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Capítulo#8 “Casería”

Hora: 05:28 PM

Fecha: Tres días después del salto.

Ubicación: Pangea, Yucatán, México

Época: 65 millones de años en el pasado

...….......

Mey se encontraba sentada en lo que parecía ser una casa del árbol, se veía pensante y parecía estar muy consternada por lo que había pasado hace unos días, le era muy difícil confiar en su amigo, ella sabía que si era Stan, pero, a pesar de esa seguridad, ella temía que fuera nuevamente esa cosa. Aún no entendía muy bien qué era lo que estaba pasando, de hecho, ni siquiera a tenido tiempo para procesar todo lo que estaba pasando, no ha habido un solo momento en dónde hayan tenido paz y si lo tenían, era saboteado por la pésima suerte de ambos.

Stan: ¿Puedo unirme?

Mey salió de sus pensamientos al ver a su compañero a su lado, ella no sabía si responder sí o pedirle que se retirará, pero su boca se movió por instinto, soltando un si. Stan se acomodo a su lado, pero guardando su distancia, ya que sabía que su amiga aún tenía miedo debido a lo anterior. Ambos estuvieron en silencio por varios segundos, hasta que el pelinegro decidió hablar.

Stan: ¿Recuerdas? — (dijo llamando la atención de la pelinegra) — ¿Cuando mi ex reviso mi celular? — (cuestiono) — ella estaba muy molesta cuando vio nuestras conversaciones — (sonrió)

El silencio entre ellos era aún incómodo, pero, por lo menos, era mucho menos a como lo era hace tres días, Mey solamente escuchaba en silencio, aún no se sentía en confianza o, por decirlo de una mejor manera, no podía confiar del todo en su amigo.

Stan: ella me reclamo de el por qué hablábamos de esa manera tan cariñosa — (dijo) — claro, le dije que eras mi amiga, pero, como sabe, me tomó por mentiroso — (sonrió) — así que me hizo decidir entre ella o tú — (sonrió de forma melancólica) — ¿Recuerdas mi respuesta?

Mey también sonrió al recordar aquel momento, ya que ella conocía muy bien esa historia, puso sobre su relación a su mejor amiga, a quien considera su familia. Ella estaba por responder a la pregunta de su amigo, pero, justo cuando estaba por hablar, apareció otra vez el traje verde y se lanzó hacia Mey, ella estaba entrando en pánico, pensando en que no debió confiar pero, al ver sobre el hombro de Stan, pudo observar como su refugio era devastado, por lo que parecía ser una onda de sonido. Una vez que el dúo estuvo a salvo en el suelo, el pelinegro pidió a su amiga que se refugiara y buscará un lugar para esconderse.

En cuanto Stan se dió la vuelta, pudo observar como tres chicas se colocaban frente a él, la primera tenía una armadura romana, la cual tenía la apariencia de una hormiga, la segunda vestía un vestido morado el cual hacia resaltar su figura y por encima tenía una gran capa, haciendo resaltar el diseño de murciélago que tenía su traje, la tercera, la que parecía ser la líder, tenía puesto lo que parecía ser una especie de armadura de tecnología avanzada, la cual se parecía a un tigre, dónde lo único que tenía contacto con el exterior era la parte baja de su cara.

Stan: ¿Quienes son ustedes? — (pregunto)

Tigra: escucha chico — (dijo la tigresa) — mi nombre es Tigra, ella es Mirmy — (dijo refiriéndose a la romana) — y ella es Komo — (dijo refiriéndose a la murciélago) — somos miembros de la O.S.M., y pertenecemos a la Unidad de Control de Anomalías Multiversales — (dijo) — ríndete, y todo va a proceder con calma.

¿O.S.M.?, ¿Unidad de Control de Anomalías Multiversales?, ¿Que clase de mal chiste era este?, o al menos eso era lo que Stan estaba pensando, las tres mujeres notaron la confusión del chico, cosa que las hizo entrar en duda, pero al notar que el pelinegro estaba distraído, se abalanzaron sobre él — "reacciona" — Stan logró reaccionar a tiempo, bloqueando el ataque y alejando a la tigresa, la cual, intentó dañarlo con sus garras.

Tigra: eres rápido — (dijo mientras lo rodeaban) — pero eres una tortuga.

Las tres chicas se lanzaron para atacar, cada una lista para enfrentarse al acorazado, pero ninguna esperaba que Stan, se triplicara. Tan pronto como las tres chicas vieron esto, trataron de repeler su ataque, pero ninguna pudo reaccionar a tiempo, recibiendo un golpe de onda sónica para el trío. El pelinegro, confuso de lo que había hecho, vio como sus réplicas comenzaba a atacar al insecto y a la murciélago, mientras que el, debía enfrentarse a la tigres — "te cubro" — escuchó nuevamente, mientras sentía que está vez, estaba solo.

Tigra: tu amuleto es interesante — (dijo) — pero tienes una terrible experiencia — (mencionó colocándose en posición de combate) — será fácil quitarte el amuleto.

La tigresa se lanzó con la más clara intención de matar al pelinegro, mientras que él, solamente esquivaba, no sabía cómo utilizar los artefactos de su "traje" así que prácticamente, estaba desarmado. Cuando Tigra estaba por comentar un golpe en su rostro, su reacción por instinto fue sostener el brazo de la mujer, ella aprovechó esto para conectar un golpe en el abdomen del acorazado, pero, su golpe no le causó ningún daño al pelinegro.

Tigra: ¿Qué? — (pregunto extrañada e impactada)

El aún estaba bajo el shock de haber detenido el golpe y, en medio de ese trance, vio una de sus copias verlo fijamente, para luego escuchar — "muerde" — su máscara de metal se abrió, como si se tratase de un pico muy afilado que colocó el antebrazo de la tigresa dentro de sí, para luego, dar un fuerte mordisco, parando su mano del resto de su cuerpo.

Tigra: ¡¡¡HIJO DE PE…

No pudo terminar la frase, ya que una de las copias del acorazado, degolló a la tigresa, dando un corte limpio, el cuerpo de la mujer cayó al suelo y su cabeza rodó por el suelo, las otras dos chicas estaban impactadas por lo sucedido y, debido al Shock, el miedo en ellas incremento. Las copias volvieron al acorazado, dejando el enfrentamiento dos contra uno.

Mirmy: ¿Qué clase de demonio eres?

Stan las vio fijamente a ellas, vio el cuerpo de la tigresa y luego observó sus manos, mientras se preguntaba, ¿Por qué tenía que matar?, aunque, en realidad, la verdadera pregunta era, ¿Por qué era obligado a matar?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un estruendoso sonido, el cual le estaba causando un horrible dolor de cabeza, Komo estaba utilizando las habilidades de su alebrije, emitiendo gritos tan fuertes, como para dejar sordo al pelinegro. Mientras esto pasaba, Mirmy se acercaba a Stan mientras que la murciélago volaba para dejar debajo de ella a su presa. Una vez que el mercenario parecía estar inmóvil, la chica hormiga se preparó sus puños y atacó, sin siquiera mostrar algo de piedad.

Aún que la fuerza de Mirmy fuera estremecedora, no lograba romper la coraza del pelinegro, cosa que la estaba frustrando. Sin más ideas que se le pudieran ocurrir, retrocedió y pidió a Komo que volviera a atacar con su grito sónico, lo cuál hizo y Stan estaba comenzando a ceder. Mientras esto sucedía Mey estaba oculta a la distancia, no parecía que la encontrarían mientras estuvieran ocupadas con su amigo, pero verlo sufrir de esa manera, le estaba haciendo sentir culpa por no poder ayudarlo.

Mirmy: ¡¡Ríndete de una vez!! — (exigió la hormiga) — ¡¡Entrégate junto con ella!!

Stan: ¡¡JAMÁS!! — (negó entre el dolor)

Mirmy: ¡¡Mueres y dejas aquí a tu amiga por su cuenta!!, ¡¡O!! — (hizo una pausa) — ¡¡Te entregas y ambos viven!!

Stan: ¡¡¡NO SE LE ACERCARÁN!!! — (negó)

El pelinegro se estaba quedando sin fuerzas, Mey estaba totalmente segura que su amigo no la entregaría, lo cuál, garantiza tanto la muerte de él, como la de ella. La pelinegra conoce lo suficiente a su amigo como para saber qué estaba pensando en una solución, pero, a pesar de que confiaba plenamente en su amigo, no toleraba más verlo sufrir así, así que salió de su escondite y se dirigió a alguien en específico.

Mey: ¡¡¡AYUDA A MI AMIGO HIJO DE PUTA!!! — (grito)

Los tres vieron al instante a la pelinegra, causando miedo en Stan, pero haciendo que una idea emergiera en la cabeza de las dos chicas, ambas se lanzaron para atacar a Mey y están solamente tenía nano segundos para tomar una decisión, se arriesgaba a qué el otro tipo asesinara a su amiga o, tratar por su cuenta salvarla. Mirmy y Komo estaban a menos de tres metros a la chica y antes de que ellas pudieran siquiera tocarla, se estrellaron con un campo de energía verde.

Komo: ¿Pero qué carajos? — (dijo confundida)

Kora: buena elección.

Las tres chicas vieron en la dirección donde salió la voz, viendo al mismo mercenario, pero está vez, emanando un aura aterradora para las dos guerreras. Komo siguió el instinto de su alebrije y lanzó un grito estremecedor, sin embargo, Kora lo bloqueó extendiendo su brazo y creó un escudo de energía. Mientras esto sucedía, Mirmy comenzó a cavar un túnel hacia el mercenario, pero cuando apareció en el otro lado del escudo, Kora ya no estaba y, en cambio, comenzó a sentir la precisión del sonido en sus oídos, causando que Komo deje de gritar, mala decisión.

Kora: tu oído es bueno — (dijo apareciendo detrás de Komo) — pero tú vista es pésima.

Antes de que la murciélago pudiera voltearse, el mercenario sujeto su cabeza e incrustó sus garras en el cráneo de la chica, provocando que gritara, pero esto duró poco, ya que una especie de energía morada salía de la cabeza de Komo y atravesando el brazo de Kora, dónde de a poco, la chica parecía estar perdiendo la vida, hasta el punto, de solo quedar el esqueleto.

Kora: siento esto — (dijo soltando el esqueleto) — pero ustedes lo obligaron.

En cuanto Mirmy vio el esqueleto de su amiga caer al suelo, se sintió tan indefensa, tan expuesta, tan sola, y no era capaz de siquiera ver al mercenario a los ojos. Kora le habló, pidiéndole que se levantará, lo cual hizo que toda su vulnerabilidad desapareciera, convirtiéndose en rabia, impotencia, pero sobre todo, ganas de matarlo. Antes de que Mirmy conectará un golpe con el acorazado, este volvió a abrir su máscara, inhaló fuertemente y dió un grito estremecedor.

La chica cayó de rodillas, cubriéndose sus oídos en un intento por evitar el terrible dolor que le estaba causando ese grito. Una ver qué Kora dejó de gritar, Mirmy lo vio a los ojos, confusa y aterrada por lo que acababa de suceder, ese era el poder de Komo, de su amiga, y ahora la tenía ese monstruo.

Kora: vete — (amenazó)

La de armadura roma veía con odio a la tortuga, para ella, el mercenario era una fuerza imparable, que no debería de existir, más aún, que no debería dividirse en más ramas temporales. Un gran estruendo se escuchó en el cielo, haciendo que los tres, vieran en esa dirección, el cielo se volvió naranja, la temperatura estaba empezando a elevarse, y a un par de kilómetros, se veía una gran roca caer del cielo.