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Pablo no esta

Ishtar whats App con Sandro

<<Hola amor, ¿Dónde andas?>>

<<Hola, en casa, trabajando… ¿vas a tardar en llegar?>>

<<un rato, ¿por?>>

<<Para cenar juntos>>

<<ok. Llegó>>

<<Te espero, besos>>

<<Te amo>>

Tocan la puerta

Ishtar – ¡adelante! 

Entra Pedro- Hola, oye ya resolvimos el asunto de la Sra. Guadarrama, pero ahora dice que no tiene para liquidar el último pago que nos debe, ni para registrar su terreno en el RP

Ishtar pensativa – ¿cuándo se compromete a pagar? 

Pedro – dos meses

Ishtar – ¿le debes alguna documentación?

Pedro –los oficios y pólizas para la inscripción

Ishtar – haz un documento privado donde ella se comprometa a pagar y tú a entregarle su documentación para esa fecha 

Pedro – está bien. Oye ¿estás bien? 

Ishtar – preocupada… ¿y tú? 

Pedro –  quisiera pensar que más tranquilo, Pablo se ha ido. Pero eso no garantiza la seguridad de la familia

Ishtar – quisiera pensar que sí. Pero también tengo mis dudas. Sandro no ha salido de casa, hoy salió la nota que su firma se disuelve, 

Pedro – ¿no lo sabias?

Ishtar –no

Pedro –Pablo se fue desde hace varios días, no sabemos a donde

Ishtar– no me dijo nada Sandro; solo trabaja en casa, manda los documentos a sus auxiliares, les dice que hacer; todos los pagos y cobros los hace por transferencia. Solo sale para ir a los juzgados federales, el Súper y Banco

Pedro – esta apaniqueado. Mis padres igual, no han querido salir mucho; están muy alerta y preocupados por Pablo y su familia 

Ishtar – me imagino, es su hijo y no ha de ser fácil pasar por esto, ni por una separación de esta índole. Y la incertidumbre… 

Pedro – sí. Y pues obvio nos preocupa, pero también debemos preocuparnos por nosotros y cuidarnos

Ishtar –si, también. Sandro esta abatido por sus hijos, por ahora están con Casandra

Pedro, extrañado – ¿no ha presentado nada por escrito al juzgado?

Ishtar – no, pero Sandro cree que por el momento están mejor con ella

Pedro – Pues espero que se mueva pronto, sí no ella, le ganará la partida. Pero ¿y tú? 

Ishtar– ¿yo? No puedo rentar mi casa, le pedí a Andrés que por su seguridad y como estaban vigilando mi casa que se quedara con Hannah o buscara donde

Pedro –perdiste esos ingresos 

Ishtar – si, aunque no es lo que me preocupa. Además de ocultarle a mi hermana las cosas, y a mi familia. Sí me pasará algo, no sabrían, porque ni de donde 

Pedro –esperemos que eso no suceda 

Ishtar – ojalá, pero me siento impotente y con un terrible ¡pánico! 

Pedro – necesitas calmarte de a poco… algo ira saliendo bien

Ishtar -ojalá. Pero por ahora, me pesa ver así a Sandro. 

Pedro –intenta seguir tu vida normal, deja de preocuparte. Sandro es quien está en la mira no tú

Ishtar – intento… intentaré. Pero lo amo y vivimos juntos… no puedo simplemente ignorarlo 

Pedro – no, pero, pues él tendrá que hacerlo por sí mismo –Ish hace una mueca inconforme – ya pasara, y todos estaremos bien… 

Ishtar con irónica burla le dice – ¿eso te dices a ti mismo? –Pedro solo responde con una mueca – espero que así sea… 

CASA DE ISHTAR

Ishtar – ¿¡quiénes son mis perros más guapos y hermosos?! –Babas de perro– ¡¡sí!! ¡¡Ustedes!!! ¡¡¡Los amo, guapos perros!!!

Ishtar que los últimos días ha visto raro a Sandro, cada vez más triste y más reacio en salir; preocupada porque entre en un estado emocional destructivo. Intentando ayudarlo a salir de eso, se comporta optimista, tolerante y complaciente con él. Sandro sirve la cena y se sientan a comer; es notable que extrañan a los niños, pero es la decisión que tomo Sandro, que se fueran una larga temporada de viaje con los padres de Casandra, luego con los padres de él. Hablan poco en la cena, Ishtar lo distrae con tonterías. 

Pero después de un rato Sandro vuelve a clavarse en la pantalla de la tele, en la que solo se ve lo que captan las cámaras de vigilancia; con preocupación pregunta– ¿qué ocurre amor?

Sandro con el mismo tono abatido y liso de los últimos días dice– nada. Ya no han venido a vigilar la casa 

Ishtar con optimismo– eso es bueno ¿no? 

Sandro – no lo se

Ishtar le lanza molesta como golpe – ya salió la nota de que TECNO-IUS desaparece 

Sandro en un susurro dice – ya salió…

Ishtar le recrimina – Si, me contó Pedro que Pablo no está aquí, que se fue

Sandro –así es; me pidió que lo despidiera de ti

Ishtar vuelve a atacar– ¿Qué ocurrió? Creí que lo habían solucionado

Sandro –nosotros también. Y en parte si, lo hicimos. Pero la amenaza ahí quedó

Ishtar desesperada da vueltas por la sala – ¿hasta cuándo entonces terminará esto? ¿Hasta cuándo recuperaras tu vida? ¿Hasta cuándo seguiremos así?

Sandro ahogado en su desesperación, tristeza, frustración y miedo, levanta la voz – ¡¿Crees que no quiero volver a mi vida de antes?! Me estoy muriendo aquí adentro. Pero no puedo. Deja que pase esto, que pase un tiempo, que se hayan calmado las cosas y olvidado

Ishtar – ¿eso hasta cuándo será? 

Sandro – ¡no sé…! un par de meses

Ishtar – ¿hasta entonces tus hijos te verán? –Sandro suspira deprimido y abatido. – esa gente, no te ha hecho más daño del que tú mismo te estas provocando aquí adentro 

Sandro – sigo trabajando

Ishtar – después de la nota de hoy, perderás clientes y los que no se vayan solos, irán tras ellos

Sandro – lo sé; pero puedo entrar a algún puesto político

Ishtar – ¿y eso es lo que quieres? –Sandro se queda en silencio. Ishtar en desesperación y profunda tristeza; le ruega– te amo y no pienso dejarte morir aquí, lento y tampoco ver cómo te destruyes tu solo. No puedo verte así

Sandro – esto pasará

Ishtar suspira, vuelve al ataque con otra técnica; con tono más serio y frio; ese tono dictador que usa para hablar en los tribunales y para ordenar a los subordinados, le dice –la obra de beneficencia es en unas semanas, espero que estés mucho mejor en todos sentidos para entonces; porque iras conmigo. También habrá otra parrillada el fin de semana, no quiero ir sola. Y pronto será la reunión de ex alumnos de la secundaria, le prometí a Adriana aparecerme por ahí, y va estar Jarrett; como es evento en la propia escuela no pretendo ir sola, espero poder presumir a mi flamante y maravilloso esposo; así que espero que te prepares. 

Sandro se queja, molesto– ¡no puedes obligarme!

Ishtar – tú lo has dicho eres mi esposo y son eventos en pareja  ¿con quién quieres que vaya? –alza las cejas, y él hace una mueca de dolor y molestia, luego se cubre la cara con las manos, con gran frustración– sí quieres también me voy, y busco un nuevo esposo –le dice con el tono más irónico, hiriente y recriminatorio –él voltea a verla con la mirada llena de dolor y miedo, un miedo que lo invade y comienza a subirle el coraje y rabia. Ishtar se sienta a su lado, toma sus manos entre las de ella, posa una mano en la nuca de él para hacer que la mire de frente a los ojos; que tiene ella también los ojos llenos de lágrimas, dolor y sufrimiento– también muero de miedo, pánico de saber que puedo estar en peligro, que te puede pasar algo, pero no debemos dejarnos vencer por eso. Hay que ser fuertes y valientes. Te amo, Sandro, mírame, Te amo; y ver lo que está pasando me está matando.

Sandro, responde con desesperación, casi obligado – ¡está bien!

Ishtar con un tono molesto le dice– y sí no vigilas a tus pequeñas putas aprendices, perdón, –en un tono más burlón– a tus auxiliares, van a llevar lo que queda de tu firma y tu nombre a la basura

Sandro con una mueca inconforme dice– pondré atención

Ishtar– sino te levantas de esta… tendrás que olvidar a tus hijos

Vuelve a aparecer una mueca de dolor en el rostro de Sandro – ¡eres  cruel!

Ishtar – intente por las buenas y no conseguí nada; tal vez con unos golpes y revés, reaccionas… y creo que funciona –Sandro molesto, se sale de la sala, lleno de furia y dolor. Ishtar le grita – ¡es mejor el coraje que deprimirte! –lo ve salir al jardín, dar vueltas, mientras ella suspira y le ruedan lagrimas por la cara hasta llegar a su blusa. Ahoga los sollozos, pero no deja el llanto, tampoco deja de observar a Sandro sacar su dolor en el jardín, caminando, fumando, golpeando el costal de box que tiene Ish colgado en una esquina de la terraza. 

Los perros solo observan a Sandro sacar su dolor y coraje, en un golpe tras otro; se quedan sentados a la distancia a verlo; en ratos voltean a ver también a Ishtar que lo observa por el ventanal, les dice a sus perros – se va a lastimar, y vendrá a que lo cure.- Sin saber lo que ocurre ellos entienden las emociones de cada uno, y reflejan también en sus caritas la tristeza y preocupación, por sus amos. Van luego de un rato con Ishtar a consolarla, lamer sus lágrimas y restregarse en ella, dándole amor, hasta que se calma, los besa y ríe. Pero no se atreven acercarse a Sandro; solo lo ven y dejan, hasta que se canse de golpear el costal.