había visto así — preguntó Ritsuko.
— Pregúntale a Asuka — respondió Misato, evidentemente enojada, dándole una penetrante mirada a la pelirroja, que para ese momento ya estaba arrepentida, no tanto de lo que había dicho, sino de cómo lo había dicho. Y es que después de todo lo que le había costado reconocer que amaba a Shinji y el esfuerzo que debió hacer para arreglar las cosas con él, demostrarle que no lo odiaba, abrir una pequeña puerta para acercarse a él y tratar de llegar a su corazón, ahora va y tira todo por la borda. Todo por culpa de la muñeca.
Ritsuko estaba por preguntarle a Asuka qué había pasado, cuando Rei se levantó de su asiento y le lanzó a la pelirroja una mirada fría y penetrante nunca antes vista en ella.
— Lo que hiciste fue cruel, Asuka. Sabes que Shinji ha sufrido desde niño por la actitud indiferente del Comandante Ikari para con él, y aun así, se lo restregaste en la cara. Eso fue bajo hasta para ti.
Dicho esto, Rei tomó sus cosas y pretendió encaminarse a la salida. Pero Asuka no estaba dispuesta a que Rei viniera a reprocharle cosas y ante la mirada atónita de todos, agarró de los hombros a Rei, y la hizo voltearse hacia ella para hablarle.
— ¿¿Me estás llamando cruel, estúpida perra?? — gruñó Asuka.
— ¡¡Ya cállate, Asuka!! — gritó Misato, pero la pelirroja no hizo caso de sus palabras y prosiguió su ataque contra Rei.
— Tú te haces la inocente, pero solo quieres alimentar en Shinji una estúpida ilusión. Jugarás un rato con él y cuando te canses, volverás corriendo donde tu querido Comandante Ikari, burlándote de él, porque eres una estúpida muñeca fría y sin emociones. Tú nunca podrás…
Asuka tenía la palabra en la punta de la lengua, pero no pudo pronunciarla. Según ella, Rei nunca podría amar a Shinji, pero si lo gritaba a los cuatro vientos, podría revelarse la secreta verdad de lo que ella sentía por él.
— ¿Amarlo? — preguntó Rei, completando la frase que había quedado inconclusa en los labios de Asuka, la que se remeció por entero al escuchar esa palabra — ¿Amarlo, para jugar con él y destrozar sus ilusiones, mientras lo menosprecio y me burlo de él? No Asuka. Shinji no necesita de alguien más que le cause daño, porque tú ya haces ese rol.
Asuka fue golpeada duramente por las palabras de Rei, pero la chica aún no había terminado, levantó la vista para mirar fijamente a Asuka, con una mezcla de dolor y rabia, causada por las venenosas palabras de la pelirroja.
— Shinji tiene razón. Eres despreciable.
Dicho esto, Rei se soltó del agarre de Asuka, tomó sus cosas y salió a paso firme del lugar, ante la mirada atónita de las presentes, que aún no podían creerse lo que habían visto y escuchado.
— Espera Rei. ¿Adónde vas? — preguntó Misato, antes de que la chica se alejara más.
— A casa. No tengo nada que hacer aquí. Estas cosas no son para mí — concluyó la chica.
— Espera Rei, no te vayas — dijo Misato, pero ya era demasiado tarde. La chica ya se había perdido entre la gente rumbo a la salida, como lo había hecho Shinji unos momentos antes.
Justo en ese momento Kaji apareció entre la gente, regresando con las manos vacías.
— Alcancé a Shinji y traté de hablar con él, pero me dijo que lo dejara tranquilo. Se veía bastante molesto — informó el hombre al llegar donde el grupo — Y a todo esto, ¿dónde está Rei?
Misato dio un fuerte golpe de puño a la mesa y miró a Asuka con furia en los ojos.
— ¿¿TE DAS CUENTA DE LO QUE HAS HECHO??
La pelirroja no pudo contestar al sentir la mirada fulminante de Misato y la mirada acusadora de los demás. Lo único que deseaba en ese momento, era poder hundirse en su asiento, agachar la cabeza, arrepentida de sus palabras y llorar, sabiendo que si seguía a Shinji en ese momento para explicarse, solo lograría empeorar las cosas. Aun así, su estúpido orgullo pudo más. Ya no tenía dignidad, pero aún debía conservar las apariencias. Cogió sus cosas y salió corriendo de ahí, pero en una dirección completamente diferente a la de Shinji y Rei.
— Asuka. ¿A dónde crees que vas? ¡¡Asuka!! — preguntó una enojada Misato, pretendiendo ir detrás de la pelirroja, pero fue detenida por Kaji, que la sujetó de un brazo. Misato iba a protestar, pero el hombre le dedicó una mirada seria y negó con la cabeza.
— Déjala ir. Por ahora lo mejor es apartase y dejarla sola — dijo Kaji, con voz seria.
Misato miró al hombre unos segundos y asintió. Kaji tenía razón. Por ahora lo mejor era dejarla ir.
Mientras, Asuka corría por los solitarios corredores de NERV, como si de alguna forma con esté acto pudiera dejar atrás todo lo ocurrido hace unos momentos. Corrió y corrió sin un destino en mente, hasta que finalmente se dejó caer de rodillas en medio de una pasarela, totalmente exhausta. Al levantar la vista se encontró con los ojos del gigante rojo que ella pilotaba. Sin darse cuenta, había corrido hasta la jaula de contención de su EVA.
Observó fijamente los ojos del gigante rojo, recordando lo que había pasado hace solo uno minutos antes de agachar la cabeza, mientras se mordía un labio, a la vez que daba un golde de puño en la pasarela, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con escaparse de sus ojos.
"Soy una estúpida" fue el único pensamiento que pasó por la mente de la pelirroja, sintiendo un fuerte dolor en su alma, al saberse derrotada en el corazón de Shinj, todo por causa de su maldito y estúpido orgullo.
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Rei caminaba por los corredores de NERV, rumbo al ascensor que la sacaría de ese lugar. Pese al rostro inexpresivo que llevaba, Rei estaba realmente enfadada con la pelirroja. La chica había lastimado a Shinji, donde más le dolía y la había usado a ella para hacerlo. Eso es lo que más la molestaba. Finalmente llegó hasta un ascensor y una vez dentro, presionó el botón para subir a la superficie.
Mientras hacia su camino al exterior, lo único que la chica podía desear, es que después de lo que había pasado, Shinji no guardara ningún resentimiento contra ella, ya que nunca había sido su intención quitarle el lugar que le correspondía como hijo del Comandante Ikari.
Con esto en mente, salió del ascensor una vez que llegó al primer nivel y caminó a la salida más cercana, con la intención de ir directo a su departamento y acostarse a dormir. Para su sorpresa y a poco andar, se encontró con Shinji parado a unos metros de la salida de las instalaciones, con las manos en los bolsillos del pantalón, mientras observaba el cielo estrellado con rostro pensativo.
Por unos momentos, Rei dudó si ir o no donde estaba Shinji, ya que se veía bastante pensativo y no quería molestarlo, pero algo dentro de ella le impidió alejarse; es más, la incentivaba a acercarse y hablar con él, hasta que sin darse cuenta ya estaba a unos pasos de él.
— ¿Shinji? — preguntó tímidamente.
El aludido se volteó sorprendido al escuchar que lo llamaban, solo para encontrarse con Rei Ayanami, observándolo con… ¿preocupación?
— ¿Estás bien? — preguntó la chica.
— Sí, estoy bien. No te preocupes — respondió Shinji, un tanto desganado.
— ¿Seguro? — insistió la chica, ya que era evidente que Shinji no estaba del todo bien.
— Sí, seguro — respondió él.
— Shinji… sobre lo que dijo Asuka, yo…
— ¿Por qué no estás en la fiesta? — preguntó Shinji, sin dejar que Rei terminara lo que quería decir.
La chica miró a Shinji con sorpresa al haber sido cortada a media frase, pero no pudo ver la menor señal de resentimiento ni enojo en él, por el contrario, la miraba con una sonrisa gentil. La misma sonrisa que le dedicó cuando se ofreció a enseñarle a bailar.
— No me sentía cómoda — respondió finalmente, agradeciendo mentalmente que Shinji, no se veía molesto con ella por el comentario de Asuka y agradeciendo además, el cambio de tema.
— Te entiendo — dijo Shinji — Como que estábamos un poco fuera de lugar ahí.
— Pero parecías pasarla bien — comentó Rei, antes de poder detenerse.
Shinji la miró sorprendido. La chica estaba más habladora de lo normal, aunque desde hace un tiempo que había cambiado en algo su forma de ser. Sonrió.
— Sí, bien… debo reconocer que al final no estaba tan mal.
— Supongo — dijo Rei, no muy convencida, recordando lo que había visto en ese lugar, que en verdad no le había llamado mucho la atención, excepto por la invitación de Shinji — Me hubiera gustado aprender a bailar — susurró sin pensar.
Shinji miró a la chica, verdaderamente sorprendido. Jamás se hubiera esperado un comentario así de ella y parecía que ella se había arrepentido de soltar esas palabras, ya que había agachado un poco la cabeza, con un leve rubor en sus mejillas. Se veía tan hermosa, entonces lo recordó. Metió su mano en la cartera de su chaqueta y sacó la invitación que le habían regalado para la inauguración de una Discotheque. Observó la invitación por unos segundos y se percató que era para dos personas. Con eso, ya no dudó más.
— Si quieres aprender a bailar, aún no es tarde para enseñarte — dijo Shinji con una sonrisa.
Rei lo miró dándole a entender que no comprendía de qué estaba hablando. ¿Acaso pretendía regresar a la fiesta de NERV, luego de lo que había pasado?
— Tengo una invitación para la inauguración de una discotheque — se explicó Shinji — Podríamos ir, quiero decir, habrá una pista de baile y música. Además, aún no es media noche — dijo Shinji, tratando de no sonar tan nervioso por la propuesta.
Obviamente, Rei se sorprendió por esta propuesta de Shinji, pero no podía negar que era interesante, ya que tendría la oportunidad de estar con él sin que nadie estuviera de por medio; en especial cierta pelirroja, aunque también estaba algo nerviosa al recordar lo que pasó la última vez que estuvieron solos.
"Esta noche vine solo para poder ver a Shinji. Ahora que tengo una oportunidad de estar a solas él, no puedo dejarla pasar" pensó la chica y con eso, su decisión ya estaba tomada.
— Está bien — respondió tratando de sonar lo más normal posible, aunque por dentro estaba muy emocionada y feliz. Por fin estaría junto a Shinji, solos él y ella.
Shinji sonrió en respuesta y armándose de valor, le ofreció el brazo a la chica. Rei dudó unos segundos, pero al final se colgó del brazo del chico y salieron juntos a la calle, ambos con un leve sonrojo en las mejillas.
Al cabo de un par de minutos cogieron un taxi que pasaba por el lugar y partieron rumbo a la discotheque. Durante todo el trayecto ninguno de los dos dijo una sola palabra, en el fondo no era necesario. Se sentían bastante bien con el solo hecho de estar juntos y las palabras no eran necesarias. Fuera de eso, seguían cogidos del brazo y ambos parecían muy felices con ese contacto.
Cuando finalmente llegar a su destino, se encontraron con algo que ninguno esperaba. Había un verdadero mar de gente en el frontis de la Discotheque, todos pujando por intentar entrar al local, mientras que unos guardias con pinta de gorilas, trataban de poner el orden en la entrada y ver que no se colara nadie.
Aunque pareciera extraño, toda esta agitación era algo entendible. Después que comenzaron los ataques de los Ángeles, la mayoría de los locales de diversión habían decidido cerrar sus puertas o cambiarse a una ciudad más amigable. Eso causó que la gente que vivía en la ciudad fortaleza, en su mayoría científicos, personal militar y sus familias, se fueran quedando paulatinamente sin lugares donde ir a divertirse luego del trabajo o el fin de semana. Es por eso que la inauguración de una nueva Discotheque, era algo que nadie se quería perder. Desgraciadamente para Shinji, esto le hacía prácticamente imposible entrar con Rei a ese lugar.
— Rayos — dijo Shinji, mirando con desanimo el mar de gente frente a la lejana entrada del local.
— No creo que podamos pasar. Sería mejor que nos fuéramos — dijo Rei, mirando a la multitud.
— No es justo — dijo Shinji con evidente resignación, haciéndose ya a la idea de que la noche para ellos había llegado a su fin y de que no podría enseñarle a bailar a Rei.
— No sacan nada con quedarse aquí chicos. Nadie que no tenga una invitación entrará esta noche a ese local — dijo el conductor, al escuchar el intercambio de palabras de sus jóvenes pasajeros.
— Pero yo tengo una invitación — dijo Shinji, mirando al conductor.
— ¿De verdad? — preguntó el hombre sorprendido, a lo que Shinji respondió sacando la invitación y enseñándosela al conductor — Vaya, no sé cómo habrás hecho para conseguir esa invitación, pero eres muy afortunado. No cualquiera tiene una de esas.
— ¿Tanto así? — preguntó Shinji, mirando con nuevos ojos su invitación.
— Claro que sí, chico. Por lo que se dice, esta discotheque es sumamente exclusiva. Solo se le permitirá la entrada a gente de cierto nivel hacia arriba — explicó el conductor — Como hoy se está inaugurando, la entrada es solo con invitación y los asistentes son la gente más importante de Tokyo-3. A todo esto, ¿cómo conseguiste una?
— Bueno, el dueño de la Discotheque me la regaló el otro día — se explicó Shinji — Aunque no me servirá de mucho. Nunca podremos llegar hasta la entrada — finalizó con desanimo.
— No te preocupes chico. Tu novia y tú entraran a esa discotheque. Solo déjalo en mis manos — dijo el hombre, guiñando un ojo a Shinji.
Tanto Shinji como Rei, se sonrojaron por el comentario del hombre. Shinji estaba a punto de explicar que Rei y él solo eran amigos, cuando el hombre puso en marcha el vehículo, lo hizo subirse a la acera y se fue acercando lentamente a la entrada de la discotheque, tocando la bocina, mientras que a la gente no le quedaba más alternativa que apartarse del camino del taxi.
Una vez que el hombre detuvo el taxi lo más cerca de la entrada que le fue posible, comenzó a tocar la bocina, haciéndole señas a los guardias de seguridad, que habían estado pendientes de todo lo que pasaba. Uno, que parecía ser el líder de grupo, le hizo señas a otro de los guardias para que lo acompañara hasta el taxi. Luego de abrirse paso entre la gente, llegaron donde estaba el taxi, momento en que el taxista bajó la ventanilla de su lado.
— ¿Qué rayos cree que está haciendo? No puede subirse a la acera — reclamó el guardia de seguridad.
— Tranquilo amigo. Traigo a dos invitados a la inauguración — dijo el hombre, señalando a sus pasajeros en el asiento trasero.
El gorila de seguridad miró a los chicos, no creyendo lo que decía el taxista, por muy bien arreglados que estuvieran, hasta que Shinji bajó un poco la ventanilla de su lado y le extendió la invitación. Una vez que el hombre comprobó la autenticidad de la invitación, le hizo señas a los otros guardias para que les ayudaran a despejar el camino, momento en que abrió la puerta del taxi, para que Shinji y Rei pudieran bajar.
— Esto va a estar un poco movido — dijo Shinji, mirando a Rei.
— No hay problema — respondió Rei, con rostro serio, pero decisión en su mirada.
Shinji asintió con una sonrisa, antes de dedicarle una última mirada al chofer de taxi.
— Gracias por su ayuda — dijo Shinji, pagando la carrera y dándole una generosa propina al taxista.
— De nada chicos. Que se diviertan — dijo el hombre con una sonrisa.
Con eso, Shinji y Rei fueron escoltados hasta la entrada de la discotheque, ante la envidia de los presentes, mientras el taxi retrocedía hasta la calle. Una vez pasada la parte complicada, los pilotos EVA fueron escoltados dentro del local, donde ambos jóvenes quedaron impresionados ante lo que vieron.
El local en si era grande y lujosamente decorado. La pista de baile era enorme y espaciosa, estando en un desnivel, que la hacía quedar un poco más abajo del resto del local, rodeada de algunos pilares. Desde el techo se podía apreciar un espectacular juego de iluminación, que hacía las delicias de todos. A un costado, habían mesas y butacas apegadas a la pared, y otras junto a la pista de baile, con una baranda que las separaba de esta, dejando un pasillo al centro para que la gente pudiera desplazarse. Hacia el fondo se apreciaba un sector que estaba en un nivel ligeramente más alto, al que se accedía por una escalera que llevaba a un lugar donde se apreciaban unas mesas de pool, que obviamente se encontraban todas ocupadas. Desde ahí, por una puerta cerrada celosamente con llave, se podía acceder a la cabina del DJ, que desde el fondo y alto del local dominaba toda la discotheque, donde por sus ventanales se apreciaba al DJ, bailando al son de la música que estaba colocando.
Hacia el otro lado y a un costado, había una amplia barra, totalmente ocupada, donde la gente bebía alegremente, mientras observaban el show de dos bartender, que hacían malabares con botellas, mientras preparaban los tragos. Un poco más allá, estaba un sector que se podría catalogar de VIP, ya que había mesas más grandes y lujosas, con butacas de cuero, donde la gente se podía reclinar cómodamente, mientras conversaban sirviéndose un trago, atendidos por algunas camareras.
Shinji y Rei estaban verdaderamente impresionados. El lugar era simplemente alucinante y sumado esto al hecho de que ninguno había estado antes en una discotheque, fue suficiente para dejarlos sin aliento.
— Acompáñenme por favor. Los llevaré a la mesa del señor Kumon — dijo el guardia que los estaba escoltando desde la entrada, ya que la invitación decía expresamente con puño y letra del dueño del local, que llevaran al portador de la invitación directamente a su mesa.
Momentos después, Shinji Ikari y Rei Ayanami, que no había soltado de brazo de Shinji en ningún momento, estaban ante la mesa de dueño del local, Yutaro Kumon, que sonrió con alegría al ver chico y se levantó en él acto para ir a saludarlo.
— Shinji Ikari. Me alegra que hayas podido asistir esta noche; y muy bien acompañado por lo que veo — dijo el hombre saludándolo efusivamente.
— Sí, gracias. Al final logramos escaparnos temprano de NERV — dijo Shinji un tanto cohibido, por tantas atenciones.
— Pero dime, ¿quién es tu bella acompañante? — preguntó el hombre, observando a la hermosa acompañante de su invitado.
— Por supuesto. Señor Kumon, le presento a Rei Ayanami. Rei, él es Yutaro Kumon, dueño de este local — dijo Shinji, presentándolos a ambos.
— Encantado de conocerla, señorita Ayanami, y permítame decir que se ve hermosa — dijo el hombre, halagador, al más puro estilo de Kaji.
— Mucho gusto — respondió Rei, en forma fría y con voz monocorde, o sea, normal, causando que Kumon se extrañara un poco por esa fría respuesta.
— Perdón si la molesté, señorita — dijo el hombre.
— No hay problema. Es que Rei es una persona muy reservaba y está es su primera vez en una discotheque, así que está un poco nerviosa — dijo Shinji para distender la situación — Por cierto, Rei también es piloto de Evangelion. Ella pilotea el EVA-00 — dijo el chico para cambiar el tema.
— ¿En verdad? Esto sí que es una sorpresa. Dos pilotos de Evangelion en mi local. Es todo un honor, pero vengan, los presentaré con los demás — dijo el hombre recobrando su alegría.
El hombre les hizo una seña con la mano para que se acercaran a la gran mesa que ocupaba y llamó la atención de los comensales que estaban en ella.
— Señores, atención por favor. Quiero presentarles a dos importantes invitados que acaban de llegar. Son Shinji Ikari y Rei Ayanami, trabajan para NERV, y son los pilotos de las Evangelion — dijo Kumon, ante la mesa llena de empresarios y amigos personales.
Ante esa presentación, ambos chicos fueron recibidos con admiración por los invitados de Kumon, los cuales les hicieron espacio para que se sentaran con ellos a la mesa. Momentos después y como era de suponer, ambos pilotos fueron el blanco de múltiples preguntas, que fueron respondidas por Shinji, de la manera usual; o sea, respondiendo sin responder realmente. Rei también debió responder algunas preguntas y pese a su seriedad, al grupo de personas presentes pareció caerles bastante bien.
También les llegaron algunas felicitaciones y agradecimientos por parte de más de uno de los presentes, ya que sus negocios y hogares, aún seguían en pie gracias a que los Pilotos EVA impedían que los Ángeles, o lo que sea que fueran esas cosas, destruyeran Tokyo-3. Al cabo de un rato ambos jóvenes cargaban ya varias tarjetas de presentación e invitaciones a visitar los negocios, empresas o laboratorios de los presentes.
Con el correr del tiempo, Shinji se fue relajando y pudo conversar más a gusto con los presentes. Por su parte, Rei seguía seria, pero ya no tanto como al principio, al final se fue relajando al ver a Shinji un poco más en confianza; incluso los hicieron posar para fotógrafos de unas de revistas del espectáculo que estaban cubriendo el evento.
Finalmente y luego de compartir con algo de la gente más importante de la ciudad, estaban en uno de los lugares privados de la discotheque, en la sección VIP. Estaban sentados en unas cómodas butacas de cuero, que invitaban a descansa. En la mesita circular que estaba al frente, tenían algunas cosas para picar y un par de tragos sin alcohol, todo por cortesía de la casa.
— Tiene sus ventajas conocer al dueño del local — comentó Shinji, recargándose en la cómoda butaca de cuero.
— Sí — concordó Rei, observando el lugar con mucho interés.
— Es impresionante. ¿Verdad? — dijo Shinji, mirando también a su alrededor.
— Las luces… son lindas — dijo Rei, mirando a la pista de baile, iluminada por las luces que jugaban cambiando de colores, girando, prendiendo y apagándose y creando formas sobre la pista de baile y la gente que estaba en ella, al son de la música de George Michael, que se escuchaba cantando el clásico tema "Freedom" por el impecable sistema de sonido del local.
— Sí, son increíbles — dijo Shinji concordando con la chica, fascinado por el juego de luces y la buena música que podía escucharse.
Shinji desvió la vista a su compañera, que tenía tomado su trago con ambas manos luego de darle un sorbo, mirando fascinada las luces sobre la pista de baile con una diminuta sonrisa en los labios. Esa imagen fue suficiente para borrar cualquier mal rato que hubiera pasado, y lo que sea que la pelirroja hubiera logrado remover en los escombros de lo que alguna vez sintió por ella. Algo dentro de su corazón se estaba removiendo, algo que lo hacía sentir un calor especial, un calor que solo esa aparentemente fría chica podía general.
Rei estaba tan entretenida observando las luces, que no se percató de que Shinji se había puesto de pie, hasta que se paró frente a ella y le extendió una mano.
— Entonces… ¿Te enseño a bailar?
La chica miró sorprendida a Shinji, la verdad es que habían pasado tantas cosas desde que llegaron a ese lugar, que había olvidado que ese era el motivo por el que estaban ahí. Miró a Shinji, que la observaba con una sonrisa gentil que le calentó el corazón. Afirmó con la cabeza y dejó su trago sobre la mesa, para luego tomar la mano de Shinji y adentrarse en la pista de baile.
Ambos caminaron hasta el centro de la pista, en un lugar relativamente desocupado. Rei se quedó parada frente a Shinji sin saber qué hacer y lo observó interrogante, cómo preguntándole qué hacer a continuación. Shinji comprendió de inmediato lo que la chica estaba preguntando y afirmó con la cabeza.
— Bueno, lo primero que tienes que hacer es cerrar los ojos y escuchar la música.
Rei se extrañó por lo que dijo Shinji y lo miró con la duda pintada en el rostro, a lo que Shinji respondió con una sonrisa. Le encantaba ver expresiones en ese hermoso rostro.
— Hazme caso, solo cierra los ojos y escucha la música… siéntela — volvió a repetir y Rei asintió cerrando los ojos — Eso es. Deja que la música penetre por tus oídos y recorra todo tu cuerpo. Siéntela y muévete con el ritmo. Solo déjate llevar.
Rei hizo lo que Shinji le decía. En un principio estaba muy tiesa y se movía lenta y mecánicamente, casi como un robot, pero con el correr de los minutos se fue soltando. Esa así y casi sin darse cuenta, que su cuerpo se fue sintiendo más liviano, más coordinado y de pronto estaba moviéndose al ritmo de la música.
— Eso es, sigue así. Deja que tu cuerpo siga a la música. No te fuerces, que sea natural… así, así. Ahora abre los ojos y no dejes de moverte.
Rei abrió lentamente los ojos, tratando de no perder el ritmo que había adquirido y observó a Shinji, que estaba frente a ella con una sonrisa de triunfo.
— Bien, eso es todo. Ya estás bailando — dijo Shinji con una sonrisa — ¿No fue tan difícil, verdad?
Rei bajó la vista y se miró a sí misma, dándose cuenta que estaba moviendose al ritmo de la música, como las demás personas a su alrededor. Volvió a mirar a Shinji, el cual ya había empezado a bailar frente a ella. Al verlo no pudo evitar sonreír y siguió bailando tratando de no perder el ritmo.
Shinji estaba por lo demás sorprendido. A Rei le había resultado más fácil que a él empezar a bailar y con cada minuto que pasaba, se iba soltando más y lo hacía cada vez mejor. Su sonrisa también estaba aumentando cada vez más, lo cual causaba que el corazón de Shinji se acelerara al ver lo hermosa que se veía la Primera Elegida.
La pareja de Pilotos EVA seguía bailando en medio de la pista de baile, ambos ya más relajados y con más confianza. Con el transcurrir de los minutos, Rei fue soltándose más y más, dejando finalmente salir a la Rei Ayanami que estaba dentro de ella, la Rei de ojos expresivos y hermosa sonrisa que había cautivado a Shinji Ikari. Para Shinji este cambió no pasó desapercibido.
"Es realmente hermosa" pensó, mientras observaba embelesado a la chica que bailaba alegremente moviendo el cuerpo al ritmo de la música, con tal naturalidad que nadie creería que era la primera vez que bailaba. En ese momento comenzó a sonar una vieja balada rock el grupo Aerosmith, por los parlantes del local.
I'm alone / Estoy solo
Yeah, I don't know if I can face the night / Yeah, no sé si podré enfrentar la noche
I'm in tears and the cryin' that I do is for you / Yo estoy en las lágrimas y el llanto, y es por ti
I want your love - Let's break the walls between us / Quiero tu amor - Rompamos las paredes entre nosotros
Don't make it tough - I'll put away my pride / No lo hagas difícil – Yo dejaré de lado mi orgullo
Enough's enough I've suffered and I've seen the light / Ya bastante he sufrido, y he visto la luz
Por su parte, Rei se dejó llevar por la música, pudiendo sentirla, tal como dijo Shinji y su cuerpo se dejó llevar por el ritmo. Por primera vez en su vida se sentía libre y viva, todo gracias a Shinji, el hombre que amaba. Si tan solo pudiera abrirle el corazón y decir lo que sentía por él. Entonces levantó la vista y vio que Shinji ya no estaba bailando, estaba de pie observándola con cara soñadora y sin darse cuenta, quedó atrapada en esos ojos azules con los que había soñado tantas noches.
Baby / Bebe
You're my angel / Tú eres mi ángel
Come and save me tonight / Ven y salvame esta noche
You're my angel / Tú eres mi ángel
Come and make it all right / Ven y has que todo esté bien
Shinji también quedó atrapado en los ojos de Rei, dándose cuenta de que la letra de esa canción se ajustaba un poco a su situación. Él estaba solo, siempre lo había estado, hasta llegar a Tokyo-3, donde encontró una familia y amigos que lo querían, pero no era suficiente, había un espacio vacío en su corazón que nunca había podido llenar, como si le faltara una parte de sí. Ahora, observando a esa hermosa chica frente a él, por fin pudo comprender qué era eso que le faltaba y lo que en verdad sentía por esa misteriosa chica de ojos escarlata.
Don't know what I'm gonna do / No sé lo que voy a hacer
About this feeling inside / Sobre esto sentimiento dentro
Yes it's true - Loneliness took me for a ride / Sí es verdad – La soledad me llevó de paseo
Without your love - I'm nothing but a begger / Sin tu amor - No soy más que un mendigo
Without your love - a dog without a bone / Sin tu amor - Un perro sin un hueso
What can I do I'm sleeping in this bed alone / Que puedo hacer durmiendo solo en esta cama
¿Cómo no se había dado cuenta antes? Era tan evidente. Tal vez por la culpa de cierta pelirroja, pero no era el momento de pensar en eso. Observó con atención eso ojos escarlata que lo miraban con la misma ternura de esa vez, bajo el roble de la escuela y no pudo dejar de preguntarse, "¿qué sentirá realmente ella por mí?"
La respuesta llegó nada más observar otra vez esos hermosos ojos color escarlata, ojos en los que pudo verse claramente reflejado, ojos que expresaban por Rei, lo que ella no podía expresar con palabras. Shinji sonrió como nunca antes y sintió que sus ojos se humedecían por la emoción de lo que acaba de descubrir.
Come and save me tonight / Ven y sálvame esta noche
You're the reason I live / Tú eres mi razón para vivir
You're the reason I die / Tú eres mi razón para morir
You're the reason I give / Tú eres mi razón para dar
When I break down and cry / Cuando me caigo y lloro
Don't need no reason why / No necesite ninguna razón
Rei se sorprendió al ver la expresión de Shinji, ya que reflejaba una alegría y emoción que ella jamás antes había visto, como si acabara de descubrir algo sumamente importante. Fue entonces que lo supo.
"Él sabe… pudo verlo" pensó asustada, agachando la cabeza, al no poder sostener la mirada de Shinji, momento en que él la cogió por mentón, para hacer que lo viera directo a los ojos.
— Yo también te amo, Rei — dijo con una sonrisa, mientras un par de lágrimas se le escapaban por la emoción sin poder contenerlas.
Rei sintió que su corazón se detenía al escuchar esas palabras, cinco palabras que habían transformado su vida en un segundo, cinco palabras que la sacaban del mundo de soledad y apatía en el que había vivido toda su vida, para transportarla a otro lleno de felicidad. Sus ojos se humedecieron y las lágrimas salieron libremente sin ser contenidas. Estaba tan feliz que ni siquiera notó que estaba llorando. Por segunda vez esa noche, se dejó llevar, lanzándose a los brazos de Shinji y lloró, lloró por primera vez en su vida, pero no de tristeza, lloró de felicidad y ahí en el hombro de la persona que amaba, pudo por fin decir esas palabras que tanto le costaba pronunciar y que le causaban tanta felicidad.
— Te amo Shinji… te amo — dijo emocionada.
Shinji la abrazó con todas sus fuerzas, como si tuviera miedo de que todo fuera un sueño, un sueño del que no quería despertar. Lentamente se separaron y se observaron a los ojos con emoción. Shinji limpio con sus dedos las lágrimas de Rei y comenzó a acercarse a ella.
Rei sabía lo que venía a continuación, era algo que deseaba desde hacía tanto y ahora estaba por volverse realidad. Sus rostros se acercaron lentamente mientras cerraban los ojos.
Sus labios se encontraron a medio camino, rozándose suavemente, para luego juntarse y fundirse en un tierno beso. Un beso que a Shinji lo elevó hasta el cielo mismo, un beso que Rei anhelaba desde hace tanto tiempo, un beso con el que daban inició a una nueva etapa en sus vidas.
Baby , Baby / Bebe, bebe
You're my angel / Tú eres mi ángel
Come and save me tonight / Ven y salvame esta noche
you're my angel / Tú eres mi ángel
Come and take me allright / Ven y hasme tómame bien
Come and save me tonight / Ven y salvame esta noche
Come and save me tonight / Ven y salvame esta noche
Come and save me tonight / Ven y salvame esta noche
Come and save me tonight / Ven y salvame esta noche
Come and save me tonight / Ven y salvame esta noche
Ninguno quería romper el contacto, pero la falta de oxígeno los hizo separarse lentamente y se miraron a los ojos, con los que expresaban todo el amor que se tenían el uno al otro. De pronto, del techo de la discotheque empezaron a caer globos, serpentinas y confeti, que sumado a la música y las luces, creaban un ambiente único.
Shinji y Rei levantaron la vista y rieron con alegría al igual que la demás personas en el local, ante lo que caía sobre ellos. Shinji miró a Rei y la rodeó por la cintura, atrayéndola hacia sí, mientras ella le rodeaba el cuello con los brazos. Se observaron a los ojos por un momento y se besaron nuevamente. Un beso de dos almas que estaban en la soledad y que ahora compartían la felicidad de tenerse el uno al otro.
FIND THE WAY
FIN DE LA PRIMERA PARTE
Segunda parte en mi otra cuenta: JiraiyaSamaWriter2
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Notas del Autor: Hola a todos. Supongo que están más que sorprendidos por este repentino final y no es para menos, ya que al terminar las cosas aquí, quedarían algunos cabos sueltos, pero no se preocupen, que esta historia continuará.
En un principio al idear esta historia, mi intención era hacer algo romántico autoconclusivo, pero al ir avanzando fueron surgiendo ideas para hacer algo mucho más grande. Fue así como fui incluyendo más cosas, hasta que termine con la primitiva historia, que finalmente dejé de lado por algunos fatales errores propios de la inexperiencia. Ahora, muchos años después, he retomado la historia y corregido esos errores, con la ayuda de mi amigo Fantastic-Man.
Al revisar y corregir esa primera versión, las cosas se fueron extendiendo demasiado, por lo que he decidido dividir la historia en dos partes.
Con el fin de esta primera parte, se nos cuenta como Shinji y Rei llegaron a estar juntos, pero no todo será color de rosas para esta pareja. Los problemas no tardarán en llegar, poniendo a prueba el amor que se tienen el uno al otro, teniendo que pasar por muchas dificultades, mientras se desarrollan los acontecimientos que han estado urdiendo SEELE y Gendo Ikari, de los que Rei y Shinji terminaran formando parte inevitablemente, pero esa… es otra historia.
Pero descuiden, que no todo está acabado. Aún falta un "Epílogo" con el que se cierra definitivamente esta primera parte. Espero les guste.
Nos leemos.