Capítulo 3 – El niño pequeño en el bar

5 años después. En el Bar 'Edén de los Vinos', en un pasillo en la planta superior.

Ning Xi había acompañado a los inversores, bebiendo toda la noche. Ahora, sentía que se le partía la cabeza por el terrible dolor, y estaba tratando de encontrar un lugar tranquilo para refrescarse.

No pensaba que Chang Li la seguiría, así que sólo le quedaba prepararse mentalmente para tratar con ella.

—Hermana Chang, ¿tienes algo que decir?

—Ning Xi, déjame preguntarte, ¿solicitaste una audición para la protagonista femenina en "The World"?

—Sí¿y?

—¡No puedes asistir a la audición mañana!

A pesar de que Chang Li era la mánager de Ning Xi, ahora le estaba aconsejando que no fuera a una audición para un papel extremadamente importante en la industria del entretenimiento. Pero eso ya no sorprendió a Ning Xi.

—¿Por qué razón? —preguntó casualmente, levantando una ceja.

—Primero que nada, lo mantuviste en secreto y lo hiciste a mis espaldas, ¿aún así te atreves a pedirme una razón? Sin mencionar, ¿no sabes que la compañía ya ha arreglado la audición de Ning Xueluo para ese papel?

—Si hago una audición para el papel, eso no contradice a los arreglos de la compañía —dijo Ning Xi con una sonrisa—¿Ning Xueluo te pidió que me hablaras sobre esto? ¿De verdad tiene miedo de que una novata desconocida como yo pueda robarle su papel?

—¿Crees que tienes talento para competir con ella por roles? ¡Estás loca para siquiera hablar de un sueño tan imposible! Déjame decirte: no desperdicies tus esfuerzos. La familia Ning invirtió 30 millones de yuanes en este drama, ¡así que el papel definitivamente lo obtendrá Ning Xueluo!

—¿Será? ¿Entonces por qué estás tan nerviosa?

—¡Eres mi artista! ¡Tienes que limitarte a realizar lo que yo arreglo para tí! —dijo Chang Li como si estuviera explicando lo obvio.

—Oh, entonces, hermana Chang, sí sabes que soy tu artista.

—Ning Xi, no tengo tiempo que perder contigo. Ya que no aceptas mi amabilidad y quieres hacer las cosas más difíciles, ¡no me culpes por ser despiadada!

Tan pronto como terminó de hablar, Ning Xi sintió que una fuerza la golpeaba, sorprendiéndola con la guardia baja. Chang Li la empujó hacia el almacén del bar y robó su celular.

¡Boom!

La puerta se cerró de golpe, emitiendo un sonido explosivo.

Los pasos fuera de la puerta se fueron escuchando cada vez menos a medida que avanzaban. Sabiendo que los gritos serían inútiles, Ning Xi se apoyó en la puerta y se deslizó para sentarse en el suelo, sin siquiera intentar pedir ayuda.

Cuando Ning Xi se había unido recientemente a la empresa, Ning Xueluo todavía no se comportaba de manera tan horrible, y le había ordenado a Chang Li que le consiguiera varios roles de villana; pero últimamente, la persecución hacia Ning Xi se estaba volviendo excesiva, a tal punto que incluso estaban utilizando trucos deshonestos como encerrarla en un almacén.

Si esta vez no lograba conseguir el papel para el que audicionaría, definitivamente necesitaba encontrar una manera de dejar Starlight Entertainment. Mientras reflexionaba sobre el asunto, escuchó un leve sonido.

¿No me digas que hay una rata?

Ning Xi miró en la dirección de donde provenía el sonido, y se sorprendió ante su descubrimiento: detrás de una pila de cajas, había un niño pequeño.

El niño parecía tener entre cuatro y cinco años de edad, con rasgos finos como una joya de jade finamente tallada, y blanco y suave como un pequeño pan. Estaba escondido en un rincón, temblando, y sus ojos negros reflejaban cautela y alarma.

Huh, ¿por qué hay un niño en el almacén de este bar?

No hay manera de que algún cliente sea lo suficientemente estúpido como para traer a un niño a un bar, ¿verdad?

— Oye, panecillo, ¿quién eres? ¿Cómo llegaste aquí? ¿Te colaste al bar? ¿Alguien te encerró aquí? ¿Comes dulces?

Después de preguntar tanto que sintió como si hubiera pasado medio día, el niño seguía sin hablar, y su temblor solo empeoró. Parecía una presa asustada.

Ning Xi dejó de hablar. De todos modos, este niño no tenía nada que ver con ella. Entonces, una mujer adulta y un niño se quedaron en silencio en el almacén del bar, y cada uno tomó un rincón mientras continuaron coexistiendo en silencio.

Luego, la luz del techo comenzó a parpadear para finalmente apagarse.

En la oscuridad, Ning Xi pudo escuchar algo rechinando. Después de analizar cuidadosamente el sonido, se dio cuenta de que era un ruido producido por el rechinar de los dientes del niño.

—¿Le tienes miedo a la oscuridad? —preguntó Ning Xi al panecillo. No pudo evitar reírse.

El sonido se detuvo por un segundo, y luego comenzó incluso más fuerte que antes.

Oh, ¿cómo podía ser tan cobarde? 

Ning Xi se sacudió trasero mientras se levantaba y caminaba hacia él.