¡Bang! ¡Bang! Los disparos resonaron iluminando la escena con breves destellos. Los policías y algunos militares miraron asustados a quien se encontraba frente a ellos.
El suelo estaba lleno de cuerpos de criminales, donde la sangre se extendía como un charco carmesí. Las celdas de los reclusos estaban destrozadas, cortadas con cortes limpios y rectos. Y en medio de todo esto, aquel encapuchado puso una expresión apagada bajo la oscuridad de su vestimenta.
"Puede bloquear las balas con un par de cuchillos..."
"No hay forma de que podamos capturarlo, mucho menos matarlo"
El encapuchado, Toru, negó con la cabeza.
"No hace falta que gasten tantos recursos en mí. Yo ya estaba por irme. Ya tengo lo que quiero"
"¡No te muevas, monstruo! ¡Identificate o volveremos a abrir fuego!"
Toru suspiró con seriedad y, con la luz extraña proveniente de sus ojos, dijo:
"Soy un Shinigami y he venido para llevarme las almas de estos pecadores"
Los policías no se tomaron esto en serio y comenzaron a disparar, pero Toru esquivó las balas y las bloqueó con el filo de las dagas.
"Si me disculpan, damas y caballeros, me tengo que ir"
Mientras las balas pasaban cerca de su cuerpo, hizo una elegante reverencia y su cuerpo se desmaterializó dos segundos después.
Todos los presentes se asustaron mucho al ver esto. Nadie entendió nada de lo que pasó, pero sin duda todo esto se convertirá en una noticia que dará la vuelta a Japón.
-Horas después-
Con los ojos cerrados, sentado sobre el techo del edificio más alto de Fuyuki, Toru se encontró sentado en el suelo meditando. En silencio sintió como el viento atravesaba su incorpóreo cuerpo, mientras extrañas voces comenzaron a resonar dentro de su mente.
Las voces, tan lejanas y bizarras, susurraron:
[Monstruo…]
Toru abrió los ojos después de escuchar eso e inconscientemente materializó su cuerpo y sostuvo las dagas con fuerza. Confundido miró los alrededores, pero no había nada ni nadie. Esas repentinas voces lo dejaron pensativo por un segundo hasta que…
Drip…
"¿...?"
Una gota cayó. Toru miró al suelo y se dio cuenta que lo que cayó era sangre. De pronto sintió algo tibio bajando por su mejilla. Un poco cansado, acercó la mano a su mejilla y cuando vio sus dedos, se percató de que lo que cayó era una lágrima de sangre.
Por ambos lados de su rostro, la sangre cayó en forma de lágrimas cálidas, acompañadas de un ligero mareo y sensación de incomodidad.
Pensativo, se mantuvo callado viendo la sangre, pero entonces las voces le gritaron desesperadas:
[¡Monstruo!]
Fue entonces que sintió un fuerte dolor de cabeza que lo hizo caer de rodillas. Su visión se tornó oscura y por un momento, bajo sus rodillas, él pareció ver el océano de sangre, donde ojos blancos brillantes y manos sangrientas se movían violentamente, como si todas esas entidades quisieran alcanzarlo.
En silencio, con dificultad y después de un segundo en que todo este extraño suceso pasó, se puso de pie tocándose la cabeza con dolor y parpadeando un par de veces para asegurarse que nada estuviera fuera de lo normal.
Con sus ojos brillantes, miró el atardecer preguntándose:
"¿Cuánto ha pasado desde la última vez?"
Las voces que resuenan en el océano de sangre. Las almas que lo miran con odio y tristeza en el fondo de ese líquido carmesí. El dolor que causó a su mundo palpitando dentro de su cerebro. Las visiones extrañas que tuvo cuando escapó de Konoha. Todo eso está volviendo…
Toru sonrió cansado.
"Uhhh… eso siempre duele mucho…"
Ignorando todo como siempre suele hacer, se limpió la sangre del rostro y volvió a sentarse en el suelo mientras su cuerpo se desmaterializa una vez más. Para preservar energía y prepararse para esta noche, pues, en este momento, Toru siente que el final de esto está muy cerca, por lo que no se puede permitir que este tipo de ataques esquizofrénicos lo detengan. Si, él mismo sabe que no está bien de la cabeza, pero antes de poder buscar ayuda profesional, debía ganar esta guerra y reencarnar.
"En todo caso…"
Lentamente el sol comenzó a ocultarse en el horizonte. Dentro de poco será el momento de comenzar a moverse en las sombras de la noche.
El plan por ahora es sencillo. Observar y rezar para que todos los enemigos se maten entre sí antes de que se le acabe el mana, pues su cuerpo está consumiendo demasiado maná incluso estando en el modo desmaterializado.
"Observar y esperar. Que divertido…"
Dijo de forma irónica.
***
Por eso, cuando el sol finalmente se puso en el horizonte, Toru comenzó a sentir fluctuaciones extrañas en el maná de los alrededores.
Se levantó del suelo y observó con cautela.
"Las perturbaciones en el maná están muy lejos y son difíciles de descifrar…"
Intentar sentir el maná a una distancia demasiado larga no es recomendable. Sin embargo, esto le permitió saber a Toru que en este momento el enemigo ha comenzado a moverse. Ahora hacía falta saber dónde están exactamente.
Así que se puso en marcha saltando entre los edificios, observado todo con el Shigan. Si hay un mínimo movimiento extraño, sus ojos podrán verlo.
'Supongo que esto va a ser muy aburrido'
Así se movió entre Fuyuki a una gran velocidad durante un tiempo.
Además, para no desperdiciar el maná, él estaba usando poderosos saltos en las plataformas de aire. Para eso, su cuerpo tiene que materializarse, sólo así puede saltar entre las plataformas.
Sus saltos son bastante largos. Así aprovecha la fuerza de aceleración y no gasta energía en exceso.
Con el frío aire pasándole por el rostro, pensó en sus posibilidades.
'Si ha de enfrentarse un Servant contra otro, prefiero que sea Saber contra Archer o Archer contra Rider. Saber tiene la oportunidad de matar a Archer y Archer tiene la oportunidad de matar a Rider. Si lo que quiero ver pasa, entonces eso dejaría a Berserker para el final. Pero, en caso de que Saber y Berserker se enfrenten, es muy probable que Saber gane. Aún así, lo que me molesta es el Noble Phantasm de Rider. Es demasiado peligroso. Puedo pelear contra el Noble Phantasm de Archer a mi máxima potencia o esquivar la Excalibur de Saber, pero enfrentarme a un ejército tan masivo es algo que no puedo hacer. Esa es mi debilidad en base al maná que poseo'
La última vez, incluso si él tenía la fuerza de más de 50 de sus clones al máximo, fue derrotado patéticamente. Bueno, aunque el desenlace de esa pelea solo fue una ilusión.
'Yo tal vez tendría una oportunidad si pudiese usar mi Noble Phantasm pero, sin un Master que me proporcione maná, no podré efectuar mi ataque. En una pelea, no tendré el tiempo ni el maná para invocar Saigo no Yoake'
Toru posee un Noble Phantasm anti-fortalezas (Saigo no Yoake) al igual que el de Saber. La diferencia está en cómo ambos invocan su Noble Phantasm. Mientras que Saber levanta la espada en alto e invoca la luz de Excalibur en un solo segundo, Toru necesita más tiempo para cargar su habilidad, pues está requiere de algunos pasos extra.
Al final, el Noble Phantasm es la habilidad que materializa el cuento o leyenda de un Espíritu Heróico. Con esto, ¿cuál es la leyenda de Toru? Pues él fue aquel que murió entre llamas y fuego iluminando el oscuro y deprimente cielo del campo de batalla. Con la luz brillante de su poder, una estrella en el cielo…
Su leyenda ya tenía un nombre…
'Si tengo suerte, tal vez logre encontrar un Master después. Por el momento…'
Sus ojos vieron actividad sobre uno de los edificios que apuntaba hacia el bosque a las afueras de Fuyuki.
Se detuvo sobre uno de los edificios y miró a lo lejos. Aunque, antes de poder darse cuenta de quién estaba allí, una intensa luz parpadeo a lo lejos.
Él miró la gigantesca luz que se extendió por las afueras de Fuyuki y sonrió con calma.
"Saber, eh. ¿Quién fue el afortunado que tuvo que tragarse toda esa luz directa en la cara?"
No había forma de que él pudiera verlo, pero a las afueras de la ciudad, Saber atacó a Rider con la luz de Excalibur.
Toru nuevamente sintió nostalgia al ver la luz de aquel arma legendaria. No entendía cómo esa luz le traía de regreso el recuerdo de cuando logró mantener viva la estrella artificial que creó en su vida pasada.
'No logro encontrar una explicación a eso, pero una cosa es segura'
La luz de Saber es la luz de un héroe y esa luz le traía nostalgia a Toru.
Era como si él…
"Hm… Kirei"
Antes de poder encerrarse en sus propios pensamientos, miró al techo de aquel edificio.
Kirei allí, pero también a alguien extraño. Un anciano.
"¿Qué es esa cosa…?"
Entrecerró los ojos al verlo. Aquel anciano tenía unas líneas de muerte muy extrañas. Era como si su cuerpo estuviera compuesto de múltiples formas de vida que componían una sola vida en cadena. Estando juntas, sus líneas de muerte se entrelazan para darle forma a esa persona.
Él entonces recordó.
"Dónde he visto esas líneas de muerte…"
…
Las líneas de muerte dentro del cuerpo de Sakura…
…
Cuando reconoció eso, se quedó congelado por un segundo. Entonces, algo extraño le pasó. Una fuerte llama se encendió en las profundidades de su corazón, acompañado de una ira indescriptible. Apretó los puños con tanta fuerza que comenzó a sangrar. Una expresión diferente se formó en su rostro, una expresión de ira como ninguna otra. Con el ceño fruncido, apretando los dientes con mucha fuerza.
La luz de la muerte se intensificó en sus ojos y, junto al recuerdo de la amable sonrisa de Sakura, algo dentro de Toru se hizo pedazos. La sangre hirvió dentro de su cuerpo y, antes de poder darse cuenta, había puesto una gran cantidad de maná en sus piernas junto a una plataforma de aire.
Las dagas se materializaron en sus manos y…
"¿Cómo te atreves…?"
Susurró. Fue entonces que la plataforma de aire explotó luego de que Toru se impulsara con toda su fuerza.
"¡¡¿Cómo te atreves, bastardo?!!"
El ruido alertó al anciano a lo lejos, lo que lo hizo sonreír con malicia. Sin embargo, para Kirei, eso fue diferente. Desde su punto de vista, Assassin repentinamente apareció en un parpadeo gritando y cortando a la mitad al anciano con el filo llameante de sus dagas.
"¿Assassin?"
Toru no le prestó atención a Kirei. Después de aparecer delante de Zōken, se dio la vuelta para mirar al anciano. Este estaba tirado en el suelo con el cuerpo partido a la mitad. Aun así, no había sangre ni tripas esparcidas por el suelo, en lugar de eso, cerca de diez extraños gusanos que estaban entre el torso cortado de Zōken se retorcieron en agonía hasta que murieron.
El cuerpo del anciano se volvió a unir después de eso y una risa macabra y profunda resonó. Levantándose del suelo, el anciano miró a Toru con fascinación.
"Miren que tenemos aquí. El Servant más interesante de toda esta guerra"
Sin querer escuchar la asquerosa voz de este anciano, Toru se lanzó otra vez al ataque, cortando al bastardo por la mitad una vez más. Pero este, en lugar de caer, se esparció transformándose en un montón de insectos voladores.
"Retiro lo que dije, Kirei. Hay alguien peor que nosotros aquí mismo."
Los insectos volaron alrededor de Toru provocando el sonido asqueroso de las alas agitándose. Aun así, a él esto no le importó y comenzó a quemarlos a todos con las llamas de sus dagas. Él no iba a escuchar a nadie en ese momento, pues la ira lo está dominando con sus abrasadoras y dolorosas llamas.
"Assassin, después de haberte observado durante un largo tiempo, puedo darme cuenta que no eres como los demás Servants que han sido invocados para esta guerra. Hay algo que te diferencia de entre todos ellos"
Los insectos hablaron uno después del otro.
"En ti veo una maldad mucho más profunda que la mía o la de Kirei. Apestas a la sangre de muchísimas personas. La agonía y el sufrimiento te persiguen…"
Mientras Toru atacaba, Zōken comenzó a reírse sin parar.
"Veo la maldad de la humanidad en ti…"
Y en algún otro lugar, ese ser extraño sonrió ante la perspicacia de Zōken.
"Después de todo lo que te he visto hacer, me interesa mucho ver como termina esta guerra contigo. Por lo tanto, Assassin, ansio ver como derramarás tus lágrimas de cocodrilo cuando todo esto termine"
Y después de decir todo eso, los insectos se esparcieron y desaparecieron en la oscuridad de la noche.
"¡Vuelve, cobarde! ¡Te voy a matar! ¡Te haré ver el infierno! ¡¡Regresa, malnacido!!"
Aunque Toru quería ir tras él, el anciano bastardo desapareció en un segundo. Su presencia se borró por completo y no quedó nada de él a excepción de los insectos muertos que se desintegraron por las llamas.
"Parece que nos volvemos a ver. Has estado haciendo de las tuyas en otras ciudades"
Kirei le habló.
Toru, aún lleno de ira, miró al hombre con la mirada completamente ensombrecida.
"Kirei…"
"Hola, Assassin. Antes de siquiera comenzar una conversación, me pregunto si está bien que pierdas el tiempo y el maná que tienes en mi. Sé que guardas rencor hacia mi, pero eso no importa ahora. Supongo que no lo viste, pero…"
Kirei le dio la espalda a Toru para ocultar su sonrisa enferma.
"Matō Kariya estuvo aquí y ahora mismo se dirige a un lugar en específico. Tal vez te interese saber para qué"
Toru apretó las dagas. No entendía nada de lo que este traidor le dijo.
Sin embargo, la sonrisa de Kirei se amplió y de su boca salió un nombre.
"Zenjō Aoi…"
Y al escuchar esto, Toru abrió los ojos olvidándose de su ira. Dándose cuenta de todo, se dio la vuelta y saltó por el cielo buscando la presencia de Kariya.
Kirei lo miró alejarse y cruzó las manos detrás de la espalda.
"Veamos qué harás en esta situación, Asahi Toru"
Él se ha convertido en alguien a quien le fascina ver el mundo arder.
Continuará…