Hacia el atardecer

En la última noche antes de su partida de Gracia Caída, Sunny soltó un profundo suspiro y escuchó al Hechizo susurrarle al oído:

—Tu Memoria ha sido destruida.

—...Has recibido una Memoria.

Con eso, el Encanto Trascendental en el que había estado trabajando se había convertido en uno Supremo. Su encantamiento, que realzaba las propiedades materiales de los objetos, fue fortalecido aún más. No solo era más potente ahora el nexo de su tejido, sino que el tejido en sí también se había hecho más robusto para soportar la presión incrementada.

Hilachas de luz etérea se entrelazaban con los hilos negros de esencia de sombra, formando un tapiz hipnotizador.

Sunny tomó una respiración profunda.

—Cuatro abajo... una más y termino.

Había dejado la Memoria más difícil para el final —la Memoria Trascendental del Séptimo Nivel destinada para Nephis. Esa tendría que alterarla en su camino hacia el Borde.