La Rosa de la Redención se enfrentó a la Lanza Evaporadora. Ambos mechs de duelo esperaban la activación, sin embargo, el duelo no giraba en torno a los mechs. En cambio, formaban el entorno para las inminentes luchas del Acólito Evie y el Acólito Gien, ambos participarían en uno de los duelos de mechas más oscuros que Ves había presenciado.
—¿Quién crees que ganará? —preguntó Mayra.
—Estoy seguro de que tienes una mejor idea que yo —respondió Ves con una expresión sombría—. No valoro positivamente mis oportunidades. Mientras he hecho lo mejor que he podido para corregir a la Lanza Evaporadora, estoy seguro de que tu mecha está en un estado mucho mejor.
—No descartes tan rápido tu mecha, señor Larkinson. Ni tú ni yo recibimos suficiente tiempo para realizar más que lo absolutamente necesario. Si tuviéramos una semana o más, se empezaría a notar nuestra disparidad, pero dos días no son suficientes para ampliar la brecha demasiado —afirmó con calma.
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