Capitulo 19: ¿Listos?

Para que decir que el lado más importante de ese mundo estaba que aún con el poder a su disposición, no sabían qué hacer.

Sidari, el dios del amor encargado de los querubines y demás rangos de ángeles estaba en medio la sala principal donde la espada del Rey Demonio estaba clavada, el interrogatorio se llevaba a cabo pues después de que Aldebarán fuera descubierto por un humano como el real traidor y mente criminal de todo lo que había pasado.

Todos reunidos en sus formas de bruma sin forma y solo distinguibles en sus llamativos colores.

Los demás angeles no se lo creían, fue tan de golpe saberlo y más que una especie de alianza con Arcaida estaba siendo llevada por él que no sabían si realmente su dios estaba con él o no lo sabía, ellos estaban igual ahí.

Incluso Misteltyn estaba ahí también como juez, quería ver si todo eso era verdad aún cuando se sentía mal y más cuando ayudó a Jezabel con un proyecto.

—... En serio, esto explica mucho, pero siendo honestos… realmente pensé que había sido ese idiota y que solo hacía esto para tener una coartada— dijo Arudeban el dios de la creación en su forma de bruma blanca con flamas negras cuál vapor de alguna vela

Había tocado el tema principal como si nada y con el pensamiento de todos los presentes.

»Pero nunca espere y menos de un ángel tan importante, el que hiciera esto, ¿por qué? ¿por qué Sidari?

El dios del amor no sabía que responder, realmente él tampoco se lo esperaba, sabía que tenía muchos ángeles que aunque eran de diferentes dioses, todos responden igual ante él pero aquel tipo parecía ser una excepción total.

—Si somos realistas… es malvado si, pero él mismo lo ha dicho, no le gusta cuando le roban la presa… ahora con eso que incluso Aldebarán posiblemente ayudo a destruir los centros de invocación… hace esto más jodido— dijo el dios Carium de la agricultura con su primer color azul y sus flamas grises Carum

—Y castigable— añadió la bruma color púrpura que sobresalía con llamas rojas el dios Darlum de la hambruna, guerra, mala suerte,

Sidari con su color blanco con llamas de color café solo se quedó quieta, era y fue un gran error.

—Entiendo que esto es demasiado sorpresivo, no mentiré, igual yo no sabía que decir… pero creo que entiendo al menos un poco ese actuar… solo un poco

—¿Y eso es?— preguntó Misteltyn

—El odia el sistema

Y todo mundo se quedó callado por eso

»Saben a lo que me refiero… un héroe viene, mata al Rey Demonio y este toma su lugar haciendo caos mientras su alma se reinicia con pocos recuerdos— explicó Sidari—, la humanidad de nuestro mundo así como las demás especies pensantes avanzando con ayuda de los héroes invocados y el ciclo se repite… y creo que Aldebarán solo está cansado de eso

Y muchos murmullos no se dejaron esperar.

Todo mundo estaba algo de acuerdo con ese círculo vicioso autoimpuesto, pero la forma de llegar a los extremos por parte de ese tipo, hacían más difícil el saber si hacía lo correcto o no.

—Hay un gran dicho humano, "Decisiones fuertes, requieren voluntades fuertes" ¿no

—Y aquí está el ganador— dijo Misteltyn al verlo pasar

Pero nadie se movió, muy a pesar de ser el culpable de todo, nadie se alarmó, ni Sidari que tenía que responder por él, en cambio incluso entre sus compañeros si tuvieran ojos solo lo mirarían con ojos molestos e incluso como no solo mirarán eso.

—Por todos los cielos, él realmente te tiene tan como meta a cumplir que te dejó vivo— dijo uno de los dioses

—Pido un permiso para poder verlo— dijo Misteltyn enseguida—, ya no importa qué haga yo, esto ya es una realidad

—Concedido— hablaron los demás dioses

Aldebarán solo se quedó callado por momentos pero aún así habló después.

—Oigan, pensé que al menos estarían pensando en esto, soy aún parte de la diosa Sidari

—Si, pero tus motivaciones están ligadas a los humanos y demás seres, es también inevitable que vayamos a tener una guerra entre él y nosotros por tu culpa, pero más que nada, es algo normal hasta para ti

—¿Por…

—Y está es la razón por la que vas a perder— dijo el dios Arudeban —, tantos años preparándote con quién sabe quién y aun no comprendes su naturaleza, la naturaleza de siempre, así que, vamos, solo di por qué haces esto y nosotros nos callaremos

—... ¿Creen que con solo decir eso no sienten que he hecho algo?

—...

Incluso aunque no quería, Aldebarán se sintió algo incómodo, pero peleó por qué no se viera.

—Incluso ustedes lo saben, este sistema de mantener algo es algo básico, pero se tiene que terminar con esto, ¿Acaso el perseguir las colas de esta manera no es demasiado estúpido? Un héroe mata al rey y este toma su lugar, una y otra y otra y otra vez es esto, ¿por qué específicamente?

—...

Misteltyn miró a Sidari y este solo parecía levantar los hombros aún sin forma, pero parecía hacer eso.

—Es algo que nunca entendí, aún sabiendo la razón seguí tratando de entenderlo, pero no me pareció lo correcto, aun cuando se que esto tampoco lo es… pero, ¿qué cosa sería mejor que terminar esto?

—...

—Soy un ángel, mi deber es cuidar de este lugar y de los seres terrenales, pero cuando veo que mi hogar está de acuerdo con algo como esto… me hace cuestionar mucho mi deber, así que, hice todo esto por solo terminar con lo que se ha mantenido así, no habrá más sistema, solo magia que he estado cuidadosamente en movimiento, aún cuando algo tenga que eliminarse para dejar el paso libre a otra cosa, así siempre ha sido…

—...

—...

—... ¿Ya? ¿Eso es todo?

Y todo se quedó en silencio.

—Bien, déjame decírtelo con todas las letras de todos los idiomas conocidos… tus motivaciones son tan estúpidas que en serio pensé que iba a ser algo más especial e importante— dijo el dios Carium—, Sidari, pensé que al menos los tuyos tendrían sentido común

—Lo tienen, pero para cada uno es diferente y como pueden ver, salió un raro

—Maldita sea el libre albedrío — dijo Misteltyn

—¿Por qué dicen todo eso? ¿estoy mal?

—No es que estés mal… simplemente es algo que va a pasar, ¿en serio crees que no se piensa que algún día seremos obsoletos?— preguntó Darlum—, por todos los cielos, ¿en serio crees que nosotros no venimos de otros dioses? ¿honestamente?

—... ¿qué?

—Ay dios mío, mejor ya no hablemos, dejemos que esto se arregle como debe ser

—Esperen, ¿Qué fue lo último que dijeron?

Y de la nada ya no pudo hablar, su voz se apagó aún cuando quería seguir hablando.

—Somos dioses y hacemos cumplir las consecuencias naturales… incluso cuando vienen de nosotros— dijo Misteltyn—... Siempre ha sido así

—... Ahora te entiendo, Misteltyn— dijo Sidari

E hicieron desaparecer a Aldebarán, quedándose de nuevo como en el principio.

—Eso ya debería tomarse como una señal de todo esto— dijo Arudeban—, y vaya que lo estoy diciendo yo… tengo un miedo honesto a mí sobre que podría pasarnos

—Por otra parte, hasta que volviera podría darnos tiempo para pensarlo mejor, aunque igual no es como si extrañara hacer esto— dijo Darlum

—Todo dependerá de el resultado de esta simpleza… pero voto por Aprueban

—... Me abstengo

—... Yo también… hay que prepararse

—Si…

Y la sala quedó sola, para solo quedarse Jezabel en un lado, había escuchado todo, pero no había ni movido un músculo.

—Entonces yo haré mi parte

Y se fue al centro del lugar a tomar su espada, está le reconoció convirtiéndose en otro tipo de ropa para él, en especial una liston para la frente como el de un guerrillero de película barata.

»Pero en serio, pensé que era el malo de la película y ahora soy uno de los que tienen que pagar los platos rotos… joder, aunque esto hizo bajar la intensidad un poco, no deja de lado el hecho que se va a poner bueno en mi parte de esto… rayos, todo yo, siempre yo, ¿Por qué?... De hecho es una buena pregunta

Y desapareció de ahí.

—Por favor, se que es lo primero que se le dice a los ángeles, lo digo por qué hay demonios que saben eso y tenemos uno que otro trato con ellos… ¿cómo es que tú no lo sabías?

—... no lo recuerdo, no recuerdo eso…

—Es extraño, pero bueno, es cierto que todo cambia, algo termina y otra empieza, hay muchas metáforas y formas de explicarlo, como por ejemplo, el hecho que posiblemente no seamos realmente la primera civilización o algo así… es más, lo del Rey Demonio es más que un ejemplo vivo de eso, cada uno que ha estado aquí es totalmente diferente al anterior

—...

—Y ahora viene el arrepentimiento, felicidades, eres un completo imbécil, nuestro imbécil

Dijo mostrando una marca en su brazo, la forma de una espada y un ala tatuados al rojo vivo.

—...

Aldebarán sentía ya que todo lo que hizo no tenía sentido, sabía que incluso Arcaida y el Rey sabían lo que pasaría pero él no, ahora había perdido el rumbo totalmente solo en ese instante, un instante que lo atormentaria y el sabría que tenía que vivir con eso.

—Si estás pensando en rendirte… no te lo sugiero, ese tipo está más que dispuesto a destruirte molécula por molécula y lo sabes, ya te dió una peinada y vaya que fue una muy intensa, ¿o en serio creías que fue por pura voluntad el que te dejara vivo? ¿Qué fue gracias a Blodenhell que te dejó medio muerto?

Incluso Aldebarán tragó saliva.

»Se supone que lo conoces, sabes que ese sujeto ya te tiene tan en la mirada que siento que solo espera que los suyos hagan lo que tienen que hacer para ya llegar a ti, él tiene todo el tiempo del mundo posible, así que tú mejor opción y a su vez la más terrible… es seguir con nosotros, lo sabes, lo arruinaste de la manera más jodida posiblemente para quien sea de aquí, lo sabes… a menos que quieras ser el ángel caído en nuestro grupo

Aldebarán solo se quedó callado, lo que le habían dicho era lo que ya sabía pero no podía aceptar, todo el plan para terminar con el equilibrio mediático había sido desechado y tomado por alguien más, más preparado que él.

El rey de Arcaida no se sentía tan cómodo. Teniendo a los de su mayor confianza frente a él, aún sabiendo que tenía lo indispensable para poder tomarlo, sabía que el Rey Demonio era su más grande obstáculo, los demás reyes solo eran la reserva, además que los alumnos que ha entrenado así como aliados que tuvo en el tiempo transcurrido.

»Dice ser un idiota pero ha hecho cosas tan rápido y bien hechas que parece como si ya las conociera… bueno, no todas

Miro a Carmilla mirarlo, ella solo seguía sin inmutarse.

—¿Lo dices por qué me dejó viva?

—Y más que eso, lo sabes

—Si algo he aprendido de él, es que realmente no sabe lo que hace, lo prometo… tú lo has visto y yo lo he visto de primera mano

—Seguiré con mis dudas, ¿Blodenhell ya está listo o quiere más tiempo?

—Está entrenando fuera de aquí, está igual que ese ángel, pero creo que él si ya lo tenía contemplado

—Eso duele pero es verdad — dijo Aldebarán…—, creo que yo también necesitaré tiempo

—Nop, ya hiciste esto, lo tomas o lo dejas y sabes que esto último es abandonarte, no creo que sobrevivas ni un día si te vas o escapas

—Es cierto— dijo Carmilla

—... Cómo sea iré a pastar por ahí

Y antes que nada, había tomado la forma de un hombre promedio, normal y tan promedio que podrías confundirlo por cualquier tipo de persona y sería en sentido de sensaciones, igual a quien sea.

Aldebarán se fue caminando hasta la salida, Carmilla solo se quedó ahí, tenía un nuevo conjunto de ropa, casual y con cierta moda al estilo de cualquier motociclista rebelde.

—... así que… ¿Que sigue?— preguntó ella—, sé que no confías en mí, pero al menos deberías decir lo básico

—No, así que vete

—... si, avísale a tus guardias

Y ella salió de ahí tranquilamente.

Así era su nueva vida, conociendo solo lo indispensable y a su vez diciendo muchas cosas sobre Jezabel, todo por lo que ella había pasado y todo lo que pasó, incluso con lo demás, era algo imperdonable, pero tenía que ser así, aunque no era su primera visita, antes cuando buscaba a Blodenhell fue contactada por ese sitio.

«Lo que ví ese día, le encantará cuando lo vea, pero tiene que pasar esto primero… incluso sobre mí…»

Ese malestar sabía que aunque dijera el por qué hizo todo eso, no bastaría para quitárselo, lo sabía perfectamente.

Pero algo más pasó ahí, él estaba en uno de los pasillos, pero ella sola avanzó.

—Solo vengo a decirte que maté a Irona, dile y verás que no estoy jugando

Ella se detuvo y lo miró, pero él había desaparecido, enseguida corrió de nuevo por dónde había salido.

No era a la primera persona que había ido a visitar, Blodenhell estaba entrenando normalmente, aún con ese sentimiento de culpa carcomiendo su alma, Jezabel solo estaba a un lado de él, como si nada y solo observando.

—Hehe… así me gusta, ahora te has convertido en lo más próximo a un héroe— dijo Jezabel con cierta emoción—, ellos hicieron cosas estúpidas o normales en su otra vida, pero trataron de enmendarlo enfrentándose a mí, pero como dicen, "Trabajo es trabajo y hay que aprovecharlo" así que mientras estés aquí intenta no morir de tristeza, esos muchachos necesitan venganza y es lo único que puedes hacer y estoy hablando enserio

Se fue de ahí, en todo ese momento, Blodenhell solo seguía adelante, como si nada.

—Es una lastima lo de la niña, pero tiene que ser así, yo no la contacte, pero tampoco es como si no quisiera hacerlo— dijo el Rey

—Aja

—... La verdad es que no, pero no podía simplemente dejar ir semejante oportunidad, el precio solo fue algo básico, lo que otras personas quieren y no para si misma, así que… solo pasó

—Si, claro

—Vamos, la ventaja táctica es algo que pasa en muchas cosas y lugares, no me vengas con eso de que fui cruel, yo no pedí esto, solo lo estoy haciendo por mi deber

—Lo que tú digas

—Eres un maldito loro parlanchín… por eso te quiero

—Aja

Y si, quien hablaba con el Rey de Arcaida era un loro de plumas verdes con gris, la única raza de ese tipo de aves que él tenía, además de ser su total confidente.

—Todo este plan, con sus desventajas, no sé si ha valido la pena…

—Lo que tú digas

—!Es enserio¡, digo, mi padre y el padre de mi padre siempre se han esmerado a cumplir el propósito de obtener el poder total… pero siempre que algún Rey Demonio nace, incluso si se mantiene… todo vuelve a iniciar, ¿sabes lo que digo?

—Aja

—Hacemos el intento y reconstruimos la capital, algo pasa y todo se destruye, no se que le ha pasado a todo esto desde los inicios, a mi abuelo le tocó la guerra con los fuego fatuo, a mi padre la guerra maldita Este-Oeste, a mi me tocó la gran guerra maldita y a mi me toca ese idiota y siempre que intento hacer lo que tengo que hacer, siempre me interrumpe… ¿no crees que es un aviso de algo?

—Si, claro

—Se que no debo pensar así y que estoy obteniendo todo lo necesario pero… como sea, tengo que hacer lo mejor por mi país… aunque esto no haya sido mi idea

—Si claro, lo que tú digas, aja… aja

El Rey miró a su loro, hasta él lo sintió.

—Todo sea por el país y el mundo

—Aja…

El loro voló y se posó en su cabeza, después se transportó a otro lado, unos 300 metros bajo tierra, una habitación totalmente hermética a no ser que solo seas de la realeza.

Ahí todo estaba apenas vacío, apenas por qué un libro levitando estaba en el centro de la habitación, además de una silla y un violín a un lado, impecables pero el violín con las cuerdas gastadas y la silla de madera toda roída.

Aquel libro de pasta gruesa flotaba sin magia o algo que estuviera alrededor, solo era como si incluso fuera rechazado por la gravedad a un nivel que estaba tan perfectamente quieta que solo seguía por su misma la rotación de la tierra de ese mundo.

—Veamos si este será el último intento

—Si claro

Por otro lado en esa misma capital.

—... No quiero saber que es lo que realmente desea hacer ese tipo, pero por otro lado… bueno, no puedo hacer nada, ya hice lo que quería…

Carmilla estaba con Blodenhell, claramente este solo concentrándose en su entrenamiento.

»Por lo que apenas me dijo, Irona le dijo todo sobre la academia a costa de la protección de su familia… Esa niña, sabía que eras inteligente pero también que era demasiado para ella… mira que adelantar todo esto… está es la causa, ¿cómo será la consecuencia?

Pero Blodenhell no le hacía caso, solo seguía en lo suyo.

Ella se miró las manos y un sentimiento extraño la inundó, conocía casi perfectamente a Jezabel, sabía que hacía cosas estúpidas, pero nunca dejaría a alguien vivo si no era parte de su diversión.

»… como sea, de todas formas debe ser así… debió ser así…

Aún con lo dicho por Aldebarán, podía sentirse que había algo más que un plan sin apenas detalles, todos los que podían ya habían hecho sus jugadas de acomodar todo, solo necesitaban el empujón necesario para empezar, más solo había un tipo de persona p ser, que debía dar el banderazo de salida para que todo se volviera una total locura.

Y ese ser, solo estaba en el suelo, acostado en el regazo de su esposa, ella lo mantenía tomado de la cintura como si él estuviera herido, con los brazos debajo sus hombros, igual acostada pero en un casi abrazo mientras que en sus manos tenía un ukelele.

♪♪No quiero tomar café ♪♪

Por qué el café, quita el sueño

Lo que quiero es, tomarte♪♪

Pues tomando té… me duermo

Y una vez que te tome… ♪

Yo tan suave te encontré…♪♪

Qué todo el tiempo quiero estar

Tomandote

Tomando té♪

…

Hoy me gusta tomarte

A toda hora y yo no miento

Si hace frío y me congelé♪♪

Pues me tomo el té, con tiempo

Y una vez que té tome

Yo tan suave te encontré♪♪

Qué todo el tiempo quiero estar

Tomandote

Tomando té…

Y una vez que té tomé

Yo en mis sueños te encontré…

Todo el tiempo quiero estar, tomandote…

♪♪Tomando… té♪♪

ππ[[Tomando té

Autoría: Chava Flores]]ππ

Ella se detuvo y él le tocó la mano, ella empezó a cantar otra vez esa canción, así pasaron toda noche desde el día anterior cantando esa canción, algunos alumnos y gente los miraron, no entendían el por qué, pero algo dentro de ellos les decía una cosa, el que los interrumpa incluso pasando unos metros de ellos, debía morir. Así era como comenzaba el día del festival de la Academia de Abbylion.

—Hay que seguir— dijo ella

—Una última vez, por favor

Ella suspiró y volvió a cantar, ya era el día del festival pero para algunos las cosas estaban más que animadas.

—Lo siento, no iré, decidí ir con Louise, mis padres dicen que también harán lo mismo

—¿Eh? Pensé que…

Lucio estaba sentado en la cama de ella y Shiraishi a un lado.

—Tome esa decisión… y no te enojes, pero tú deberías hacer lo mismo, podríamos…

—No… yo iré y apoyaré a Abbylion

La pareja de novios estaba hablando en la habitación de ella.

—Shiraishi…

—Tal vez no estemos de acuerdo, pero sabes mi deber— dijo con total seguridad

Y Lucio solo mantenía su postura.

—Lo sé, lo sé, pero me gustaría que lo pienses realmente bien, yo… siendo honesto no me siento preparado, por mucho que diga que podría, me sentiría como una carga, pero tú…

—Lo he hecho desde ese día y la guerra es lo único que me impide cumplir lo que quede con mí padre

—... Ehm…

—... ¿Qué?

—No diré nada por qué no estuve ahí, pero si digo algo que sabes que te va a doler…

—Dilo— dijo ella preparándose—, quiero acostumbrarme

Lucio suspiró y solo soltó lo que pensaba.

—No creo que tú padre quisiera que su única hija se metiera dónde absolutamente él peleó por qué no lo hiciera

Y ella se quedó en silencio, para después salir de su habitación azotando la puerta lo más fuerte que pudo y dando fuertes pisadas mientras se iba no corriendo, solo caminando.

—Ouch, niño, eso hasta para tus estándares es demasiado — dijo Kyle apareciendo del otro lado de la puerta

—He dicho cosas peores

—Pero nunca una forma muy directa de decirle cobarde a tu novia

—¡¿Cobarde?! !Nunca le diría eso¡— grito ante lo dicho por ella

—En el idioma de mujeres, es lo que acabas de hacer, no lo quisiste decir así pero se entendió para ella y para mí, tal vez ustedes los hombres no lo entiendan, pero nosotras somos muy sentimentalmente inestables— dijo Kyle —, ¿recuerdas lo que te dije que los demonios no pueden amar a los humanos? Las mujeres, las hembras lo hacemos a muerte, porque decidimos esto muy enserio, hay muchas historias tristes de mujeres que han muerto por ello aun siendo casi inmortales, los hombres también pero tienen la mentalidad de seguir adelante una vez que sienten que es suficiente duelo o solo quieren destruir el mundo y en el mejor de los casos, ellos antes que el mundo

Ella se acercó a Lucio y lo miró.

»Ustedes dos son solo una pareja adelantada, no está mal este tipo de relación, pero en serio deberías controlar esa lengua algunas veces— dijo tocando sus labios con un dedo

Lucio se sintió mal pues tomó en cuenta todo lo que Kyle le había dicho, ella se puso a un lado de él.

»Tampoco te sientas del todo mal, no es como si no fuera lo correcto decirle eso a ella, pero veo que aún con todo el tiempo que ha pasado, sigue dolida por lo de su padre, la entiendo, dale tiempo, un poco y ve con ella con un regalo o algo, pero que sea especial por qué si es algo básico te seguirá odiando

—Se que soy un idiota… pero…

—Si vas a decir algo, mejor empieza a detenerte aunque te duela la lengua o el cerebro

—... ¿Segura que esto es lo mejor?

—Solo lo hago para que tú y ella estén bien, si de algo estoy muy segura, es que incluso ese idiota sabe que todo después de este día, estará en duda siempre y también por qué quiero que ella esté en deuda conmigo y por qué te amo

—... Sigues sin darme una razón real para eso, pero…

Se acercó a ella y le dió un beso en la boca.

»Al menos contigo es más fácil hacer esto si estás satisfecha conmigo

Y se fue de ahí por el otro lado, Kyle se quedó quieta por momentos, después se tocó los labios y se enojó.

—!IDIOTA, DÉJAME DISFRUTARLO AL MENOS¡

Salió corriendo para perseguirlo.

»! ESPERA¡

Los padres de Lucio y Gabriele estaban paseando ya entre la gente del festival, disfrutando la vista, el olor y el ambiente.

—Espera, un poco…

Karla se detuvo y apoyó las manos en sus rodillas quería masajear el lugar afectado pero estaba en público, no podía.

—¿Aún te duele?

—¡Tu y mi padre tienen la culpa! ¿!Por qué le enseñaron "La castradora" a una niña!?

—Solo fueron un par de veces, además, no pensé que lo recordaría y menos hacértelo

—Esa niña es tonta, pero muy atenta, lo sabes

—Lo sé… aún me sorprende lo mucho que avanzó aquí

Karla se recuperó y caminó con su esposo.

—... Seguirá siendo nuestra niña aunque no quiera… por otro lado… ¿Ella usará nuestro lugar como armería?

—Para eso está hecha, aunque me duele que solo escoja lo que quiere y no use todo

—... Tiene sus motivos, además, siento que no será su única visita, ya es algo que decida no deshacerse de eso

—Es un buen punto

En otro lado, justo en la casa de ellos, Evanile, Marcus, Sharmarick, Raven, Erickson, y Gabriele estaban ahí mismo, el lugar que se suponía secreto para ella, pero estando a unos pasos de la entrada, alguien apareció de golpe.

—Bienvenida, hermana mía

—Louise

—Reina Louise

Pero ella se quedó algo quieta…

—¿Hermana? Entiendo a Erickson a Sharmarick, ¿Pero y los demás? ¿Por qué?

—Yo vine por qué necesito tiempo — dijo Marcus

—Yo por qué quiero ver qué tipo de recuerdos tienen de mi esposo…

—No tienes derecho — dijo Louise

—Dale ese gusto, Cristel sigue deprimida

—... Bien, ¿Y tú?

—Curiosidad— respondió Raven

—Curiosidad… como sea

—¿Por qué estás aquí, hermana? Pensé que estabas ocupada

—De verdad lo estoy, pero por nada del mundo me perdería el momento donde decides hacer esto, hablé con ella al respecto

—... Aún así tomaré lo que quiera y lo demás se queda, les di permiso a ellos también, me siento incómoda de solo ser yo

—Solo si confías en ellos y no dicen que hay aquí

—Reina Louise, yo me aseguraré que eso sea así — dijo Erickson con total confianza y una voz decidida

Louise solo lo vió un momento y asintió.

— Más te vale

—Gracias

Louise abrió la puerta y Gabriele pasó hacia adentro.

El olor a ropa húmeda, metal oxidado y más que nada… sangre, podía olerse e incluso sentirse alrededor, muchas cosas entre corres, atuendos de distintos colores y tamaños así como armas que incluso con polvo, podía decirse que se veían nuevas, secos, dagas, espadas, alabardas

—Woa, ¿Todo esto es de tu familia?

—En parte de algunas cosas prestadas — dijo Gabriele con algo de vergüenza

«Uy si, prestadas» pensó Louise queriendo reírse

Todo mundo se fue a dónde quería ver, solo las dos hermanas se quedaron juntas.

—Supe que le ganaste a mamá… ¿cómo se siente?— preguntó la Reina

—Simplemente fue una victoria pírrica, una victoria con más sacrificios que satisfacción

—Ya veo… no sé si alegrarme por ti

—No lo hagas, en cambio, mejor elijo rápido para no molestarte

—No hay prisa, no hay prisa, con calma, aún no estamos en tiempos desesperados, además, quería ver contigo esto, no lo he hecho desde que entré aquí

—Aun así lo haré

—¿Por qué odias este lugar? Le pregunté a mamá y dijo…

—Hermana, no necesariamente tienes que saber todo de todos— dijo Gabriele mirando hacia donde quería—, algunas veces las personas que quieren a otras, tienen que guardar secretos para si mismos por razones que aunque las escuches, no siempre será lo que piensen igual quienes escuchen

—Es cierto

—Cállate Marcus— hablaron todos los demás

—Lo siento, cosas pasaron

—Asi que hermana— dijo Gabriele volviendo a la conversación—, no odio este sitio, solo no me agrada… no me agrada para nada

Gabriele se fue a una mesa y debajo de esa encontró un baúl… se quedó mirando eso y después lo abrió, más cuando lo hizo, si alguien hubiera visto su rostro, vería una expresión de asco y disgusto.

»Hola otra vez… Delta

Tomó todo el conjunto de ese baúl y lo guardó en una bolsa.

—Niña, niña

—¿Qué pasa, Sharmarick?— preguntó Louise

Ella señaló una fotografía.

—Eso está mal, eso es algo que nunca pasaría — dijo la dragona—, ¿puedo verlo de cerca?

Louise bajo un cuadro con una imagen no tan extraña para ella pero si para Sharmarick, después se lo dió.

—¿Por qué es extraño?— preguntó Erickson curioso

—Por ningún motivo Pharmagon haría esa pose, preferiría estar muerto que obligarlo a sonreír y hacer eso como un idiota

—Si supieras… — dijo Louise mirando a otro lado

—¿Eh? ¿dijiste algo?

—No nada

—No, tu sabes algo

—Nada, nada enserio

Y en el movimiento que hizo para seguir preguntando a Louise, una carta cayó al suelo. Cosa que Raven notó.

—Chica lentes, mira

Gabriele tomó la carta y la miró de los dos lados, Evanile se reunió con ella.

—Que raro… ¿Debo abrirla?— preguntó mirando a Raven y a ella

—Yo digo que si — dijo Evanile

—No se tú, son tus cosas a mi que me dices

—Las cosas de aquí son intensas y peligrosas, ¿tu crees que una simple carta no podría serlo?— preguntó ella

—Buen punto, entonces yo también digo que la abra

—¿Eh? ¿De que hablan?— preguntó Erickson acercándose

Marcus lo siguió y los dos se colocaron a los lados de ellos, el contenido solo eran un grupo de palabras y líneas sin sentido.

—¿Qué pasa hermana?

—Esto— dijo pasándole unas hojas

—Presta unos

Sharmarick y ella se unieron también, pero con la niña molestando a la Reina, Gabriele les pasó unas páginas a los demás.

—¿Un rompecabezas? ¿De que?

—Posiblemente un código para un mensaje— dijo Gabriele

—No, parece más…

—Un pentagrama

—¡¿Eh?!

Y solo hubo un destello para que todo se cambiar a el azul del cielo muy abierto y apenas con nubes… hasta que se dieron cuenta que estaban solo un poco más arriba de ellas.

—¿!!!!! AAAAAHGA¡¡¡¡

—Intenso

—!!ESTO ES DE LO QUE ESTABA HABLANDO¡¡

—¿Mmmm? Estamos sobre el pacífico norte

—¿!Y ESO QUE IMPORTA¡?

Solo Sharmarick vio a lo lejos una gran playa, el inmenso mar así como una planicie totalmente destruida, como si una cuenta batalla a puro disparo de cañón hubiera pasado por toda el área hasta donde alcanzaba la vista.

Todos caían con los brazos abiertos y el aire golpeando su rostro mientras la mayoría intentaba procesar que estaba pasando, solo dos seguían como si nada.

—!EVANILE, EVANILE¡ ¡HAS ALGO¡

—La chica maga no está, parece como si nos hubiéramos separado al momento de transportarnos

—!¿ES UNA MALDITA BROMA?¡— gritó Marcus

Y siguieron callendo sin algo que ayude.