Zi Chuan y Liangchuan (9)

Después de terminar su berrinche, abrió la boca enojada de nuevo. —Te doy media hora. Si no apareces en media hora, ¡esta princesa no te esperará más tiempo!

Decía esas palabras en broma, pero la otra parte se quedó callada.

Su reacción la hizo entrar en pánico. Dijo nerviosa, —¿Zi Chuan? ¿Por qué no hablas?

Él solo empezó a hablar después de que ella terminó, diciendo, —Llegaré en diez minutos.

Diez minutos...

El corazón de Qiao Lian se volvió inmediatamente cálido y acogedor.

Parecía que ella no era la única preocupada. Él también estaba preocupado de que no pudiera encontrarla, por eso iba a llegar una hora antes.

Colgó el teléfono y apoyó su barbilla en sus manos. Sus ojos se fijaron en la entrada del café.

En ese momento, no había mucha gente en el café Starbucks. Calculó que había menos de diez personas en el café, pero había aún menos personas entrando y saliendo de la tienda.

Por lo tanto, Zi Chuan debería poder localizarla fácilmente en cuanto entrara.