Capítulo 34: Manténgase en contacto. El Joven Señor Qin dijo que entraras a mi auto directamente

Para entonces, Fu Jiu no tenía idea de que su pequeño y trivial gesto haría que Xue Yaoyao jurara que protegería a este joven hombre.

Porque él la protegió…

Fu Jiu no sintió que haya hecho nada tan conmovedor.

Era solo que, si alguien le agradecía con sinceridad, por supuesto que él le recibiría con la misma sinceridad.

A pesar de que ella era una persona bien parecida, no le gustaba juzgar a otros basándose en sus apariencias.

¿Qué tiene malo ser un poco relleno en los años de adolescencia? ¡Eso es normal!

Sosteniendo ese delicioso bollo en su boca, se devolvió a su asiento. Fu Jiu prendió su teléfono. Ella iba a buscar algunos trucos para estudiar física, después de todo, física siempre había sido un dolor en el trasero para ella.

Sin embargo, antes de que pudiera abrir la página web, cinco notificaciones de amistad de WeChat aparecieron.

La primera era normal, como el estilo del remitente.

Este es Qin Mo.

Los otros cuatro eran… Relativamente normales.

Había estimulado con éxito para que el otro lado del Todopoderoso Qin se mostrara.

Uno que otro mensaje era un frío "he" con un tono extremadamente frío.

Bueno, Fu Jiu admitió que era su culpa esta vez. No era genial.

Pero, por otro lado. ese hombre no dijo que la agregaría a WeChat.

Fu Jiu hizo una pausa y clickeó"aceptar."

Pensando en su reunión de hoy y en su cooperación inminente, ella contestó con una oración: —Me fui a acostar anoche y no tenía mi celular conmigo. Acabo de ver tu solicitud de amistad.

Luego de contestar, Fu Jiu comenzó a esperar una respuesta de forma inconsciente.

Pero la clase comenzó, y aún no había ninguna respuesta del otro lado…

Sin importar cuán genial podía ser Fu Jiu, pronto olvidó todo eso.

El profesor de física estaba dando una cátedra mientras Fu Jiu fruncía el ceño.

¿Acaso ella era la única persona que encontraba que esta asignatura estaba mal diseñada para ser estudiada por los seres humanos?

Sin su tableta, la clase parecía durar para siempre.

Una vez llegó el ocaso, su teléfono vibró bajo su escritorio.

Fu Jiu lo sacó y vio que Qin Mo le había dejado un mensaje de voz.

—En clases, no puedo escucharlo ahora —contestó con simpleza y rapidez.

Sin respuesta de nuevo.

A Fu Jiu no le importó.

Luego de tres minutos, Qin Mo contestó.

—El lugar de la reunión ha cambiado, esperaré por ti en el portón de la escuela. Deberías saber que mi auto es fácil de encontrar.

Fu Jiu no respondió.

Ella lo sabía, pero no era la única que lo sabía, todos en la escuela conocían esa camioneta Hummer de gama alta.

Sin mencionar la Ciudad de Jiang, no podrías encontrar otra en ninguna de las 3 provincias norteñas.

Ese auto y esa matricula roja mostraban su estatus noble y privilegiado.

Pero, si ese era el caso, ella tendría que subirse a su auto enfrente de todos.

Mmm…

De acuerdo, el querido Chen Xiaodong se volverá loco de nuevo…

—Está bien.

Ella estaba de acuerdo con eso.

Qin Mo inclinó su cabeza y vio la respuesta en su teléfono. Luego, se sentó en su cama.

Se había despertado recién y sus encantadores ojos oscuros se veían profundos. Su camisa blanca estaba a medio abrir y su pecho masculino hinchado, de color miel, se asomaba. Su electrificante escote en V y cada pulgada de su contorno era lo suficiente letalmente atrayente para hacer que la nariz de las personas sangrara.

Inclinó su cabeza un poco. Su cabello estaba perfectamente recortado, apenas cubriendo sus ojos De repente, él pensó en algo y contestó de nuevo con un tono dominante.

—No apagues tu teléfono.