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Capítulo 7 - Glicht #3

Esto era una locura, tenía que ser una estúpida locura.

 

No había mejor explicación.

 

El golpe había sido más fuerte de lo que había creído, lo había minimizado, casi diciendo que no fue nada.

 

Pues como podía despertarme en un lugar desconocido, siendo una biblioteca para que luego fuera llevado por una chica que no conozco para luego me lleve a una especie de refugio mientras todo se tambalea y estremece y que, al último, me diga que soy o me llame ¿papa?

 

¿Papá? ¿Yo soy tu padre? Qué tontería.

 

Tiene que serlo.

 

"Padre, me voy" exclamó ella, estirando el traje.

 

La observé, sintiendo un tic en mi ojo e incomodidad increíble. ¿Es chiste, ¿verdad?

 

Del otro lado de la habitación, ella se había puesto un traje.

 

No sé cuándo ni cómo, pero ella que se había ido del otro lado de la habitación en un rincón oscuro, ella se había puesto un traje de una sola pieza, en colores predominantemente blanco, dorado y plateado.

 

Siendo ajustado, tenía detalles dorados en el pecho y los hombros, dándole un aspecto regio.

 

 

Los pantalones oscuros con un patrón de rombos dorados a los lados añadían un toque de elegancia, el cinturón dorado ajustado a la cintura destacaba su figura.

 

La capa marrón oscuro con un forro blanco se extendía desde los hombros hasta el suelo, añadiendo movimiento y dramatismo.

 

La máscara blanca y dorada cubría la parte superior de su rostro, dejando descubierta la parte de su boca, añadiendo un aire de misterio.

 

Los guantes negros y las botas blancas a juego completaban el conjunto con un toque de elegancia.

 

La apariencia de la chica era, para mi y para la mayoría buena.

 

 

"Ah, sí, adiós", decidí seguir la corriente. Pues no había servido de nada.

 

Había intentado ocultar mi nerviosismo, pero pareció detectar mi extraña reacción, haciendo que ella murmuraba algo acerca de una contusión cerebral o algo parecido.

 

"¿Espera, a dónde vas?"

 

"Voy a ver qué pasa, estoy en el programa de entrenamiento de héroes."

 

"Es mi deber," insistió ella, con una mirada determinada mientras ajustaba la capa sobre sus hombros.

 

"¿Héroes qué?" pregunté, frunciendo el ceño, intentando encontrar un significado distinto o una explicación lógica a toda esta situación surrealista.

 

"Espera, yo..." intenté articular algo, pero mi mente parecía estar en un torbellino de confusión.

 

"Eh, escucha, papá," dijo ella, deteniéndose un momento para mirarme con molestia, inclinado su cuerpo a mi altura y quitando su mascara para verme fijamente con sus ojos amarillos.

 

 "Sé que no te agradan. Que te dan desconfianza y nunca los has visto de buena manera, pero..." Su voz se suavizó, como si estuviera tratando de encontrar las palabras adecuadas.

 

 "Esto de los héroes. De proteger y ayudar siempre lo he querido."

 

"Si, sé que te mentí querer decir que sería un encargado de la administración del GHG, pero sabía que si no te mentía nunca podría llegar al cuartel donde reclutan"

 

La observé con incredulidad, tratando de encontrar alguna señal de que esto era una broma de mal gusto. Pero su expresión era seria, y eso solo aumentaba mi desconcierto y confusión. 

 

¿Podría decir que no entendía nada lo que decía? Me pregunte eso mientras la veía despotricar, sacando todas sus quejas sobre mí, sus pensamientos y aspiraciones.

 

¿Qué Diablos estaba pasando?

 

"Desde que fui joven, descubrir mis poderes"

 

"No, no puede ser," murmuré, sacudiendo la cabeza en un intento de negar lo evidente. "No eres mi hija, no puede ser verdad."

 

Ella suspiró, visiblemente frustrada por mi negativa.

 

 "Papá, lo entiendo. Sé que esto es difícil de asimilar, pero es la verdad. Soy tu hija, y estoy decidida a convertirme en una heroína."

 

Mis pensamientos se agitaron en un mar de confusión y duda. ¿Cómo podía ser que esta joven, que parecía tener mí misma edad tal vez más, fuera mi hija? Y más importante aún, ¿Cómo estaba eso de ser un héroe?

 

"Esto es una locura" no sabiendo si lo pensé o dije, miré a la rubia vestida de un cosplay de héroe.

 

Claro, debería de ser un Cosplay, desde el momento en que me llamo padre. No desde el momento en que me hablo tan casualmente algo era extraño.

 

"Ha" dije al ver la mirada de la chica.

 

Ella me miró con tristeza, pero también con determinación.

 

"Lo siento, papá. Pero esta es mi elección y mi camino para seguir. Espero que algún día puedas entenderlo."

 

"Tu solo quédate aquí"

 

Con un último suspiro resignado, vi cómo se alejaba, desapareciendo más allá de la puerta. Me quedé solo, confundido

 

 

 Decidí quedarme en silencio, dejando que la oscuridad del bunker absorbiera mis pensamientos. Los tronidos continuaban resonando a mi alrededor, recordándome la fragilidad de mi realidad. La chica podría creer que mi confusión se podría deber a los efectos de las contusiones provocadas por las caídas de las estanterías combinado a que su verdadero padre parecía aborrecer la idea de ser un héroe.

 

pero en realidad, era simplemente mi incapacidad para aceptar lo que ella afirmaba.

 

Quiero decir, no existían héroes, a lo mucho era un cosplayers jugando juegos de rol, por otro lado, tener una hija de la misma edad o incluso mayor sin saberlo y con rasgos muy diferentes era algo loco.