capitulo 3

Pero ya no sube más de lo que paso, pues, desperté justo a las 7 de la mañana para ir a trabajar, era otro día como siempre, tenía que ir a trabajar. Todo un día de trabajo, sin embargo, mi dia no sería como cualquier otro. Pues, hice lo normal: mi duche para desayunar como era mi costumbre y tomar el autobús para bajar justamente en mi trabajo, al entrar comencé todo el papeleo del día, lo que no contaba era que fuera a hacer mi trabajo más rápido, era algo inusual.

—Wow Brother, terminaste muy rápido todo el papeleo, no tardaste ni 5 minutos —dijo Adolfo al ver que ya había terminado.

—¿Qué? —exclame sorprendido.

—Si Kevin, no han pasado ni 5 minutos y ya terminaste lo de medio dia —dijo Adolfo al ver mi trabajo terminado.

Yo estaba confundido, pero sabía que tenía razón, pues la hora era no mentía de lo que estaba diciendo Adolfo.

—Vaya que si han pasado los 5 minutos —le dije.

—Bueno, si quieres seguir trabajando aquí estoy.

Y no quería dejarme sin hacer nada, por lo que le quite su trabajo.

—Finalmente terminé —dije al ver todo el papeleo terminado.

Al final del dia todo el papeleo lo habíamos terminado. No había nada para hacer durante la tarde, cada papeleo que me llevaba lo terminaba rápido.

—Bueno, eso fue rápido —dijo Adolfo al ver que ya no había nada más que hacer.

—Lo sé, lo bueno es que vamos a volver a casa temprano —le dije al ver el reloj.

Salimos del trabajo para ir a nuestros hogares como era costumbre de nosotros, pero quería decirle a Adolfo que termináramos la máquina para viajar entre dimensiones. Adolfo al escuchar esto, tenía miedo de que mi esposa lo supiera. No quería meterme en problemas.

—No Kevin, si tu esposa se entera de que tu estas dentro de mi proyecto me matara —dijo Adolfo asustado.

—No temas, mi esposa no lo sabrá —le respondí.

Eso le dio un poco de confianza, aun sabiendo que a mi esposa no le gustaría. Llegamos a su taller para ver qué era lo que le faltaba a la máquina, aunque faltaba algunas piezas de toda la máquina, pero rápidamente pudimos conseguir las piezas faltantes, no lo podía creer, era una maquina totalmente grande, sabía que todo esto estaba pasando en tiempo real.

—¡Lo logramos! —exclamo Adolfo emocionado de ver la maquina activa.

—Vaya que es como en Gravity Fall —le dije al ver la maquina activa.

—Jajaja, ¿Qué no se supone que es obvio? —dijo Adolfo al ver mi emoción—. ¿Quieres ver algo?

—¡Si! —Exclame al escuchar su pregunta.

Entonces Adolfo comenzó a mover un monitor táctil para proyectar otras dimensiones, los cuales tenían una flora u fauna muy extraña, nada era igual a la mía, algunas si eran iguales, pero su historia o tiempo no eran el mismo.

—¡Ja! Lo imposible es posible —dijo Adolfo orgulloso de lo que habían logrado hacer.

—Vaya que eres orgulloso —le dije.

—No puedo creer que hayamos podido hacer esto posible —dijo Adolfo viendo las dimensiones.

—Bueno, yo iré a mi casa, nos vemos mañana en el trabajo —le dije aun sabiendo que no me iba a escuchar.

Yo volví a mi casa para estar junto a mi hijo y a mi esposa. Mi esposa es algo especial para mí y para mi corazón.

—Amor, ya llegué —dije al llegar a mi casa.

—¿Me puedes decir de dónde vienes? —preguntó Andrea mi esposa molesta.

—Bueno, salí tarde.

—Sabes que no puedes mentirme, sabes que las mentiras no se te dan —dijo mi esposa con seriedad sabiendo que yo estaba nervioso—, 2 años casados y ya te conozco.

—Lo siento Amor, estuve con Adolfo, ¡pero ya terminamos el portal para viajar entre dimensiones! —le respondí con tristeza para emocionarme.

—¡Kevin! ¡por esas tonterías de los viejes entre dimensiones es la causa por la cual ya no eres normal! —Exclamo Andrea muy molesta conmigo.

—Lo siento mucho Andrea, no fue mi intención hacer esto a tus espaldas —le dije llorando.

Solo escuche que suspira para hablar conmigo.

—Lo que quiero es que tengas cuidado, y sabe Adolfo que es hombre muerto.

—No por favor, no le digas nada, te lo puedo recompensar —le dije a modo de súplica.

—Bien, ven.

La seguí hasta nuestra habitación donde me robo un beso sabía que ella no era así, pero fue la primera y la última vez que lo hacía.

Una vez en la cama estuvimos haciendo el amor, aunque podía sentir que estaba temblando de frio porque mi cuerpo estaba prácticamente congelado. Hasta que escuchar un estornudo de parte de ella.

—¡Andrea! —Exclame quitándome de encima.

—Estoy bien, pero tu cuerpo al sentir el calor de mi cuerpo se hacer más frío.

—Lo siento, pero mientras no encontremos una forma para que yo pueda estar estable, no puedo tener relaciones contigo —le dije.

—Al parecer, ni esto podemos hacerlo —dijo mi esposa al ver mi tristeza.

—Es mejor que ya no nos toquemos —le dije llorando.

Me vestí y fui por algo de cenar, sabía que el calor del verano no era normal en Vallarta las noches son calurosas no dejan dormir. Aunque en mi opinión yo sentía mucho frío. Pasaron 2 meses y prácticamente Andrea seguía buscando como quitar el efecto de enfriamiento de mi cuerpo. Hasta que…

Wanna Live.

No podía creer que yo iba a morir, era algo horrible, no quería esto, esto nunca fue lo que quería en mi vida.

—¿Kevin, por qué intentaste suicidarte? —me preguntó mi esposa llorando.

—No fue mi intención hacer, solo sé que no puedo morir —le dije al verla a los ojos.

Mis ojos no lloraban normal, lloraba sangre eso no era normal de mi parte, ¿Qué es lo que soy realmente? En el futuro lo sabría.

—Andrea, tú no puedes vivir con un hombre que no puede tener relaciones contigo, es mejor que me dejes hacer otras cosas, no hay de otra, esto es mejor —le dije yo triste al ver que mi cuerpo no tenía ningún rasguño.

—No, no me voy a detener hasta encontrar la manera de que vuelvas a la normalidad —dijo ella llorando.

—Pero, puede que nunca encuentres la solución de mi condición. Solo quiero vivir a tu lado en paz con nuestro hijo —le dije a mi esposa con una sonrisa, ella sabía que yo la amaba.

Ella dejo de lado sus experimentos para que pudiéramos ser una familia feliz.