Sin palabras

Hace unos momentos, los vampiros de élite de Evie estaban inmersos en una feroz pelea contra un monstruo gigante.

Samuel, Reed y Luc habían decidido unir fuerzas para enfrentarse al gigante mientras Levy luchaba por su cuenta contra los monstruos de bajo nivel que venían a atacar por la espalda a sus camaradas. De hecho, se defendió bastante bien por sí mismo. Se movía tan rápido que solo se veían sus imágenes residuales mientras su espada destellaba intermitentemente, los únicos indicios de su posición en ese momento. Ahora que luchaban en la oscuridad, se encontraban más superiores que las fae oscuras. Después de todo, eran vampiros. Eran parte de la oscuridad.

Sus ojos rojos les daban tal ventaja que, desde que empezó la guerra, la masacre e incluso enfrentarse a monstruos más grandes de inmediato mientras las fae oscuras todavía se ajustaban a la oscuridad, era como un paseo en el parque para ellos.