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capítulo 3

La verdad nunca tuve una buena relación con mi padre y hermanas ya que se podría decir a simple vista que éramos muy distantes.

Mi primer hermano el heredero del ducado Arabelle se llama Alessandro Alexis Arabelle nunca fui cercana a él y más que hermanos parecemos desconocidos aún así se podría decir que es mi favorito ya que jamás me molestó simplemente me ignoró.

El vive su vida y yo vivo la mía así de simple en cambio Violeta e Alexandra son lo peor.

Mis dos media hermanas llamadas las flores de Arabelle eran un Ascó sobre todo Alexandra quién no para de molestarme.

Alexandra siempre me invitó a su estúpidas fiestas de Té con el fin de hablar mal de mi o humillarme y siempre se hacía la inocente en otras palabras un lobo con piel de oveja.

Mientras que Violeta me miraba con Ascó e incluso llegó a romper unos documentos del estúpido de mi padre con el fin de inculpar me lo que llevo a que pasara un mes sin comer.

Aunque tratara de defenderme nadie me creía ya ¿Quien le creería a una hija ilegítima celosa de sus hermanas?.

En resumen Ambas son unas totales arpías.

Eris Llego al comedor donde estaba su padre las arpías y Alessandro quién se encontraba leyendo un libro sin prestar atención a su alrededor mientras que las arpías solo la miraban.

-a la hora que llegas me estaba muriendo de hambre-dijo Violeta Una joven de 17 años de cabello morado y ojos azul oscuro ella era conocida como el cerebro de los Arabelle además de estar comprometida con el príncipe heredero.

-igualmente querida hermana yo también me estaba muriendo de hambre sabes Eris deberías dejar de ser tan egoísta ¿no ves que decidimos esperarte? Somos tu familia después de todo a pesar de ''eso''-dijo Alexandra una joven de cabello violeta claro y ojos azul oscuro ella tenía unos 16 años y era conocida como la santa de los Arabelle.

Y finalmente estaba el jefe de la familia Edward Nathan Arabelle un hombre de cabello morado oscuro similar al de Violeta pero sus ojos eran más parecidos a los de Eris.

El duque es un hombre apuesto y con una mirada indiferente similar a Eris era alguien que con tan solo un susurro podía poner de rodillas al mismísimo emperador quién más se parecía al duque Alessandro era una copia del duque lo único diferente era su cabello azul oscuro heredado de su madre.

-Violeta Alexandra silencio y desayunemos-tras decir esto el desayuno fue servido aunque más que un desayuno parecía un manjar aunque era normal viniendo de una de las casas nobles más ricas del imperio y que además eran la mano derecha del emperador.

El desayuno de cada miembro de la familia lucía apetecible excepto el de uno Eris su desayuno consistía en una simple rebanada de pan con mantequilla mientras su hermanas comían panqueques ella solo tenía una misera rebanada de pan.

La criada que le sirvió el desayuno a Eris fue agarrada del brazo por esta ella se sorprendió y quería reclamar pero en cuanto vio la mirada de Eris se quedó callada tragando saliva.

-dices algo y no vivirás para contarlo-dijo Eris susurrando en un tono calmado-¿crees que comeré está miseria? Realmente eres patética-el agarre en su brazo le iba doliendo cada vez nunca imaginó que aquella bastarda la hiciera eso.

Desde el punto de vista de los sirvientes Eris solo era una muñeca sin emociones con la que podían hacer lo que quieran y que no se quejaba eso era lo que todos pensaban incluyendo Amy la criada cuyo brazo se rompería en cualquier momento sino respondía.

-l-lo siento señorita le traeré algo apropiado-al decir esto Eris dejo libre su brazo Amy fue corriendo a la cocina y cocino unos huevos revueltos con tocino fue al comedor y se los sirvió a Eris.

-tenga mi señorita que disfrute-dijo yéndose lo más rápido que podía Eris se puso a desayunar tranquilamente pero no sé dio cuenta que Alessandro su hermano observó aquello.

Alessandro siempre había sido indiferente a los asuntos de la familia aún siendo el heredero le daba igual todo y prefería escaparse antes que tomar cargo.

Incluso cuando su padre trajo a su amante el a diferencia de sus hermanas no la odio pero tampoco la quería simplemente le daba igual.

Para el sus hermanas eran dos personas realmente fastidiosas por lo que no pasaba tiempo con ellas e incluso hubo veces que decidió pasar tiempo con Eris.

Ya que al menos no era alguien ruidosa que se la pasaba hablando de chicos como Alexandra o alguien sería pero también arrogante como Violeta que se creía mejor que los demás sólo por ser la prometida del príncipe heredero.

Las veces que paso tiempo con Eris se podían contar con los dedos pero fueron veces que el aprecio ya que al menos Eris no se creía mejor ni hablaba de chicos simplemente permanecía callada y lo dejaba paz.

Eris era simplemente una flor que no brillaba de ningún modo y que no tenía personalidad propia al menos así la percibía Alessandro.

Pero el noto algo que ni su hermana Violeta había notado ese algo era el cambio de Eris.

En primer lugar el hecho de que la criada personal de Eris Nora viniera algo aterrada era extraño en segundo lugar estaba que Eris vino con una vestimenta muy distintas a las que suele usar ya que usaba una ropa un poco más clara en vez de la oscura.

Y por último pero no menos importante amenazar a la criada algo muy impropio de la Eris que el conocía.

Después del desayuno tendría que hablar con ella para saber qué pasaba aunque sabía que probablemente ella no le dijera nada.

Pero por ahora era muy temprano para decir que Eris había cambiado así que tendría que seguir observando su comportamiento para confirmar si de verdad había cambiado o seguía siendo la misma muñeca de siempre.

Después del desayuno todos los miembros de la familia se levantaron y se fueron por separado bueno casi todos ya que Alexandra y Alessandro fueron a donde Eris que estaba apunto de irse.

-Eris tenemos que hablar/Hermana Eris tenemos que hablar!.

-mierda.

Realmente el mundo la odiaba.