Veo que conociste a mi hijo, Ethan- dijo Laila muy entusiasmada.-
-Nos conocimos en la escuela, está en una que otra de mis clases.-
-Cariño, porque no conversas con Ethan a lo que Laila y yo terminamos la
cena- no quería hacer esto, quería alejarme de él, algo me decía que todo el que
se acercara a mi sufriría, no debería de importarme Ethan, pero hay algo en el
que me atrae no sé si es algo bueno o malo, pero al parecer el destino está
jugando en mi contra- Kate, me escuchaste- asentí, le hice una seña a Ethan
para que me siguiera hacia el sofá.
-¿Eres hija única?- dijo sentándose.
-Si, solo yo y ¿tu?, ¿tienes hermanos?-dije un curiosa tal vez conocerlo no sea
tan malo.
-Si tengo uno, se llama Thomas pero…-no termino la frase, podía oler enojo en
él, no sé si a su hermano o había otra persona, sea quien sea le tenía mucho
rencor.
-Es complicado, entiendo- me miro a los ojos, transmitiendo alivio por no
obligarlo a decirlo, su mirada, su aroma, sus ojos se me hacía muy familiar es
como si ya nos hubiéramos conocido desde antes, pero de algún modo tenía
que cortar conexión con sus ojos me hacía sentir extraña.-tu celular-carraspeé
iba a sonar justo ahora.
-Disculpa-dijo confundido
-Tu celular, está sonando- repetí
Mi celular n…- fue interrumpida por su celular, esta es una de las veces que
amo más que nada tener poderes.
Cuando contestó fue la oportunidad perfecta para usar mis poderes de tele-
transportación, mi mente fue dirigida a mi habitación y en cuestión de
segundos ya estaba sentada encima de mi cama, tome el libro que estaba
leyendo en la madrugada y…
-Mas te vale que bajes ahora mismo Kate- dijo mi madre en mi mente, su poder
es la telepatía, el poder que mas odiaba.
-Pero…-interrumpe.
-Pero nada, baja-estaba furiosa.
-Pfff, ya voy-pensé en aparecer otra vez en la sala para tele-transportarme.
-Ni se te ocurra usar tus poderes Kate-suspire profundo. Al bajar las escaleras,
el seguía sentado en el sofá.
-Lo siento, tuve que ir al baño-miento
-Descuida-dijo él con una sonrisa que debía admitir es encantadora, podía
derretir a cualquier persona.- ¿Cómo hiciste eso?- lo mire temiendo que me
haya visto desaparecer.
-¿Hacer qué?-pregunté tratando que el nerviosismo no se me notara, si en algo
era terrible, eran las mentiras.
-Lo del celular, ¿Cómo sabias que sonaría?-aun estaba confundido.
-Ya estaba sonando- dije esperando que se creyera mi mentira.
-Kate no soy ningún idiota, no había sonado aun- al parecer alguien es un
impaciente ya se estaba enojando un poco.
-Ethan tal vez estabas distraído, de seguro no te diste cuenta, ya deja de
preguntar estupideces vamos a comer- me paré del sofá haciendo un gesto de
que viniera, el sostuvo mi brazo haciéndome sentir una corriente eléctrica, me
gire para encararlo.
-Tus ojos, son… son rojos- pestañeé una par de veces hasta que volvieron a su
color café.
-Ethan, te sientes bien estás viendo cosas que no son-dije nerviosa, el me
acerco mas a él y acerco su rostro a mi oído, diciendo en un susurro.
- Eres mala mintiendo, muñeca- su aliento, fue como electricidad, si fuera
humana de seguro estaría más roja que un tomate o hasta peor lo aseguro, me
soltó el brazo y se fue al comedor, me senté seguido de él.
La cena fue divertida, gracias a Dios por hacer que los vampiros pudiéramos
comer comida humana también así pareceríamos un poco normales aunque
casi no la toleremos, reíamos, Ethan se ofreció a darme un tour por la
universidad, ya que no sabía nada de ahí, al final la noche se puede catalogar
como perfecta.
(~~~~)
4:00am estaba sentada en una silla de mi balcón, me puse a terminar mi libro
ya que como soy vampira no puedo dormir, como decía me encontraba leyendo
el libro "Censurado", mientras bebía un vaso de sangre AB-, mi celular
comenzó a sonar.
-Despierta a esta hora y en un balcón, acaso no duermes bella Julieta-mire
mí a mí alrededor y pude distinguir una luz que provenía de la habitación de
enfrente, dejándome ver a un Ethan con pelo desordenado y un pantalón de
pijama.
-A caso me estas ¿acosando Romeo?-dije algo coqueta.
-Como no observar tanta belleza desde mi ventana, esto es digno de un
acoso- sonreí divertida-y para contestar a tu pregunta mi bellísima Julieta,
solo desperté y te vi ahí sentada.
-¿Qué haces a esta hora despierto, Romeo? Deberías estar soñando con tu
Julieta ¿vas a asaltar un banco? Jajaja.
-No tengo una Julieta por ahora, salgo a correr, me acompañas-no pensé
que el fuera de los que se despertaran temprano en las mañanas, suspire.
-Claro, me encantaría-. Se supone debí haber dicho que no ¿Qué estoy
haciendo?
-Perfecto te veo en 5-
Utilice mi súper velocidad y me puse mi ropa de deportes, fui a avisarle a mi
madre, de seguro está en su habitación viendo sus novelas nocturnas.
-Con que le diste mi número a Ethan- como lo había predicho estaba viendo
sus novelas, me sonrió.
-Necesitas amigos cariño, ahora ve va a tocar-le sonreí, baje las escaleras y abrí
la puerta.
-En serio me asustas-dijo al verme.
-Es que te vi cuando saliste de tu casa, es decir, no era que te estaba espiando
ni nada, era que…-estaba hablando muy rápido.
Jajaja ¿te traigo nerviosa Morgan?- dijo él con una sonrisa picara en su
rostro- mejor vamos- comenzamos a caminar el vecindario era tranquilo, me
gustaba- me gusta tu collar
-Gracias lo tengo desde que nací- le sonreí, algo no anda bien, nos están
observando, trato de percibir donde están- son 5- dije en un susurro inaudible.
-¿Cómo dijiste?-miro a Ethan, maldición pensé en voz alta.
-Una carrera, eso, una carrera hasta la universidad- puse cara competitiva, el
se rio
-¿Estas segura de que puedes ganarme?-asentí.
-Es más te daré ventaja de 20 segundos-dije aun mas retadora
-¿Estas segura de lo que haces Morgan?- se acerco mas a mi
-E-estoy muy s-segura-su cercanía me ponía nerviosa.
-Bueno ya que insistes, pues me voy-asentí y el salió corriendo, ya estaba algo
impaciente, quería ver quiénes eran ellos, cuando Ethan iba bastante lejos 5
vampiros que conocía a la perfección me rodearon.
-Al parecer los rumores son ciertos, Kate ha vuelto- dice el rubio de ojos
azules- a caso no te lo deje claro la última vez.
-Harry, no vengo a buscar problemas- mentí, eso es lo que más va a ocurrir.
-Parece que sí, Kate, te dije que no volvieras- dijo la pelirroja alta.
-Eso va a cambiar- abrí la boca dejando salir mis colmillos, mis ojos se
volvieron de un rojo intenso, los mismos que ellos
Me quede parada, esperando cual va a ser el primero en atacar, si algo he
aprendido es que nunca ataques primero, la pelirroja ataco, la agarre por el
pelo y la lancé hasta un árbol, uno de ellos me ataco por detrás mientras otro
venia por delante, puse mi pie en su pecho el otro en su cara dándome el
impulso necesario para dar la vuelta y quedar detrás de mi atacante, le doy
una patada en la espalda haciendo que este se impulse al frente y choque con
el del frente.
-Ok, ok ¡ya basta!- viendo como le daba la real paliza a sus amigos- solo no me
causes problemas Kate, estas en mi territorio ahora- asentí y vuelvo a mi
estado normal, uso mi súper velocidad, hasta alcanzar a Ethan.
Si que eres lento-dije asustándolo
-¿Cómo me alcanzaste? Ni siquiera esta sudada-estaba realmente asustado, yo
simplemente reía
-Eres lento, esto se vuelve interesante, podrás ver cómo te gano- corrí un poco
más rápido pero no de forma sobre natural, dejándolo atrás- ¡GANE!
-Eso no se vale, de seguro tomaste un atajo- asentí mientras le sonreía, hizo un
intento de puchero, se veía tierno- ya vamos a casa, se nos va a hacer tarde-
mire el reloj y tenía razón. El camino a casa fue más animado hablábamos de
cualquier cosa que nos viniera a la mente - ¿Quieres que te lleve en mi auto a
la escuela?-dijo frente a mi puerta.
-Creo que será mejor otro día, tengo que hacer algunas cosas primero- me miro
no muy convencido, pero se limito a asentir y se fue.
Subí a mi habitación, busque en mi closet la ropa que me iba a poner y luego
entre al baño a darme una ducha, sé que no transpire ni nada pero me gusta
sentir que una parte de mi es humana, al entrarme, decidí que el agua me
cayera un rato por todo el cuerpo para destrenzarme, pero al hacerlo, sentí un
ardor recorría mi espalda.
-Maldito imbécil, me las va a pagar- dije para mí misma, tenía una cortada al
parecer muy profunda porque no había sanado completamente, termino de
ducharme y salgo a mi habitación al verme al espejo encuentro una escritura
ahí mismo "TEN CUIDADO" escrita en rojo, me asuste y mire a mi alrededor,
todo estaba en su lugar no había aroma de que alguien hubiera entrado, tome
un poco de papel y lo limpie antes de que alguien lo viera, me cambie y baje a
beber algo de sangre, no podía dejar de pensar en el mensaje de mi espejo. Vi el
reloj y faltaban 5 min para la clases me tele-transporto a mi casillero, tomo mis
libros de historia y busco el aula, no fue tan difícil estaba frente a mí. Entro
con el profesor y miro a mí alrededor, buscando con la mirada a la persona que
me estaba observando, era Ethan.
-Tú debes ser Kate la chica nueva-dijo el profesor.
-Si señor-respondí sin dejar de mirarlo, se veía guapo con esa camisa blanca
-Bueno Kate no quiero problemas en mi clase, siéntate donde desees- asentí,
Ethan levanto su mano para que me sentara a su lado, me senté y luego me
entre en mi mundo. Las horas pasaron rápido, ya estaba en la última hora
antes de ir a almorzar.
Kate- dijo Ethan sentándose a mi lado en la clase, lo mire a los ojos,
prestándole atención.
-¿Me puedes decir que mierda te pasa hoy?, me has ignorado desde que te deje
en tu casa, no contestas mis llamadas, te saludo y es como si estuviera
hablando con la pared, dime ¿que te pasa?-estaba enojado.
-Perdón, he estado muy pensativa en el día de hoy, no me di cuenta que me
saludabas, y mi teléfono, bueno, se me quedo en la casa-dije apenada
-¿Que has estado pensando?- el enojo se le estaba pasando, dudo un poco en
decírselo pero lo hago
-Esta mañana cuando salí del baño encontré un mensaje en mi espejo- su
rostro no mostraba ninguna expresión.
-¿Una especie de amenaza? ¿Qué decía el mensaje?-podía oler su
preocupación.
-Decía "ten cuidado"-le dije algo dudosa tal vez no debería estar diciéndole esto,
no quiero involucrarlo en mis problemas, pero no evito sentí esa confianza con
él, las palabras salen solas y sin permiso.