webnovel

El Reino Caido

Hace ya mucho tiempo atrás en el continente Brul existían cientos de naciones, estas estaban gobernadas por los seres humanos más despreciables y egoístas, cuando la moral del mundo estaba a punto de caer en un estado crítico algo extraño sucedió. Las pequeñas y débiles bestias que nacían de la tierra dejaron de nacer, por casi 40 años ninguna volvió a aparecer y esto se volvió una oportunidad de atacar, perdiendo a todas a las amenazas internas los Reinos no dudaron en salir a matarse entre sí. Durante unos largos 40 años una guerra sangrienta y llena de injusticias persistió, la venganza, el odio y el racismo eran tan fuertes que ya no parecía haber marcha atrás... Y entonces sucedió, exactamente el último mes, la última semana, el último día, último segundo antes de ser exactamente 40 años, NACIO REY. REY fue visto por primera vez en un pequeño Reino que era conocido por su gran red de mercado de esclavos, Airantel cayó en solo 2 días, toda la tierra fue sumida en un caos imparable, una bestia que destruyo un Reino en solo 2 días había dado inicio a la era de las bestias. Bajo su incontrolable y anormal avance a través de las cotas miles de poderosas bestias nacieron y como su nombre lo dice, este se volvió su Rey... Pero esto sucedió hace ya 300 años, actualmente de los cientos de naciones, solo persistieron 5 de ellas, el Reino de Gaar, el Imperio Martist, la Federación Espirt, la Tribus Heladas y el Valle Dragón. Santiago un pobre y suertudo desafortunado que murió fue bienvenido por un misterioso dios el cual por alguna extraña razón siente un gran aprecio por el, a su mundo, ¿Qué intenciones tendrá este extraño ser divino? ¿Qué hará Santiago con esta nueva oportunidad? Ahora que es uno de los legendarios -Artistas marciales- nada más empezar, ¿que lograra hacer?

DarkBotaka · Fantasy
Not enough ratings
148 Chs

Cap 20: El Choque Inicial

Lorenzo y Galván tenían un mal rostro, parecían pálidos y miraban a todos a su alrededor en pánico pero cuando me escucharon parecían haber reaccionado levemente.

"Y una cosa más..."(Santiago)

Los dos me miraron fijamente como si esperasen una frase inspiradora, de hecho Linda y Leo también lo hicieron

"No piensen en ganar, piensen en sobrevivir, los idiotas que busquen fama y logros son los primeros en morir"(Santiago)

"ROOOAAAAAARGGGHHHH"

El rugido de las bestias resonaba en todo el campo haciendo que el cuerpo de todos temblase y en ese momento como si estuviesen poseídas, las bestias comenzaron a avanza de manera descontrolada y violenta ignorando las trampas colocadas en el camino.

Todo se veía lento como si estuviese en cámara lenta pero mi corazón latía tan rápido que parecía estar a punto de salirse de mi cuerpo, cada vez más y más cerca, más y más lento, sentía tantos nervios y tanta presión al ver cientos de miles de bestias delante mía, cada una más fuerte y fea que la anterior.

Cuando la primera fila recibió el impacto de las bestias pude ver como escudos y cascos volaban por los aires, Galván, Lorenzo y Leo quedaron totalmente aplastados entre la primer y tercer fila mientras que yo actuaba como un resorte insuficiente a punto de estallar por la presión.

En determinado momento deje de poder soportar la fuerza y simplemente termine igual que los otros, espalda contra escudo y pecho contra armadura ajena pero había una gran diferencia, mi resistencia es mucho menor que la de un guerrero y además no tengo un escudo y armadura por lo que el daño lo estaba recibiendo directamente.

GHHHHHh MIERDA siento que mis ojos se van a salir y mis órganos van a quedar planos, MALDICION ABRANSE

"GAAAAAHHHH"(Santiago)

Mientras gritaba con mi único brazo di un puñetazo en el ojo de la bestia que estaba delante del soldado desorientándola, en ese segundo que el soldado aprovecho con su escudo empujo a la bestia hacia atrás y corto su garganta, la bestia con forma de lobo de 3 metros dio 3 pasos atrás aplastando goblins con sus pies e hiriéndolos con sus garras.

"AHORAAAAAAAAAAAA"(Soldado)

El soldado delante mía corrió al frente dándome la posibilidad de respirar, a pesar de ello los hombres de la tercera fila ignoraron mi existencia y casi me aplastan para pasar hacia delante, caí al suelo y mi vista estaba nublada, el polvo no ayudaba ni un poco, ya no sabía lo que era el norte y lo que era el sur.

Mientras estaba en el suelo apoyado sentí como me agarraban del cuello del ropaje extraño que me había dado Leo.

"Mantén la compostura, tú mismo dijiste que no había que separarse"(Galván)

"Mierda, no pensé que fuese a carecer de fuerza o resistencia a ese nivel"(Santiago)

"No te creas, yo necesite que me curasen para volver al frente"(Galván)

"Derecha, rango H"(Santiago)

Cuando advertí a Galván desenfundo su espada y dio un golpe sin apenas mirar partiéndole la cabeza a un goblin.

"Esa habilidad tuya es buena"(Galván)

"Ya estoy recuperando la compostura, ¿Dónde está el resto?"(Santiago)

"Me gustaría saberlo, fuiste el primero que vi luego de caer inconsciente y que me curasen"(Galván)

Entonces al menos pasaron unos minutos desde que estoy en el suelo ¿Habré caído inconsciente también? Si es el caso Leo y Lorenzo...

Incluso siendo un rango D- sentí que moriría con eso, ahora comprendo la diferencia de clases, incluso si soy un rango superior carezco de lo que otra clase tiene.

"Con mi radar de presencias puedo detectarlos siempre y cuando nos movamos para buscarlos"(Santiago)

"Empecemos por la izquierda"(Galván)

"Hay que ir mas al frente donde está el verdadero combate"(Santiago)

"...Tienes razón"(Galván)

-----------0-----------------

(Retaguardia) [Darius]

"¿Dejaron al resto y vinieron a protegernos? ¿Por qué?"(Nicolás)

El choque inicial los aplastaría, Santiago debería de venir al igual que Trista y los espadachines, no pueden soportar ese tipo de situaciones ya que no poseen la resistencia necesaria.

"Veo a Trista, Anya e Ignacio"(Airi)

"Yo veo otra cosa..."(George)

"LOS VEO"

Un soldado del frente grito a todo pulmón dejando en claro lo que decía, al frente del todo en las colinas se podían ver las filas de bestias, una al lado de otra pero algo estaba mal...

"¿No habían dicho que iban a ser bestias de bajo rango? Estoy viendo una cantidad anormal de rangos E"(Airi)

"Puede que... ¿Se hayan equivocado a este nivel?"(Darius)

"NO, incluso yo debería de ser capaz de ver a simple vista esos rangos"(Fliis)

"¿Qué hacemos Jefe?"(Ignacio)

Mientras desenfundaba su espada y tomaba una pose calmada Ignacio miro hacia George al igual que lo hizo Nacho y Fliis.

"No podemos dejar a nuestros dos idiotas en el frente e irnos, nos quedamos"(George)

"Me lo esperaba"(Ignacio)

Con una sonrisa nerviosa Ignacio dejo de ver a George y se quedó mirando a las bestias

"¿Qué van a hacer ustedes? Están todas en la retaguardia, podrían irse si quisieran"(George)

"...."(Trista)

"Sería una buena idea irse pero no podemos dejar que muera alguien importante"(Airi)

"El combo de la Lanza sagrada del Reino, es su clave para iniciar una habilidad única hereditaria ¿No? Comprendo, entonces sería bueno unirnos, nuestros objetivos están en el mismo sitio"(George)

"Tien-"(Airi)

"ROOOAAAAAARGGGHHHH"

Cuando las bestias rugieron el suelo tembló y el aire se sintió pesado, todos comenzaron a temblar y miraron hacia delante cortando toda conversación, cuando comenzó el avance de las bestias el suelo reverbero haciendo que todos nos sintiésemos diminutos.

En medio de la parálisis en la que estábamos todos las bestias iniciaron el choque y justo a nuestro lado cayo un pedazo rojo, nadie pudo verlo de lo rápido que cayó a nuestro lado, solo cuando nos giramos y vimos el pánico creció entre nosotros.

"KYaaaaaaa"(Lara)

"MIERDA"(Ignacio)

El cuerpo destrozado de uno de los soldados del frente estaba a nuestro lado, tenía un agujero en su pecho y su torso estaba girado, sus ojos colgando de sus cuencas y sangre saliendo desde todos sus orificios

"Hay que sacar al resto de aquí, YA"(George)

Mientras todos se movían Nicolás estaba temblando viendo el cuerpo del soldado muerto, en un instante había muerto, solo un instante era lo que se necesitaba para matar a un soldado de alto rango Bellian en esta guerra y él estaba en medio.

"GAAAAAHHHH"(Santiago)

Entre todos los gritos del campo de batalla uno conocido resonó con más fuerza haciendo que el corazón de todos palpitase con fuerza, nunca lo había escuchado gritar de esa manera, parecía en agonía.

-------------0--------------

(Frente de la batalla) [Leo]

"Escudo en alto, por más débil que sean siempre mantén tu escudo alto"(Leo)

"SI"(Lorenzo)

A diferencia de Galván y Santiago estos dos habían logrado resistir el impacto, Leo no lo hizo con tanta dificultad pero Lorenzo apenas se podía mantener en pie, si no fuese porque Leo lo sujeto y cargo por unos instantes hubiese sido aplastado por el avance de su propio ejército.

Estando literalmente en el frente entre los dos peleaban contra un ciempiés enorme y escurridizo, mientras giraba a su alrededor los soldados desde fuera golpeaban la coraza del mismo con sus espadas de manera inútil.

Las patas de ciempiés rascaban sus escudos y armaduras mientras que su cabeza los acechaba desde arriba mirándolos como aperitivos.

Leo sujeto con fuerza su espada y con un corte diagonal las patas del ciempiés se separaron de su cuerpo como si Leo hubiese cortado bambú, el mismo grito y con sus enormes fauces intento comerse la cabeza desprotegida de Leo.

Para su desgracia Lorenzo estaba atento y salto interponiendo su escudo entre los dos, mientras el ciempiés estaba entretenido con el escudo de Lorenzo, Leo se giró y con su espada dio un corte vertical hacia abajo que dio en el medio de la frente del ciempiés.

"clack, clack, clack"

Burlándose de Leo el ciempiés acerco de vuelta su cabeza, su coraza no solo era resistente sino que poseía la energía corporal de la bestia, el rostro de Leo y Lorenzo se oscureció al ver la situación pero de un segundo a otro una lanza cayo atravesando uno de los ojos del ciempiés.

"Desaprovechar una situación tan perfecta como que el enemigo acerque su cabeza, Leo todavía te falta mucho por aprender"(Leónidas)

Mientras decía esto Leónidas cayó entre medio de los dos y dos de sus guardias cortaron el cuerpo del ciempiés hiriéndolo a través de su coraza aunque apenas salían gotas de sangre y el daño era extremadamente bajo el ciempiés parecía haberse enojado y miraba a los 5 de manera furiosa.

En vez de seguir atacando solo se fue y desvaneció entre la muchedumbre, pasando por encima de las bestias y empujando a los soldados.

"¿Qué rango era esa? ¿E- o F+?"(Leo)

"En cuanto escuche a la avanzada hablar sobre las bestias de rangos altos envié un mensajero hacia el tío, probablemente las tropas de elite no se tarden en llegar pero..."(Leónidas)

"Hay que resistir hasta entonces"(Lorenzo)

Mientras hablábamos estábamos partiendo las cabezas de los goblins los cuales no paraban de aparecer.

----------0------------

(Retaguardia) [Darius]

"Llegaron hasta aquí"(Fliis)

Mientras decía esto Fliis daba un salto hacia atrás a la vez que arrojaba un par de cuchillas las cuales solo rebotaron en el pelaje de la bestia.

"Era obvio, los soldados no podrían retener bestias de tan alto rango"(George)

Frente a nosotros estaba un lobo heraldo oscuro, sus ojos rojos como la sangre y su pelaje negro infundían terror a todos, en especial los que sabían que era una bestia rango E de agilidad.

"No hay nadie de resistencia para recibir sus ataques"(Irina)

Las flechas de Irina eran totalmente inútiles como las cuchillas de Fliis por lo que George y yo utilizamos muro de fuego al mismo tiempo creando un pasillo directo hacia nosotros para evitar que esquivase los ataques.

Luego de eso George imbuyo la lanza de Trista en fuego mientras que cree 4 flechas de fuego con las cuales ataque el pecho del lobo heraldo oscuro, aunque las flechas no atravesaron su cuerpo el fuego lo afecto, aunque solo logre enojarlo al menos pudimos descubrir que el fuego tenia efecto.

"Todos a la vez –Esfera.."(George)

"-De Fuego-"(Nacho/ Darius/ George)

Cuando tiramos las 3 esferas el lobo las miro con pena a la vez que con su agilidad salto encima de ellas y corrió hacia nosotros, Trista corrió hacia él y su lanza se ilumino en color dorado.

¿Ese ataque? ¿Ahora? ¿Está loca?

"-Estaca de Hielo-"(Airi)

Mientras Trista estaba corrió el lobo abrió su boca para comérsela pero lo único que pudo saborear fue la estaca de hielo que había invocado Airi, sin parar Trista corrió hasta quedar en la espada del lobo y entonces con su lanza golpeo su cadera.

"AUUUUUUUUUUUUUUUU"

Con un fuerte aullido el lobo apretó sus fauces rompiendo la estaca clavada en su mandíbula y con su cola golpeo a Trista casi metiéndola dentro del muro de fuego.

"Invocación –Geko celestial-"(Airi)

"Invocación –Salamandra-"(George)

"Invocación –Tortuga Volcano-"(Nacho)

Mientras todos invocaban sus bestias Hari ya estaba a mi lado desde el comienzo, estaba mirando curiosa al lobo pero también con miedo parecía no querer acercarse a él.

La salamandra de George avanzo y no dudo en escupir fuego sin parar hacia delante tapando la visión del lobo heraldo oscuro, cuando este intento aplastarlo con sus garras la tortuga volcano de Nacho se movió a una velocidad considerable y cubrió del ataque a la salamandra protegiéndola.

El geko celestial de Airi estaba lentamente caminando de manera desapercibida hasta la parte trasera para rescatar a Trista que estaba inconsciente mientras que Anya actuaba como distracción esquivando los continuos ataques del lobo heraldo oscuro.

"Ahora Hari"(Darius)

Sin decir nada coloque a Hari sobre la cabeza del lobo y con sus pequeñas manos toco los ojos abiertos del lobo quemándolos sin piedad y con una sonrisa inocente, cuando vieron esto todos pasaron al ataque.

La tortuga volcano se colocó debajo del lobo heraldo oscuro e hizo que de su espalda brotase lava, el geko celestial corrió y mordió el cuello de la camisa de Trista alejándola tan rápido como pudo, la salamandra escupió fuego hacia la cara del lobo.

"AUUUUUUUUUUUUUUUUU"

Con otro aullido la salamandra no pudo soportar la fuerza del aire y se levantó del suelo volando pero George salto para atraparla el lobo heraldo oscuro no dudo en saltar tras los dos pero, antes de que sucediese puse una mina de fuego entre medio de los dos y además usando los restos de las flechas de fuego de antes para ponerlos como escudos el lobo heraldo oscuro termino saliendo más herido a la vez que George no recibió daño gracias a que Fliis y Lara lo tomaron uno de cada lado para empujarlo aún más lejos del peligro.

"Cada vez hay más"(Irina)

Mientras decía esto Irina disparaba sus flechas hacia pequeñas bestias rosas de tipo planta, sus cabezas era flores cerradas y sus cuerpos eran tallos con espinas, gracias a que Nacho había imbuido las flechas de Irina esta era capaz de derrotarlos pero esta se estaba quedando sin flechas y el número de las bestias se multiplicaba.

"Hari ve"(Darius)

Mientras enviaba a Hari para quemar a las bestias débiles de rango H-, me concentre en el lobo heraldo oscuro, Airi me estaba mirando como si quisiese preguntar algo pero prefería concentrarse en matar al enemigo en frente de nosotros y cuando estuviésemos a salvo preguntar todo lo que quería.

"No tengo hechizos"(Darius)

"Yo tampoco"(George)

"-Esfera de fuego-"(Nacho)

Mientras decía esto Nacho lanzo una esfera de fuego al suelo debajo del lobo heraldo oscuro haciendo que se moviese pisando la lava de su tortuga volcano a la vez que la salamandra parecía querer reincorporarse pero la distancia era muy amplia, habíamos logrado aislar al lobo heraldo oscuro.

Con sus costados bloqueados por los muros de fuego y el frente bloqueado por la lava y fuego no tenía más opción que retirarse, con una mirada lleno de odio e ira el lobo huyo con sus ojos entrecerrados.

Ahora que habíamos perdido una molestia, la salamandra de George y la tortuga volcano corrieron hacia las bestias rosas para quemarlas hasta la muerte al igual que lo estaba haciendo Hari mientras se reía y gritaba palabras sin sentido como "Caramelos" o "Gog*s"

"¿Cómo es que la línea del frente está dejando pasar tantas bestias? Comprendo los rangos E pero ¿estos?"(Nacho)

"¿Dónde está Ignacio?"(George)

"Aquí"(Ignacio)

Gritando desde lejos Ignacio estaba sobre un montón de cadáveres de bestias de rangos bajos, había estado cubriéndonos las espaldas sin decir nada, tenía alguna que otra herida pero cuando se acercó al grupo Fernando se puso a curarlo al igual que tiro algunos hechizos básicos para recuperar mana para nosotros.

"Ese fue solo un rango E..."(Airi)

Mientras decía esto Airi se mordía la uña de su pulgar mirando el frente

"¿En qué estás pensando?"(George)

"El resto están rodeados de bestias de este mismo nivel, ¿Realmente estarán bien?"(Airi)

No tengo tan poca fe en esos dos, estoy seguro de que Santiago está bien siempre lo está, me preocupa más la situación de Leo, Galván y Lorenzo.

"YA VOLVI"(Nicolás)

Se me había olvidado que enviamos a Nicolás para juntar a todos los de la retaguardia y unirnos en un mismo sitio.

-----------0----------------

(Frente de la batalla) [Santiago]

"Estamos rodeados"(Santiago)

"¡¿Por qué lo dices tan tranquilo?!"(Galván)

Al frente hay 3 lobos negros y detrás nuestro hay un ejército de florcitas que se mueven además de que hay un cangrejo enorme acercándose, me las puedo arreglar si son solo los lobos pero con el cangrejo probablemente termine con varias heridas.

"Encárgate de recoger flores, yo saco a pasear a los perritos"(Santiago)

"GRAAAHH"(Galván)

Lanzándose contra 20 de las florcitas Galván parecía agitar su espada sin sentido pero cortando varios tallos, mientras quedaba rodeado por estas flores yo salte contra los lobos los cuales me ignoraron como a un insecto.

Cuando vi esto apunte al pecho de uno de ellos y solo en el último segundo desencadene toda mi energía corporal a mi puño atravesándolo y casi tocando su corazón, si no fuese por la rápida reacción de sus dos compañeros hubiese muerto con una extrema facilidad.

Pisando el pecho del lobo al cual atravesé con mi puño derecho salte hacia atrás esquivando a los otros dos y casi como si fuese un resorte gire en el aire pise el suelo y me impulse a toda velocidad hacia el mismo lobo por segunda vez solo que esta vez apuntando a su hocico.

Los dos lobos a los lados intentaron cortarme con sus garras pero pude prever fácilmente sus acciones y en el aire esquive girando la primera de las garras y me impulse con mi mano derecha pasando por debajo de la segunda garra y encaminándome directo hacia las fauces abiertas del lobo negro.

Cuando vi esto di una patada en uno de los dientes de este y salte hacia el lobo a la izquierda de esta y con mi puño derecho di un golpe en su cadera tan fuerte que lo hizo aullar del dolor y caer al suelo.

Mientras estaba sobre la cadera del lobo los otros dos intentaron aplastarme con sus garras logrando herir aún más a su compañero el cual ya no parecía poder moverse, por lo tanto no dude en volver a atacarlo sin piedad mientras estaba en el suelo.

En el último segundo este se giró e intento morderme pero cuando lo hizo yo ya estaba sobre su cabeza saltando para darle otro puñetazo brutalmente poderoso en su cadera, ¿pensaron que iba a caer dos veces en el mismo truco? No son más que Hienvajas un poco más rápidas, no son nada que no sea capaz de aplastar sin ser herido.

Mientras seguía saltando de un sitio a otro dando puñetazos por todas partes de sus cuerpos casi haciéndolos carne picada los 3 parecían dispuestos a huir pero yo no estaba dispuesto a dejarlos irse por lo que apunte a sus caderas, sus puntos débiles y de lo que dependen para correr.

Llegado el punto en que ya no podían levantarse el resto solo fue golpear sus cráneos hasta que sus cabezas reventasen para así no tener problemas luego con ellos.

"AUUUUUU"

A mis espaldas escuche un aullido como si estuviese llamando a sus compañeros y el ultimo al que estaba a punto de rematar le contesto con un aullido penoso y débil que no duro mucho porque enterré mi brazo derecho entero en su cabeza a través de su ojo.

El lobo que escuche antes corrió y se paró frente a mí, sus ojos parecían chamuscados y tenía cuatro marcas en su pecho además de algunas quemaduras en sus patas, a lo lejos podía escuchar y ver algunos soldados gritar y sus presencias eran bastante fuertes por lo que ahí es donde iríamos pero por alguna razón este lobo me da la sensación de que debería de ir por donde el vino.

Galván sigue rodeado por las flores y apenas puede respirar mientras las corta pero ya debe de haber matado a 30 o 40 de ellas.

Al lobo le brillaron sus ojos con intensidad y sed de sangre pero al final termino como los otros, en el suelo mirando hacia el cielo sintiendo que sus últimos y lamentables momentos eran estar rodeado de polvo, sangre y gritos, luego mi brazo los atravesaba matándolos.

Luego de terminar me senté un poco en el suelo y descanse en seguida note la presencia de Darius a la lejanía por donde vino el lobo y la de Hari con más intensidad que la de él, corrí hacia Galván y entre hacia donde estaba rodeado por las flores con una patada voladora.

"hay que irnos estas cosas no tienen fin"(Galván)

"Un soldado vino y mato a los lobos, es nuestra oportunidad sígueme"(Santiago)

Mientras dábamos patadas y golpes para salir del círculo de muerte de las florcitas le señale a Galván el lugar de donde vino el lobo herido

"Estoy seguro de que el resto está por allí, las heridas de fuego y además sentí la presencia de Darius a lo lejos, ve a ayudarlos mientras que busco a Leo y Lorenzo, necesitan un guardián allí si es que las bestias de rangos altos están llegando a la retaguardia"(Santiago)

"De acuerdo, vamos a mantener posición, cuando se reúnan vengan aquí" (Galván)

"Suerte"(Santiago)

Mientras decía esto corrí hacia el frente donde probablemente estuviese Leo y Lorenzo, aunque no envié a Galván junto al resto solo para ayudar sino que para no tener que contenerme tanto al pelear.

Actualmente solo puedo usar mi fuerza bruta y mi cantidad anormal de energía corporal adquirida de forma innata y mediante el entrenamiento, a diferencia de Leo, en vez de dedicarme a aprender a controlar mi energía decidí aumentarla exponencialmente al punto en que mi poder bruto superase las técnicas refinadas.

Ahora precisaría aprender esas mismas técnicas de las cuales prescindí para poder adquirir un ataque ya que mi fuerza bruta se está volviendo absurda y sin sentido, lo acabo de notar, ¿Cuántos golpes gaste en esos lobos? ¿Cuánta energía? ¿Cuánto tiempo? Si tan solo tuviese un ataque especial como la Lanza Sagrada del Reino de Trista, o el legendario Empalamiento Bellian de Leónidas del cual me conto Leo, ¿Cuánto tiempo hubiese gastado? ¿Cuánto esfuerzo hubiese tenido que hacer?

Mi nivel... Sigue siendo bajo, sigo siendo débil, sigo siendo ignorante en ciertos aspectos, necesito seguir aprendiendo y para eso necesito tiempo del cual ahora no puedo conseguir, durante esta guerra el tiempo para entrenar es nulo.

Si tan solo hubiese gastado solo 2 horas de sueño en mi día a día, podría haber adquirido más técnicas, mas conocimiento, mas...Poder.

----------0---------------

(Palacio Real)

"Padre, una carta desde el colegio Gastora para usted"

Mientras entraba a la habitación de su padre la segunda princesa Isabel hizo una reverencia hacia su padre el cual estaba sentado en su escritorio mirando hacia su jardín.

La chica era un poco mayor, de unos 50 años aproximadamente, su piel lisa y perfecta como el mármol era extrañamente similar a la de su madre al igual que su cabello y ojos, su rostro redondo y sus ojos grandes, cristalinos de color celeste puro como el cielo a la vez que su cabello anaranjado caía hacia su espalda y llegaba hasta su cintura de manera exacta.

Su rostro mostraba una sonrisa perfecta y hermosa que conquistaría a cualquier hombre e incluso varias mujeres, la segunda princesa Isabel Segunda era conocida como el tesoro del Reino por esas características suyas.

Detrás de varias hojas de papel se podía ver una corona dorada, la habitación por completo desordenada y sin cuidado alguno se contraponía al ver esa corona tan bien ornamentada y lustrosa.

"¿De quién es?"

La voz del Rey era ronca y fuerte, parecía agotada pero aun así hizo que su propia hija temblase al oírla por temor.

"Lo siento, no medí mi tono, ¿Cómo estas hija?"

Isabel solo hizo un gesto de preocupación y una reverencia mientras contestaba con rapidez casi perdiendo su sonrisa.

"Estoy bien, ¿Padre está agotado con tanto trabajo? Si es así podría relevárselo a otros, no es necesario que haga todo esto" En cambio el rey hablo como si no tuviese muchas emociones, era solo lo cotidiano ¿Qué tanto problema había con ello?

"No, no lo estoy, lo único para quejarme son las constantes críticas y pedidos de los Haries, los conflictos de los Wulf y la inutilidad de algunos señores de ciudad"

"Eso... Es mucho ¿Sabes?"(Isabel)

"Si, lo sé, sobre la carta..."

"AH, sí lo lamento mucho, me olvide de ello"(Isabel)

Haciendo varias reverencias repetidamente Isabel se disculpaba mientras que su padre solo seguía a su ritmo con todos los papeles.

"Claramente el destinatario es padre pero el que la envió fue el plebeyo que usted invito a la corte para proteger"(Isabel)

"¿Dijiste que venía desde Gastora?"

"Así es padre, al parecer quien la escribió por el chico fue la directora Roxana Atlante"(Isabel)

"...Bien, entonces se mantuvieron las formalidades adecuadas, prosigue"

"¿Quiere que la lea para usted?"(Isabel)

"Estaría agradecido de que lo hicieses"

Abriendo la carta con una daga que estaba en el escritorio del rey, Isabel corto el sobre y saco la carta de su interior, se aclaró la voz pero no sin antes pensar cuan hermosa era la letra de Roxana y luego comenzó a recitarla casi como un poema.

Con su suave y perfecta voz una simple carta parecía un exquisito poema.

"A nombre de Santiago Real, yo, Roxana Atlante de la casa Atlante tomo posición para escribir las palabras del joven Real el cual aún no es capaz de comprender el lenguaje nobiliario implementado para poder dirigirse hacia su majestad el Rey Augusto Segundo Nodra.

Desde lo más profundo de mi corazón agradezco la humilde ayuda que su majestad me ofrece, pero, lamentablemente debo de prescindir de ella, la razón de esta declinación es un grave conflicto con uno de sus otros invitados.

Con tal de evitar malos momentos frente a su majestad y darle disgustos, en vez de exigir que los Haries se retiren de vuestro palacio, yo no iré, de esta manera el problema será totalmente evitado.

Con todo el respeto de este mundo, lamento haber tenido que declinar vuestra invitación pero jamás podría compartir espacio con un Haries sin recurrir a la violencia de la cual usted tanto odia

Me despido y otorgo mis respetos, con suerte podremos vernos en otra ocasión más ideal."

Cada segundo que pasaba leyendo la carta Isabel se ponía más y más tensa, ¿Un plebeyo declinando tal invitación? El solo hecho de recibirla era un milagro pero... ¡¿La declinaba?! No solo eso sino que, ¡La rechazo porque habían invitado a los Haries! Una de las más grandes casas nobles y clanes existentes en el Reino.

"¿Cuál era su nombre?" En ese momento un escalofrió recorrió la espalda de Isabel, esta vez... esta vez sí sonaba irritado.