Terrenos de los Dragones Colosales...
Un Dragón Colosal yacía postrado en el terreno con sus escamas liberando una centelleante luz dorada. Sus ojos eran malignos mientras menospreciaban al resto del mundo.
"¡Shing!"
El vacío vibró.
Una figura maltratada apareció de la nada. Si Lin Fan estuviera allí, estaría bastante indiferente. ¿No era solo la Emperatriz Dragón de Tetas Reventadas?
—¡MALDITO! ¡VOY A MATARLO! ¡EL EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL TERRENO PROTEGIDO, LOS MATARÉ A TODOS! —Si bien no había muchas heridas físicas en el cuerpo de la Emperatriz Dragón Shen Wu, el dolor de ver cómo le reventaban a uno las tetas era algo intolerable para cualquiera.
La Emperatriz Dragón Shen Wu era una mujer además. Por lo tanto, estaba naturalmente muy preocupada por su aspecto. A menos que fuera absolutamente necesario, siempre adoptaría la forma de un humano y rara vez retornaría a su auténtica forma.
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