TECNO-IUS
Pablo – ¿Cómo te fue?
Sandro – bien
Pablo – ¿así bien?
Sandro – Si, o de ¿qué hablas? –Mientras sigue tecleando en la computadora. –
Pablo – ¡con Ishtar y su regalo! ¿Ya está más feliz?
Sandro, deja de teclear y lanza una fulminante mirada a Pablo; se recarga en su silla, cómodamente– sin duda una joya siempre pone de buen humor a una mujer; y no estaba de mal humor
Pablo –no solo una joya, depende de cómo se la des, de lo que le digas y de lo que le hagas después… –Hablando completamente en doble sentido. –
Sandro – ¡eres un imbécil!
Pablo – puede que a cualquier mujer le gusten las joyas; pero Ishtar es de un gusto peculiar –puntualiza y señalándolo. – ahí estas tú con toda tu jodida historia
Sandro, le arroja un clip que estaba deshaciendo con los dedos– ¡tú tan brillante! muy observador –con ironía– ¿no? Le encanto el brazalete y aretes…
Pablo – ¿no pensó que marcabas territorio, con eso de los nombres y cursilerías?
Sandro – tal vez… pero no lo dijo; solo observo y sonrió. Creo que le alivio.
Pablo –no esperaría un anillo de compromiso
Sandro, se encoje de hombros– no sé; no es momento
Pablo –no piensas casarte de nuevo… o ¿Si?
Sandro solo se encoje de hombros – no digas de esa agua no beberé
Pablo – no tienes remedio, ¡vámonos! Hay que trabajar
RESTAURANTE
En algún otro lugar Adriana come con Vanesa, conversando sobre los chismes más actuales de los ex compañeros de generación, entre ellos Jarrett e Ishtar; y sobre la siguiente reunión de generación.
Adriana – ¿¡cómo vez vane!? –Con tono cizañero. –
Vanesa –no puedo creer que el muy sínico ande tras ella
Adriana –Si, hasta mensajes; y como la empresa donde él trabaja es cliente del despacho de Ishtar, hay más comunicación entre ellos
Vane – ¿y porque vienes a contármelo a mí? ¿No es Ishtar una de tus mejores amigas? –señalando con el dedo. –
Adriana – Ella no sabe y además dice que no le interesa ya él; Ish tiene pareja estable
Vane –no entiendo entonces… –Con semblante frustrado. –
Adriana –él es quien el anda molestando…
Vane – ¿y con quien anda Ishtar? –más curiosa, intentando olvidar su pena. –
Adriana –con su ex jefe. Viven juntos
Vane – ¿¡de verdad!? ¡No lo puedo creer! –Adriana asienta con la cabeza mientras toma de su té helado. – ¿no se ha casado?
Adriana –no, Él se divorció el año pasado; bueno ella lo divorcio y ahora pelean a los hijos
Vane – ¿Ella se metió en el matrimonio? –con gesto exageradamente sorprendido y en busca de chisme. –
Adriana – ¡No! Es mojigata, no. La mujer le puso a él el cuerno, vete a saber porque.
Vane – ¿¡ósea un hombre con paquete entero!? Pues que es muy guapo o tiene mucho dinero o ¿qué? Pero bueno para haberlo dejado su mujer… ¡Pff!
Adriana – ¡ay! no sé qué le ve; no está feo pero es más grande que nosotras; mira –le enseña en su celular una foto de Sandro en Facebook. – es él.
Vane – ¡pues no esta tan mal!
Adriana –Tiene su propio despacho. No creo que gane poco, cuando Ish trabajaba para él, le iba bien.
Vane – pues siendo así, hasta el trabajo de los hijos se ahorro
Adriana –mira que sí, y los escuincles la adoran
Vane –Pues que padre por ella. Pero ese Jarrett ¡es un imbécil! Y apenas me pidió que lo acompañara a la reunión que habrá
Adriana – ¿y qué harás?
Vane – ¡que vaya solo!
Adriana – ¿vas a ir?
Vane – si hay tiempo si.
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Oficina de la constructora de Vega.
Ishtar – muy bien aclarado todo y si no tiene más dudas me retiro –dirigiéndose a Vega. –
Jarrett – es hora de la comida; ¿podría invitarte a comer? –Ish que tenía una sonrisa de cortesía para despedirse y estaba levantándose; fija la mirada Él, con el seno fruncido. –
Vega –podemos invitarte a comer; como agradecimiento por venir hasta aquí
Ishtar – descuide, es mi trabajo para eso nos contrató –manteniendo su postura, de pie y con la sonrisa obligada de cortesía. – gracias.
Jarrett –pero pudiste haber enviado a otro
Ishtar –tenía otras tantas cosas más que hacer personalmente aquí.
Vega –insisto yo; –levantándose de su silla. – por favor. Pocas veces tengo la oportunidad de comer con alguien que tenga buen tema de conversación que no sea trabajo
Ishtar, no muy convencida y por educación a su cliente, ve la hora– muy bien Sr Vega usted gana
Jarrett –vamos –levantándose se apura y abre la puerta para que salga Ishtar y vega; con una sonrisa triunfadora–
Ishtar sale, lanzándole una mirada de hielo a Jarrett quien no evita observar sus pendientes, brillantes y notablemente costosos.
Llegan a un buen restaurante; como un par de caballeros le abren la puerta, la silla a Ishtar. Ordenan.
Vega – ¿entonces Uds. desde cuando se conocen?
Ishtar, sorprendida por la pregunta, frunce el seno como ya un mal y viejo hábito desde la secundaria. – pues hace mucho estudiamos juntos
Jarrett – toda la primaria y secundaria
Ishtar -sí. Cuando terminamos la secundaria dejamos de vernos; solo nos encontramos hace algún tiempo en una reunión de ex alumnos; y ese día que vine a hacer los trámites para la obra del sur; que nos volvimos a encontrar
Jarrett – si, una buena casualidad. Y al día siguiente fue que nos encontramos en tu oficina