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El Ultimo Sol Naciente

Versión en español del fanfiction The Last Rising Sun. Alek Gusev es un investigador científico de alto nivel que creó uno de los mayores inventos de la humanidad. Sin embargo, el destino quiso que esta misma creación destruyera todo lo que conocía, matándolo en el proceso. Ahora se ha reencarnado en el Mundo Shinobi sin sus recuerdos. ¿Qué ocurrirá en la nueva vida de nuestro protagonista? Vol. 1-3 : Toda la historia de Naruto. Vol. 4 : Fate/Zero Vol. 5 : Lord El-Melloi II Case Files Vol. 6 : Fate Stay Night (Próximamente) Vol. 7 : NieR:Automata (Próximamente)

NotPolarArtic · Anime & Comics
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246 Chs

Capítulo 206: Acto 3 Parte 7

Aquel niño soñaba con una familia unida y feliz, en un lugar donde todos pudieran sonreír juntos.

La vida es cruel porque el niño no sólo no recibió lo que deseaba, sino que fue torturado psicológicamente hasta llevarlo a tomar una decisión tan deprimente.

Sin embargo, cuando Toru levantó la mirada, en ese océano carmesí de infinito lamento lleno de almas, aquel niño que lloraba ya no estaba. Los grilletes y cadenas estaban rotos, hundiéndose en lo profundo de la sangre.

Él rompió las cadenas…

Se liberó del pasado tortuoso que lo lastimaba y se levantó entre las llamas con una expresión determinada.

"Nada importa ahora…"

Saber no entendió a qué se refería Toru con eso. Ella estaba confundida. Hasta hace unos segundos Toru lloraba de rodillas porque estaba a punto de morir, pero ahora…

'Entonces esa es la diferencia entre nosotros…'

Ella suspiró pensativa. Mientras que ella decidió pelear sola por los demás, sin importar su propio sufrimiento, Asahi Toru peleaba solo para sí mismo.

Esa era la diferencia entre el Rey de los Caballeros y un simple Assassin. Eso fue algo que Artoria, por más que Iskandar se lo explique, sería incapaz de entender porque ella misma se cegó por sus propios ideales.

Al final, ella era peor que los reyes tiranos.

Ella los abandonó a todos cuando más la necesitaban. Y al igual que ella abandonó a todos, Toru fue abandonado…

"Me equivoque contigo, Assassin…"

Dijo el hombre con una expresión calmada. 

Assassin no era alguien que solo usaba trucos baratos para pelear. Él no estaba usando todo de sí mismo. Él guardó lo mejor para el final o así es como Iskandar vio eso. Es un guerrero que lucha para sí mismo. Y eso fue algo él aprobó.

Nuevamente el Assassin dijo:

"Nada importa siempre y cuando yo gane…"

La temperatura en un radio de veinte metros comenzó a aumentar rápidamente.

"No importa lo que deba hacer"

Así es. Nada más debe importar.

"No importa si debo matarlos a todos ustedes para cumplir mi deseo…"

Sus ojos eran rojos como la sangre. Su cabello estaba alborotado y, por alguna razón, sus colmillos se hacían notar un poco más grandes dentro de su boca.

'Yo quiero vivir…'

Artoria repitió el deseo de Toru en su mente. Después de eso se miró las manos y recordó…

La vida que tuvo que vivir…

Iskandar lo dijo…

'Eso no era vivir…'

Ella nunca vivió. Aunque ella sabía a lo que se enfrentaba en el momento que se propuso a sacar la espada de la roca, lo que vino después solo fueron un montón de malas decisiones en sucesión que llevaron a Inglaterra a su propia destrucción.

Iskandar también lo dijo…

Eso fue una estupidez…

Sosteniendo ambas dagas con fuerza, suspiró una nube de vapor. 

Él no lo sentía en ese momento, pero las llamas en sus brazos y piernas lo estaban quemando y eso era algo que no debía pasar en este senjutsu incompleto. Sin embargo…

¡Boom! Él suelo bajo sus pies explotó y, saltando con toda su fuerza, se acercó a Iskandar a máxima velocidad, pero los soldados se interpusieron en el camino.

Ellos armaron una pared de escudos en lo que Toru se acercaba, pero ésta explotó en el momento que Toru le dio un puñetazo.

Iskandar tomó esto con una sonrisa orgullosa, mientras que, Gilgamesh, quien estaba de brazos cruzados, dijo:

"Qué forma tan salvaje de pelear. Te queda bien, bufón…"

Y sonrió entretenido por este show.

Por su lado, Toru no se iba a detener hasta matar a Iskandar. Pero, como una avalancha, los soldados se oponían. Ellos no querían que Assassin se acerque a su rey. Sus espíritus resonaban con el espacio y sus voces se elevaron aún más alto en el cielo, cantando alabanzas a su rey. 

Usaban sus lanzas, espadas y arcos con flechas. Incluso alguien entre el ejército lanzó una magia bastante débil, alguien que de alguna forma se veía como una versión más adulta de Waver Velvet.

"¡No lo dejen pasar!"

Uno de los soldados gritó, pero era inútil. Toru lanzaba puñetazos, patadas y cortadas de sus dagas, destrozandolos a todos como si no fueran nada. 

Iskandar preparó su espada. Él sabía que Assassin pronto estaría frente a él. Así que, en lugar de hacerle esperar al Assassin, ¿por qué no ir a enfrentarlo? Después de todo, que Iskandar sea un rey con un ejército poderoso no lo hace alguien débil. Es más, con sus camaradas junto a él, él es más fuerte que nadie.

Cabalgó su caballo sosteniendo la espada.

La pared de soldados finalmente se derrumbó. La mayoría murieron, mientras los que sobrevivieron corrieron detrás de Assassin para detenerlo.

"Assassin no debería poder usar una magia de potenciación así…"

Waver miró está pelea de forma analítica. Si los Servants de clase Rider están ligados a la movilidad, Assassin debería estar ligado al sigilo, pero lo que sus ojos veían era todo lo contrario.

"¿A qué te refieres?"

Irisviel le preguntó.

"Me refiero a que, a no ser que Assassin pueda cambiar su clase como Servant, no tiene el menor sentido que pueda potenciarse a sí mismo de esa forma"

"¿A qué quieres llegar con todo eso?"

"Cuando un Espíritu Heróico es invocado bajo una clase, todas sus habilidades serán ajustadas a su clase. Lo que quiero decir es que Assassin está usando habilidades fuera de su clase y eso no tiene se sentido"

"A menos que él esté forzando su propio poder"

"Exacto…"

Artoria escuchó está conversación. Eso tenía sentido. Ahora ella entendía por qué Assassin era tan poderoso. Pero había algo que aún no le quedaba claro…

¿Qué le impide usar todo su poder?

Fue entonces que, al darse cuenta de eso, abrió los ojos como si hubiera visto al mismo diablo salir del infierno.

Assassin quería acercarse a Iskandar, pero algo lo detenía, algo lo sostenía de los brazos y de las piernas, algo que ralentizó al asesino en gran medida. 

Se trataba de una misteriosa entidad translúcida, la cual parecía sostener del cuello al muchacho con sus delgadas y carmesíes manos. A la vez, misteriosos grilletes negros extraños en los brazos y piernas de Assassin que parecian desaparecer en el aire.

Había algo allí…

"¿Qué es esa cosa…?"

Artoria miró a los demás, pero estos no parecían ver aquellas extrañas manos que se extendieron como cadenas junto a los grilletes.

'Alguien… algo…'

Alguien está evitando que Toru libere todo su poder.

En un vacío completo, alguien miró a Toru. 

Al verlo pelear con tanto entusiasmo, forzandose a sí mismo a usar algo que no se le había permitido usar, una sonrisa profunda se formó en su incorpóreo rostro.

Esto solo demostraba cuán fuerte era Toru y como el destino no lo va a controlar.

Era el cuerpo perfecto para reencarnar…

El cuerpo de una bestia del Caos…

'No me voy a permitir morir en este lugar'

Antes de lanzar su primer golpe a Iskandar, Toru se repitió su deseo una y otra vez. Saltó y apuntó el filo de sus dagas a la garganta del enemigo. Sus ojos palpitaron mientras una gota de sangre caía y se evaporaba como una lágrima. Activo el Shigan a pesar de que este no es compatible con el Senjutsu y entonces…

¡Clang! Sobre el caballo, Iskandar bloqueo él ataque de Assassin. Una fuerte onda de viento se generó por el choque de armas, empujando la arena hacia afuera.

"No han pasado ni cinco segundos desde que te levantaste y tu grandiosa velocidad se ha perdido"

La velocidad de Toru se reducía con el pasar de cada segundo. Iskandar tenía esto controlado. Está era su victoria.

¡Clang! ¡Clang! ¡Clang! Desesperadamente, Toru golpeó con las dagas, intentando cortar las líneas de muerte de su enemigo, pero Iskandar lo bloqueaba, aunque con dificultad, de forma perfecta.

Toru entonces comenzó a usar las plataformas de aire. Se impulsó de lado a lado, atacando con golpes certeros, pero incluso el caballo de este rey era lo suficientemente ágil para voltear al ritmo de su jinete. 

Chocando armas, mientras los testigos miraban la batalla, Toru fue disminuyendo aún más la velocidad. Las llamas comenzaban a apagarse, mostrando sus brazos y piernas quemados.

"¡No voy a morir! ¡No voy a morir!"

Su desesperación se mostró en su voz. Incluso podía verse lo cansado que estaba en la expresión de su rostro. 

"Ya diste todo lo que tenías, muchacho

"¡No! ¡No puedo! ¡No puedo perder! ¡Quiero cumplir mi deseo! ¡Quiero regresar con ellas!"

"Esto es una guerra. No todos regresan con las personas que aman"

"Pero… pero… yo…"

Cuando se le acabó todo su fuerza, cuando su velocidad disminuyó tanto, cayó al suelo…

Toru finalmente dejó de atacar…

De rodillas, con la respiración pesada y con el cuerpo lastimado. La sangre volvió a fluir por las heridas que los soldados le provocaron. El sudor caía por su frente, donde más abajo sus ojos se mostraban vacíos. 

Iskandar bajó del caballo y miró al muchacho hacia abajo.

"Quiero vivir… necesito ganar…"

Se repitió a sí mismo. Iskandar respetaba el deseo de este Assassin.

"Tu deseo… es algo bueno, pero lamento decirte que, en el momento que atacaste, me declaraste la guerra. Supongo que debes saber de qué van las guerras"

"Yo… no quiero morir…"

Iskandar levantó la espada después de eso. Apuntó el filo del arma al cuello de Toru.

'A diferencia de Saber, este niño…'

Alejandro mostró su respeto a este muchacho pues, al final de su corta vida, demostró ser alguien que lucha por sus propios deseos y eso es algo que este rey reconoció.

"Cuál es tu nombre…"

Le preguntó. 

Toru levantó la mirada y, con los recuerdos de las personas en este mundo…

Sonrió amablemente…

-Mansión de la familia Zenjō-

Aquel anillo, dorado y con la pequeña piedra preciosa, brillaba cuando ella lo acercaba a la lámpara.

Rin sonrió por el recuerdo de ese muchacho y suspiró. Aún sentía el miedo de aquel momento en el que tuvo que enfrentarse a ese monstruo sola, pero alguien la salvó al final.

Su recuerdo era borroso, pero ella sabía bien quien la salvó.

"Toru… ¿Me estás escuchando?"

Obviamente él no estaba a su lado para escucharla. La respuesta que ella obtuvo fue el silencio que llenaba está habitación, donde la luz de la luna tenue entraba por las aperturas de la cortina y tocaba con delicadeza el anillo que Rin sostenía en su mano.

"Seré más fuerte que nadie, seré más inteligente que nadie. Seré perfecta. Así, cuando vuelvas aquí, ya no me reconocerás. Seré mejor… así que… vuelve… y trae a Sakura contigo…"

Cerró los ojos para quedarse dormida.

***

Mientras tanto, Aoi estaba recostada en su cama. Ella aún se sentía preocupada. Rin estuvo en peligro al estar sola en Fuyuki, pero.

"Kariya…"

Él fue quien trajo a Rin, pero mencionó algo extraño antes de irse.

'Assassin fue quien la encontró. Él quería traerla a tu lado. Así que me encargó eso'

Pensar que Toru estaría protegiendo a ambas en silencio hizo que se sintiera aún más culpable y preocupada. 

Él seguramente está espiando a los demás Masters en este momento, arriesgando su vida para que Tokiomi gane.

'Deberías volver, Toru-chan. Jaja… no me dí cuenta en el momento, pero compré más ropa para ti…'

Mientras cerraba los ojos, aquel recuerdo de Sakura sonriendo junto a Toru se proyectó en su mente. Un sentimiento surgió en el fondo de su corazón.

Con toda esta preocupación, ella también pensó en Sakura.

¿Cómo estará ella? ¿Estará comiendo bien? Ella… ¿Ella es feliz?

Un par de lágrimas tocaron su rostro, lágrimas que se deslizaron delicadamente por su piel hasta caer en la almohada.

"Sakura… si te vuelvo a ver… ¿Me perdonarías?"

Sintió miedo al pensar que Sakura en este momento la odia. Pero no podía hacer nada al respecto. Ya no podía hacer nada…

-Mansión de la familia Matō-

Su mirada estaba completamente vacía. Miró los libros mientras estudiaba magia y sonrió levemente. A un lado de los libros, había un dibujo de Toru y de Sakura tomados de la mano.

Sakura se levantó de su asiento y tomó el dibujo. Lo miro con una sonrisa adorable.

Luego de eso, se acercó a la cama y sacó una caja que estaba oculta debajo de la misma. Con esto, puso el dibujo en el suelo y abrió la caja. En esa caja había una daga muy afilada…

Sakura miró la daga con una sonrisa amable y, entonces, lentamente rasgó el dibujo con el filo del metal.

"Viviremos felices para siempre…"

Eso es lo que ella deseaba.

"Como cadáveres para la eternidad…"

Un deseo muy perturbador…

Continuará…