En ese momento, Claire Bowen frente a ella ya no parecía tan odiosa.
Lloraba con tanta angustia, y sin embargo, estaba de duelo por el amor de alguien más.
Eve Thompson tosió y le hizo un gesto a Anthony Charlie —Quizás ustedes dos deberían hablar un rato, ¿y nosotros discutimos esto después? Planeaba marcharse.
Pero justo cuando se volteó, su muñeca fue de repente agarrada por Anthony.
Poco después, su voz fría se escuchó —La chica que me gusta, ya la he encontrado.
Esa única frase dejó a Claire atónita.
Ella levantó la mirada confundida, dejó de llorar y lo miró.
Luego Anthony miró a Eve —Es ella.
Eve también estaba atónita.
¿Le había gustado durante seis años?
¡¿Cómo era eso posible?!
Lo miró fijamente a Anthony, solo para verlo de repente girar la cabeza, mirarla y decir despacio —Mi luz de luna, la chica que me ha gustado durante seis años, de principio a fin, siempre has sido tú.
Esa sencilla frase dejó sin habla tanto a Claire como a Eve.
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