No veas el mal

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Sunny de repente palideció.

—Espera. De ninguna manera... —Las runas que describían la Capa del Crepúsculo sin Gracia resurgieron en su memoria...

[Allí, encontraron consuelo, seguridad y refugio. Con el tiempo, las voces de los dioses se silenciaron una tras otra, dejando atrás sólo un vasto y terrible silencio. Así fue como las sibilas abrazaron el Estuario, y así fue como cayeron.]

Él miró sombríamente a Cassie y dijo, su voz un poco ronca:

—La... ¿Profanación? —La chica ciega asintió tristemente.

—Sí. La Profanación se extendió desde el Estuario, consumiendo el Borde, la ciudad de los Buscadores. Y desde allí, los Profanados avanzaron lentamente corriente arriba, amenazando con devorar todos los demás asentamientos en el Gran Río. Las sibilas y su gente libraron una guerra contra ellos durante mucho tiempo. Eventualmente, la mayoría de sus ciudades cayeron — algunas ante los Profanados... pero no todas —. Su hermoso rostro pareció desolado por un momento.