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Capítulo 9 - Gorila leviatán

Translator: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

La voz vino de la dirección de la fuente de agua que McGrenn había mencionado antes.

Los dos hombres salieron corriendo de la cueva espalda con espalda, justo a tiempo para ver a Cromwell corriendo como un perro rabioso.

—Monstruo... monstruo... monstruo se llevó... ¡se llevó a Ina!

Cromwell parecía extremadamente andrajoso, su lujosa túnica de mago cubierta de barro y hojas mientras jadeaba entrecortando las palabras.

Lin Li no pudo evitar negar con la cabeza al ver eso.

Ese tipo realmente estaba desesperado. No era de extrañar que McGrenn pareciese disgustado cuando persiguió a Ina. Si él tuviese una hija, definitivamente tampoco querría que ella se asociasecon un debilucho como él...

—¿Qué monstruo? ¡Dilo claramente!

Los ojos de McGrenn se pusieron rojos de ansiedad al tratarse de su propia hija. Miró febrilmente a Cromwell, sus ojos carentes de la distante cortesía que había tenido anteriormente.

—Solo... ahora mismo... ahora mismo, cuando fui con Ina a buscar agua, ¡un monstruo emergió repentinamente a nuestro lado! Y... y... se llevó a Ina...

—¡Mierda!

Lin Li soltó un insulto y ya no podía preocuparse más aquel débil. Lanzó otro Hechizo Acelerador sobre sí mismo y cortó el denso bosque a la velocidad del viento.

Detrás del bosque había una corriente suave, probablemente la fuente de agua que McGrenn había mencionado. Al lado del arroyo, una bolsa de agua descansaba tranquilamente sobre las hojas caídas. Todavía había algo de agua en él, gorgoteando en el suelo.

Se agachó y recogió la bolsa de agua. Se la puso junto a la oreja y la sacudió, dándose cuenta de que estaba medio llena.

—¡No deberían estar muy lejos!

Luego, echó un vistazo a las huellas del suelo, que estaban todas en un revoltijo. Había huellas de todo tipo: grandes, pequeñas, profundas, poco profundas. Las pequeñas debían haber sido dejadas por Ina y Cromwell, pero las grandes hicieron que jadease de sorpresa.

—¡Gorila Leviatán!—creyó lo que vio. Esas definitivamente eran las huellas de la bestia mágica de nivel ocho, el Gorila Leviatán. Antes, cuando vivía en las montañas, los había visto una o dos veces fuera de la cabaña de Andoine, solo que el anciano siempre los despreciaba como un par de rufianes pequeños en busca de problemas y los expulsaba.

Andoine podía verlos como pequeños rufianes, pero él no. La bestia mágica del nivel ocho no era una broma. Incluso en las Montañas del Ocaso, definitivamente estaba en el medio de la cadena alimenticia.

Sin embargo, dejó escapar un suspiro de alivio cuando lo identificó como el Gorila Leviatán.

Si fuesen otras bestias mágicas, Ina probablemente ya estaría muerta. Cuando identificó al Gorila Leviatán,comprendió que su vida no estaba en peligro por el momento. Los Gorilas Leviatán no estaban tan interesados ​​en matar como otras bestias mágicas salvajes. Tal como Andoine había dicho, eran solo unos alborotadores.

—Ina debería haber sido tomada por un Gorila Leviatán.

—¿Gorila Leviatán?

—Una rareza en Las Montañas del Ocaso, una bestia mágica que no está interesada en matar. Si tengo razón, Ina debe estar llorando ahora, pero por el momento no corre ningún peligro—se quedó mirando las pisadas llenas de huellas en el suelo y añadió suavemente—: Por el aspecto de las huellas, solo debería haber un Gorila.

McGrenn se sintió un poco aliviado al escuchar que la situación no era tan mala como había imaginado.

Los dos hombres no prestaron más atención a Cromwell y comenzaron su búsqueda siguiendo las huellas a lo largo del arroyo.

Lin Li lo había adivinado bien. Aún lejos, los dos hombres oyeron a Ina llorar.

Los gritos venían de un denso bosque. Desde lejos, los árboles en el denso bosque parecían ser particularmente altos y las hojas parecían ser de la mayor exuberancia. Entre los árboles altosse entrelazaban una especie de cuerdas, unidas para formar lo que parecía una red gigante.

Lin Li había escuchado a Andoine mencionar que esa era la única forma de construcción de los Gorilas Leviatán. Usaban los ratanes para tejer una red gigante, que cubriría hasta donde se expandiera su territorio. Para el Gorila Leviatán, esa red gigante era tanto su nido como su arma más poderosa. Con ella, hacer muchas cosas que otras bestias mágicas de alto nivel no podían hacer.

La belleza de piernas largas capturada actualmente estaba atrapada en la red gigante.

—¡Vete! Monstruo... ¡Aléjate de mí!

Ina luchaba desesperadamente entre gritos.

Los dos hombres se apresuraron al escucharla.

Tan pronto como estuvieron debajo del árbol, la vieron atada a la red gigante. El ratán estaba entrelazado en varias capas, como una bola china de masa de arroz. El Gorila Leviatán, que de alguna manera había sacado un pincel de algún lugar, dibujaba círculos en la cara de Ina mientras emitía risitas extrañas.

—¡Mierda !

Lin Li de repente tuvo una idea de lo raro que era ese Gorila Leviatán. Como una bestia mágica, había atrapado a un humano no para destrozarla o comérsela, sino para dibujar círculos en su cara con un pincel. ¿No era extraño?

—¡Ina!

Eran padre e hija después de todo; McGrenn estaba ansioso como nunca viendo a Ina gemir debajo del árbol.

Estaba tan ansioso que había olvidado que había una bestia mágica de nivel ocho en el árbol.

—¡Padre, ten cuidado!

El grito de la bella chica de largas piernas aún no se había calmado cuando Lin Li escuchó un sonido ensordecedor seguido de un ruido sordo. McGrenn, que acababa de gritar el nombre de su hija, quedó inconsciente por un coco que cayó del cielo antes de que pudiese evitarlo.

—¡Kakakaka!

El Gorila Leviatán estaba muy emocionado al ver que el coco había caído sobre el humano. Se rio mientras saltaba a su alrededor, e incluso movió su trasero hacia los dos hombres.

—...

Con la experiencia de McGrenn como una lección, se apresuró a esconderse detrás de un árbol en caso de que el gorila hiciese otro ataque furtivo con el coco.

Justo cuando estaba a punto de inclinarse detrás del árbol, de repente sintió que lo levantaban del suelo; al momento siguiente, todo su cuerpo estaba al revés.

—¡Maldita sea!

Él no esperaba que hubiese un ratán oculto debajo del árbol donde se escondía. Un extremo del ratán estaba atado en un nudo corredizo, mientras que el otro estaba en manos del Gorila Leviatán. El gorila solo tuvo que dar un tirón y fue atrapado.

Pero él también reaccionó rápido. Ascendía en el aire a toda velocidad, pero estaba excepcionalmente tranquilo. No había ninguna recitación de hechizo; con solo un gesto peculiar de la mano, se escuchó el sonido de una cuchilla de viento perforando el aire.

Se las había arreglado para cortar el ratán insidioso con el hechizo de la cuchilla de viento. Al mismo tiempo, lanzó otro Hechizo de Caída de Plumas sobre sí mismo, y con eso, escapó de la trampa. Pero lo que siguió fue otro lanzamiento de coco.

Quién sabía de dónde sacaba los cocos el gorila, al menos cientos de ellos fueron lanzados como una tormenta.

Lin Li fue atormentado por el bombardeo.

El Gorila Leviatán era una verdadera bestia mágica de nivel ocho. Un golpe con un coco arrojado de su mano había noqueado incluso a un guerrero como McGrenn, por no mencionarlo, que en ningún sentido era fuerte.

Sintió como si un cañón le disparase cada vez que un coco caía sobre su cuerpo.

Era demasiado áspero. Los cocos se aplastaron uno tras otro, de modo que ni siquiera podía levantar la cabeza.

Hubo algunas oportunidades en medio para que se defendiese, ya fuesen dos cuchillas de viento o algunos disparos de carámbanos. Pero todos esos hechizos habían aterrizado principalmente en la red de ratán.

El Gorila Leviatán controlaba la red gigante como si fuee un brazo flexible. La mayoría de los hechizos fueron bloqueados en medio de giros y vueltas.

Incluso si había uno o dos hechizos que atravesaban la red gigante y golpeaban al Gorila Leviatán, era difícil hacerle daño.

La capacidad de resistencia de una bestia mágica de nivel ocho era muy superior a la de una Mantícora. Para Lin Li, los efectos de esos hechizos solo provocarían la furia del Gorila Leviatán, lo que provocaría que le lanzase los cocos a él un poco más fuerte.

Esos numerosos disparos de cuchillas y carámbanos de viento probablemente agotarían el maná de otro mago. Solo un monstruo con una grave anormalidad de fuerza mental como él podría resistir bajo la lluvia de cocos.

Sin embargo, incluso él estaba empezando a desfallecer en esa situación.

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