Capítulo 29 Asia Argento y Hermanos.

Salí de mi habitación con un ligero dolor de cabeza, había recordado aquel día y realmente no quería recordarlo, ahora y gracias a Rias estoy necesitando una botella de vino, un paquete de galletas y un hijo de perra a quien golpear, no necesariamente en ese orden, por ahora comamos algunas galletas y pateemos a Iseei, si eso servirá.

Baje las escaleras mientras masticaba una galleta que saque de mi sombra, mis padres estaban literalmente adorando a Asia, no era necesario que Rias usara magia para convencerlos, ellos deseaban una hija pero pare que Iseei y yo fuimos el último tren para nuestros padres, por lo que esta rubia inocente es un regalo del cielo para ellos.

--Souji ven y saluda a Asia-chan~

--Si, si, hijo ven y conoce a tu nueva hermana menor... por fin tenemos dos hijos decentes...

Padre lloro en tras esa frase y procedió a sacar una botella de whisky escoses de la despensa, sirviéndose un trago.

--Cariño~ nuestro Souji y Asia serán el orgullo de nuestra familia...

Padre estaba feliz, madre está feliz, Iseei se siente como la mierda mientras Asia esta confundida tanto por la actitud de nuestros padres como por mi presencia.

La pequeña chica reunió su valor y se acercó a mí con una pequeña reverencia.

--Es un placer conocerlo Souji-onii-sama...

La niña me miro con sus ojos verdes como esmeraldas pulidas, una mirada pura llena de inocencia, la cual me dio escalofríos, sentí algo extraño al verme reflejado es sus ojos, me vi a mí mismo, no vi a mi yo anterior, vi a aquel tétrico doctor que llevaba dulces y esperanza a los niños sin ella, su inocencia, su inmaculada mirada me recordó aquellos días llenos de una paz retorcida.

Antes de que pudiera retomar el control de mis acciones, mi cuerpo abrazo a la chica y mis lágrimas corrieron de mis ojos...

--Rita...Natasha...yo, yo lo siento...

Si, la razón por la cual evitaba a Asia Argento es porque ella me recordaba a mi hija adoptiva, abrace a Asia mientras lloraba y murmuraba el nombre de las dos mujeres a las que amo.

--Souji-onii-sama... todo está bien...

La niña aunque sorprendida de volvió el abrazo y puso toda su calidez para consolar al joven roto frente a ella.

La familia Hyoudou se quedó allí viendo como los dos hijos menores se abrazaban con ternura y melancolía por varios minutos.

***

Pensamientos internos de la Familia Hyoudou

Padre: Oh~ mi hijo esta tan feliz que no puede evitar llorar ante la ternura de Asia-chan~ ese niño puede ser un bastardo promiscuo pero aun así nada puede contra la lindura de mi Asia-chan~

Madre: Son tan lindos...Oh~ mí, Souji en realidad podía llorar... ¿eso es nuevo?

Iseei: ¡¿QUE MIERDA?! ¿Porque el cabeza de tinta está abrazando a Asia? ¿Y porque Asia está abrazando al tintero? ¡Espera! ¿SOUJI ESTA? ¡¿LLORANDO?! ¡ES EL FIN DEL MUNDO! ¡MAMA NO QUIERO MORIR! ¡¡¡BUNCHOOOOOO!!!

Rias Gremory: ¿Eh? ¡¿EEEEEEEEEEEEEEEEEEEHHHHHHHHH?! ¿Ese psicópata está abrazando a Asia como si fuera lo más delicado del mundo y mientras llora? ¡¿QUE ******** EN EL MUNDO?!

Asia: ¿Porque hay tanto sufrimiento y dolor en su corazón? ¿Souji-onii-sama? ¿Está bien? No llores, no llores...

***

Unas horas después. Habitación de Souji.

--¿Así que, no tienes problemas con que Asia se quede con nosotros?

Pregunto el joven de cabello castaño a su hermano pelinegro.

--No... Asia puede quedarse...

Respondió el pelinegro mientras miraba al techo, con melancolía...

--Souji... sé que no soy el mejor hermano del mundo y tú tampoco lo eres pero... ¿Qué mierdas fue eso? Nunca lloras, ni si quiera cuando te rompiste el brazo soltaste siquiera una mísera lagrima, llevo conociéndote literalmente toda mi vida y puedo contar con una mano las veces que te he visto llorar... y sé que no estás bien...

Iseei miro a su hermano quien parecía estar muerto en vida, desde su perspectiva Hyoudou Souji era un Cabron Narcisista con suficientes huevos, dinero y apariencia para justificar su altanería, siempre fue del tipo Frio y genial en el exterior pero un bastardo divertido en el fondo, pero ahora no es mejor que un perro abandonado.

--Isee... crees en... la reencarnación...

El pelinegro volvió su mirada al castaño quien solo se estremeció ante la mirada hueca del que es su hermano. Los ojos que debían ser negros estaban brillando con un color azul pálido.

--¿No reencarnamos ya en demonios?

Respondió el castaño solo pare recibir una sonrisa vacía en respuesta.

--Hablo de la otra... reencarnación... la del... alma...

El pelinegro extendió su mano hacia su sombra y saco una botella de vino y dos copas.

--¿Qué? ¿Hablas de la rueda del Dharma y esas cosas de las que hablaba el abuelo?

--Si... de esa misma... ¿Quieres?

El pelinegro sirvió dos copas y ofreció una al castaño.

--Souji somos menores de edad... no deberíamos beber.

--Somos demonios... deja... de preocuparte por los pequeños detalles...

Forzando una copa en la mano del castaño el pelinegro dio una triste sonrisa, a lo que el castaño solo pudo fruncir el ceño.

--Arght... odio cuando tienes razón, Salud~

--Salud~

*Chin*Chin*

--Ahora me dirás porque pareces un perro abandonado...

--Bebe... ¿Cómo fue morir Isee?

El pelinegro ignoro al castaño y pregunto, el castaño sorprendido lo miro con duda antes de responder.

--Bueno... dolió bastante ¡La Jump no sirvió de nada!

--Ya veo... lo siento por eso...

--Deberías, Buncho me dijo que miraste todo el espectáculo ¡Podías haberme salvado!

--Si... podría haberlo hecho... pero no... Estarías tan cerca... de las tetas... que tanto amas... ¿o me equivoco?

Respondió el pelinegro con calma mientras rellenaba las copas.

--Realmente odio cuando tienes razón... sírveme otra, esta cosa es buena.

--Aquí tienes...

--Souji... ¿Cuándo fue la última vez que hablamos... civilizadamente?

Iseei tomo un sorbo del vino el cual ya estaba haciendo estragos en su cuerpo pero aún estaba lucido por lo que trato de recordar la última vez que compartió con su hermano menor, la última vez que realmente hablaron.

--Seis años... creo... no hablamos así... desde los diez años...

--¿6 años? Eso es mucho tiempo... hermanito...

--Si es mucho tiempo... para los humanos...

Ambos tomaron un sorbo y rieron.

--Puahahahahaha~ cierto ahora somos demonios.

--Hahahahahaha~ Idiota~

El pelinegro sonrió levemente antes de volver a su aspecto decaído.

--Oye... dime de nuevo que era eso de la reencarnación.

--Soy un reencarnado... gracioso verdad~ mi vida anterior... fue una mierda... una total y... absoluta mierda...

Iseei parpadeo al escuchar las palabras de su hermano, quien alegaba ser un reencarnado, mientras bebía directamente de la botella.

--Vi morir a mi madre...fui arrastrado a la guerra, mate a más personas de la que puedo recordar y cometí más crímenes de los que me gustaría e hice cosas que ni quiero recordar... pero sabes que Isee~ Aun en ese infierno... encontré una pequeña felicidad...

Iseei vio cómo su hermano rompía en lágrimas amargas y su voz se quebraba por el dolor y la culpa, el mismo sentía un gran peso en su estómago porque algo le decía que el hombre frente a él no mentía.

--Tenía una esposa, una hija, trabajaba en un hospital... era doctor en un hospital de beneficencia, cirugía pediátrica, mi esposa era la mujer más bella y loca que jamás podría conocer enfermera, mi hija era una linda niña, una niña inocente, tierna y alegre como una avecilla...

--Souji...

El pelinegro dio un último trago a la botella antes de dejarla caer en su sombra.

--Después de pasar casi toda mu vida en un infierno donde lo único que podía hacer era matar, pase los últimos trece años salvando vidas... pero... pero... pero...

--Souji...tranquilo...

El castaño se acercó y palmeo la espalda del descompuesto y tembloroso pelinegro.

--Esos malditos payasos rojos...los mismos bastardos que mate por casi veinte años... atacaron el hospital... y...y... y los mataron a todos...

La voz del pelinegro se volvió diminuta y rota, sus ojos desenfocados cambiaban de azul a negro a cada segundo, mostrando su inestabilidad y dolor.

--...

Iseei solo pudo quedarse a su lado en silencio ya que no podía hallar palabras para consolar a su hermano, no tenía la experiencia, ni la madurez para dar alguna palara de apoyo y aun él sabía que si las digiera sería demasiado insensible decirlas.

--No pude hacer nada... si solo hubiera llegado unos segundos antes... Natasha... Rita... los niños...

--No es tu culpa...Souji-onii-sama...

Una voz clara y serena llamo la atención de los dos jóvenes, Asia Argento estaba de pie en la puerta entre abierta vistiendo nada más que una simple camisa holgada demasiado grande para ella, camino lentamente con su pies descalzos hacia los dos, mientras repetía con calma como si tratara de aplacar a las bestias que atormentan al hombre en duelo.

--Nos es tu culpa Souji-onii-sama...

--¿Rita...?

Pronuncio el pelinegro mientras sus ojos desenfocados y nublados miraban a la joven santa quien lo abrazo nuevamente con ternura.

--Souji-onii-sama realmente los amaba... ¿No es así?

--Yo no pude... protegerlos...

--No es su culpa...

--No puede protegerlos...

--No es su culpa Souji-onii-sama...

La menor de los hermanos Hyoudou guiada por su propia convicción y empatía no dejo el lado del pelinegro y continuo consolando su espíritu dolido, mientras una leve luz verde esmeralda cubría su cuerpo y pronto esta luz se extendió al pelinegro y al castaño cubriéndolos con una sensación cálida y reconfortante.

--Souji-onii-sama... no es su culpa... ellas no querrían verlo así... ellas querrían verlo disfrutar de su nueva vida...

Asia Argento hablo lenta y pausadamente para convencer al pelinegro de que dejara ir sus penas mientras ella misma lloraba, instándolo subconscientemente con su Sacred Gear el cual le permitió sentir brevemente las emociones que lo aquejaban cuando la abrazo por sorpresa hace unas horas pero ahora ella podía sentir plenamente esas emociones, el dolor, la pena, la culpa, el odio, la ira pero sobre todo el amor que sentía por la que fue su familia, un amor tan grande que no podía soportar que se convirtieran en la fuente de una espiral descendente de Odio y Locura, ella podía sentirlas y su pequeño corazón dolía al pensar que el chico en sus brazos estuvo reteniendo esos "demonios" por tanto tiempo.

--Souji-onii-sama piensa en ellas... piensa en... que es lo que... ellas querrían que hicieras... con tu nueva vida...

Asia e Iseei pasaron unas horas calmándolo, Asia no quería que nadie de su nueva familia sufriera si ella podría hacer algo para curar su dolor con su poder, por su lado Iseei estaba en shock después de casi 17 años descubrió que su "especial" hermano menor era realmente especial... si bien no entendía muy bien todo eso de la reencarnación, si pudo entender el amor que sentía por su familia y el dolor que les trajo su perdida.

--... (Joder... Souji es poderoso, algo genial y patético, Asia es linda, tierna y ahora sana nuestros corazones rotos...mientras yo solo soy una patética escusa de demonio... realmente ¿Qué es lo que estoy haciendo?)