Zorro de hielo de nueve colas

Las estatuas de bestias mágicas encima de esos doce gruesos pilares de piedra parecían cobrar vida, y todo el templo parecía estar resucitando.

Después de tres minutos, esa enorme variedad en la parte delantera del templo comenzó a brillar. Con un destello de luz, las treinta personas desaparecieron instantáneamente.

Entonces, todos reaparecieron en una nueva área.

Lo primero que vieron fue un pasillo largo y oscuro de más de un kilómetro de ancho y varios cientos de metros de alto. Columnas gruesas sostenían la cúpula sobre sus cabezas.

Estaban parados sobre enormes trozos de roca cian cenicienta que estaban cubiertos con patrones simples pero magníficos.

—¡Demonios, el suelo está hecho de Ash Bluestone, y es una pieza sólida de Ash Bluestone! Tan extravagante ...—

Al ver en qué estaban parados, Morgan no pudo evitar agacharse para intentar excavar en él, con los ojos enrojecidos.