Beijing, aquí vengo (4)

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Lu Nanze estaba sonriendo.

Por otro lado, Qiao Yi se balanceaba hacia adelante y hacia atrás riendo a carcajadas. —¡Segundo Hermano, eres demasiado gracioso! ¡Hay un lado completamente diferente de ti! Entonces, ¿qué pasó al final? ¿Qué pasa con Hermana?

Lu Nanze bajó la mirada y dijo después de una pausa, —Tendrás que preguntarle a tu hermana.

Al escuchar esas palabras y siguiendo la dirección de la mirada de Lu Nanze, Qiao Yi se giró y vio a Qiao Lian de pie en la puerta.

Inmediatamente se levantó para saludarla. —¡Hermana, estás aquí! Segundo Hermano apareció de repente esta mañana, ¡me sorprendió! Pero después de tantos años sin vernos, ¡se ha vuelto mucho más humorístico que antes!

En el pasado, a Qiao Yi le gustaba ir a todas partes donde iba su hermana, por eso Lu Nanze había sido poco amistoso con él.