Capítulo 82: El Susurro del Corazón - La Danza de la Liberación
El rostro de Cha Eunwoo, deforme por la rabia, era un reflejo de su alma corrompida. Su mirada, antes llena de arrogancia, ahora se llenaba de miedo. Ryeowook, con la furia de la esperanza en los ojos, se acercó a él, cada paso resonando como un trueno en la oscuridad.
"No tienes ningún poder sobre mí," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de liberación. "No tienes ningún poder sobre nada."
Cha Eunwoo, atrapado en su propia red de mentiras y crueldad, se quedó petrificado. El poder que antes le había parecido invencible ahora se escurría entre sus dedos como arena.
Ryeowook se movió con una agilidad sorprendente, esquivando los ataques descoordinados de Cha Eunwoo. Cada movimiento era una danza de liberación, cada paso un golpe a la arrogancia de su opresor.
"Eres un fracasado," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de desprecio. "Un cobarde que se esconde detrás de su poder para hacer daño a los demás."
Las palabras de Ryeowook eran como espadas que atravesaban el corazón de Cha Eunwoo, desgarrando su ego y dejando al descubierto su verdadera naturaleza: un hombre débil y cobarde.
"No puedes controlarme," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de liberación. "No puedes controlar a nadie."
Ryeowook se acercó a Cha Eunwoo y le dio un puñetazo en el estómago, un golpe que lo hizo doblarse de dolor.
"Eres un perdedor," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de desprecio. "Un perdedor que no tiene ningún poder sobre nada."
Cha Eunwoo cayó de rodillas, su rostro deforme por el dolor y la humillación.
"No puedes hacerme nada," dijo Cha Eunwoo, su voz era un susurro de desesperación.
"Ya no puedo," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de liberación. "Pero sí puedo hacer algo por ti."
Ryeowook se agachó frente a Cha Eunwoo y lo miró a los ojos.
"Te voy a dar una oportunidad," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de esperanza. "Una oportunidad de cambiar."
"No puedo cambiar," dijo Cha Eunwoo, su voz era un susurro de desesperación.
"Sí puedes," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de esperanza. "Puedes cambiar. Pero tienes que querer cambiar."
Ryeowook se levantó y se dirigió a la salida, dejando a Cha Eunwoo en el suelo, humillado y derrotado.