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El Rey Brujo

Reencarnando en el Cuerpo de un experimento que trajo consigo una historia interesante, en the Witcher https://www.patreon.com/lunatic1995

Luna1995 · Book&Literature
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21 Chs

Castillo de Mirama

El Alcalde Lucio Reinaldo obviamente estaba bastante sorprendido con la declaración, sobre todo porque en su mente no tenía mucha información sobre la orden de los brujos.

La única información que tenía de ellos eran de esos sujetos de ojos extraños que habían estado vagando en alguna ocasión por los alrededores matando algún monstruo.

En su mente eran pobres bastardos, que habían sido sometidos a tratamientos para volverse así de extraños, pero era un camino que debían tomar por nacer como indeseados.

Pero no tenía idea de que pertenecían a tal organización.

Lucio Reinaldo: "Mi señor Tarantir le agradezco su protección, aunque me disculpara por no conocer mucho acerca de su orden".

Los soldados de Tarantir ya habían desmontado y estaban a ambos lados de Tarantir, entonces el alcalde se dio cuenta que estaba siendo descortés al mantenerlos a las puertas de la alcaldía sin ofrecerles pasar.

Lucio Reinaldo: "Perdóneme, me distraje y no pude evitar parecer descortés, por favor le doy la bienvenida a la alcaldía, pasemos para que podamos hablar"

El grupo de tres caballeros entro justo después del Alcalde, el edificio no era tan ostentoso, tal vez comparándolo con el resto de la aldea sí, serían ligeramente inferiores a los edificios de las alcaldías que había visto en temería.

Para hablar, el alcalde los dirigió por las escaleras hasta el segundo piso, donde había una habitación amplia, que tenía una mesa bastante grande y alargada.

A simple vista se podía notar que tal vez era el mueble de más valor en toda la villa.

Tarantir se sentó a la cabeza de la mesa, ya que fue ofrecida gentilmente por el alcalde, quien ocupo el asiento a su derecha.

Tarantir: "Bueno, Alcalde Reinal de Apri, tiene un lugar bastante elegante aquí"

Lucio Reinaldo: "Ojalá ser cierto, debe haber visto lugares mejores que este mi señor"

Lucio sonreía mientras ordenaba a uno de sus empleados que llenara las copas de madera que había en la mesa.

Tarantir había aprendido con el tiempo, ha leer el carácter de la gente, aunque con este era fácil, qué persona humilde y modesta invertiría tanto en una habitación así, pues ninguna persona que pudiera ser calificada de humanista.

Las paredes estaban adornadas por retratos de los anteriores Alcaldes, que al leer los membretes en la parte inferior, todos tenían el apellido "de Apri" en ellos.

Esta villa casi y parecía un pequeño reino.

Entonces Tarantir se dio cuenta de que Lucio había estado un poco silencioso durante algunos minutos.

Tarantir: "¿Cuál era tu duda sobre la orden de los brujos?"

Lucio mostró una ligera sonrisa, ya que no sabía como traer el tema a la mesa sin perder la careta de anfitrión distraído.

Lucio Reinaldo: "oh, si, en verdad, no conozco mucho sobre su orden, conozco poco de los brujos, pero no sabía que conformaban parte de una orden militar"

Lucio no hizo una pregunta en sí, solo fue un pensamiento al aire, pero dejaba una pregunta implícita.

Tarantir: "La orden fue creada junto con los primeros brujos, así que ya tiene cierta cantidad de años, los brujos normalmente no la mencionan porque la mayoría de los brujos no forman parte de la estructura gubernamental de la orden"

El rostro del alcalde seguía mirando atentamente a Tarantir.

Tarantir: "Para su suerte, alcalde, la orden ha establecido esta área como una zona estratégica para establecer una base de operaciones, nuestra labor no es otra que proteger y prosperar "

La explicación había terminado y el alcalde parecía tener muchos preguntas en la mente, pero antes de poder decir alguna en particular Tarantir le gano.

Tarantir: "Como sabrá el Barón que reinaba sobre estas tierras y las que colindan con la rivera este del Sansretour a muerto, por nuestra información sus lugartenientes se pelean por tomar un pedazo para ellos"

El alcalde se mostró sorprendido nuevamente.

Lucio Reinaldo: "no sabía sobre su muerte, pero recuerdo claramente que el barón tenía un hijo"

Tarantir: "Probablemente asesinado"

Lucio podía ser deshonesto con los impuestos, y medianamente irracional con la plebe, pero creía que había ciertas reglas que un señor debía cumplir, para él que un caballero asesinara a un niño de la calle no tenía ningún impacto más que un dolor de cabeza momentáneo.

Pero que un caballero matara a un niño noble, al que le debía obediencia, era un acto barbárico.

Lucio Reinaldo: "Canallas, son unos hijos de puta, no merecen ni el pedazo de tierra donde serán sepultados al morir"

La indignación no era sobreactuada.

Tarantir: "No se altere Lucio, me encargaré de castigar a los culpables, y traer tranquilidad a estas tierras nuevamente, para ello solo le pediré una cosa"

El alcalde tragó un poco de vino para tranquilizar sus ánimos.

Lucio Reinaldo: "Es usted un buen hombre mi señor Alzurson, pero que podría ser eso que solicita de mí"

Nada era gratis en este mundo.

Tarantir: "A partir de Ahora la orden se convertirá en un estado, pero en principio no hay un rey, sino que un Maestro de la orden, cargo que ostento en este momento, por lo que le pido que rinda vasallaje a la orden y recibirá a cambio nuestra protección"

Para Lucio, que era una persona razonable, al repetir nuevamente lo que dijo Tarantir en su cabeza, no era diferente a cambiar de señor.

En esta zona con pequeños condes y barones no era algo extraño, pero lo novedoso podría ser que estaba vez sería una orden militar.

Lucio Reinaldo: "No puedo decidirlo inmediatamente, mi señor, considero que puedo convocar a algunos miembros importantes del pueblo para darle una respuesta en las próximas horas".

Tarantir se levantó y arreglo su capa sobre su espalda.

Tarantir: "Tiene hasta el amanecer alcalde, de allí tengo que partir en dirección a donde se encuentran los usurpadores"

Justo después, uno de los caballeros abrió la puerta y Tarantir salió.

Por ahora solo quedaba el alcalde y algunos empleados solamente.

Lucio Reinaldo: "Convoca a los concejales, tenemos algunas cosas que discutir"

mando Lucio a sus empleados

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Al amanecer Los miembros del consejo ya habían sacado los pro y los contra, su decisión fue aceptar ser vasallos del Orden de los brujos, pero bajo la premisa de que al ser una Orden militar ellos pudieran enviar miembros a unirse.

No había ningún problema para Tarantir, aunque no estaba seguro de si los miembros del consejo habían pensado en que su orden era de brujos y que solo subirían a puestos militares relevantes aquellos que tuvieran las mutaciones.

Pero tampoco cualquier mutación, si no que aquella que él mantenía en su poder.

Igual no era un problema para el día de hoy, después de recibir la noticia del alcalde, partió con su compañía hacia el norte para seguir sumando aldeas a su nuevo Estado militar.

Para cuando llego a las últimas aldeas, recibió información sobre el paso de una compañía militar de casi 500 hombres que marchaba hacia el norte también.

Según parecía estaba bajo las órdenes de uno de los generales del difunto Barón, iban en dirección a asediar el castillo de Mirama, que estaba siendo defendido por el mayordomo.

La batalla sería interesante cuanto menos, pero era un excelente oportunidad para eliminar dos pájaros de un tiro, para entonces había mandado un mensaje al castillo Esforzesqui, pidiéndole a Bagdur que lo reforzara.

Traería consigo un gran parte de la guarnición que era cerca de 120 hombres más a su compañía.

El asedio duro varios días, el castillo de Mirama, estaba en misma rivera del río y tenía un puente que cruzaba el río Sansretour con su respectiva puerta al oeste y otra puerta al este.

Prácticamente con este castillo se podía mantener controlado totalmente la frontera Norte, pero por su construcción era imposible asediarlo completamente.

Si asediaba la rivera Este podían llegar suministros por el oeste y si asediabas por el oeste pasaba lo mismo por el este.

Felizmente, hasta ahora tanto el mayordomo como el general desconocían de su presencia, por lo que decidió mover sus tropas a la orilla Oeste y esperar.

Armo un campamento alejado del castillo y con vigías que mantuvieran todo bajo su control.

Aun así, estaba un poco desinformado, no conocía del todo a sus enemigos, pero por lo menos en los últimos días conoció sus nombres.

El general era Frank Piras, un gran guerrero por lo que escucho y un hombre muy ambicioso, tanto que no acepto la oferta del mayordomo para dividir el territorio en dos y convivir.

Mientras que el mayordomo, el Luis Franco, por su carácter y lo que se escuchó de él, se podía decir con seguridad de que si el hijo del barón estuviera vivo, él lo mataría sin dudar.

Así que si pensábamos que los chismes tenían valides, estaríamos tratando con dos locos por el poder, que pensaban más en obtenerlo que conservarlo.

Pero uno de ellos tenía un castillo bien equipado.