A rastras, habiendo logrado sobrevivir, soportando el dolor, resistiendo para alcanzar esta libertad.
Pero, como muchos dicen, la libertad a veces duele.
Y esta frase era muy cierta.
"Awah"
Lo primero que noté al alcanzar dicha libertad fue perder mi equilibrio, junto con una brisa helada. Luego, sentí cómo rodaba por la tierra, sintiendo cómo las rocas y el suelo pinchaban y rasguñaban todo mi cuerpo, dañando más mi espalda quemada que cualquier otra parte de mí, hasta que finalmente me detuve, escuchando un sonido y una sensación húmedos.
Era mi mano derecha tocando el agua, junto con algunas gotas mojando mi rostro y abdomen.
Había un charco, pequeño y en particular este desprendía algo de calor junto con un olor a quemado, no mucho, pero sí lo suficiente para poder sentir cómo me ardía la piel, ahora teniendo que soportar la quemadura, rodar cuesta abajo y ahora esta arena caliente.
Levantando la mirada hacia el cielo, noté que estaba cubierto por densas nubes grises, casi negras, que parecían aproximarse amenazadoramente. La atmósfera se sentía pesada y cargada, como si una tormenta estuviera a punto de estallar en cualquier momento. Este cielo oscuro y turbulento solo añadía a la sensación de peligro y desesperación que ya me envolvía.
Habiendo procesado el dolor y tragando lo sobrante, revisé mi alrededor, notando las características del hoyo en el que había caído y, por el lugar quemado, podría asumir que el fuego verde había hecho su trabajo también aquí.
¿Una especie de proyectil?
Si era así, ¿un misil me había quemado la espalda?
¿Tendría que esperar a que me cayera otro misil?
Inmediatamente empecé a observar mi alrededor esperando encontrar alguna ayuda o forma de salir de aquí.
En cambio, solo encontré los tan esperados escombros siendo ya las partes del edificio, libros, metal y...
¿Qué era eso?
Me moví instintivamente, sintiendo cómo me bombardeaba nuevamente la adrenalina, arrastrando mi cuerpo lo más lejos que podía, sacando mi mano fuera de aquel charco, viendo con shock lo que tenía delante.
Era el cuerpo de una persona, o, mejor dicho, un esqueleto chamuscado de lo que alguna vez fue alguien.
Estaba partido de la cadera hacia abajo, mostrando solo la columna vertebral y parte de las costillas emergiendo del agua negra, con un círculo blanco en medio, posiblemente el cráneo del desafortunado. Tal cosa me hizo alejarme más del centro del hoyo, quedándome allí paralizado, observando esa macabra escena.
Por primera vez sentía que la muerte estaba muy cerca.
No mentiría, había visto cosas, cosas que sin duda no debería ver en internet y en las redes sociales, pero verlo por uno mismo...
Verlo tan de cerca y experimentarlo era tan irreal, no sabiendo qué hacer.
Estaba paralizado en este lugar.
"¡A la mierda!", escuché un grito sintiendo mi corazón casi detenerse, sintiendo mi piel de gallina y mi mente congelarse, volteando rápidamente a la dirección de aquella voz.
Justo para ver una persona asomarse por el agujero, a primera vista llevaba un casco con camuflaje verde, luego de acercarse un poco más, noté su ropa igual de camuflada hasta que entendí que se trataba de un militar.
Su expresión sorprendida y asustada parecía como si viera alguna especie de cadáver.
Tal mirada se posó en mí lleno de sangre, rasguños, cortes y quemaduras, sin contar por lo sucio que me encontraba, en cierta manera podía entender la expresión del soldado.
"¡Aquí hay uno!", la figura se agachó junto a mí, revisando rápidamente mis heridas. "No te muevas, te sacaré de aquí."
Tosiendo y tratando de aclarar mi garganta, logré preguntar: "¿Quién eres?"
"Soy Tim, parte del grupo de seguridad. No hay tiempo para explicaciones ahora. Debemos ponerte a salvo."
Bajando al hoyo deslizándose por la tierra vi cómo metía su bota en el agua negra al detener su impulso.
"¿Hay un cuerpo ahí?", dije, señalando con mi mano ese hecho.
"¿Qué? ¡Dios!", dijo, sacando su bota del agua y observando la mitad del cuerpo quemado hasta los huesos.
Equipó su arma y, con el cañón del fusil, le dio vuelta. Tal acción, aparte de cambiar de lado el cuerpo, solo hizo salpicar más, siendo inútil aun teniendo la mitad faltante aun debajo del agua.
"¿No es de un animal? ¿Un cerdo tal vez?", preguntó el militar Tim, guardando su arma detrás suya, acercándose a mí.
"No," jadeé, arrastrándome más hacia las orillas del hoyo de espaldas, en un intento patético de escalar, cayendo pequeños trozos de tierra a mi espalda, provocando más dolor.
"No, la columna humana tiene forma de 'S' y 33 vértebras," expresé negándolo, sintiendo una oleada de dolor inundarme, mareándome, mientras me retorcía en el suelo de tierra quemada.
"Oye, no te quedes dormido" expresó el soldado, intentando mantenerme lo más consciente posible.
"Ah, sí. La del cerdo es recta y más larga," solté un gemido de dolor, apretando los dientes y cerrando los ojos fuertemente, ignorando por ahora los movimientos de Tim.
"Sabes mucho, ¿eres médico?", sentí sus palabras de duda mientras me acomodaba para pararme.
"No, lo he visto en videos y casos forenses", dije siendo una mentira a medias, sintiendo cómo me tomaba de los brazos levantándome de la arena ahora algo tibia debido al aire frío del lugar.
Tim me levantó con sorprendente fuerza para su tamaño, apoyándome contra su hombro y con algo mas de cuidad y paciencia logramos escalar de apoco el hoyo siendo difícil al sentir como mis piernas temblaban, apenas capaces de sostenerme.
Con algo de esfuerzo salimos del hoyo, siendo más bien un cráter y por lo que parecía a la distancia no era el único por aquí.
Cuando finalmente pude levantar la mirada, quedé momentáneamente asombrado por cómo había quedado la biblioteca.
La antigua biblioteca, lo que alguna vez fue, yacía en ruinas ante mis ojos, columnas de metal derretidas o arrancadas. Esparcidas por el suelo como gigantescos palillos caídos. Estanterías o lo que supongo que eran estaban carbonizadas por un lugar completamente quemado.
Había libros chamuscados y papeles ennegrecidos, incluso por aquí, podía ver algunas partes de hojas caer desde el cielo, cayendo lentamente con la nieve.
Espera, ¿en realidad era nieve?
No, el aire, aunque algo helado estaba cargado en realidad de cenizas, junto con un olor acre a quemado llegando a mi nariz.
"Vamos, tenemos que irnos de aquí", murmuró Tim sacándome de mi ensoñación y apretando el paso para salir de aquí, pasando por los escombros quemados y partes del edificio en mal estado.
"¿Ah?-"
Fue entonces cuando lo escuchamos. Un sonido húmedo y chirriante, como huesos rozándose entre sí se hoyo por todo el lugar junto con un gorjeo acompañado por un ladrido fue lo mínimo que necesitamos, volteando al unísono hacia el hoyo del que acabábamos de salir.
Horror puro me invadió al ver emerger aquello que creíamos era solo un cadáver.
La columna vertebral se alzaba como una serpiente. El cráneo, ahora cubierto parcialmente de solo musculo, giraba hacia nosotros con un chasquido enfermizo.
"¡Pero qué mierda!", gritó Tim, empujándome lejos de él, apoyándome con uso de los estantes quemados del lugar, manteniendo mi mirada en esa cosa.
Accediendo a su arma apuntando a la criatura solo logró dar algunos disparos siendo detenido por la misma criatura, cortando los dedos y la mano de Tim junto con la misma arma, partida a la mitad para luego atravesar el cuello de Tim como si fuera mantequilla.
Un grito ahogado escapó de mis labios por el terror, viendo cómo Tim empezaba a ahogarse con su propia sangre, intentando detener el corte en su garganta con sus dedos y manos faltantes, presenciando cómo el soldado que me había querido rescatar, caía al suelo mientras se formaba un charco de sangre debajo de él.
Viendo cómo la vida del soldado se apagaba, observando fijamente, cómo solo vomitaba sangre y se retorcía en el suelo.
En cambio, la criatura se retiró del cuerpo de Tim agonizante. Subiendo a una pila de escombros vi cómo esa cosa salto al aire, y en el proceso, el extremo afilado de su columna intentó hacerme lo mismo que con Tim.
Siendo sacudido por el terror y miedo, Intenté bloquear como podía su inminente ataque.
Pero debido a la desesperación y miedo solo pude actuar, utilizando lo primero que tenía la mano.
Tuve que utilizar mi brazo como escudo lo cual solo hizo que atravesara de lado a lado mi brazo izquierdo, escurriendo una gran cantidad de sangre de la herida y una parte de carne desprendiéndose de esta, no obstante, aunque inmensamente doloroso, había logrado detener a la criatura, quedando atorada entre el hueso de mi brazo, empezando a moverse como un gusano u insecto, chillando y rugiendo como bestia.
Moviendo mi brazo con terror, logré que la criatura se soltara de mi brazo, lanzándolo lejos de mí, pero provocando un daño tremendo a mi brazo, en cambio la criatura cayó sobre unas vigas de metal haciendo un ruido estridente, no muy lejos del cuerpo de Tim.
Caí al suelo, el dolor nublando mi visión intentando tapar la herida con mi mano libre, escurriendo la sangre cálida de mis dedos sintiendo el miedo y la muerte a un paso de mí, intentando mantener mi vista sobre esa cosa con una apariencia más que demoníaca.
Para mi horror, la criatura se arrastró hacia el cuerpo inerte de Tim. Con un movimiento fluido y antinatural, se abalanzó sobre el cadáver. Observé, paralizado por el terror, cómo la bestia expulsaba violentamente la columna vertebral y el cráneo de Tim, lanzándolos a un lado como desechos inútiles. Luego, con una precisión macabra, la criatura se deslizó dentro del cuerpo vacío, retorciéndose y acomodándose como si fuera un traje mal ajustado.
El cuerpo de Tim, que momentos antes yacía inmóvil, comenzó a sacudirse. Ya no eran los espasmos involuntarios de un cadáver reciente, sino movimientos deliberados y cada vez más coordinados. Ante mis ojos incrédulos, el cuerpo de mi fallecido salvador cobraba una nueva y terrorífica vida, ahora poseído por aquella entidad indescriptible.
Fue muy poco el tiempo para que lo impensable fuera una realidad.
Viendo cómo sus manos y piernas se apoyaban sobre la tierra quemada, vi cómo la criatura había tomado el cuerpo de Tim y reemplazarlo para hacerlo funcionar, empezando a notar la regeneración y crecimiento de su mano y dedos junto con la curación de su cuello, solo quedando como evidencia tal crimen de la sangre que manchaba su uniforme.
Tardó poco para que el cuerpo del moribundo militar fuera vuelto otra vez a la vida, solo siendo la diferencia que este soldado era un monstruo disfrazado terminando el proceso de regeneración con una sonrisa utilizando el rostro de Tim para tal macabra y despiadada sonrisa.
La ceniza caía más intensamente ahora, mezclándose con la sangre de Tim y la mía sobre las ruinas de lo que alguna vez fue la biblioteca.
Y mientras la criatura se acercaba, comprendí que mi lucha por sobrevivir ya había acabado.