Así que todo ya estaba hecho, se encontraban en aproximaciones al bosque y la entrada a la academia, pero más que nada no había nada que hablar, no habían ni ganado o perdido algo, simplemente fue como ir a entregar un paquete a una región remota y volver sin propina, ¿Por qué? Por qué es trabajo y obligación hacerlo.
—Hermano, lo siento tanto— dijo Louise
—No, no es tu culpa, no quiero renegar de Delta, pero por dios, por dios
—No, quien lo hizo realmente fue el padre de Silver— dijo Kyle como si nada a lado de ellos
—!Tu aun no hables! ¡Tengo que procesar todo esto¡
—Lo siento entonces
Ella se quedó callada obedientemente y eso incómodo a todo mundo.
—Quiero llorar, hermana, ahora te entiendo cuando te pasan cosas así
Gabriele solo sonrió para confortarlo, no podía hacer más.
Así que a miradas directas de Shiraishi y Louise, llegaron a unos pasos del bosque.
—Ok, alto aquí
Irona se fue al primer árbol y habló con él, momentos después las ramas frondosas de ese se movieron y después las demás, no era por el inexistente aire, era por qué le estaba dando aviso a los demás de lo que dijo Irona.
»Listo
—¿Y eso?— preguntó Shiraishi
—Digamos que aparte de los Hundrest, los árboles también están vivos, si no ven a alguien invitado o es un intruso, lo atacarán, les dije que Kyle era ya un demonio al mando de Lucio para que no la atacasen
—¿En serio? ¿Y que opinan del fuego?— preguntó Kyle confiada
—Nada… a menos que veas a árboles en llamas correr como kamikazes contra ti y aumentar las llamas cuando te atrapan mientras te distraes por las raíces que salen del suelo o de las ramas, además de la enferma autoregeneracion que provoca eso de manera que es un infierno en un terreno pequeño, si intentas volar y explotar todo el lugar… ¿Crees que te dejarían ir? ¿Sabes que las ardillas olvidan dónde dejan las nueces que juntan? Incluso puede que hayamos pasado unos árboles de aquí, solo esperando su turno— dijo Irona sonando ya en eso último de manera tétrica
—Ho… joder
—Por eso te dije que te callaras
Así que incluso después de pasar a los Hundrest, llegaron, la entrada a la escuela resguardada por dos soldados, ambos que estaban en turno se quedaron sin habla.
Ya dentro de los terrenos de la escuela, decidieron descansar… o al menos eso pensaron.
—!!!! HAAAAAAAAAAAAAAAASAAAAAAAAAAAAA¡¡ !!!MATENME¡¡¡ ¡HAAAAAAAAAAAAAA!
Quien gritaba no era Carmilla, era Zagar.
—¿Tan así de serio es lo que hice?— preguntó Kyle como si nada
Pero Zagar no escucho, seguía gritando, Carmilla por su parte estaba en su forma adulta, escuchando todo lo que pasó por parte de los involucrados.
—Ya veo, si, eso está bien, si hubiera sido algo peor, estoy segura que serían expulsados— dijo ella
—Perdon, pero… ¿Por qué no se está volviendo loca como él?— preguntó Shiraishi
—Niña, cuando eres jefa sirvienta del Rey Demonio, cosas como esas son solo cosas simples, por cierto, hablando de ese tipo, no tarda en llegar… pero si lo que ustedes hicieron fue algo serio… no quiero saber por qué tardo tanto ese tipo
—Debe hacerlo— dijo Louise
Antes de siquiera seguir, lo sintieron, era la presencia de ese tipo, pero más que nada, estaba aún más intensa que antes justo como…
—Dios mío, alguien está súper enojado— dijo Kyle
Carmilla salió de ahí trayendo consigo a Zagar del cuello, Axtarot también salió ahí, los demás solo miraron por las ventanas, los sirvientes estaban en fila frente a la puerta, al parecer ellos sabían que estaba pasando, los alumnos en la escuela también miraron por las ventanas, algunos llendo con los de primero para explicar la situación y otros expectantes a lo que se avecinaba.
Cuando menos sintieron, del bosque entro un perro del infierno a la entrada junto a los demás, pero se veían con un miedo tan horrible que si en el principio jugaban divertidos, ahora era como si fueran perros de cacería.
—Dios mío— dijo Carmilla al verlos así
Del perro que apareció, Azrael bajo lentamente, si antes estaba contento de salir, su cara decía que lo que pasó lo superó y por mucho, mucho, pero lo que más llamó la atención fue alguien más, Misteltyn bajó del otro perro y corrió hacia él.
—Azrael, espera, por favor
—Dije que si volvías a insistir, lo haría
—Pero es que, fue un accidente
Y con esa palabra hasta el cielo se oscureció de golpe, tanto así que se podían ver algunas estrellas.
—¿Sabes? Si fuera el anterior yo, con gusto con mucho gusto aceptaría eso, pero después de lo de Louise prometí no repetirlo con nadie, así que te lo diré, esa palabrita me tiene hasta la puta madre, cuando veo que es a propósito
Y todo mundo se escondió tirándose al suelo tanto voluntario como por instinto, sabían que era cuestión de tiempo para que todo se fuera al carajo.
»y es más, ¿dices que es un accidente? Es un accidente cuando estás agachado y te levantas de golpe sin ver quién está atrás— dijo mientras un aura oscura aún más oscura que esa noche empezó a crecer en su espalda —, es un accidente cuándo se rompe el peldaño de una buena escalera, es… un… accidente… cuando… sin querer… sueltas algo que no debías… pero lo tuyo, ho, por dios, que lo tuyo mi niño, no importa cuántas excusas pongas, no importa cuánto te esfuerces, cuando hay testigos y entre ellos yo… para ti y lo que hiciste… eso no es un accidente no se podría considerar un accidente de cualquier forma manera y deseo posible
La bruma se alzó muy por encima de la academia.
»Asi que elige las siguientes palabras bien, por qué si no es así, no me importaría tener una guerra más con los dioses y sabemos que hasta ellos tuvieron que bajar a parar el desastre y si tengo una guerra, te tendrán que proteger sabiendo aún que es tu culpa, así que vamos, di ahora tu excusa, vamos, piénsalo, estoy listo cuando lo digas
Misteltyn se veía totalmente culpable de algo y lo que dijo Azrael para nada podía ser una mentira, todo ese enojo, toda esa furia estaba siendo almacenada y lista para explotar.
—No, no tengo nada que decir
Diciendo eso caminó a la academia, todos los sirvientes y aquellos que lograron resistir la presencia de Azrael la miraron, decaída, culpable, casi llorando.
—¿Azrael? ¿Que… que paso?— preguntó la única persona que resistía eso pues camino hacia él
—Mantente ahí, siento que si das un paso más…
—¿Que paso?— preguntó Silver sabiendo las consecuencias de la advertencia
—¿Que paso? Bien, te diré que pasó en un resumen….
Así que se esforzó por bajar su presión para que todos escucharán.