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La aldea del sur

- En realidad, no soy muy bueno orientándome, pero de alguna manera llego a mis destinos.

<< A pesar de ser educado en muchos aspectos, la geografía y la economía son cosas que nunca he disfrutado. Teniendo eso en cuenta, mi situación actual es una gran ironía, viajo solo, sin mapa y casi sin dinero. >>

Mientras observo el camino en mis pies, veo como caen algunas gotas de sudor desde mi cabeza hasta el suelo.

- ¿No estas cansado?, llevas más de una hora caminando sin parar

- Mentiría si dijera que estoy en perfectas condiciones, pero no se preocupe, descansaré debidamente al llegar a la aldea.

- No se mucho de los Martenses, pero… me sorprende que le sigas el ritmo a Buki con esas heridas en tus pies.

La señora en el asiento del carruaje se escucha preocupada. Me detengo por un segundo y la volteo a ver mientras digo:

- Señora Laura, estoy haciendo esto por beneficio propio, aún si me lastimo, solo sería mi culpa.

- Tienes razón, pero no puedo evitar sentirme así, si fueras mi hijo, te obligaría a cambiar de puestos.

- No creo que cambiar sea una buena idea, además, no hay posibilidad de que seas mi madre.

Laura hizo una clase de puchero. No sé muy bien que decir, asique solo suspiré y seguí tirando del carruaje.

<< Entiendo un poco a lo que se refiere por lo poco que hablamos. >>

Laura es una comerciante de la aldea del sur, tiene unos 37 años, está casada con un guardia del reino, tiene dos hijos, y es alguien amable. Asique, aunque ella insista, el trato que le ofrecí era el siguiente: 

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- Cargaré su carruaje hasta la aldea, teniendo en cuenta que no tienes otra alternativa, lo haré con algunas condiciones simples.

- ¿Llevar el carruaje?

En ese momento Laura se veía confundida por mi oferta, pero aún así proseguí a explicarme de manera grafica levantando el costado del carruaje y poniendo en su lugar la rueda que se cayó.

- Aunque no diré mucho, la fuerza física no es un problema.

- Woow. Entiendo, eres un aventurero fuerte. Entonces ¿Qué quieres a cambio?

Una vez llegado a donde quería, la negociación real comenzó. Al principio quería una parte de toda la mercancía, pero ella se negó ya que toda estaba reservada, si hubiera llevado metales podría usarlos como excusa debido al gran peso, pero no fue el caso, asique me conforme con algunas plantas medicinales y vendajes, que es lo que en verdad me interesaba en el momento. Ella trató mis pies antes de comenzar el viaje a la aldea, al ver las heridas mostró su lado maternal y me llenó de preguntas, hasta el punto que me rendí y le conté algunas cosas sobre mí. Luego de eso emprendimos el viaje, para eso acomodamos las riendas de Buki para que solo tirara de un brazo sin lastimarse más y yo me encargué del resto mientras Laura me contaba cosas sobre ella en el camino.

 

***

- ¡Bienvenido a la aldea del sur!

Laura dijo con sus manos extendidas y ahora me ve emocionada, está haciendo equilibrio con un pie mientras señala la aldea. 

<< Supongo que no tienen muchas visitas. >>

- ¿La aldea no tiene un nombre?

- Nop. Somos la única aldea al sur de la capital, así que no es necesario, creo.

Laura dijo algo pensativa. Yo la veo algo extrañado.

<< Tu eres la que vive aquí, ¿por qué dudas? >>

- ¿Mamá?

- ¡Si! ¡Es mamá!

Un par de niños vieron a Laura y comenzaron a correr hacia nosotros. Mientras Laura abraza a sus hijos, veo a mi alrededor y noto que esta aldea es realmente pequeña, hay plantaciones y corrales con Bimots, algunas ovejas y Bamots. Si tuviera que decir a primera vista no superan las 20 casas, están bastante juntas, sus cimientos son de roca, sus paredes y techos de madera, algunas tienen 2 pisos con balcones.

- ¿Quién es el? 

- ¿Qué le pasó al carro?

El niño más pequeño preguntó por mi y el más grande por el carro que se encuentra a un costado del camino. No estoy seguro si decir que estamos en la "entrada del pueblo", no tienen vallas, ni siquiera un cartel. La aldea anterior era por mucho más grande.

- El es Rumai, A partir de ahora es su hermano mayor.

<< ¿Por qué razón Laura sigue con la idea de adoptarme? >> 

- Woo, yo soy Luka y él es Muret.

- … No soy su hermano mayor.

Esto me genera muchos sentimientos encontrados, asique trate de ser directo. Laura me ve fijamente. Mientras le devuelvo la mirada pienso:

<< Casi puedo escuchar tus pensamientos "cielos, eres muy malo" >>

- No es lo que piensas, no quiero robarle el puesto a Muret.

Viendo a los niños, siento algo de nostalgia, Luka debe tener unos 5 años y parece más hablador, por otra parte, Muret debe tener unos 10 y se ve más serio y centrado.

- Ser un hermano mayor, es mucha responsabilidad.

- No creo que sea así.

- Ya veo. Entonces cuida bien de tu hermanito.

Luego de ese pequeño intercambio con Muret seguí por el camino para adentrarme más entre las casas de la aldea. Está comenzando a atardecer, por lo que veo como algunos aldeanos comienzan a regresar de los campos que rodean las casas. Contando rápido desde donde estamos, hay unas 5 casas a un lado del camino y otras 7 del otro que están casi pegadas. Más adelante el camino se eleva un poco y hay 3 casas más. Fuera del camino principal y entre los campos, alcanzo a ver otras 4.

Por un instante me pareció ver que un pequeño arbusto que se encontraba entre las casas se hundió en el suelo.

<< ¿Estoy alucinando? >>

Intenté acercarme, pero antes de que siguiera caminando, Laura me detuvo sosteniéndome del hombro. Al darme vuelta puedo verla con sus ojos cerrados y una sonrisa cerrada, como si apretara sus dientes, señalando hacia una de las primeras casas dice:

- Bien, descansemos esta noche y partamos mañana temprano.

- ¿Que?

 

***

 

<< Huele bien, no es un aroma fuerte como las galletas de cazador, pero si es algo dulce, suave pero constante, aunque estoy cansado de los conejos carpinteros, debo admitir que el plato en frente mío perece otra cosa. La carne normalmente es algo dura y pálida, pero esta se ve blanda y con mucho color. La salsa que lo cubre es rojiza y desprende un vapor que se eleva como si fuera incienso. >>

- Glup.

Tragando de manera nerviosa observo a mi presa, pero al mismo tiempo siento como uno gota de sudor recorre mi mejilla y con algo de incomodidad pregunto:

- ¿Ay algún problema?

- No. Ninguno

- Entonces… ¿podrían verme de manera más discreta?

- No te preocupes por esos detalles minúsculos.

Laura contestó de inmediato, se encuentra sentada en la punta de la mesa a mi izquierda. Volteo hacia la izquierda y hay un anciano con una mirada penetrante y en frente mío Luka y Muret están prácticamente encima de la mesa viéndome casi sin pestañear. 

- Comprendo que tu familia quiera ver mi reacción, Pero… ¡¡¿Por qué esta todo el pueblo aquí?, eso no es algo minúsculo!!

Los nervios me ganaron y grité algo enojado. Casi no puedo ver las paredes por las personas que rodean la mesa. La casa de Laura no es muy grande por lo que las personas se afilan una al lado de la otra, los más altos atrás y los más chicos en frente.

- Son mi familia.

<< ¿Acaso tu familia es de conejos? >>

Laura contestó, no se si en verdad todos son familiares o es una excusa. Ella simplemente me sonríe.

- Es verdad, usted solo coma de una vez.

Escuché una voz desde la ventana detrás del anciano, ahí puedo ver a 3 chicas y 2 chicos de más o menos 15 años. Diría que ahora hay casi 50 personas, contando ancianos y niños. Uno de los chicos dice:

- Si no lo haces rápido se enfriará.

- ¡Ya! Está bien, aquí voy.

<< Esta situación es bastante extraña, no se que clase de aldea es esta, pero nunca he visto tantas personas ver comer a alguien, ¿será acaso este el mejor plato del mundo? Lo dudo mucho, hay mejores carnes e ingredientes, tal vez solo es lo mejor que pueden comer por la zona, seguramente nunca probaron comida de alta clase. >>

Con el tenedor agarro un trozo de carne y lo llevo a mi boca, inmediatamente todos se inclinan hacia mi aún más y con una sonrisa me observan. Ya en mi boca por los nervios solo mastico un par de veces y luego de tragar, de un momento a otro, un intenso sabor ácido llena mi boca, los músculos de mi cara se tensan fuertemente, y siento que mi rostro ha envejecido años en solo un segundo, incluso mi garganta comienza a sentirse rasposa por lo que siento ganas de toser. Mientras me inclino y tapo mi boca, todos los aldeanos dejan de contenerse y estallan en carcajadas:

- Jajajajaja.

- Cof cof cof… ¡¿Qué rayos?!

- Esa es una buena reacción.

El anciano comenta mientras su expresión intimidante cambia. Automáticamente todos comienzan a salir del lugar y algunos diciendo:

- Nos vemos

- Disfruten la cena

- Fue divertido, ya quiero ver al próximo.

- Gracias, vuelvan pronto

Laura los despidió amablemente mientras yo tomo algo de agua. Ahora el efecto de esa comida en mi garganta ha disminuido por lo que puedo hablar. Mirando a Laura digo:

- ¿Qué es lo que me dieron?

- Es un plato único de mi familia se llama "golpe de vida"

- Es un nombre bastante preciso, en mi opinión.

- Si, al igual que la vida es confuso e inesperado, tiene la apariencia de algo salado, pero huele dulce, el color de la salsa parece picante, pero es ácida. Y una vez que pasa…

No lo noté bien hasta que lo mencionó, pero una agradable sensación de alivio comenzó a llenarme.

- Es refrescante.

- Es intenso al principio, pero relaja los músculos. Perfecto luego de un largo día de trabajo.

- Entiendo, tiene hierbas medicinales.

- Bien pensado, pero la receta es secreto. Aunque si aceptas ser mi hijo podría…

- No gracias, estoy bien sin la receta.

Laura estaba prácticamente balanceándose como un gusano cuando la interrumpí. Mirando el plato en frente mío, entendí la razón de que todos se reuniesen.

En voz baja digo para mí:

- Pero, supongo no está mal.

<< Tengo camino por recorrer, pero en este momento creo que disfrutaré esta acogedora cena familiar. >>

Tomo otro poco de mi plato y lo llevo hasta mi boca y nuevamente siento un "golpe de vida". 

- Cof cof cof.