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El Ultimo Sol Naciente

Versión en español del fanfiction The Last Rising Sun. Alek Gusev es un investigador científico de alto nivel que creó uno de los mayores inventos de la humanidad. Sin embargo, el destino quiso que esta misma creación destruyera todo lo que conocía, matándolo en el proceso. Ahora se ha reencarnado en el Mundo Shinobi sin sus recuerdos. ¿Qué ocurrirá en la nueva vida de nuestro protagonista? Vol. 1-3 : Toda la historia de Naruto. Vol. 4 : Fate/Zero Vol. 5 : Lord El-Melloi II Case Files (Próximamente) Vol. 6 : Fate Stay Night (Próximamente)

NotPolarArtic · Anime & Comics
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218 Chs

Capítulo 91: Pain

-En algún lugar desconocido-

Abrió los ojos, intentando acostumbrarse al dolor que sentía su cuerpo. Afuera, en algún lugar, las gotas de agua podían escucharse caer, formando la ruidosa melodía de una lluvia torrencial. Movió su mano derecha, sintiendo que estaba recostado sobre unas sábanas.

'¿Dónde estoy?'

Recostado sobre las sábanas, sin moverse, Toru trató de recordar lo último que vivió antes de desmayarse. Entonces, sus ojos se abrieron al recordar…

Se toco la cabeza con dolor y se levantó. Estaba recostado en una cama hace un momento, dentro de una habitación con paredes metálicas. El lugar estaba bastante limpio, algo que sorprendió a Toru teniendo en cuenta las condiciones en las que las paredes metálicas se encontraban. Había una pequeña mesa de noche con una vela encendida, también había un pequeño trozo de pan y un vaso con agua.

'¿Qué es esto…?'

Poniéndose de pie, se dio cuenta que su ropa estaba manchada de sangre, sin embargo, el lugar donde debería haber salido toda esa sangre no estaba, no tenía ninguna herida, aún así su cuerpo sentía mucho dolor, como si hubiera caído desde una gran altura. Al ponerse de pie, también pudo ver el pan y el vaso de agua sobre la pequeña mesa.

Suspiro cansado y reviso su equipamiento…

Todo estaba en su lugar, aun tenía sus dagas, los pergaminos donde guardaba cosas importantes con respecto a su equipamiento ninja y su ropa estaba igual con la excepción de que estaba manchada con sangre. En ese instante, entrecerró los ojos, los cuales brillaron al mismo tiempo en un color azul como el cielo, con una pequeña luz de color rojo en el centro de cada ojo.

'Esos ojos…'

Lo ultimo que vio antes de desmayarse, fueron los ojos de aquel hombre que lo atacó, ojos que eran diferentes a los que había visto hasta ahora. No se parecía al Sharingan ni al Byakugan, mucho menos al Shigan. El no sabía qué eran esos ojos, pero eso era algo que no debía importarle, ya que tenia otras cosas en mente, matar a Danzo. Aun así, podía hacerse una idea de quien lo trajo a este lugar desconocido.

'Como sea, tengo que buscar una salida e invocar a Okaminaru para largarme de aquí'

Pasando lentamente por la puerta de la habitación, Toru observó de izquierda a derecha, encontrándose con largos pasillos cuyas paredes eran metálicas. Habían decenas de puertas que se extendían a lo largo del pasillo. Así que, observando todo con Shigan Avanzado activado en sus ojos, suspiro y comenzó a correr tan rápido como pudo.

Moviéndose a una velocidad sobrehumana, rápidamente recorrió todos los pasillos y lugares sin salida que se encontraba. Cada movimiento provocaba una ligera brisa debido a su capa.

'Todavía tengo mis armas conmigo, eso es algo extraño. Si secuestran a alguien, lo normal es quitarle todos los objetos que puedan usar como armas, para así no tener problemas después. Entonces, ¿Por qué aún conservo mis armas? ¿Creen que podrán contra mí? ¿Tanta confianza tienen en que podrán derrotarme? Ha~ aún así, no pienso pelear con nadie a menos de que intenten matarme, lo mejor es buscar una salida y huir mientras tengo oportunidad'

Entrecerrando los ojos, Toru se apresuró. Si intentaba buscar una salida, debía hacerlo lo más rápido posible, después de todo, si el hombre de los ojos misteriosos tenía que ver con su estancia en este lugar, lo mejor era alejarse lo más rápido posible, después de todo el no era un ninja normal.

Después de eso, unos pocos segundos pasaron. Toru se detuvo en una especie de observador, el cual dejaba a la vista el gran paisaje que está ciudad extraña le daba.

Grandes edificios de diferentes alturas se levantaban desde el suelo, como si quisieran alcanzar el cielo. El vio esto con asombro, pues está vista era muy diferente a la de su aldea natal. De algún modo, esto le recordaba a los edificios que había en el mundo de su vida pasada.

'Que lugar tan extraño. Al parecer, sigo en el País de la lluvia, por lo que esta debe ser esa gran cuidad que vi cuando llegué a este país junto a Okaminaru. No pensé que algún día llegaría a entrar en este lugar… Amegakure [Aldea Oculta de la Lluvia]'

Observando los grandes edificios, mientras la lluvia caía sin detenerse, el Shigan de sus ojos se desactivó y se preparo para saltar desde lo más alto del edificio en el que se encontraba, pues este parecía ser el más alto entre todas las construcciones de ésta aldea.

"Kuchiyose no-"

"Detente…"

Interrumpiendo el jutsu de invocación de Toru, una voz masculina hizo eco a sus espaldas. Se detuvo justo antes de saltar, pues tuvo una gran sensación de peligro. Entrecerró los ojos y trató de pensar en una solución a este repentino problema, después de todo, esa voz..

"El amor crea sacrificio y a su vez crea odio"

Escuchando estas palabra de la misteriosa voz, Toru se dio la vuelta, viendo al fin… la apariencia de este ser.

Tenía la piel blanca y un notable cabello anaranjado. En su rostro, tenía varios piercings colocados en su nariz, labio inferior y orejas. Pero lo que más le llamó la atención a Toru e hizo que sus ojos se abrían en shock al verlos, son los ojos de este misterioso hombre, ojos con un extraño patrón de onda, que se extiende a lo largo de los globos oculares, con finas iris púrpura grisáceas y escleróticas.

El hombre poseía una cara inexpresiva, con el ceño levemente fruncido. Este dio un paso al frente, saliendo de las sombras junto a aquella mujer de cabello azul, mujer cuyo nombre era Konan.

El Shigan Avanzado no tardo en reactivarse, al mismo tiempo que sacaba sus dagas de entre su capa. Adoptando una posición defensiva, decidió analizar los movimientos de su enemigo, pero era extraño, ellos no atacaron ni nada parecido, simplemente se quedaron ahí antes de que la voz del hombre de cabello anaranjado pueda ser escuchada otra vez.

"Todo esto... crea dolor... Dolor que ya has llegado a experimentar"

Dando unos pasos al frente, acercándose a Toru, el hombre lo vio a los ojos.

"Quienes conocen el dolor, conocen la verdadera paz... Hasta el niño más ignorante crecerá mientras aprenden cómo es el dolor real. Afecta lo que dicen, lo que piensan, de esa manera se convierten en personas de verdad"

'¿De que esta hablando este tipo? No parece querer atacarme, debo irme lo antes posible si no quiero salir herido' Pensó Toru, mientras miraba todos los alrededores. Entonces, en un solo segundo… el corrió tan rápido como pudo para saltar del edificio, pero cinco figuras humanas con capa lo detuvieron.

"Así que, Asahi Toru, veo con mis ojos que eres una persona de verdad"

Toru se sintió confundido, ya que este hombre seguía hablando de cosas sin sentido mientras lo miraba con esos ojos extraños.

"¿Una persona de verdad?" Dijo volviendo a mirarlo a los ojos.

"Tal como lo escuchaste, Shinigami de Konoha. La razón del por qué estas aquí, tiene que ver con nosotros, Akatsuki" Abrió los brazos mientras miraba la cielo lluvioso con una cara inexpresiva. "Únete a nosotros y juntos, cambiaremos este mundo maldito en el que vivimos, y en este nuevo mundo que nosotros crearemos, habrá paz para ti, podrás amar, podrás reír, no volverá a haber más dolor"

Continuo observando y escuchando a este hombre, el cual decía cosas extrañas que de algún modo Toru podía entender. Dolor… amor… odio… Negó con la cabeza y en ese instante, desapareció a la vista de todos, volviendo a aparecer delante del hombre.

"¡Pain!"

Konan estaba a punto de saltar para defender a Pain, sin embargo, el la detuvo con un leve movimiento de su mano.

"Shinra Tensei"

'¡Mierda!'

Toru nuevamente fue enviado a volar por la extraña fuerza de gravedad. Esto lo hizo caer del edificio, yendo directamente contra el suelo a una velocidad abrumadora, sin embargo, las cinco siluetas aparecieron, las cuales golpearon a Toru como si fuera una pelota de voleibol, enviándolo de regreso a la torre más alta de Amegakure en menos de un segundo.

Aterrizado sobre su propio rostro, Toru intento levantarse, pero las cinco siluetas volvieron a detenerlo. Cada silueta, tenía una apariencia muy parecida a la del hombre de cabello anaranjado. Tenían piercings en diferentes lugares de la cara, también tenían el mismo color de cabello.

"No más guerras, no más sufrimiento. Este nuevo mundo te dará la oportunidad de terminar con el dolor que sientes... El dolor de perder a tus seres amados, el dolor de ser alejado de las personas que amas..."

Mirando al suelo, Toru no entendía como es que este hombre sabía tanto sobre el. Además, tenía ese extraño poder que le impedía acercarse.

Su mente aún no le mostraba la solución a este problema, sin embargo, esta situación hizo que se sintiera más estresado de lo normal. El necesitaba salir de ese lugar si quería mantenerse como ha estado hasta ahora.

"Las personas que amo... las que perdí... No me interesa eso, el mundo puede quedarse como está, no me importa lo que pase. Guerras, muerte, dolor... ¿Tienes traumas acaso? Jódete, me largo de aquí" Intento ponerse de pie, pero las personas de cabello anaranjado lo rodearon, evitando que pueda escapar.

"Detente… escucha mis palabras… las palabras de Dios"

El hombre se acercó a Toru, dándole una mejor vista de los ojos extraños que este tenía. En ese momento, el silencio se apodero de la escena, las gotas de lluvia poco a poco fueron cesando y al final de este, la voz de Pain se escuchó una vez más, la voz de dios.

"Konohagakure no Shinigami, únete a Akatsuki, necesitamos tu fuerza para cumplir nuestra misión en este mundo. A cambio recibirás protección y financiaremos las atrocidades que hacías en ese laboratorio. Únete a Akatsuki, y conocerás la verdadera paz… Únete a Akatsuki… y dominarás el mundo"

Mirándolo a los ojos, a Toru le interesaron algunas palabras de este Dios autoproclamado. Y ahora que el lo había pensado mejor, mientras miraba al suelo sin poder hacer nada, se dio cuenta que no tenía nada en este mundo, no tenía un hogar al que regresar, no tenia el apoyo de nadie a excepción de Okaminaru y el clan Okami, después de eso, estaba solo en este mundo hasta el día en que el pueda completar su venganza.

La luz en sus ojos se intensificó y lentamente se levantó del suelo.

"Un humano que se cree dios, eh… menuda estupidez"

Pain entrecerró los ojos ante la afirmación de Toru, sin embargo, se quedó callado, esperando la respuesta a la propuesta que había planteado anteriormente. Sus ojos observaron a ese chico levantarse del suelo, en ese momento… los ojos de ambos se encontraron. Los brillantes ojos de la muerte levemente iluminaron su rostro y entonces, el dijo:

"La palabra de dios, la fuerza de un dios, el poder que un verdadero dios debe tener… nada de eso existe. Los dioses, si han de existir, son unos inútiles arrogantes… justo como tú, justo como yo" Una sonrisa maliciosa se formó en su boca, al mismo tiempo, un pequeño mechón de cabello cubrió uno de sus brillantes ojos. "Tenemos una forma de pensar parecida, además no parece que me vayas a dejar ir si me niego a unirme a Akatsuki. En ese caso, hay una persona a la que quiero matar. Si me prometes no interferir en eso, además de mantener los beneficios que mencionaste anteriormente yo, consideraré tu propuesta. Si esto me permite avanzar con mis planes, no veo ningún problema…"

"Ya veo, entonces has elegido ser una persona de verdad, Asahi Toru…"

Dándose media vuelta, Pain camino a algún lugar desconocido, junto a las cinco personas cuyo color de cabello era parecido, pero antes de desaparecer en la oscuridad, el lo miró con esos ojos extraños de color púrpura.

"Desde ahora, perteneces a Akatsuki, eso significa que seguirás las órdenes de tu dios…"

Habiendo dicho eso, Pain desapareció junto a los otros misterios ninjas de apariencia similar. Sin embargo, Konan aún permanecía en ese lugar, mirando a Toru con una cara inexpresiva… se mantuvo allí unos segundo mientras el chico observaba el cielo.

'Ha~ ¿Qué se supone que debo hacer ahora? Me emocione demasiado… Pero se supone que ellos ahora financiarán mis experimentos además de protegerme de los ninjas de la Raíz. Hm, de algún modo no fue tan mala idea, después de todo soy un criminal. Pero… esos ojos ¿Qué son exactamente? Nunca vi algo parecido y eso que mi Shigan Avanzado es raro, ni siquiera yo se de donde vino este dojutsu. Así que me será difícil saber que son esos ojos. Bueno, por el momento… me quedaré aquí un poco más, la vista de la ciudad ahora que la lluvia se a despejado es buena'

Sentándose en el borde del edificio, Toru suspiró. Por un segundo sintió ganas de reírse, ya que todo pasó tan rápido que no podía creer que ahora mismo estuviera relajándose un poco sobre el edificio más alto de Amegakure. Ahora era parte de Akatsuki, ese lugar al que Itachi pertenece…

"Asahi Toru, sígueme"

Interrumpiendo su pequeño momento de relajación, Konan habló a unos metros de distancia de donde Toru estaba. Esto lo hizo mirarla a los ojos.

"¿A dónde?"

Konan no respondió y se alejo del lugar. Esto hizo que Toru frunciera el ceño un poco para luego correr detrás de esa mujer. Una vez la alcanzó, camino detrás de ella sin decir una palabra, después de todo ella tampoco parecía querer entablar una conversación. Así fue como pasaron los minutos, mientras los dos caminaban por los largos pasillos sin siquiera decir una palabra.

Todo era tan silencioso, que Toru podía escuchar la respiración de la mujer frente a el, podía escuchar sus latidos y sentir su aroma… Era extraño, pero pacífico al mismo tiempo, aún así, el no podía creer el hecho de que Konan posea un ninjutsu tan interesante.

'Ella convertía su cuerpo en papel, era extraño…'

Mirando el cabello azul de Konan, Toru sonrió levemente, después de todo era difícil mantenerse callado.

"Ese ninjutsu que usas, es interesante. ¿Cómo lo aprendiste? ¿Cómo lo conseguiste?"

La curiosidad comenzó a picarle en el cerebro, sin poder evitar soltar algunas preguntas. Pero aunque habló fuerte y claro, haciendo que su voz emita en débil eco que se extendió por todo el pasillo, Konan se mantuvo en silencio, ignorándolo por completo.

Sus pasos, uno tras otro lentamente fueron disminuyendo su velocidad, hasta que finalmente se detuvieron en una habitación. Konan entró al lugar y cerró la puerta. Esto dejó a Toru con una cara inexpresiva mientras miraba la puerta metálica. Por un segundo pensó que ella lo trajo a este lugar para dejarlo solo, sin embargo, ella salió de la habitación unos segundos después con dos objetos en sus manos.

"Toma, ponte la capa y el sombrero, también…"

Entregándole lo que parecía ser una capa negra con el diseño de la nube roja bordado en la tela y un sombrero de paja cónico con tiras de tela que sirven para cubrir el rostro, Konan miró al final del pasillo, donde una pequeña mariposa de papel volaba con un pequeño objeto brillante sobre sus alas. Esta mariposa se posó sobre la cabeza de Toru y arrojó el objeto.

Toru lo tomo en sus manos y lo miro, dándose cuenta de que el objeto era un anillo plateado con la palabra "Kū [Cielo]" en la pequeña piedra ovalada incrustada en este mismo. Esta piedra era de color azul pizarra, que brillaba levemente por la luz de las velas en las paredes.

"Eso es todo" Dijo ella, para luego irse del lugar, dejando a Toru solo otra vez.

Toru miró la ropa que Konan le había entregado y suspiró cansado. "¿Esto es como un uniforme de trabajo? Se ve cómodo, pero… ¿donde se supone que pondré mi bufanda?"

Al ver el diseño de la capa, negó con la cabeza, pues se supone que esta bufanda que siempre lleva atada al cuello es algo importante que ha tenido desde que su madre se lo regalo, por lo que no hallaba una forma de usarla junto a la capa de cuello largo.

"Ya veré que hago después, por el momento… tendré que buscar la salida otra vez. Estoy perdido…"

Aun con la capa y el sombrero en las manos, Toru miró el final del pasillo, antes de comenzar la búsqueda de una salida o encontrar a Pain.

-Días después-

Las sombras de los Akatsuki se mostraban sobre los dedos de una gran estatua de piedra. Cada uno, con una forma de vestir similar, portaban anillos de diferentes colores y algunos de ellos usaban un sombrero de paja cónico que les cubría el rostro.

"Los Akatsuki están reunidos una vez más…"

Todos miraron al hombre que dio un paso al frente. Este hombre cuyos ojos eran extraños y poderosos.

"Konan, Itachi, Kisame, Sasori, Deidara, Kakuzu, Hidan, Zetsu y… Toru…"

Saliendo de las sombras, mientras se quitaba el sombrero que ocultaba su rostro, la gran bufanda con bordes rasgados bailo al ritmo el viento, al mismo tiempo, sus ojos brillaron con la intensa luz de la muerte.

"Espero que podamos llevarnos bien, de donde vengo… me llaman Shinigami"

Con una sonrisa sombría, Toru vio a Itachi a los ojos, el cual también le devolvió la mirada.

Naruto: Shippuden - Comienza