Capitulo 4

Los dos jóvenes sé miraban entre sí, tratando de que uno de los dos hablara y enfrentara a Madara que los miraba con una mirada matadora. Ninguno de los dos movía un solo músculo, por qué ambos sabían de lo que él era capaz de hacerles ahí mismo.

El pobre de Sasuke no podía soportar la tención, él solo esperaba que algún dios o el mismísimo dios lo escuchara sus súplicas internas, pero como vio que nada pasaba, sé decidió a tomar suficiente aire para posteriormente soltarlo en un gran suspiro y después hablar y ver si podía calmar a su abuelo.

—Abuelo, por favor, primero cálmate, ¿sí?—Hablo tratando de que en su tono no se notara el miedo que tenía.

—CALMARME ¿CÓMO QUIERES QUE ME CALME? SI LO PRIMERO QUE VEO AL ENTRAR A ESTA HABITACIÓN, ES A ESTE MUCHACHO Y A TI A PUNTO DE REVOLCARSE—grito desesperado y cuyos gritos escucharon los invitados.

Mikoto notó eso al ver como algunos se asomaban a ver y escuchar lo que pasaba, el ver eso se asustó, así que sin más se acercó a su esposo que trataban de no acercarse a su padre, por miedo a recibir algún golpe.

—Fugaku—le susurró cerca de su oído tratando de llamar su atención, acto que funciono—Hay que intentar calmar a tu padre, mientras que Obito, María, y yo sacamos a los invitados—dijo un poco desesperada por lo que podrían estar hablando abajo.

—Sí, tienes razón, vallan, mientras tanto Itachi y yo lo calmamos—dijo, mientras miraba a su esposa, que de inmediato salió de la habitación junto a los dos nombrados.

Apenas vieron entrar a Mikoto los murmullos no se hicieron esperar, la pobre mujer al ver eso, solo se limitó a sonreír y hacer una reverencia, mientras se disculpaba y decía que por un pequeño accidente que sucedió se tenían que retirar, todos solo se limitaron a mirarse entre sí, para después dejar las copas de vino y salir de la casa, con algunos gritos de Madara detrás.

Obito se tuvo que disculpar con el presidente el cual solo le sonrió y le dijo que no se preocupara que en cualquier familia siempre habrá una discusión, Obito solo sonrió falsamente y ayudó a que el presidente subiera a su auto para entrar corriendo a su casa y encontrar un rubio tirado en el piso, un azabache llorando y con la mejilla derecha roja producto de un fuerte golpe, aparte de su mamá, papá y hermano y uno que otro empleado calmando a su abuelo.

—MÁS TE VALE QUE TENGAN UNA BUENA EXPLICACIÓN, PORQUE TÚ SABES DE QUÉ YO SOY CAPAZ DE HACER SASUKE UCHIHA—grito.

—Si tengo una buena explicación, pero necesito que te calmes y me dejes hablar, si te pones así no podré decirte—suspiro viendo que ya su abuelo se calmó—Okay, Naruto por accidente entro a mi habitación porque estaba buscando el baño, pero se equivocó y entro a mi habitación la culpa también fue mía por no haberle puesto seguro. Luego de que entró, me pidió disculpas y me pidió permiso para usar mi baño, así que se lo preste, y después de que salió nos pusimos a charlar y yo lo dejé acostarse en mi cama por el dolor que tenía en la espalda, estuvimos charlando un buen rato hasta que él me pregunto si yo sabía donde él podía conseguir trabajo para cocinero—hablo esperando que le creyeran—"Ojalá que se lo crean".

—"Wow es muy bueno mintiendo, dicen que la única forma de saber si los Uchihas están mintiendo es por sus gestos, pero él no muestra ningún gesto"—pensó mientras miraba la cara de Sasuke el cual giro su cara para guiñarle el ojo—"Ehhh..... que fue ese guiño"—se preguntó.

Los presentes solo se miraban entre sí, para luego empezar a charlar entre ellos, una vez que terminaron se dieron vuelta y miraron a los dos jóvenes tirados en el piso.

—Si eso es cierto, ¿Por qué María nos dijo que escucho gemidos?—pregunto.

—Ah, eso, era yo cuando termine de hacer pis—dijo con una sonrisa tímida.

—Okay, ahhh—soltó un suspiro—Y eso del trabajo de cocinero, nosotros estamos buscando ¿te interesa? Es una muestra de disculpas por el malentendido que armé—hablo con un poco de sinceridad, pero Naruto notó que eso de la sinceridad era mentira, así que solo se limitó a dar una sonrisa falsa.

—No pasa nada y si me interesa el puesto cuando tengo empezar—pregunto con la misma sonrisa falsa.

—Empiezas mañana y sé puntual, ah y trae tus cosas, ya tenemos habitación para el nuevo empleado—término de hablar para después acercarse a su padre.

Después de que todo el problema se solucionara, Naruto se fue, no sin antes darle un beso a Sasuke el cual se sonrojó y lo subió a la cama y se fue contento, por qué su plan ya estaba en marcha y funcionando. Mientras en la casa, todos seguían charlando en la sala, mientras Sasuke se quedó solo en su habitación, todo feliz al saber que su primer amor a primera vista estaría viviendo en su casa y lo vería todos los días.

—Ahhh—suspiro—Él va a estar viviendo en mi casa, lo veré más seguido, por culpa de María, casi nos matan a la próxima, la mato yo—hablo mientras veía por la ventana y pensando en el rubio.

Mientras que con cierta persona que se encontraba en su habitación, buscando algo sin importar el desorden que estaba haciendo, en eso entró Fugatu viendo el desorden un poco asustado.

—Mikoto que es todo este desorden—pregunto mientras miraba por todos lados.

—Estoy buscando el libro de toda la información sobre los Vampiros, principalmente de la familia más poderosa, los Uzumaki—hablo sería.

Fugaku, al escuchar eso, se quedó estático y empezó a ayudar a su esposa a buscarlo, pero lastimosamente para los dos no estaba había desaparecido, los dos se quedaron totalmente estáticos y asustados, pero no se rindieron y siguieron buscando, pero lo único que encontraron fueron nada.

Sin más, fueron a buscar a Madara para preguntarle si él sabía dónde estaba o si lo había cambiado de lugar, pero no, toda la casa se puso patas para arriba, excepto cierto azabache que dormía plácidamente con una sonrisa, luego de todo ese caos nadie supo donde había quedado ese libro y lo único que pensaron fue; "Espero y ese libro no allá quedado en manos equivocadas".