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Capítulo 19 - Casémonos Ahora Mismo

Editor: Nyoi-Bo Studio

Y, sobre todo...

…¿cómo había estado tan segura como para rechazar las fotos de prueba, especialmente cuando tenía que cambiar de pose cada tres segundos?

No importaba si Tangning debía verse relajada, seductora, dulce o amenazadora; cada vez que el fotógrafo le indicaba cambiar de postura, ella enseguida se adaptaba a cualquier instrucción que se le daba. Sus reacciones eran tan rápidas, que todos quienes la observaban estaban asombrados.

Long Jie estaba de pie a un lado. Al ver regresar a la Tangning que alguna vez conoció, se había emocionado tanto que casi se puso a llorar.

Además de lagrimear, también sacó su teléfono para tomar fotos de varias poses de Tangning con la intención de enviárselas a Mo Ting. A causa de la relación de Tangning con Mo Ting, Long Jie se sintió extremadamente afortunada de tener a alguien tan poderoso en sus contactos telefónicos.

Por supuesto, en este momento, Mo Ting todavía estaba en el avión...

En la sesión que duró cuatro horas, Tangning se las arregló para convencer al fotógrafo y a algunas otras personas de la industria con su profesionalismo. Ni siquiera el señor Eugene —quien anteriormente había echado a Tangning de la pasarela—, pudo evitar hacerle un gesto amistoso. Incluso, personalmente, le había explicado que no había podido controlar sus emociones la última vez porque había estado furioso que le hayan mentido.

Después de quitarse el maquillaje, Tangning recuperó su inexpresivo rostro. Mientras tanto, todos estaban muy contentos con el trabajo que había hecho, haciendo que la impresión que tenía el señor Eugene sobre ella mejorara dramáticamente.

Long Jie se apresuró a cubrir a Tangning con una chaqueta. Al mismo tiempo, le puso un teléfono parpadeante en su mano: —Han Yufan te está llamando.

La expresión de Tangning permaneció inmutable. Su mirada se oscureció un poco, pero aun así atendió la llamada.

—¿Hola?

—Tangning, ¿has visto o escuchado las noticias? —preguntó Han Yufan con cautela.

—¿Por qué?— preguntó Tangning, fingiendo serenidad. ¿Qué ha sucedido?

—¡Oh, no es nada! — dijo Han Yufan. Estaba seguro de que Tangning aún no se había enterado de nada, ya que estaba en Liusen. Entonces, ideó un plan.

—Tangning, ¿qué te parece si vuelo a Liusen mañana? Podremos casarnos allí, sería perfecto. Los paisajes son bellísimos y el ambiente es encantador, podemos aprovechar esta oportunidad para tener unas pequeñas vacaciones. ¡Sería como nuestra luna de miel! —exclamó. Han Yufan quería atrapar a Tangning rápidamente.

En realidad, Tangning no provenía de una familia ordinaria. Era la hija de un poderoso emperador de la industria de la perfumería, pero a causa de su relación con Han Yufan, había suspendido las relaciones con su familia. Estaban en tan malos términos, que prácticamente cortaron todos sus lazos y evitaron volverse a ver. Pero, al fin y al cabo… ella seguía siendo una Tang. Cuando los mayores de la familia Tang falleciera, tendría el derecho a pelear por la herencia.

Han Yufan no quería dejar ir a Tangning, no solo porque Tangning era ingenua y fácil de engañar, sino que una de las razones más importantes... era la herencia.

Dado que su video con Mo Yurou ya había sido publicado, sólo podría aprovecharse del hecho de que Tangning aún no se había enterado de lo sucedido para obligarla rápidamente a casarse con él.

—Con la sospechosa relación que hay entre tú y Mo Yurou, ¡no creo que debamos casarnos aún! —se negó Tangning rotundamente.

—La verdad, no pasa nada entre Yurou y yo. Las fotos que viste fueron un malentendido...

—Si las fotos fueron un malentendido... ¿qué hay del video? — preguntó Tangning en un tono extremadamente calmado. — Efectivamente estoy en Liusen, pero... Liusen aún está en el mismo país, ¿de verdad pensaste que no iba a enterarme de las noticias? ¿O pensabas que realmente sería tan fácil de convencer y engañar?

—Tangning… no lo he hecho adrede, créeme. Hemos estado juntos por tantos años, ¿es que aún no sabes el tipo de persona que soy? — respondió Han Yufan fingiendo inocencia, intentando causar lástima. —Todo fue porque ella me amaba y yo no, la persona a quien amo eres tú.

—Entonces... ¿y si te dijera que, si ella permanece en Tianyi Entertainment, yo me iría? ¿O si me quedara, entonces ella tendría que irse?—preguntó Tangning con decisión.

—Tangning, siempre pensé que eras la persona que mejor me entendía, ¿por qué debes presionarme así? —preguntó un molesto Han Yufan, porque no quería ceder en ningún lado. Mo Yurou había sido su primer amor y estaba embarazada de su hijo, mientras que Tangning...

Acorralado entre la espada y la pared, Han Yufan no podía decidir qué hacer.

—Si sientes que te estoy presionando, eres libre de volver con Mo Yurou. Ella es muy comprensiva.

—¿Tiene que ser de esta manera? —repuso. En realidad, Han Yufan ya había decidido abandonar a Mo Yurou. Después de todo, Mo Yurou provenía de una familia promedio. El único motivo por el cual estaba donde estaba, era porque él la había empujado hasta esa posición. Si se ponía a compararla con Tangning, en el mejor de los casos, sólo era una choca con quien pasar el rato. —Dame un poco de tiempo para hablar con Yurou, después de eso, nos casaremos inmediatamente. 

—Te esperaré—respondió Tangning con aparente calma, pero sus palabras escondían un profundo desprecio.

¿Cómo podía alguien como Mo Yurou dejar ir tan fácilmente a Han Yufan? Si hasta tenían un bebé en camino…

Long Jie contempló la expresión desdeñosa de Tangning, e inmediatamente le quitó el teléfono de la mano.

—A partir de ahora, no aceptaremos ninguna de sus llamadas... nos ahorramos que te arruine el estado de ánimo.

—Volvamos al hotel, estoy cansada —dijo Tangning, sonriendo como si nada hubiese pasado.

Long Jie asintió y de inmediato la acompañó de vuelta al hotel. Sus habitaciones estaban una al lado de la otra. Long Jie le abrió la puerta a Tangning y la confortó: —Descansa un poco... no pienses demasiado. Todavía tienes un rodaje al aire libre mañana.

—Ajá—repuso Tangning asintiendo, mientras cerraba la puerta. Al darse la vuelta, notó el sonido del agua corriendo que salía del baño.

—¿Quién está ahí? —preguntó con cautela.

Quien estuviera dentro del baño pareció oír su voz, y cerró rápidamente la llave. Tangning se inquietó, creyendo haber entrado a una habitación que no era la suya, así que se dirigió rápidamente a la puerta. Sin embargo, en ese momento, una alta figura salió del baño, la tomó de la cintura y la envolvió en un abrazo.

—Soy yo...

Tangning se dio la vuelta y se encontró con Mo Ting. Pareció asombrada por un momento

—¿Tú… cómo...?

—¿Acaso no te dije que sucedería un milagro? —susurró Mo Ting, relajando su cintura mientras le plantaba un beso en los labios. — Volar durante el día es agotador, entonces preferí darme una ducha para relajarme.

La mente de Tangning estaba nublada. Jamás había imaginado que Mo Ting cumpliría lo que había dicho. De inmediato, estrechó su cintura entre sus brazos.

—Amada esposa…¿quizá deba recordarte que no llevo nada puesto?

Al oír esto, Tangning bajó la mirada instintivamente a la vez que su cara se sonrojaba con intensidad.

—Entonces ve, continúa con tu ducha…

—¡Pero quiero que vayamos juntos! —exclamó. Con esas palabras, Mo Ting no esperó una respuesta. Llevó Tangning en sus brazos directamente al baño y la colocó bajo la ducha. Agarrando su barbilla, plantó un apasionado beso en sus labios.

—No... no seas tan rudo, todavía tengo que grabar un anuncio mañana —susurró Tangning, quien aún tenía un poco de conciencia.

Mo Ting sonrió antes de moverse hacia abajo: —¿Qué te parece aquí?

Separado por una capa de ropa, Tangning tembló y pronto perdió los sentidos.

Bajo la ducha, la pareja continuó besándose y abrazándose apasionadamente. Pero, como siempre, antes de dar el último paso, ambos ya estaban satisfechos. Después de la ducha, uno de ellos realizó su rutina de cuidado para la piel, mientras que el otro se recostó contra la cama revisando algunos documentos. Mirando a Mo Ting, a Tangning le dolió un poco el corazón.

—Ya estás aquí, ¿aún tienes que trabajar?

Mo Ting asintió con la cabeza mientras cerraba las carpetas de documentos y le hacía un gesto a Tangning. Cuando finalmente se sentó entre sus brazos, sonrió y repuso en tono de disculpa: —Es un hábito.

—¿Es que no soy lo suficientemente atractiva? ¡Hoy llamó Han Yufan y dijo que quería casarse conmigo! —se quejó Tangning con tristeza.